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capítulo dedicado a
KookieMonster_K97 & La_hija_del_chanmin

¡disfruten luvies! ♡︎

—que semana —suspiró sana, echándose en su gran sofá. mientras ella pensaba en todo lo que se daría a cabo aquel día, seungmin estaba no muy lejos de entrar en pánico.

¿y si no funcionaba?

—si no funciona, noona... ¿le puedo partir la cara? —dice pasivamente, su mirada perdida en algún lugar de la sala. seungmin tenía muchas ganas de hacerle algo a minyu. en serio.

él mismo se sorprendía de sus pensamientos, pero, de verdad deseaba con todo su corazón que la bruja esa se fuera de sus vidas. y aunque el orgullo, además de cierta molestia, le impedía admitir que extrañaba a christopher.

sana abrió los ojos, canjeando su expresión apacible por una alterada. ¿él, el pequeño minnie le había preguntado eso?

como dije, seungmin es otro cuando está enojado.

—n-no, seungmin —niega, ahogando más tartamudeos—. eso sería perjudicial para tí, y estoy segurísima de que va a funcionar. la estúpida ya cree que chan está enamorado de ella —comenta con desagrado, ganando una mirada desesperada de kim—. lo que es mentira.

—¿está... segura? —min se abrazó a si mismo, disimulando con la acción de frotar sus brazos por el frío matutino.

—si, seungmin. chris aún te ama, nunca lo ha dejado de hacer. tan solo es que, no se dió cuenta de las manipulaciones de la perra, y... se dejó inconscientemente lavar el cerebro —finaliza, con algo de pesar, mirando sus piernas que eran adornadas por calcetines altos.

eres tan idiota, christopher.

—...no me ha buscado.

sana intercambia su atención, de sus muslos a el rostro de seungmin. el niño reflejaba tantas emociones contenidas, que hasta minatozaki sintió un nudo en su garganta.

—es muy orgulloso, seungmin... ambos lo son, en realidad —dijo, ganándose una mirada acuosa, cortesía de kim—. no quieren admitir que se extrañan.

yo no lo extraño —frunce el ceño, respondiendo a la defensiva.

sana rió sin más— por supuesto —, y se dispuso a dar una ducha para marcharse, con seungmin de infiltrado, a la empresa.

dejando a minnie con sus pensamientos revoloteando su cabeza.

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está bien, todo saldría a la perfección.

bien, bien, bien, bien, bien. seungmin, todo estará bien.

una y otra vez, como un bucle infinito, repetía esas palabras, dándose apoyo para lo que sería algo... vergonzoso para él.

—¿tienes todo? —preguntó sana, asomándose por el estrecho lugar donde seungmin se escondía. Kim asintió— ¿estás cómodo?

—por quinta vez, sí, está todo en orden, noona.

el dedo pulgar de minatozaki se presentó en su frente, clavando un poco de su uña ahí. seungmin se quejó bajito.

—respeto, kim.

—yo le llamé, noona, noona.

con un 'mhmm' salió de debajo de un escritorio, que tenía el panorama perfecto del portátil de christopher. además de que las cámaras escondidas estuvieran en orden.

joder, sana si que se esforzó.

investigó el horario de minyu, para saber cuánto tiempo tenían para instalar todo. consiguió cámaras que se podían camuflar fácilmente, y sobre todo le dió mucho apoyo emocional a seungmin.

él tan solo se dedicaría a darle al botón enviar, y el caos se desataría.

