•°~°Capítulo 16°~°•

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Creía que algo raro estaba pasando. Porque ese beso se sentía tan real y delicioso.

Hasta que un sobresalto le trajo devuelta a la realidad. Se golpeó mentalmente.

Espero y algunas ilusiones no se hallan roto tampoco.

¿cómo es que había logrado sentir eso tan real? Hasta... sintió como si pudiese escuchar los pensamientos del pelimorado. Escuchar sus preocupaciones de... ¿amistad? Pff tonterías.

Bien. .. dejaría el alcohol, el cigarrillo y todo lo que podía afectarle. Nunca había pasado por algo como eso.

Todo estaba como cuando "escuchó la puerta sonar", aún tenía esas revistas en su mano. El mismo desorden en la sala principal. La misma posición en la que se encontraba -sentado en el sofá de la sala-. Todo seguía igual.

Fue como una especie de ensimismamiento antes de casi caer en un sueño. Ben suspiró como un tonto, era obvio Bennett no haría algo como eso ¿o si? .... Por supuesto que no. ¿qué clase de pensamiento había sido ese?

Frotar sus ojos con las yemas de sus dedos no le iba a quitar el mal sabor de boca que le había quedado imaginario en los labios. Sabe bien y también sabe mal. Le gustaba y no. Ben era un hombre muy contradictorio en ese aspecto.

- Pero qué. .. Agh soy un--

No terminó de "auto-insultar" a su persona, ya que la puerta sonó. Un golpe, dos ligeros golpes, tres golpecitos rítmicos. Ya sabía quien era.

Y no pensaba abrir la puerta.

- Bon, soy yo ¿puedes abrir un momento? -Bennett volvió a golpear, despacio, como solía hacer a veces. No le gustaba tocar el botoncito posado a un lado de la puerta, él sabía lo molesto que era y no quería molestar a Ben.

A veces el pelimorado era muy inoportuno, siempre lo era, pero para el de morena tez este era el peor de todos.

No pensaba abrir. Pero Bennett era muy persistente.

💮

Eran cerca de las ocho de la noche. Ben, miraba con total discreción las muecas faciales del oji-rojo, que hablaba tranquilamente a través del aparato móvil que estaba pegado a su oreja. En la cual se posaba un arete color violeta y en su otra oreja igual. Se pregunta ¿por qué estaría usando aretes? No le interesa, ni le debería de importar pero. ..

De esa forma podía analizar mejor algunas cosas. Mientras Bennett charlaba animadamente con quien sea que esté al otro lado de la línea, Ben aprovechaba para "disimuladamente" evaluar parecidos entre Margaret y él.

Si, era tonto, pero sus impulsos atacaban con intención de saciar esas ansias de comparar a ambos.

- Hehe, vale, entiendo, no es necesario que pase por mi, yo iré para allá en una media hora. .. oh, no, no. Deje de preocuparse tanto, si, si, lo sé... -decía soltando reiteradas carcajadas de vez en cuando y entregando algunas fugaces miradas a su compañero. No entendía que estará haciendo el peli-turquesa, pero le agradaba ver que le miraba demasiado.

Ben miraba, analizaba y después ignoraba el hecho de que el parecido en el bonito color de piel, grandes ojos y cedoso cabello sea tanto que, hasta se arrepentia de haber pensado que Bennett se veía mejor con una camisa larga y el cabello alborotado, pero hay qué, si lo pensó y le gustó. Borró esos pensamientos de su cabeza al momento de darse un minúsculo golpecito en la frente. Odiaba que pasase eso con él.

Pero seguía preguntándose; el porqué estaba usando aretes. Eso le hacía ver tan gay, no le gustaba que el contrario mostrase esa impresión ante él.

Vio al de ojos rubí finalizar la llamada, deslizando su dedo índice por la pantalla y ver el indicador mostrando que si había cortado. El pelimorado le miró, levantó una de sus ceja, presionando sus labios al momento de ver la revista que su querido Ben mantenía en sus manos. No la había notado sino hasta ahora ¿ese era. .. ese era él? ¿qué hacía Ben con ese ejemplar en sus manos? No pudo decir nada ya que los colores se le habían subido a la cara abruptamente y sus labios propios se aplastaban entre sí.

- Hey Bonnie. ¿puedo hacerte una pregunta? -el mayor cerró la revista, como si fuera un libro y la dejó de lado. Dirgiendo una mirada que refleje poca importancia hacia el más bajo.

- P-por supuesto que si, dime.

- ¿y esos aretes? -cuestionó el de cabellos cortos. Ben se levantó del sillón para coger un vaso con zumo de naranja de encima de la mesilla de centro- ¿planeas acaso vestirte de mujer? Créeme que... necesitarás bastante relleno, he.

- Oh, eh, e-esto. .. -Bennett se puso más rojo que antes. ¿aretes? ¿cómo que...? Tocó una de sus orejas con sus dedos. Demonios, había olvidado quitarse estos después de esa sesión de fotos. Que vergüenza sentía-. Bu-bueno, lo que pasa es que. .. una sesión de fotografías y e-eso, creo que olvidé quitarme estos aretes hehe. Y no, no planeó vestirme de chica o algo por el estilo, es sólo que, el tema requería una minúscula parte del GBDive y...

Wow, Ben... ¿había predicho que se trataba de una sesión de fotos? Al menos, así lo sintió antes de salir de su ensimismamiento.

- Vale, entiendo. -Ben analizó todo eso y volvió a mirar la revista que yacia a su lado. No se veía mal, pero tampoco le gustaba, le hacía sentir. .. incómodo- ¿y por qué no te los quitas ahora?

- ¿quieres que me los quite? -preguntó de vuelta.

- Si.

Y como si hubiese sido una orden, Bennett llevó sus manos hasta sus orejas para retirar dichos adornos de estás. Con total cuidado y fijándose en las muecas que mostraba el peli-turquesa al mirarle. Le estaban confundiendo esas miradas ¿será que algo habrá pasado cuando él no estuvo? Porque no le notaba molesto, mucho menos contento del todo, sin embargo no mucho de ambas que le dejase en un estado neutral. Era raro. No iba a preguntar.

- ¿te molesta que los haya tenido puestos? -volvió a preguntar el guitarrista. Inclinando su cabeza hacia un lado.

- Un poco.

Respuestas medio cerradas, cortantes y rápidas. Algún día, Bennett sería capaz de entender al de celeste a la perfección, mientras, sería paciente hasta entonces disfrutando de las nuevas experiencias y facetas que descubría del contrario.

- ¿Ocurre... algo? -preguntas, preguntas y más preguntas. Si había algo que Bennett conocía bastante bien era la falta de tolerancia que tenía Ben, así que, como pensaba suponer, acabaría conociendo la razón de la actitud de cada día en el moreno.

- Algo ¿qué? -el oji-verdoso torció los ojos. Se echó hasta atrás para mirar al techo. No le gustaba la idea de pensar en lo bonito que se vería el pelimorado con ropas más. .. ¿femeninas? Bueno, odiaba pensarlo. Le insinuaban muchísimas cosas, cosas que se le quedaban grabadas y pensaba, buscando la manera de saber porqué era eso.

Ya se estaba dando cuenta del porqué.

- Te noto algo extraño. Te estoy incomodando ¿no es así? -levantó leve sus hombros, desviando su mirada hacia sus manos que ahora estaban unidas la una con la otra tratando de no parecer nervioso. Pero si que lo estaba.

- Siempre me molestas, Bonnie -respondió. Ben simplemente suspiró y reposo su vista en el rostro ajeno- pero me acostumbro, así que no, no me estás molestando.

- ¿de verdad no te molesto? -se acercó un poco al de tez canela.

- No, no me molestas.

- ¿no soy molesto?

- Eres increíblemente molesto -Ben rodó los ojos. Bennett era molesto, para él, pues ese errante sentimiento le indaga por dentro cada vez que el pelimorado se le acerca. Quería creer que era repulsión y nerviosismo por ser el único hombre al que ha besado, pues debía hacerlo en repetidas ocasiones. Tal parecía y el mundo conspiraba para dejar a Bennett como su compañero.

- A veces pienso que no te agrado mucho -dijo. Con una mirada algo cansada, dirigida hacia el techo- digo, a no ser que seas así de cortante para hablar con todo el mundo.

- No. -se encogió de hombros- eres una de las pocas personas que me agradan, tú eres muy agradable, pero tampoco eres una excepción como para tratarte diferente ¿entiendes? Siéntete afortunado.

