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disfruten de la consumación de amor mediante actos carnales entre minnie y channie.

Seungmin no se puede negar a nada de lo que Chan le proponga, puesto que, él confía plenamente en su pareja, y no tiene duda que Chris lo cuidará pase lo que pase, hagan lo que hagan. Así que, para sorpresa de pocos, la oferta indecorosa antes dicha por el pelinegro fue consentida por el tierno chico de apariencia casta.

La gran pantalla de plasma que se situaba al frente del cómodo sofá estaba encendida, y conectada con la laptop del mayor. Lo que causó cierta impaciencia en Kim. Porque él no era tonto, esos dos años de pareja con Christopher le han enseñado muchas cosas del australiano, lo que significa que sabe perfectamente el significado de cada actitud de Bang.

A su alrededor se sentía la pesadez de sus acciones, además de, -sin poder evitarlo- una pequeña erección yacía en medio de sus suaves pantalones de algodón.

Bang Chan irradiaba dominancia, esa era la razón de todo.

Mientras tanto, Chris se paseaba por la sala, tal como un tigre acechando a su presa, a la par que despojaba su camiseta en el proceso. Al captar los ojos de Min en su silueta le giñó un ojo con coquetería, además de una sonrisa ladeada como bonus.

Las piernas de Seungmin comenzaron a temblar en anticipación.

— Cielo —el llamado dócil de Chris –aparte de su voz ronca- estimuló a sus sentidos de una forma impecable, induciendo que su piel se erizara sin su consentimiento. Asintió en respuesta— Antes de seguir, quiero saber si estás de acuerdo. Supongo que te has dado cuenta por qué camino va la situación, y puedo entender perfectamente si no estás cómodo o si no te sientes con ánimos de hacerlo. Eres mi novio, y tu bienestar, junto a tu comodidad es primordial para mí.

Las palabras de Chan eran como caricias para sus oídos, una eufonía placentera que te llevaba a delirar en una nube de algodón. Y siendo sincera, a Seungmin le excitaba a niveles catastróficos. Por lo que no contuvo el obsceno gimoteo emanado de sus belfos rosas

— Sólo hazlo, por favor. Quiero jugar con-contigo, quiero jugar con d-daddy —tartamudea, nervioso.

Chan no tenía ni idea de dónde Seungmin sacó el motín, sin embargo, mentiría si dijera que no va consigo. Porque probablemente sea su placer culposo.

La única respuesta es que, Seungmin se encargó de investigar la mejor manera para motivar a Christopher. Y que mejor manera que alimentar su fetiche de poder y sumisión.

Chris exhaló, demasiado encandilado de excitación. Seungmin era su perdición.

Sin una duda en su sistema, el australiano se posicionó tras su novio. Dejando el espacio necesario para que Seungmin tuviera lugar entre sus piernas. Con los orbes dilatados, dando la imagen de un lobo hambriento, sonrió ladino.

Seungmin se estremeció.

El sonido sugerente de las palmadas que Chan impartía a sus muslos, le hizo tragar con dificultad— En mi regazo, Seungmin —ordenó. Su voz grave y ronca, activo el adictivo cosquilleo en la zona de su nuca. Ese que le ha provocado, más de una vez, arquearse.

Como si de un premio se tratase, el de melena azabache acató sin pensar la demanda impartida por su amante. Posando su cuerpo sobre el de Chan, suave y duro a la vez. Cómodo, y sobretodo caliente.

Sin perder oportunidad, los nudillos de Chris se dieron un recorrido por los jugosos y tiernos muslos de Seungmin, disfrutando el calor emanado de ellos. Mientras que su mano desocupada activaba la reproducción del video en la gran pantalla de la sala.

Seungmin con el pasar de los minutos le llamó la atención el aspecto colorido de las chicas que aparecían frecuentemente. Llegó a pensar que son muy tiernas.

Pero, como todo tiene un fin, ese pensamiento se fue al carajo al encontrarlas en pleno proceso de fornicación con su hermano mayor.

¿Félix también veía eso?

A primer plano, Seungmin había quedado en sorpresa. Sin embargo, no tenía ni idea de porque le estaba excitando a niveles catastróficos.

Tal vez se debía a que, nunca había presenciado escenas eróticas sin tener sus dedos obstruyendo la vista de la pantalla.