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son minyu, es una chica que simplemente desea lo que los demás tienen. siempre había sido así, desde pequeña, ¿por qué cambiar? si al final obtenía todo lo que quería.

aún recuerda la primera vez de todo, la vez que se dió cuenta la satisfacción que le daba "quitarle" las parejas a sus conocidos.

o no tan conocidos.

si era una chica, o chico bonito. ella lo obtendría, sí o sí.

tal como lo hizo en el antiguo edificio donde empleaba. ella solamente se fijó en la linda, linda, hirai momo... y bye bye relación con su, ahora, ex.

eso se hizo un escándalo, pero, no le podían despedir solo por ello. así que se dieron la tarea de cambiarle de sede, y ella le rompió el corazón a momo diciendo que no podían continuar viéndose. así de sencillo.

sana lo sabía. y realmente, ella no iba a permitir que otro de sus amigos salga lastimado por culpa de minyu.

minyu caminaba mientras texteaba a chris, a la par que una sonrisa se extendía por su rostro.

bang chan era tan ingenuo.

se podía decir que fue uno de los más sencillos de doblegar. porque, al parecer, chan ya tenía algunos celos de hwang desde hace mucho, y aunque estaban escondidos, solo necesitaban el método correcto para hacerlos conocer la luz.

christopher es muy dulce, muy comprensivo e inocente. en una parte a minyu le encantaba, pero también... era un mojigato de primera mano.

tal vez solo se acostaría con él una vez, y le diría adiós.

además, en estos momentos, chris no quería saber del "mocoso mosca muerta" y eso le daba ventaja. lo más seguro es que ni le quisiera ver en pintura.

acabó de redactar su mensaje, y lo envió soltando una risotada. apresuró su paso a la entrada de su trabajo, batiendo su cabello castaño fuera de sus hombros.

era una lastima que christopher no estuviese a su lado, a ella le encantaba tocar sus brazos. suspiró, dándose ánimos.

en eso, sana se cruzó frente a ella. se sonrió burlona, oh, minyu, eres tan maravillosa que volviste a minatozaki alguien invisible a la vista de chan. se felicitó a ella misma.

sana enarcó una ceja, y la miró de arriba abajo, escaneado su vestimenta. soltó una descarada carcajada, y continuó su andar hasta su oficina personal.

no contó con que minyu le tomara del brazo, clavando sus uñas de silicona en su nivea piel.

—¿te crees mucho? vieja insoportable.

—no me creo mucho... señorita —estuvo tentada a decirle, como siempre hacia, perra—. solo es que usted es tan poco frente a seungmin.

con la misma sonrisa autosuficiente, se fué a su destino, dejando a son echando humos, y rodando los ojos.

sobre todo esa mosca muerta va a ser más que yo.

dió unos pasos, hasta llegar a su propia oficina, mirando la de bang chan a unos pasos adelantados... tal vez tenga algo de diversión más tarde.

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exactamente, a las cuatro con cincuenta, terminó lo que le correspondía, mucho antes de lo esperado. lo que significaba, la mayoría de los trabajadores estarían ocupados.

paso libre para la oficina de su chrisie.

con la excitación palpable en su semblante, se escabulló a el espacio de bang, aspirando su aroma en el ambiente.

de inmediato, min notó el movimiento, y se mordió el labio para no delatarse con un gruñido. le caía mal esa mujer.

se enfurruñó en su lugar, enviando un texto a sana donde le avisaba que la tonta llegó a la oficina de chan. y a los pocos segundos, sana le respondió que estaba todo listo.

ahora, solamente quedaba esperar a que todo saliera solito.

en realidad, seungmin estaba que moría al ver todo lo que la tonta hacía con las cosas de chan.

llegó. a. toquetear. su. sudadera. favorita.

¡hasta la olfateo! él sólo tenía ese derecho.

por último, lo más esperado, trono sus dedos, y se sentó frente a la laptop, marco la fecha de su aniversario, seguido se iluminó el fondo de pantalla de chris.

que no era nadie más que seungmin.

minyu bufó.

seungmin observaba todos sus movimientos, hasta que llegó al correo electrónico... la castaña reviso desde borradores, a ya leídos.

minyu se llevó la sorpresa de un mensaje recibido hace poco de dos horas, exactamente a las dos con treinta y tres.

además, christopher le respondió

seungmin juro que casi se reía de la expresión de minyu.

y era muy cierto lo que decían en el sitio de ventas, esa lencería le hacía lucir como un ángel. lastima que minyu la vio primero que chan.

la chica estaba alterada, y más cuando, en voz alta leyó.