- ¿Por qué eres así? -Bennett se cruzó de brazos.

- ¿Así, cómo?

- Así de... distante, pienso que si fueses un poco más cariñoso...

- ¿qué si lo fuera? ¿acaso algo cambiaría? No. -Ben rodó los ojos medio molesto, pues no le gustaba para nada que el menor se metiese en sus asuntos. Aunque vaya razón que tenía. Actuar diferente sería en algún tipo de sentido, productivo para la sociabilidad que él desarrollaba, pero que sin duda no traería ningún cambio totalmente positivo en como los demás le vean- aquí quien debiera de cambiar esa actitud inmadura y metiche eres tú.

«Contigo no se puede hablar sin que me menosprecies» pensó, formulando un lindo puchero. Bennett acostumbraba -como ya muchos conocemos- a pensar con tal negatividad común. Sólo se limitó a soltar un largo respingo, carraspear pesadamente su garganta y tomar un sorbete de su nariz ligeramente roja, por el frío al que estuvo expuesto anteriormente. No le extrañaría, si en unos pocos días se llegase a enfermar por despreocupado.

- Bueno, a mi me gusta ser como soy, claro, prefiero ser un niño inmaduro a un viejo amargado -dio un soplido, haciendo que parte de su flequillo vuele por encima de su frente.

- ¿Cómo me has dicho? -habló Ben. Con esa fulminante mirada radial sobre el rostro del pelimorado.

- Que eres un amargado. ¿no podrías estar feliz aunque sea por una semana completa? -Volvió a repetir. Escuchando como una casi respuesta un «No te interesa, mocoso» por parte de Ben. Bennett soltó un bufido silencioso. Odiaba y... amaba a la vez esa personalidad tan seria, distante, algo que le permitía denotar mejor las expresiones de él.

No importaba cuantas veces lo intentara, no podría cambiar a una persona y mucho menos a Ben. Él si era un caso perdido, al menos para Bennett.

- Hey -le llamó. Parecía ser alguna especie de ser superior, ya que, al momento de decir esa simple palabra, el de hebras moradas le miró con total atención, dejando de lado la conversa que acababan de tener- ha, bueno y... ¿te apetece salir a algún lado?

¿le estaba invitando a salir. ..con él? Bennett contuvo ganas de soltar un chillido. Su cara de calentó rápidamente. Ben estaba más raro de lo normal y eso. .. no podía decir que le molestaba, pero estaba seguro que alguna razón debe haber para una actitud así.

- ¿s-sa-salir? -titubeo- pero ¿no crees que es algo tarde? -preguntó.

- Venga, serán las nueve. -sonrió. - no es tan tarde.

En estos momentos, Ben no estaría muy interesado en lo importante. Admitía que salir con Bennett le ayudaba bastante a relajarse. Claro que, él no lo tomaba como una "cita" o algo parecido. Como en el caso de Bennett, quien quería pensar en una mínima posibilidad de aquello. Sabía que no, pero quería creer. Nada perdía con soñar.

- Vale; me encantaría.

💮

La noche y el color oscuro del cielo eran notorios. Bastantes miradas les rodeba de pies a cabeza. Ambos solo ignoraban, aunque claro, Bennett no se resistía a devolver el saludo ocasional a algún fanático transeúnte que paseaba por allí. Las calles eran tranquilas, el área y perímetro completos lo eran de por sí. No elegirían un lugar cualquiera para quedarse durante el transcurso de la serie. En fin.

Las calles parecían casi desiertas, había poca gente, algo raro, ya que siempre se llenaba de personas que llegaban del trabajo, vendedores ambulantes o gente común que aprovechaba el clima nocturno. Se escuchaban las llantas de los automóviles chocar contra los charcos de agua en la pista. Había llovido muy poquito, apenas y el aire se sentía húmedo.

- Ahh, me hubiera gustado que llueva -suspiró.

Los orbes rojizos dirigían su resplandeciente color hacia el cielo. Bennett sonrió, al momento de sorber su nariz un ligero estornudo escapó. Aún estaba ligeramente resfriado ¿desde cuándo? No tenía idea. Pero no le importaba; el frío y él iban tomados de la mano. Muchas veces en días tan helados salía a la calle con tan solo una playera, se moría de frío, pero al momento se le quitaba. Además de que, también le gustaba usar mucha ropa encima en tiempos como este.

- Mmh, si, si, concuerdo -habló Ben. Sonriente, dejando salir de sus labios un suspiro largo, para divisar en el vaho desvanecerse y mezclarse en el aire húmedo del ambiente. Luego observó a su compañero, quien soplaba sobre sus dos manos haciendo fricción, en busca de dar calor a sus manos casi rojas por el frío- oye ¿te parece si entramos? Por lo que veo estas casi muerto por el frío, haha.

Señaló con su dedo pulgar hacia un lado, donde había una cafetería. Quizá lo hacía por ser bueno y por ese grado de amabilidad que alquilaba eternamente en su sello personal. Ese chico pelimorado despertaba cierta curiosidad en él. Quería conocer a Bennett, y a la vez no. Bien, no pensaría en ello. No quería parecerse al menor quedando ensimismado a cada de las cuantas, porque hace unos momentos Bonnie había dicho «está bien» y ahora se hallaban entrando a aquella cafetería. Estaban uno al lado del otro. Muy cerca, chocando de casualidad sus brazos y hombros.

El dependiente del lugar sonrió con entusiasmo, ah si, un entusiasmo muy disimulado. Iba a ser prácticamente imposible que alguien de por aquí no conociera a unas celebridades mundialmente famosas. Eso en era un molesto problema, para Ben y un divertido problema agobiante para el otro. Debían acostumbrarse, de hecho, ya lo estaban, pero seguía sin quitar de encima lo molesto e irritante que era a veces.

Una refinada cafetería. Al menos, de tal forma sabían que gente que estuviese ahí no correría como fanático loco en busca de algún autógrafo o lo que sea. Ya había un peso menos.

- Buenas noches. Aquí están sus cafés -la camarera dejó ambas tazas de café sobre la mesa. Sonriendo como nunca, pues, su trabajo era servir y ser agradable.- es un placer servirles. Cualquier cosa que necesiten, pueden llamarme -hablo con total amabilidad luego dejando el Vaya que le alegraba el día, más bien, la noche poder mirar de más cerca el rostro de dos de sus artistas favoritos - que lo disfruten. Me retiro.

- Vale, gracias. .. -las manos heladas de Bennett rodearon la taza caliente. Daba uno que otro soplido al café, de modo que el vapor desprendido de este llegase a su cara, la cual, igualmente sentía algo tiesa por el frío anterior.

Bon estaba simplemente mirando, al oji-rojo y también la taza exactamente igual a la de su contrario. Sólo cogió un cubito de azúcar, depositando este en el café. Con uno era más que suficiente. No, en realidad había toma uno, uno como unas siete veces. Mientras más dulce y amargo sea esa fusión de sabor, más le gustaba.

Bennett estaba mirando atento a eso ¿cómo era que podía echarle tanto azúcar al café? Él, solo le echaba medio cucharada o incluso a veces no le echaba nada, creía que mientras más azúcar, el sabor se tornaba amargo y, no le gustaba lo amargó.

- ¿Vas a echarle otra más? -preguntó el menor arqueando una de sus cejas. Aún mantenía sus manos ya algo cálidas al rededor de la taza y ahora miraba imparable al mayor quien, también devolvía ese gesto, solo que de una manera más sigilosa.

- Si ¿tienes algún problema acaso? -actuó en la defensiva el moreno de piel. Penetrando en la mirada frágil que el de hebras más oscuras mantenía sobre él.

- A-ah, n-no ahí nada, d-digo no, ninguno Hehehe -se aproximó a decir antes de que su garganta se secara por la aplastante mirada del peli-turquesa. Bonnie mordió despacio ambos labios suyos. Como amaba esa actitud, pero a la vez también le resultaba chocante. Se había acosgumbrado.

Quizá debería tomar algo de café, para mantenerse despierto y con los pies sobre la tierra, Ben le hacía perder el sentido de la realidad a veces. Pero. .. las ganas de tomar un café se habían ido. Tenía ganas de otra cosa. Y si, se permite poner en marcha la imaginación.

- ¿puedo preguntarte algo? -interrumpió el momento en el que el pelilavanda había dejado de estar en la realidad produciendo que diese un saltito bajo por el susto.

