26 ┇Noche en prisión

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Su pie tamborileaba desenfrenadamente al compás de sus dedos, inmediatamente tuvo un deja vú de cuando Betty desapareció y al igual que esta vez la estaban interrogando, ya hasta incluso sentía la comisaría como un segundo hogar.

— Ya basta. — hablo cansado — Me pones de nervios. — Ella río irónica.

— ¿Tu estas nervioso? Ni siquiera pueden verte — hablo obvia — En cambio nosotros sino nos creen estamos fritos.

David la miró molesto desde la esquina del cuarto de interrogatorios, solo por petición de Bill no se ha separado de ella, aunque Mathilda hubiera preferido que fuera al revés ya que ella tenía un poco de conocimiento por esos lugares, en cambio el pobre tartamudo debería estar muriéndose de miedo.

— Es poco creíble... pero no imposible.

Mathilda lo miró mal con los ojos entrecerrados, no era una buena compañía y con cada cosa que salía de su boca lograba desanimarla cada vez más. Ya ni siquiera recuerda porque lo trajo consigo.

Cuando el trío creó su plan de escape de la criatura acordaron la historia que le dirían a la policía, la cual hubiera funcionado de no ser por el oficial Bowers.

Bill y Mathilda inventaron el cuento de que por error se quedaron dentro de la tienda ya que no se dieron cuenta cuando cerraron. Iban a esperar hasta el amanecer que abrieran nuevamente pero "un ladrón" justo ese día decidió robar la tienda, e hicieron "suposiciones" de que era el asesino de Derry ya que intento atacarlos y que el romper el vidrio para que llegara la ley fue en un acto desesperado por huir.

El primer oficial les creyó y estaba dispuesto a abrir una investigación ya que por alguna extrañan razón no habían funcionado las cámaras dentro de la tienda. Pero lastimosamente para los infantes esa noche Óscar Bowers estaba de turno y siendo consciente de los antecedentes de la niña prefirió retenerlos hasta que sus padres llegaran por ellos, o al menos los de Bill.

— Me tranquiliza tanto escuchar eso. — Habló con notable sarcasmo.

— Es que... ¡agh! — Se jalo el cabello frustrado mientras comenzó a caminar en círculos — Todo esto es una terrible idea, horrible, Mathilda. Eso no parara hasta encontrarme y seguramente pasaremos la noche aquí ¿y si viene y nos mata ahora? — El pelinegro estaba demasiado intranquilo y no era para menos.

El veía fantasmas ¿que podría darle miedo? Hasta hace varios meses nada. Ahora el payaso era el mayor de sus miedos que lo acechaba incluso en sus mejores sueños, solo quería que esa pesadilla acabara.

Ella lo miró con lastima y estaba por tranquilizarlo pero el sonido tan conocido para ella de la gran puerta metálica los interrumpió.

La pesadilla real de Henry Bowers.

— Vinieron por el niño. — anunció tranquilizando a la pelinegra, al menos el ya estaría en casa esperaba que a salvo de Pennywise — Tus padres no vendrán hasta la mañana. — Ella simplemente asintió, ya lo esperaba y no le molestaba tanto, al menos tenía de compañía a David.

Cuando la saco del cuarto de donde la tenían separada de Bill a lo lejos observó que el chico se estaba yendo con sus progenitores, su madre lloraba mientras lo abrazaba de la cabeza en tanto su padre se encontraba serio, no supo descifrar si estaba molesto o angustiado.

No sería justo que la metieran a una celda hasta la mañana pero no había de otra así que cuando estuvieron adentrándola seguía mirando fijamente a Bill el cual se encontraba de espaldas. Lo tenía atorado en la garganta, quería gritarle aunque sea para verlo una última vez y asegurarse de que todo estaba bien.

No supo de dónde reunió el coraje pero al fin pudo pronunciar algunas palabras.

— ¡Cuídate de eso!

El tartamudo a lo lejos escucho su grito por lo que giro en busca de la niña de pelo corto pero fue bastante tarde ya que cuando giro a ella le cerraron su celda imposibilitando una mejor vista.

Mathilda dejo de verlo para después suspirar pesadamente.

Se sentó en el viejo y sucio colchón con resortes oxidados y se recargó en la pared viendo a la nada hasta que cierto chico apareció en su campo de visión atravesando las rejas de su celda.

— Siempre quise intentar eso — Comentó mas alegrado que antes — Ahora ya se lo que sienten las personas que veo.


( 🎈 )


— No lo se... no me agrada mucho esto... — Bramó inseguro.

— Por favor Eddie, creí que éramos amigos. — Habló resentido el de rulos.

— ¡Soy tu amigo! — aclaró — Pero no estoy muy seguro de cómo ayudarte con Mathilda.

Ahora solo era ese par. Bill por alguna extraña razón no se había presentado a clases mientras que Richie seguía con un humor de perros horrible, no podían ni acercarse a preguntarle si estaba bien.

— Solo quiero hacer algo lindo para que le perdone. Créeme cuando te digo que se que aun le gusto.

El más bajo — aunque Stan no lo notará — estaba triste, pues a igual que a todos sus amigos también gustaba de la niña y el que precisamente Stan (el cual la despreció muchas veces)  le dijera eso era algo injusto y doloroso.

No quería creerle, incluso una vez paso por su cabeza como un flash que hasta tenía más química con Richie, pero descartó inmediatamente ese idea, si tuvieran algo el de lentes se los abría hecho saber, lo cual nunca ocurrió.

Suspiro pesadamente.

— Está bien, haré lo que pueda...

Stan sonrió feliz y entusiasmado. Muy en el fondo de si sabía que estaba jugando sucio, se entrometió donde no debía y poco a poco fue desmoronando las cosas, pero el peor sin duda fue Henry, ese maldito ni siquiera tuvo que preocuparse o usar algo de filtro.

De pronto su platica se vio interrumpida cuando su amigo pelinegro se sentó bruscamente a lado de ellos  — como era costumbre desde hace pocos días —.

Stan la verdad es que no tenía palabras frente a él, ni siquiera podía verlo a los ojos, sabía que lo que hacía estaba mal pero no podía echarse para atrás, ni detenerse. En cambio Eddie estaba asustado y extrañado por su actitud, quería ayudar a su amigo de lentes y saber que le pasaba, le daba lastima verlo así en ese estado siendo que siempre fue muy risueño y bromista a pesar de todo y cualquier situación.

Saco su desayuno junto con un papel extraño para ellos.

No fue hasta que le preparo para dar el primer bocado de su aperitivo que estrelló dicho papel en la mesa sin cuidado alguno.

Inmediatamente Eddie y Stan se inclinaron al centro de la mesa para leer mejor la nota del periódico que les brindó Richie.

Leyeron con rapidez cada vez extrañándose más con cada renglón que pasaban.

— Hay nuevo toque de queda. — habló seco el de lentes y luego le dio una mordida a su sándwich — Al parecer nuestros amigos no solo pasaron juntos la noche... También encontraron al asesino de Derry.













Muy corto, lo se y perdón. Con esto de que entre a la escuela es para lo que alcance a escribir :( pero al menos el anterior cap ha sido el más largo que he escrito en toda la historia.
Voten y comenten ❤️

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