"espero que tu viaje sea excelente channie, un regalito para que no te sientas tan solo" —de respuesta, tuvo que improvisar unos dos emojis de fuego. para sentirse tan estúpido al responderse a si mismo, y porque bang chan acostumbraba a hacerlo.

sino comenzaba una sesión de palabras sucias, y estaba más que seguro que él no sería capaz de replicar las palabras tan indecorosas que christopher normalmente le enviaba.

por "casualidades de la vida" sana iba caminando por ahí, y se detuvo al notar a la muchacha dentro de la oficina ajena.

—¿qué haces aquí?

lentamente, son giró la silla hacia la japonesa. un tic se adueñaba de la comisura derecha de su labio, en una sonrisa algo... psicópata, si es sincero.

—¿qué te interesa, perra?

—¿disculpa?

—como oíste, maldita, tú y tu estúpido amigo se pueden ir a la mierda. no voy a aguantar tanta ceguera de un mojigato, se suponía que chan debía caer ante mí, ante todas las razones que le dí para que dejara a ese maldito mocoso.

su risa era todo menos tranquila, y puede ser que le haya provocado un poco de temor a seungmin.

en cambio, sana la miraba inmutable. esperando el momento preciso para ella decir algo.

—pero, no. él está taan enamorado, para creer que la mosca muerta esa, le fue infiel. hice de todo, pague a un tipo para que le siguese, ¡para que le tomase las estúpidas fotos! maldito seas, kim seungmin, con solo moverle el culo en la cara, bang chan está a tus pies.

la furia desbordaba en ella, y era lógico. nunca había perdido en su juego. pero para todo había una primera vez, ¿no?

se mantuvo sentada en la silla de christopher, respirando agitadamente su rostro rojo de pura cólera y sus venas marcadas en las manos, que se presionaban en sus muslos clavando sus uñas ahí.

—si ya terminaste... lárgate antes de que te estrelle la cara contra el escritorio —dijo la japonesa, con el rostro tenso, lleno de enojo.

son, no refutó, en cambio con todo el enojo que se cargaba iría a reprocharle a bang chan. minyu salió echando humos, el centenar de malas palabras inundaba por donde pasaba, hasta que dejó completamente el edificio.

sana suspiró, mientras que, a paso rápido caminaba al escondite de seungmin. que estaba con sus músculos entumecidos, y el rostro lleno de un puchero enojado.

—esa tonta.

minatozaki no lo pensó dos veces, y rió llena de la ternura que kim le causaba.

—deberías llamar a chan.

seungmin parpadeó, pensándolo. ¿para que haría eso? de seguro no le creería. lo más seguro era hacerlo cuando ya sana le mandase toda la ¿evidencia? si se le podía llamar así.

—no lo creo —bufó el pelinegro.

sana frunció los labios, mientras se cruzaba de brazos— kim seungmin, ¿no crees que ya llevan mucho enojados?

no respondió, sin embargo, si lo pensaba. él extrañaba a chan, demasiado. pero él sabía, sabía que que sí le veía a los ojos primeramente le querría golpear.

chan desconfío de él.

y le dolió, aún le duele. por ello quiere alejarse un poco.

—es lo máximo que hemos llegado, pero... aún no lo sé.

la castaña volvió a suspirar, y como siempre hacia, utilizó su posición de noona para hablar.

—seungmin, iremos a mí casa, buscaremos tus cosas, y te llevaré al departamento de chris. lo vas a videollamar, arreglaran todo y terminarán teniendo sexo cibernético muy felices. ¿si? —sonrió tétrica y amenazante.

necesitaba verlos juntos, felices y comiendo perdices.

con el ceño fruncido, y sacándole la lengua, seungmin respondió con un si a regañadientes.

sin contar que christopher llegaría a casa antes de lo previsto.

🎤sawarasenai🍄kimi😸wa⛓shoujo👻na💅no?✨böKù🌸Wâ🧚ÿARiçHiñ🤴BįCChī😾ńO😩oSû🚣Dà🎉YO💦

le van a pegar a chan;))

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