- Ah, s-si. .. -contestó algo dudoso, pues no había escuchado lo que Bon dijo.

- Mmm -levantó una ceja- ¿qué es lo que tanto me ves? -le limitó a preguntar el peli-turquesa. Si, porque no iba a preguntar en modo «¿te gusto acaso que no paras de mirarme?» aunque. ..no quería arriesgarse a pendar que recibiría una respuesta... afirmativa o algo, haha- te la has pasado con los ojos pegados en mi, se que soy increíblemente digno de ser mirado pero esto ya es incómodo y no me gusta.

Y como si hubiera sentido un cubo de hielo caer desde un piso tercero hasta su cabeza y partirse en miles de trocitos. Bennett se tenso demasiado. Sentía espasmos hacerle temblar de cuando en cuando y su piel erizarse tanto que hasta la ropa que llevaba encima se crispaba.

¿cómo responder a eso sin decir algo tipo «te lo digo o seguimos siendo amigos»?

- ¿de verdad quieres que te responda? - Bennett susurró casi para si mismo. Ben alcanzó a escuchar, pero solo balbuceos bajitos que no logró especificar.

- Disculpa ¿qué dijiste? No te escuché.

- ¡Ah, q-que! Que me gusta tu color de cabello hahaha, si, por eso -se excusó el de hebras violeta levantando la taza con ambas manos y llevándola hasta sus labios. Lo hizo de una forma tan rápida que ni tiempo para darle un soplido o algo alcanzó y acabó por quemarse - Mhg~

El de cabello cian torció los ojos, llevando su dedo índice hasta su mejilla, inclinando su cabeza hacia un lado mientras observaba con atención al contrario. Esa actitud, como adoraba ese tipo de actitud tan... tierna, torpe y nerviosa, le inspiraba una sensación agradable, pero. .. no. Se estaba desviando del tema otra vez. No le gustaba desviarse de lo realmente importante, aunque ¿qué había de importante ahora? No había nada que le impidiese pensar libremente y sin sospechas de algo.

Siempre aparentaba ser lo que no. Con Bennett cerca, igualmente debía hacer el doble de esfuerzos, pues este hombre era un dolor de cabeza para el mayor. Era mucho más difícil mantenerse firme y serio cuando el pelimorado se le echaba a increpar.

- Ajá... -soltó más como un sustituto de un «Vale, no me interesa» pero ya conocía la menor parte del carácter poseedor de Bennett, él volvería a poner esas muecas para nada buenas, al menos para él, ya que le causaba algo raro. Odiaba verle a la cara. Odiaba todo lo relacionado con él, porque le hacía sentir raro y cualquier cosa de ese estilo era, simplemente, un estúpido signo de que algo pasaba, algo que, no le gustaba para nada, más si era Bennett.

Siempre dejaba pasar todo, pero si era precisamente ÉL no le daba lo mismo y prefería guardar distancias. El pelimorado no era un hombre cualquiera, al menos, no era muy parecido ni en apariencia ni en actitud con sus otros amigos.

Él era ¿delicado? No lo sabía. Ese chico desde que empezó a pegarse a él de una forma abrupta e irreverente. Era como un molesto mosquito que le rodeaba a cada cinco segundos, si, uno muy molesto que con forme el tiempo iba pasando, se volvía agradable y ya no molestaba tanto; más bien ahora le gustaba su compañía.

Iba tomando sorbos de café a cada segundo mirando y no quitando la mirada del rostro de el pelimorado. Ahora este último trataba de no mirarle y por ello sus ojos rubíes estaban pegados al líquido caliente en la taza, el cual bebía esta vez con más cuidado de no quemarse.

El calor corporal en Bennett iba subiendo tanto que, ahora quería el frío que antes sentía regrese aunque sea por unos segundos. Con tanta ropa encima se estaba asando.

- Ahh, ya tengo mucho calor -Bennett abrió la bufanda de su cuello con dos dedos, para permitir el calor salir y el aire helador entrar para regular su temperatura. Ben le miraba. Y ahora ambos se miraban- he, he, he.

Su cuello, el cuello de Bennett tenía una tez tan clara y era... tan delgado. Bien, dejaría de mirarle. No podía seguir así. Era que, Ben era un hombre muy prendido, si, aquella "cualidad" formaba parte de él, de su naturaleza. Quizá por eso a veces justificaba el quedarse viendo al contrario en repetidas ocasiones.

- Bien, mejor nos vamos, van a ser las diez y mañana tengo que levantarme temprano -declaró levantándose de le silla.

- Mmm, está bien.

Dentro de unos momentos la misma camarera se acercó a ambos -ya que le habían llamado para pagar- y esta con una sonrisa recibió el dinero, luego, regresando por las tazas vacías de café y reordenar la mesa.

Claro, no sin antes, pedir un autógrafo a los dos famosos. De los cuales solo Bennett aceptó entregar, ya que Ben consideró eso una molestia, así que se negó cordialmente, con simpatía total.

- Uhhff ahora me ha dado más frío. -Bonnie se abrazó a si mismo al momento de haber salido de la cafetería y comenzar a caminar junto al peli-turquesa- adentro estaba calentito~

- Porque será -dijo Ben en un tono irónico.

Bennett le miró con el entrecejo fruncido y los labios oprimidos. No se podía decir que estaba algo molesto, ya que luego una sonrisa boba se formó en su rostro al momento de sentir su piel crispar y el brazo del más alto pasar por encima de sus hombros.

- ¿A-ah? ¿por qué me abrazas? -wow. Era la primera vez que preguntaba eso, hasta se sentía raro hacerlo. Bennett empezó ruborizarse de sobremanera cuando escuchó un murmullo de parte del otro.

- Uhhf, vaya ¿qué, no se puede? -dio un soplido al aire.

- N-no, digo, si, si, si pero... e-esto. ..

- ¡hey! Tranquilo, hombre -Ben con su otra mano libre, la cual sacó del bolsillo, acarició la cabeza del menor, revolviendo sus cabellos morados. Al momento de darse cuenta dejó de ejercer dicha acción y... siguió caminando, aún con su brazo por encima de los hombros ajenos- solo es un... abrazo.

- N-no, digo si... p-pero... espera, no es un abrazo -se aproximó a "corregir" con una sonrisa de lado. Bien, quizá el mayor no estaba tan tenso o... molesto como él creía, así que ¿qué perdía con aprovecharse de eso?- esto es un abrazo -mencionó, girandose desde su propio eje, causando que el peli-cian también lo hiciera y, atacó con sus brazos el torso del contrario-. ¿lo ves? ¿notas la diferencia? -cerró sus ojos y dejó plantada una sonrisa parcial de sus labios.

- Si, si, ya sé. -rodó los ojos. Experimentando esa misma sensación entre cómoda y otra con sumo ¿asco? No sabía, pero era algo que no le agradaba, a parte de que se encontraban en la calle. Totalmente a la vista de cualquier persona, siendo iluminados justamente por una farola posada justo a unos metros arriba de ambos- pero eh... ¿puedes soltarme? No me gusta que me abraces de esa forma.

- ¿por qué no? -frunció el entrecejo, pero sin dejar de tener esa cálida mirada. Aunque ya sabía la respuesta, era más que obvio. Pero le gustaba seguir el ritmo de respuesta repetitivas.

- Ha, ¿por qué más? Eres un hombre y... oh no, eso es incómodo. Tú lo sabes -le agarró de los hombros, logrando alargar la distancia.

- Hehe ahí vamos de nuevo -susurro al momento de relamer sus labios. Bennett no quitó esa ligera sonrisita de su boca algo secos.

- ¿qué me dijiste?

- ¿a ti? Nada, hablaba conmigo mismo.

- ¿Vaaale?

💮

Bennett abrió la puerta de su departamento con cansancio acumulado en sus extremidades. Sus brazos se sentían muy débiles y... sus piernas temblaban, tenía sueño. Había sido la primera vez que pesaba tanto tiempo en la calle y para variar, de noche. No es como si alguna vez no haya ido a algún tipo de bar y llegado tarde a casa, sino era la primera vez que compartía hasta escasas horas, una caminata con el peli-turquesa.

El mayor había dicho que tendría que madrugar, por lo cual iba a dormirse temprano, iba... porque siendo ya las tres con cincuenta minutos, recién ya podía hundirse en sus cómodas y acogedoras sabanas sumamente suaves.