Además de estar muy consciente de la presencia tras suyo. Chris soltaba su aliento caliente sobre el espacio sensible entre su oído y cuello, no obstante, en ningún momento se dio el permiso de girar su rostro para ver el de Chan.

Al ser un novato en eso, la erección en sus bóxers estaba más que rígida, comenzando a sentir el impulso de mover las caderas sobre el regazo de Christopher. Siendo más específicos, en su entrepierna.

Sin necesidad de hablar, Bang comprendió el lenguaje corporal de su pequeño. Entonces escabulló una de sus manos en la camiseta de Seungmin, encontrándose instantáneamente con la dureza de sus delicados pezones.

Dio un pellizco experimental, y sonrió al obtener su recompensa. La dulce eufonía brotada de los labios de Kim, ayudo menos a que su autocontrol permaneciese intacto.

Carente de permiso, Chan separó las piernas de Min, a la par que se deshacía del suave pijama de algodón. El aire se le atascó en su pecho al notar el delicioso detalle de Seungmin; no traía ropa interior.

Tarareó un gemido ronco— Eres jodidamente sexy —alabó, agitado y demasiado ofuscado.

En el segundo que Seungmin intentó mirar a su novio, este lo tomo por la mandíbula y volvió su vista a la pantalla— Quédate así, Seungmin.

Era el momento de imponer su control.

Cada escena y morboso sonido proveniente de la pantalla traían a Seungmin muy avergonzado. Le avergonzaba estar disfrutando eso, demasiado.

— C-Chris, ya no-..—a mitad de su oración, unos grandes dedos se dieron paso a su boca.

— Más ancho, Seungmin —demanda, imperioso. Seungmin acata sin protesta, dejando caer su mandíbula lo más que puede. Probablemente al día siguiente le incomode un poco, pero en ese momento, es lo menos que le importa. Bang Chan rió con sorna— Así, Seungmin.

El simple hecho de que le esté llamando por su nombre, comienza una serie de disimulables espasmos en su anatomía. Se oía tan bien con su voz.

Con los ojos fijos en la historia, su boca atiborrada de los dígitos de su novio, mientras follaba suciamente su garganta. Su boca dejaba escapar en grandes cantidades de saliva, mientras gemía entrecortado.

Le gustaba el roce constante que producían los dedos de Chan en su lengua.

Cuando Chris sintió que era suficiente estimulación oral, desprendió su mano del rostro de Seungmin. Él, casi llora por la pérdida de la grata sensación. No obstante, Chan embadurno su pecho con su propia baba, haciendo mucho más sencilla la tarea de darle un buen masaje a Seungmin.

Una sonrisa diabólica dijo hola al prefecto rostro de Bang Chan. Había tenido una idea maravillosa.

A una rapidez desesperada, despojó la camiseta del sensible cuerpo de su novio. El aire frío se encontró con el mojado pecho de Min, provocando que su linda espalda se curveara sobre su regazo. Apoyando su desnudez trasera en la endurecida erección que Bang apresaba en sus jeans.

Seungmin se perdió en el placer.

Lo menos que hacía era prestarle atención a la pantalla, le parecía más interesante obtener que Chris le jodiera duro, tal como esa mañana.

— Por favor, por favor, por favor. Daddy, de-dejame besarte, por favor —suplicó lo mejor que pudo.

Christopher nunca se sintió tan maravillado, como en ese momento.

Decidido a parar la tontería del hentai, Chris apagó a la tv, liberó la mandíbula de Minnie y le hizo gritar de sorpresa cuando volcó su cuerpo sobre el mullido sofá.

Entonces sus labios se encontraron, ansiosos por saborear la mojada lengua de su pareja. Y así lo hicieron, demostrando su deseo a través de mordidas de amor, chupones y lamidas.

Seungmin se desesperó. No pudo evitar demostrarlo, por lo que su pie se vió sobre los jeans de Bang, justamente en el contorno de su pene. Él se desprendió de Seungmin, y gimió lleno de placer.

— Quítatelo, por favor —pidió, tratando de sonar sumiso. Si Chan estaba a cargo, él no podía obligar a nada.

Sin embargo, Chris lo dejó pasar. Siendo muy sincera, ya el dolor se le hacía insoportable, pero, no podía dejar de darle prioridad a su Seungmin.