Ya a la mañana siguiente, cuando el sol, apenas y mostraba sus tenues rayos cálidos que entregaban luminosidad baja el cielo. Ben empezaba a despertar, siendo casi las cinco y media. Si, demasiado temprano -para él, que acostumbraba a despertar tarde- no estaba de humor como para levantarse, mucho menos para salir y desempeñar alguna labor.

Hoy tenía bastantes cosas que hacer, entre ellas, levantarse a tal hora para -calculando- llegar al estudio de grabación Suta Nort a las seis y cuarenta minutos, claro, en coche por supuesto. A veces usaba ese cacharro y a veces no, le gustaba caminar y mantener con salud y estabilidad física. Le molestaba tener que ir a grabar en distintos idiomas cuando se lo pedían y mucho más tener que recorrer media ciudad para ir a los distintos estudios y actuar.

- ¡Ahhg! Bonnie idiota -dijo revolviendo sus cabellos de color celestino- por su culpa... -hizo una pausa para poder bostezar- por su culpa no pude dormir bien. ..

Se removió en la cama, dejando las sabanas de lado para poner un pie fuera de la esta. Perezoso se dirigió hasta el cuarto de baño para lanzarse un litro de agua en la cara, todavía tenía sueño, mucho sueño.

💮

Las horas de ensayo para el joven de cabellera lavanda, se pasaron rápido. Por lo que sabía, Ben ahora estaría muy ocupado en... algo, él nunca decía que haría, pero seguro y era algo con suma importancia, todo lo que él hacía era importante.

Al acabar sus roles importantes se dirigió a uno de sus lugares favoritos. Aquella sala de grabación musical. Ahí por obvias razones el ruido que emitía con la guitarra no traspasa las paredes. Quería tener un momento "privado" para despejarse de la mejor manera; empleando su fuerza, sus sentimientos y emociones en aquel instrumento que desde pequeño le caracterizó.

Sus manos empezaron a moverse por si solas, danzando sobre esa pista de seis cuerdas. La otra generaba presión en estas mismas, sujetando a si mismo, el mástil de la guitarra. En su cabeza sonaba un completo eco, en distintos tonos de guitarra, como si el ambiente vacío hiciera rebotar la música emitida hasta sus oídos. No podía entender muchas cosas. Hace poco, hace poco había tenido una pequeña charla con Mike y de paso, su amigo Jeremy -que venía a entregar uno de los primeros y originales ejemplares de nuevas revistas a este y de paso que reclamaba a Bennett porque le dejó plantado en la editorial- también aprovechó a unirse a aquella conversación.

Que vergüenza sintió en ese momento, no, cuando Jeremy contó el como a sus dieciocho años hablaba del afecto que tenía por aquel famoso "BeFritz" como le llamaba en ese entonces cuando con suerte sabía algunas cosas de el.

- Uhh~ así esta mucho mejor -se dijo a si mismo. Bennett comenzó a deslizar sus dedos con total destreza por esas cuerdas. Ambas manos sacaban al aire cada una de esas profundas notas que bailaban con su aliento cerca de su oreja.

Se levantó de la silla en la cual se encontraba para sostener la guitarra en su regazo. La sostuvo entre sus manos y tronco. Empezó a sonreír de lado, algo cansado. Con sus ojos medio cerrados miró el acústico hacer temblar la chaqueta de fina fibra que reposaba sobre otra silla en la habitación. ¿habrá subido mucho el volumen? Bueno, no decía que no, sus oídos también estaban cansados y sabía que pronto la contaminación acústica se haría presente en ellos, pero, por ahora iba a disfrutar del alto volumen en sus notas.

Mientras. .. Ben acababa de llegar al estudio, apresurado, pues Mike le estaba presionando para aue llegara a la hora, como siempre. Él mayor sabía como era ese hombre, el peli-turquesa tomaba provecho de una situación saltándose el trabajo cuando nadie lo notaba.

- ¡Vaya, hombre, hasta que llegas! -exclamó el azabache abrazando al recién llegado con dramatismo- te tardaste demasiado, muchacho. Te había dicho que...

- Tenía que llegar a las cinco -completó el menor- lo sé ¿qué horas crees que son? Pff yo soy muy puntual, Mike.

- ¿cinco? -Mike miró la hora en su reloj de muñeca- ¡ah, vaya! Es verdad, son las cinco justas~ -se despegó del oji-verde, dándole unas cuantas palmaditas en el hombro- bien, en ese caso, tenemos trabajo que hacer, así que ve a cambiarte...

- Si ya...

- ¡AH, ES CIERTO! -dio chasquido con sus dedos. Ese grito logró asustar al de cabello cian que casi daba un salto por la sorpresa- dile a la estilista Mary que necesito verla a las siete y tres cuartos en mi oficina, es urgente. Gracias, no preguntes.

Seguido de eso, Mike se fue caminando hasta donde se encontraban la mayor parte de buenas cámaras, iluminación y ese fondo verde al cual estaban dirigidas las lentes. Formuló unos cuantos ademanes y los camarógrafos empezaron a enfocar las cámaras para el comienzo del segundo tiempo de grabación.

- Uhhg... menudo loco -dijo Ben dando un soplido al aire. Se cruzó de brazos y simplemente se dedicó a lo comúnmente rutinario.

Fue a por un cambio de ropa, ya que, como era de costumbre -obviamente obligatorio- tenía que acoplarse al vestuario adquirido en la historia. Estuvo un buen rato buscando los ropajes apropiados, sin embargo ese montón de ropa en variedad parecía infinita.

- Por Dios, Benjamín ¿aún no te cambias? -se escuchó la voz de una mujer, la cual fue acompañada por el sonido de la puerta abriéndose- querido, Scmidth te quiere en escena en tres minutos. Será mejor que te apresures ¿qué tienes que ponerte?

- Lo típico, algo casual, pero justamente no encuentro ESA chaqueta azulada, seguro no está y yo aquí perdiendo el tiempo ¡demonios! -habló el más alto obviamente frustrado, pues buscar algo por más de cinco minutos y no encontrarlo era molesto.

- Estoy segura que no le han salido pies y se ha esfumado esto te lo garanti.. -la mujer no terminó de hablar. Mientras hablaba, buscaba la dichosa chaqueta, cuando la encontró, se quedo callada- Aja ¿con que no, eh? Bien, ponte esta cosa rápido -dijo lanzando la chaqueta al peli-turquesa- aún tengo que arreglar tu cabello, chico.

- ¡no estaba ahí, maldita chaqueta, yo revisé tres veces en ese lugar! -soltó un bufido, mirándose al espejo para luego ponerse la chaqueta.

- Bueno, bueno, chico Fritzgerald, son cosas que pasan, ahora, quédate quieto -habló la oji-marrón sentando al moreno en la silla y luego cogiendo la peineta- te vez algo, cansado diría yo, digo, hasta un ciego pudo haber encontrar esa chaqueta haha, es que su diseño es casi único.

- Si, como sea, no es para tanto -Ben rodó los ojos- ¡hey! ¡a-auch! -se quejó luego de que su cabello fuera fuertemente jalado por la peineta- más cuidado.

- Discúlpame. Tienes el cabello muy enredado ¿no te haz peinado? -la mujer sonrió en un suspiro, luego de que el oji-esmeralda negara con la cabeza.

- Ah, cierto -se acordó- Mike quiere verla en su oficina a las siete y un cuarto.

- ¿a mi?

- Si ¿a quién más?.

💮

Pasados ya diez minutos de grabaciones. El director anunciaba un nuevo corte de escena. Los chicos recientemente salían de la vista de esas cámaras. Bennett otra vez era empujado por el mismo pelimorado de la anterior vez. Se quejaba por que lo habían interrumpido con su melodía y estaba molesto, eso se podía ver en su rostro; tenía el ceño fruncido, los labios juntos y se encontraba refunfuñando con la mirada desviada.

- Bonnie~ ¿dónde estabas? Te llamé más de tres veces, no, trece veces ¡uhhg! -el director le miró con el entrecejo fruncido - entiendo que estés estresado pero ¡son las seis y media! Perdimos más de una hora.

- Ya, está bien, disculpe ¿si? -contestó de forma molesta el oji-rojo. Dejando la guitarra recargada en el suelo y la pared- tampoco me grite -rodó los ojos- estaba ocupado, pero ya estoy aquí.

- ¿en qué? ¿qué puede ser más importante que esto? -le cuestionó Mike.

- ¿qué más? -interrumpio el de ojos bicolor- Estaba haciendo gritar a ese pobre instrumento. Cuando logré entrar a esa habitación casi me explotan los tímpanos ¡estaba demasiado fuerte! Y fue como "¡wow! Amigo, baja el volumen, coño" pero no me escuchó así que tuve que recurrir al plan B.

- Quitó el cable y de paso me quitó la guitarra ¡AHG! y encima ¡al idiota se le cayó! -Bennett rodó los ojos - seguro y a la pobrecita le quedará una marca.

- Amigo, tranquilo, ya me disculpe -el pelimorado de mechas verdes se encogió de hombros.

- Mmm, pero todavía estoy molesto -Bennett aumentó la fuerza del cruce de brazos.

Costó bastante para que el mal humor y ese aura oscura dejara de tomar lugar al lado del oji-rojo. Para después poder continuar con el rodaje. Ben miraba al pelimorado trabajar con ganas -claro, luego de que su buen humor llegase junto a sus implacables alegrías por trabajar- sonriendo como podía y tratando de dominar a la perfección sus facciones. Sin duda cada día le encantaba más Bennett ¡su trabajo, si! Solo... su trabajo. El peli-turquesa se dio un golpe en la frente con la palma de su mano.

- ¡hey ¿qué haces?! -le reclamó una de sus compañeras- vas a lastimarte el rostro, tonto. Nadie quiere un desfigurado en el escenario, ha.

- Ah, Melisa, cierra la boca, no te interesa -contestó como siempre. La relación que Ben llevaba con la peli-rosa no era la mejor de todas. Más, cuando él se enteró de su balance sobre las mujeres, sobre Margaret, de lo mucho que ella gustaba de su, ahora, ex.

- Compañero, vengo en son de paz -dejó salir una sonrisa burlona- ¿o es qué estás enojado por algo? -se cruzó de brazos - ¡oh; tranquilo! No te estoy provocando o algo parecido ¡Muak! guapo~

- Te tengo respeto, asi que te aconsejo que cierres la boca, querida. -el peli-turquesa, se acercó con simpatía a la chica, centímetros más alta que él y poso sus manos en los hombros de esta- porque no me gustaría tener que hacerlo yo. No te comportas como una adulta seria, amiga.

Ironía, todas esas palabras estaban llenas de ironía. La peli-rosa con igualdad mantenía su pose mural, superior. Ambos se llevaban mal, sin embargo, la posición de "amistad" estaba presente a cada minutos. Los dos eran igual de inmaduros y guarda apariencias. Les importaba más el dinero junto a la fama, por lo que siempre se hacían pasar por grandes amigos en frente de la prensa.

- Tú tampoco, Benjamín, tú tampoco -regresó el gesto con igual o más amenaza en el mirar.

Por otro lado; y desde el punto de vista del pelimorado oji-rubí.

El esperado "corte" de escena sacado de los labios del único director del lugar hizo que el suspiro de alivio y satisfacción de Bennett resonase en casi todo el área del estudio, justo al momento en el que todos "estuvieron de acuerdo" para cerrar la boca. Fue divertido ver como el rostro de el oji-rojo era dominado por los colores en tonos rojizos. Salió del "recuadro", dejando el piso color verde para dejar sus brazos colgando con una pequeña nubecilla negra sobre su cabeza, y una gota resbalando por su frente. Sin duda hoy no era su día.

Giró su vista hasta la parte de atrás, cerca de los camerinos. Vio a Ben hablando "animadamente" con Melisa y estaban... muy cerca, eso no le gustaba para nada. Pero se encogió de hombros y empezó a caminar en dirección a su guitarra, tomando esta al instante y volviendo a ponerse en marcha para cambiarse aquellos ropajes que tan cómodo, y a la vez tan simple le hacían sentir. En el trayecto corto, hacía los camerinos, sus agujetas se soltaron y por poco da contra el suelo. Se había dado cuando por suerte.

- Ahhh, creo que hoy no es mi día~ -dijo al aire, agachado para atar las agujetas de ambos zapatos suyos, prefería prevenir, que caerse en frente del moreno, que a tan solo unos dos metros estaba de él. Nada ganaba con atar esos zapatos, de todos modos tendría que combiarse estos al entrar a su camerino.

Al levantarse suspiró tranquilo. Justo antes de volver a poner el motor en marcha, la vibración en su bolsillo delantero del pantalón le dejó parado en el mismo punto en el cual se encontraba. Sus ojos se comenzaron a ensanchar al momento de ver de quien se trataba; su jefe. ¡diablos! Si su mente no le fallaba, hoy era... miércoles tercero, el... tercer miércoles de noviembre. Tenía trabajo que cumplir hace una semana y... no compuso nada, bien, estaba frito.

- ¿A-Aló? -contestó de forma temblorosa, ese hombre, era exactamente igual que Mike cuando estaba de malas, y es que no había quien les soportará- Señor William ¿q-qué tal? Hehehe -paseó su mano por detrás de su cabeza.

- ¡Bennett, ¿dónde esta la canción que te pedí?! ¡Se supone que debiéramos grabar el disco ya!

Bien, comenzó con el elevado volumen de voz. Esto iba cuesta abajo, Bennett lo sabía.

- Ah, bueno... con respecto a eso, s-señor -una gota, dos gotas, miles de gotas cayeron desde la frente del pelimorado. No sabía mentir. Menos si se trataba de su jefe- es que, lo que pasa yo... n-no

- No la tienes ¡¿cierto?! -levantó la voz. Bonnie por poco se cae de tan fuerte sonido-. ¡¡Ahhhg, por Dios, Bennett!! -el hombre al otro lado de la línea suspiró- te quiero en el estudio en quince minutos ¡siquiera pienses en faltar o inventar alguna excusa!

- E-Está bien, señor. No voy a faltar -el pelimorado dio un suave respingo. Luego miró a su alrededor, donde vio a Ben mirándole desde su sitio, pero luego corrigiendo aquella mirada a cualquier otra cosa- sólo espero... tener el tiempo suficiente para ello, hoy estaré muy atareado en lo que queda del día.

- Más tarde tendremos una sería reunión con respecto a las ganancias. -el mayor ignoró lo antes dicho por Bennett. Y expulsó bastante aire para volver a retomarlo- como sé que eres un experto evasor para las charlas importantes, te mantendré retenido hasta el comienzo de la reunión. Es importante, muchacho. Te lo anticipo.

- A-Ah... como sea -Bennett rodó los ojos.

- Antes de finalizar. Te recuerdo que tendremos un concierto importante en la capital para dos días -dijo William- te recomiendo que des aviso con anticipación, sé como eres, chiquillo. Di que no estaras durante una semana entera.

- ¡Ah, si, claro! -Bennett sonrió levemente- el concierto del viernes. He, he... -en eso se dio cuenta- espere... ¡¿u-una semana. Por qué tanto?! Usted no había dicho eso antes.

- Chico. Eres un novato para los negocios, pero con un completo perito sobre otros con la guitarra. Sin embargo, eso a ti no te interesa, muchacho ignorante, es por asuntos importantes de trabajo. Solo avisa y punto. Nos vemos, más tarde entenderás porqué; si es que asistes. -seguido a esto, el otro dio por concluida la llamada, dejando nada más que el pitito del móvil resonando en el oído del oji-rojo.

Bennett ya no lo dudaba, hoy si que se había despertado con el pie izquierdo.

Caminó evitando mirar a Ben y a Melisa -que si le miraban, disimuladamente- y se encerró en su camerino, para cambiarse -obviamente- de ropa. Tan solo se atribuyó con unos jeans azules, de marca, pues ahí no había nada corriente, todo costaban un turro de pasta y no es que quisiera, pero no le quedaba más remedio que ponerse lo que más le gustaba. Encima una camisa blanca y un chaquetón gris. Si, algo "cómodo". Comillas, comillas. Y eso que solo era ropa de cambio, ropa que le entregaban a él, que tuvo gratis. No le gustaba que las cosas fueran gratis.

También tenía ego; quería malgastar todo el dinero que tenía y que almacenaba de sobra, aunque sea unas cuantas veces.

Al salir, procuró mirar bien a su alrededor. Solo tendría que ir con tranquilidad hasta la oficina de Mike -donde seguramente de encontraba este agarrándose el cabello por la frustración de no saber que más tendencia incluir en su gran oficio- le pediría una semana, no, más bien, le diría que estaría ausente por una semana, por temas de trabajo.