Kim se sintió muy privilegiado al obtener la deliciosa vista del cuerpo bien estructurado de Christopher Bang. Gimió sin poder evitarlo.

Los muslos del azabache se vieron atacados por las grandes manos de su novio, aplicando la presión perfecta para formar marcas. Chan atrajo al mejor a su regazo, y con el placer desbordándose por sus poros anunció:

— Me vas a montar, Seungmin.

Sin poder refutar, los dedos encontraron nuevamente el paso a su boca— Chupa, y mojalos bien.

La baba acumulada en su lengua ayudó en el trabajo, lubricando los dígitos de Chan, quién se deliraba con la vista. Un par de movimientos de cabeza, y Chan perdió el control de sí.

— No te muevas —Seungmin quedó estático. Mientras que Chris sacaba el anular, medio e índice de su boca aún empapada. El pulgar rozó suavemente el labio inferior, antes de ingresar también, divirtiéndose con el desastre ocasionado allí.

Presionó el dedo contra la lengua de Min, viendo perfectamente como la saliva se acumulaba al rededor.

Satisfecho, dejó los labios de Seungmin. A la par que introducía el primer dedo en la estrecha entrada del pelinegro. Quien gimió a gusto.

— ¿Te gusta?

— Si si si si si, mucho. Me encanta, Chris —gritó agudo—. Otro, otro por favor.

Cómo fiel devoto, accedió sin pensar. Deleitándose demasiado con el temblor en los muslos de Seungmin.

Cuando tres dedos yacían en el interior de su bebé, comenzó a trabajar en la dilatación, meciendo a Min sobre ellos.

— ¿Estás bien? —el menor asintió, ansiando más— Voy a entrar, ¿Estás de acuerdo, cielo? —Chan estaba preocupado, Seungmin lo sabía, la manera en que le hablaba, la dulzura y carencia de dominancia se lo indicaba. Volvió a asentir, esta vez, frenético.

— Por favor.

Christopher se alineó en la entrada de su novio. Tomando las caderas de Minnie, a la vez que hacía bajar lentamente por su longitud rígida.

Seungmin, insatisfecho, tomó los hombros gruesos de Chris, y bajó de golpe. Gimiendo alto.

— ¡A-Ahmgh! —la sonrisa de Seungmin no tenía precio. Estaba tan lleno que se sentía enormemente feliz— Se siente diferente Chris, más grande, más profundo, ¡ah!

Chan tragaba con dificultad. Estaba anonado, viendo cómo Seungmin se satisfacía sin reparar en dolores. Simplemente saltando y sonriendo, muy perdido en su mundo. Soltando palabras morbosas, alabando a Chris, y la manera en que le hacía delirar.

Un camino húmedo se mostraba por las mejillas de Kim, siendo lágrimas de placer.

Maldita sea.

Chris gimió, demasiado alto. Él sabía perfectamente que significaban esas lágrimas, además de la emoción con la que Seungmin robotaba sobre sus muslos

La conocida sensación de estar en las nubes envolvió la nebulosa mente de Seungmin. Haciendo que rebotará con más insistencia, escuchando el morboso sonido que producía el choque de sus nalgas contra los gruesos y duros muslos de Chris.

— Channie, ¡Oh! Chris, ¡Se siente bien! —grita, demasiado ensimismado.

Chan toma posesión de su cintura, a la par que comienza a proporcionar duras estocadas hacia arriba, mientras empuja a Seungmin hacia abajo. El encuentro es intenso, duro.

Cómo le gusta a Seungmin.

Chris lo anticipó, la manera que apresaba su polla indicaba una sola cosa; Seungmin se correría.

La mojada punta de la lengua de su novio yacía escurriendo saliva, mientras una risa risueña salía de su boca. Sus ojos estaban perdidos, temblando a cada tanto, tal como lo hacía su anatomía entera. Los bellos mofletes se pintaron de un adorable rosado, además de estar bañados en lágrimas placenteras.

Seungmin lo llevo a la perdición.

Con la estocada final, Bang Chan gimió, gruñó y se estremeció. ¡Había sido alucinante!

— ¡Me gustas mucho, Chan! —fueron las últimas palabras de Kim antes de caer en los brazos de Morfeo. Sonriendo a través del sueño.

— Y yo te amo, príncipe —musitó hechizado por la belleza de Seungmin.

es primera vez que hago esto;))
¿les gustó?

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