- Disculpe, Mike -Bennett abrió la puerta de la oficina del recién mencionado con ligereza, deslizando con cautela sus manos por el mármol de esta. Ya que la puerta, estaba abierta- necesito hablar unos minutos sobre...

- ¡oh, Bonnie! -le saludo Mike ¿contento? El pelimorado empezó a sudar. Si el azabache estaba feliz, eso significaba solo dos cosas; que planeaba algo contraproducente para todos los del Team que de alguna forma lo beneficiaría solo a él o que algo de lo que él quería se cumplió.

- Bueno, yo ya me voy -aclaró el oji-verdoso caminando hacía la puerta. Donde Bennett le miraba algo... atontado- reitero que solo doy mi apoyo por intereses de lucro, hombre. No lo confundas.

- ¿ah? -el pelimorado levantó una ceja. No entendía, pero tampoco iba a preguntar.

- Voy a confundirlo si quiero, Benjamín. Aunque... -hizo una pausa, para usar sus manos y codos como soporte para su mentón, mientras formaba una sonrisa divertida- quizá quien lo está confundiendo eres tú. Hahaha ¿no te gustaría experimentar? -antes de que el peli-turquesa respondiera, el azabache le calló- ya, ya, ya. Vete; ensaya un poco antes de la siguiente parte, la que sigue si es importante para el rol que cumple tu personaje.

- ¡Agh! Como sea -Ben rodó los ojos, miró a Bennett, formando una sonrisa baja, casi difícil de percibir si realmente era o no una sonrisa.

Cuando Ben salió, cerrando la puerta a sus espaldas, Bennett se sintió libre de preguntar.

- ¿qué... fue eso? -cuestionó, aprovechando de preguntarse a él mismo de que iba el asunto- al parecer hablaban de algo serio ¿o no?

- Algo así. Pero dime ¿qué necesitas?

- bueno... con respecto a eso, yo... -tragó saliva- vengo a informarle que no estaré dentro de una semana. Por este concierto en la capital del país y... esto, solo, quería avisar.

- ¿uh. Por qué necesariamente una semana? La capital queda a unas tres horas en coche -trató de mantenerse firme y calmo al momento de levantarse e impactar las palmas de sus manos sobre su escritorio- Uhh, no puedes irte ahora, tenemos demasiado trabajo y... además, tenemos colaboraciones importantes. Pero...

- Está bien, seguro y el señor William lo exagera para asustarme -dijo Bennett con una sonrisa- ya sabe como es él y... como soy yo. No me gustan las salidas forzadas o, las reuniones de trabajo.

- Uhhh~ amigo, estás son cosas importantes -Mike suspiró hondo y profundo. Era cierto, consideraba a Bennett uno de sus grandes amigos, y por eso le conocía tan bien, si, el pelilavanda era tan distraído- Mmh... entonces ¿una semana?

- Si, una semana.

- De acuerdo, tienes el permiso -Sonrió el mayor- pero... solo por cuatro días, me parece que una semana ya es algo exagerado para eso. Más tarde llamaré a William para aclarar la situación.

- Ahm... esta ¿bien? -el pelimorado suspiró- vale entonces... me retiro.

💮

Más tarde se encontraba Bennett jugando en una de las pocas aplicaciones que tenía en el móvil. A su lado estaban algunos de sus compañeros, quienes colaboran con él siendo su banda musical. El jefe mantenía la mirada en el pelimorado, el único que no prestaba atención a lo que él y los demás opinaban, lo que ocasionó un gran silencio por parte de todos. Ahora las miradas iban dirigidas a Bennett y solo a él. Mientras que el bajo sonido de la aplicación que utilizaba el oji-rojo como diversión sonaba en toda la sala.

- Ejem... ejem -un peli-marrón llevó su mano echa ovillo hasta sus labios, fingiendo toser para tratar de llamar la atención del que estaba ensimismado con su aparato celular.

- ¿Uhm? -Bennett levantó la mirada. Sus cara empezó a tomar un enrojecimiento severo al verse rodeado por todas las miradas- ¿q-qué pasa? ¿tengo algo en la cara?

- Muchacho, ¿puedes poner atención? -le dijo William, con un tono frío de voz.

- Eh... papá, yo creo que no es necesario que lo haga, Thompson es muy bueno en esto -interrumpió un hombre joven, de cabello ligeramente morado y ojos dorados- no entiendo porqué le obligas a asistir a estas aburridas reuniones de contabilidad. De todas formas, sabemos que él recibirá arriba del 51% de las ganancias. Es la estrella, el centro de toda la atención y el único capaz de dominar esas notas con la guitarra.

- Lo mismo, Michael si me entiende. No me gusta que me quiten tiempo solo para esto -El de orbes rubí sonrió guiñandole un ojo a su amigo- pero lo que más me molesta; es que me presione, señor. Umm, a mi me hubiese gustado seguir como solista. Aunque... bueno tener una banda es divertido también y me gusta, pero a veces me aburre su presión.

- Uhhhg, bien, si tanto te aburre, puedes irte -la mayor autoridad de la sala rodó los ojos y pasó una de sus manos por la corta coletilla morada que reposaba tras su cabeza- ¡Ah! Pero quiero que termines todos tus pendientes para mañana. Sin excusas, sin retrasos y SIN OBJECIONES.

- ¡¿AH?! P-pero...

- Dije, sin objeciones, Bennett -William habló antes de que el mencionado hablase.

- ¡Mmm! Si, si, ya entendí -se levantó de la silla, guardó el móvil en su bolsillo y empezó a caminar hasta la puerta de cristal brillante- con permiso -y salió a través de esta.

- ¡Ha! Solista.. . -murmuró a regañadientes la máxima autoridad en la sala- ese niñato no llegaría tan lejos siendo solista...

- Si lo haría -dijo uno de los chicos que miraba unos papeles en la mesa. Al momento fue fulminado por la miraba amarillenta del mayor- haha, pero seguro solo está molesto, ya sabe como es Bennett, normalmente adora participar en estas cosas... he.

- Mm, si, como no.

En fin. Hoy, si que era el peor día para Bennett. Trabajo, trabajo y más trabajo ¡¿cómo iba a terminar de componer tantos acordes y a gran velocidad en tan solo el resto que quedaba del día?! Y algo peor. ¡hoy siquiera había pasado tiempo junto a Ben! Eso... si que le molestaba, dejando de lado el tiempo empleado en rodaje. Seguro y él ya no estaría allí.

💮

- Ahhh, quiero... -bostezo tras bostezo el pelimorado acababa de abrir la puerta de su departamento con agotamiento y ensoñación. Había pasado horas tratando de depurar los acordes más rápido y grabando las canciones. Estaba cayendo en un nivel de indolencia alto, ya ni podía mantenerse de pie, al menos no hasta llegar a su habitación, por lo que se lanzó al sofá fatigado para tratar de dormir- quiero dormir. Uhhm Alan, Matthieu, ahora no tengo tiempo para mimos, mañana ¿si?

Empujo endeblemente a ambos caninos que trataban de buscar cariño en su dueño. El can de ojos más claritos intentaba rascar su cabeza contra el brazo de su dueño que colgaba desde el sofá y el otro acariciaba el cabello del pelimorado con sus patas. No obstante, Bennett emitía sonidos de pereza y descontento. Que día más largo había tenido, y él que, creía que había tenido peores.

- Guaahhu~ Guahhu -uno de los perros soltó un ladrido, logrando así despertar a Bennett cuando ya por fín había logrado relajarse y comenzado a caer en el sueño.

- Uhhmg por favor, Alan. -el chico suspiró cansado, levantando su mano para acariciar el pelaje del perro- Tengo sueño, no hagan ruido por favor, quiero dormir.

Antes de volver a cerrar los ojos, el sonido de su celular le hizo abrir sus ojos como plato ¿¡qué siquiera dormir iban a dejarle en paz?! Soltó un bufido enojado, si, estaba más que enojado. Aunque no se le note. Sin embargo, cuando miró en la pantalla, sonrió y sus ojos empezaron a esclarecer como grandes farolas de luz. «Bon, dos mensajes recientes» el sueño y el recelo que tenía bajaron, aunque no del todo.

¿qué haría Ben enviando mensajes a esta hora? Apenas y eran las una de la mañana, al menos Bennett consideraba una alta hora. Moría de sueño agotador.

- Ah~ Bon -habló con un hilo de voz. Si no caía dormido ahora, sería en cualquier momento. Ni el móvil podía mantener sostenido entre sus manos- Amgh... me pregunto ¿qué querrá?

Quitó el bloqueo de la pantalla para divisar los mensajes. No era nada del otro mundo, solo... ¡preocupación! Dio un gran brinco al releer por tercera vez el mensaje;

«Oye, ¿te encuentras bien? Te vi algo decaído. Además de que dejaste tu guitarra a la entrada de la sala de estudios. La tengo conmigo, no preguntes por ello.»

Sonrió como nunca. ¡Ah, por supuesto. Su guitarra! ¿cómo pudo olvidarla? Por lo cansado que estaba seguro debió salir apresurado por la falta de energía y el anhelo de echarse a dormir. Ahora tenía una buena excusa para visitar al peli-cian mañana. Volvió a bostezar con una desiluminada sonrisa en los labios.

«Perdona que escriba tan tarde. No tengo nada importante que hacer y no acostumbro a dormir temprano. Haha. Por cierto, también dejaste tus bonitos aretes de princesa y gorro de lana en mi departamento. Digo. Tampoco me interesan, pero si no vienes por ellos van a parar en mi basurero.»

Bien, el moreno seguía despierto y... tendría... muchas más excusas por las cuales ir a la casa del mayor. De todos modos ese no era el punto. Tenía sueño, quería contestar rápido. Muy... rápido.

En cuando a Ben. Bueno, él estaba postrado en su cama, con la cabeza ligeramente levantada, mirando la televisión que y con el control remoto en las manos. Las ganas de dormir, por obvias razones, no llegaban a estas horas. Tenía todo el tiempo que quería y pensaba malgastar los siguientes treinta minutos en ver los aburridos noticieros en la tele.

- Uahhw aburrido -pasó a un cambio de canal- más aburrido -volvió a cambiar el canal a medida que cada bostezo se hacía manifestar- el triple de aburrido~

Antes de cambiar al siguiente canal, el móvil vibró despacio desde la mesilla de noche en donde descansaba la costosa lampara de una fina madera barnizada. Cogió el aparato celular y miró en la pantalla, precisamente en el tablero de mensajes estaba el nombre de cierto pelimorado. Vaya; no creía que él fuera a responder tan rápido. Si hace apenas unos tres minutos había enviado el mensaje, y, por lo que vio, Bennett se notaba cansado cuando se fue ¿por qué estaría despierto? Tampoco es como si le importase, pero con un mensaje en respuesta así; «Si, comojdnmn..» daba mucho en que pensar.

- Ahh, este hombre es... raro -ignoró el mensaje deslizando su dedo de izquierda a derecha para borrarlo de la pagina de inicio.

En el lugar de Bennett.

¿por qué tal mensaje? Pff; fácil. Se quedó dormido antes de poder contestar, y sus dedos hicieron el resto antes de dejar caer el móvil al suelo.

Que bonito resumen.. .

💮

A la manaña siguiente, como a las ocho, un moreno despertaba con una jovial y luminosa fechada. La sonrisa pintada en su rostro luego de que un largo bostezo reconfortante escapara de sus perfectos labios.

Tomó su teléfono móvil al momento de sentir el ruido que provocaba la vibración de este entre las sabanas.

- Uhm, Mike ¿qué pasa? -contestó frotando su ojo izquierdo, levantándose de la cama y caminando con un aire calmado hacía el cuarto de baño.

- Hola, estoy bien, gracias por preguntar, Benjamín -habló con burla- escucha, te necesito en treinta minutos, trae a Bonnie contigo ¿vale? La revista "Summit Light" nos contactó para grabar un comercial y los quieren a ustedes dos como primicia para iniciar una nueva campaña. ¡enseguida! Es de gran inversión.

- Vale, vale ¿pero Bonnie no está allá? Podrías llamarle a su celular -cuestionó el oji-verdoso levantando el entrecejo.

- No. Solo trae a Bennett y a ti. Adiós.

Seguido de esto. Mike finalizó la llamada dejando nada más que el pitito del tono chocar contra el oído del de piel morena. Lo que ahora se preguntaba era ¿dónde estaría el pelimorado? Por lo que sabía, él siempre se levantaba temprano y salía, si no estaba en el estudio de filmación sería un problema.

Caminó con sus dedos sobre la pantalla del móvil, buscando el contacto de Bennett. Empezó a esperar que conteste, pero se quedó unos segundos oyendo el pito intermedio hasta que se aburrió. Si no iba antes de media hora, Mike se molestaría con él. Ese hombre era igual o peor que Bennett con lo raros y molestos que eran, hasta y parecía que estuviesen compitiendo por el título del más de ambos.

- Venga, contesta, hombre...

Ben dejó el teléfono celular sobre una repisita, para lavarse el rostro. Todavía tenía que arreglarse y en eso... el peli-celeste tardaría bastante.

💮

Habían pasado pasado veinte minutos, si, veinte. El oji-esmeralda demoró en buscar su bufanda favorita, una a rayas que combinaba bastante con su abrigo de alto costo.

- Bien, mejor pongo pie en marcha y voy a buscar a ese chico -se dijo tomando un paquete de galletas para salir rápido por la puerta principal.

No perdía nada con ir a ver si estaba en su departamento, bueno si; los minutos, pero eso era lo de menos. Si llegaba sin Bennett al estudio Mike le daría un sermon y no quería oírle tratando de causarle algún miedo, con él no funcionaba.

Cuando llegó ¡Bingo! La puerta estaba medio abierta, seguro y Bennett estaba a punto de salir, o... al menos eso creyó que pasaría. Porque al momento de abrir un poco más la puerta, sus cejas se levantaron y su boca formó una mueca de sorpresa. Aunque luego quiso reírse por como vio que estaba el menor.

El pelimorado estaba relajado durmiendo con una pierna sobre el sofá, la otra sobre el lomo de uno de sus perros y uno de sus brazos levantado gracias a la mesa de cristal posada en el centro, mientras que su otro brazo caía recientemente encima de la alfombra. Se veía muy gracioso, al menos así lo notaba el peli-turquesa.

- ¿Ah? ¿pero que pasa con este tipo? -entró lentamente, juntando la puerta para acercarse al dormido pelimorado que tan cómodo se veía en el suelo- Hey, Bonnie. Despierta hombre, tenemos que filmar un comercial o... lo que sea -colocó su mano derecha en el hombro del nombrado, molestando ligeramente a edte para lograr perturbar su sueño- Ahhg, joder, sino llegamos en siete minutos tendré que soportar lo buenazo que es nuestro director -dijo con molestia, más para si mismo que para despertar a Bennett.

- Uhhmm~ shhh, quiero dormir -calló un somnoliento Bennett con su dedo índice colocado torpemente sobre sus medio secos labios.

- Ahhhhg. Duerme tan cómodo que no quisiera despertarlo -murmuró entre dientes. A decir verdad el respetaba las horas de sueño, si, si. Pero... ya era ¿tarde? Como para seguir dormido, al menos para el pelimorado- Bien. Escucha, amigo, más te vale despertar o Mike nos va a colgar a los dos ¿ok?

- Bon... no me molestes, de verdad que estoy -hizo una pausa para bostezar profundamente- muy cansado. Uhm hahaha -bostezó abriendo más sus ojos- Al menos llévame hehe -estiró sus brazos.

- Ni, loco -Ben se cruzó de brazos, caminando hacía la puerta- le diré a Mike que...

- ¡está bien! Ya estoy despierto. -se levantó de golpe.

- Menos mal. Ahora cambiate rápido, tenemos que...

- si, si he escuchado -Bennett suspiró- vuelvo en unos minutos.

💮

Pasados tres minutos; ambos llegaron a las pocas. Mike no se había dado cuenta del retraso por parte de ambos. Así que al llegar fueron directas a los camerinos, obligados por las chicas y chicos encargados de su vestuario. Bien, en estos momentos ambos hombres se encontraban en sus respectivos camerinos siendo "atacados" por las encargadas y encargados del arreglo de su imagen personal. ¿de qué se trataba el tan dichoso comercial? No tenían ni la más remota idea, pero ahora estaban siendo ahogados por las profesionales manos de los encargados del buen vestir para rodar el comercial.

- Yo no creo que sea necesario ponerme eso -declaró un sonrojado Bennett mientras la encargada en manicura y maquillaje pintaba sus uñas. Estaba sentado mirando como le dejaban de hermoso. También así, desde el espejo podía apreciar como la estilista tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras sostenía entre sus manos los bellos ropajes de tela sedosa.- ¿qué clase de publicidad sería la que vamos a hacer?

- Benjamín y tú serán una pareja especial. Por ello tendrás que ir de la mano con tu papel y no dejar esa esencia que tanto que caracteriza -habló la chica mayor, quien pasaba con cuidado la peineta por los finos cabellos púrpura del oji-rojo- cuando veas de que va el asunto dirás: ¡Madre mía, que chulo ha quedado. No me la creo, wahhh Ben y yo, Ben y yo, Yo y él bah bah bah~! -le imitó de una forma graciosa causando que se llenara de risas femeninas.

- ¡Hey! Yo no sueno así. Uhm.

- Bueno, aunque esto es más una idea del señor Scmidth. Me pidió que te consiguiera este hermoso vestido para grabar un comercial. Sinceramente se te vería increíble, digo, tengo un conocimiento al ojo hahaha. -Mary sonrió cogiendo del brazo a Bennett para hacerle levantar y comenzar a probar el vestido en su tan esbelta figura- uhh. Los proveedores de la revista tienen una forma muy peculiar de hacer publicidades que son rápidamente una muy buena sensación y... últimamente este país parece amar esa nueva tendencia. Yo no creí que funcionara, pero lo hizo.

- ¿Qué clase de tendencia? -Bennett torció una ceja. Se preguntaba eso cada vez que le decían que debía ponerse un vestido. Sin embargo la idea de actuar por décimo sexta vez como pareja de Ben no le era una amarga idea, eso si le gustaba, pero lo otro no.

- Mmh digamos que... la igualdad de todo tipo -la mujer oji-marrón llevó su mano derecha hasta su campanilla para sonreír con una gotita bajando por su frente.

- Dejando eso de lado; ¿qué tal? -preguntó la chica al momento de dejar bien peinado el cabello de Bennett- Mmm, no, esta mal. Debería.... ¡ah! Perfecto, debería implementar más detalles como... eh ¿peluca, extensiones o dejo su cabello tal como esta de largo?

- Mmm ¿rosa, bermellón, carmín o morado? -debatía igualmente la chica mirando distintos tipos de maquillaje sobre la mesita.

- Si, debería... tomar una parte del vestido aquí y...

El pobre pelilavanda estaba con las manos sobre sus orejas mientras las voces de las tres chicas sonaban como tambores cerca de él. Ahora todas lanzaban preguntas al aire mientras parecían que experimentaban con su cutis, no, prácticamente con todo su cuerpo. Desde la punta de sus pies hasta el último pelo de su cabello.

Por otra parte. Ben soltó un respingo, abrumado por tantas charlas sobre como debía actuar. Bueno, en parte, la vestimenta en él fue fácil. Pero la parte difícil venía en la parte de base para su rostro. Ese hombre peli-rosa era igual o peor que una mujer y todos sabemos lo agobiante que es para el oji-esmeralda estar entre hombres.

💮

Cuando Bennett estaba listo, fue justo a donde le dijeron. Estaba todo bien arreglado para el comienzo de un comercial que, por lo que él ahora entendía, cumplía dos funciones: propaganda y por supuesto, publicidad que no hacía falta el mencionar. Claro que no le molestaba la idea, no, le molestaba tener que usar un vestido tan largo y demás, busto falso, esa cosa le molestaba más. Aunque si pedían su opinión con respecto a lo demás, esos bonitos zapatos de tacón eran cómodos, si, si, con gusto los usaría todo el día.

Ben también estaba ahí. Y su curiosidad por mirar de cerca al pelimorado le jugó una mala pasada. Porque se veía jodidamente bien.

Los morados y largos cabellos de Bennett caían sobre sus pequeños hombros descubiertos, por lo que permitía ver el vestido, el cual se adheria perfectamente a su delgado cuerpo. Sin contar que... su rostro resaltaba aún más con la leve capa de maqullaje sobre el.

Algunos murmuraban divertidos observando "de lejos" a ambos actores que ni muy cerca estaban el uno del otro. Bennett solo miraba el corto guión junto a la peli-verde, quien le ayudaba a repasarlo de una forma rápida. Cada vez que se equivocaba en algo sonreía nervioso, enseñando esos casi perfectos y blancos dientes alineados. Sus labios pintados cada vez que se ponía a pensar y los rubíes en sus ojos cuando dejaba escapar una risita. Tanta era la concentración del joven pelimorado que no notaba de lo que se perdía; a un embobado Ben mirando a su dirección con la cara de distintos tonos rosados y una de sus cejas erguida.

Bennett nunca se había vestido de chica, o al menos Ben nunca le había visto vestido de tal forma. Quizá veía algunas fotos de él en las redes cuando posaba con ropajes algo "femeninos" para alguna editorial de revistas.

Sin embargo. .. había un problema. Para Ben, eso solo era una fachada en Bennett la cual le resultaba algo atractiva, porque en el fondo sabía que el de ojitos rojos era un hombre. O quizá... No, no era eso. El peli-cian mantenía su vista en el rostro de Bennett, y este no había cambiado en nada, salvo por las ligeras pestañas que no eran postizas, solo estaban engrosadas y...

- Se ve lindo ¿verdad, Ben? -comentó el de ojos amarillos levantando una ceja.

- ¿Ah? No lo sé, dime tú que piensas de él. Yo... l-le noto igual. Pffh -habló molesto. Cuando Ben notó que lo miraban se alejó enojado hacía otro lado, aún no iniciaban con la grabación, así que no tenía nada que hacer ahí. O al menos eso creía él.

- Ay. Bennett~ tu querido Ben es igual de idiota que tú hahaha -comentó para sí mismo, el pelirrojo con una sonrisa burlona en el rostro. Lo decía, al notar el comportamiento sumamente "obvio" que el oji-esmeralda acababa de tener. Y no era por ser un experto en ello, pero le conocía, por supuesto.

Fabian llevaba tiempo siendo compañero de ambos conejos, por años cumpliendo un rol parecido junto a esos dos famosos artistas, si. A Bennett le conocía bien, ya que siempre tuvo el papel masivo de su mejor amigo en varias series y películas. Ben... bueno, a él le conocía desde pequeño, habían ido juntos a la primaria y ahora eran parte de la misma banda musical y Team artístico.

En fin...

Ben era muy él. Y Bennett... bueno, él era un caso especial.

°~°~°~°●°~°~°~°●°~°~°~°

¡Hola! ¿qué tal?

Jo~ no tengo tanto tiempo como antes. Perdón por no haber actualizado en semanas :"3

Sinceramente, al regresar a Wattpad (ya que no tenía móvil ni Internet fijo ni nada de nada :"c) vi todos sus comentarios extrañando la historia y todo me motivó a escribir más de la cuenta así que... quizá (OJO quizá c":) esta semana (bueno, de aquí al otro sábado*, sino es antes) obtengan otro capituleishon~ si es que no son dos o tres. Okno, no tanto gg, pero si otro más ^u^)/

Bueno, antes de irme, voy a dejar unas cuantas preguntitas uwu.

¿esta historia es interesante?

Si es así ¿qué tanto?

¡Ah! Y lo más importante ¿por qué?

Últimamente me he estado preguntando esto y.... me encantaría que ustedes puedan responder hehe. Porque sinceramente no tengo idea (y leyendo comentarios me he dado cuenta) del porqué encuentran "interesante" esta historia.

Yo me he leído ya más de tres veces esta historia completa (desde el inicio hasta lo que ahora llevo desarrollado) y a mi parecer no esta muy bien redactada. Peeeero, también me gustaría saber que tal la opinión de ustedes.

PD: agradezco a todos los que leen y dejan su amor a esta historia <3

PD2: lamento, enserio, la tardanza que he tenido gg. No noté el tiempo que dejé de escribir y poner atención a la historia.

PD3: hehehe ¿a qué no se esperaban eso del principio? :"""3 -deja una bendita repara kokoros (?)-

Dato(?): este capítulo ha sido el más largo (hasta ahora) que esta historia ha tenido uwu con casi 10760 palabras :3

¡AHHH! Pero como recompensa; diré que el próximo capítulo va a ser mucho más "emocionante" (cofcofsiesqueyasabenaquemerefiero7u7cofcof(?))

Bueno, sin más. Bye~ :3

_Niaku.

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