La alarma del móvil empezó a sonar. Me acerqué a donde estaba y lo apagué. Cogí la cantimplora y bebí agua como una posesa. Qué sed tenía... Cogí la toalla que estaba encima del banco, me sequé la nuca, el cuello y la clavícula. Después, me colgué la toalla en mi nuca. Y me estiré, como si me estuviera desperezando. Tomé una bocanada de aire, como si me hubiera quitado un peso de encima. Y eso es exactamente lo que acababa de hacer. Me desestresé tanto haciendo ejercicio que ahora me sentía como... Más serena.
Agradecía tener un gimnasio personal en casa. Dejé las pesas en su sitio, y tomando un trago bien grande de agua salí del gimnasio y subí las escaleras. Fuí directa a mi habitación. Necesitaba una ducha urgente. Una ducha bien tórrida para relajarme y rematar ese alivio que sentía.
Cuando abrí la puerta ví a Youngmin en la cama tumbado, que estaba con el móvil. Yo empecé a sacar mi pijama y mi ropa interior.

Youngmin: Bae- me dio la vuelta y apegó su cuerpo al mío. Me empezó a dar rápidos besos en los labios.

Tú: Nene, que estoy sudada

Youngmin: ¿Y?

Tú: Que huelo a cuervo que flipas

Youngmin: En efecto, hueles a vainilla. Bueno, y un poco a sudor. Pero principalmente a vainilla. No sé cómo lo haces- me daba besos en mis mejillas.

Tú: Anda, no digas tonterías- me intenté separar de él- Youngmin...

Youngmin: Anda, te dejo irte a la ducha- me dio otro beso algo más duradero en mis labios y me soltó. Empecé a dirigirme al baño- Esos leggings... -me dio una palmada en el glúteo.

Tú: ¡Oye tú! -le tiré la toalla que llevaba en la nuca a la cara- Te la devolveré-reí y me metí al baño.

Youngmin: -Se sentó en la cama mirando la puerta del baño- Dios mío... Qué bien le queda la ropa deportiva- se mordió el labio inferior con una sonrisa y se echó hacia atrás tumbándose en la cama.

Encendí la ducha, acto seguido puse musica en mi móvil, cosa que hago de costumbre. Tengo hasta una playlist para estos momentos en específico, con música chill, lo-fi y algo de R&B. Después empecé a quitarme la ropa. Cuando ya me quité todo, lo tiré al cesto de lavar. Me deshice la coleta y finalmente me metí en la ducha.
Sentir el agua caliente en mi piel hizo que mi cuerpo se relajara. Metí mi cabeza debajo del chorro y lo peiné hacia atrás con mis dedos. Estaba tan en lo mío que no me percaté de algo...
Mientras estaba debajo del chorro, un cuerpo se apegó al mío. Rodeó mi cintura con sus brazos y dejó un beso en mi hombro.

Tú: Joder- dije sobresaltada- Youngmin, joder, por lo menos haz una señal de que estás aquí

Youngmin: Perdón- me mecía suavemente mientras me besaba la mejilla- Es que no he podido resistirme a la tentación de venir a ducharme contigo. Digamos que... Me ha encantado verte con esa ropa. Esos leggings que te hacían un culo... Y ese top que dejaba ver ese húmedo abdomen...

Tú: Uy, uy, uy. Que el nene se ha puesto caliente-me giré quedando cara a cara con él- Yo no te imaginaba así cuando te conocí,¿Eh? Con lo inocente que pareces con esa carita de cachorrito- le di un toque en la nariz con el dedo- ¿Y qué piensas hacer?-dije con coqueteo.

Youngmin: ¿Que qué pienso hacer? No lo sé... Dímelo tú

Tú: No sé, no sé... -sonreía coqueta y fui juntando nuestros rostros- Oye, ¿Alguna vez lo has hecho en la ducha? -junté nuestros labios.

Youngmin: No. Pero siempre estoy abierto a probar cosas nuevas y diferentes, ¿Sabes?-rodeó mi cintura con sus brazos.

Tú: ¿Y si probamos ahora?

Youngmin: ¿No es obvia la respuesta?

Nos sonreímos mutuamente y empezamos a besarnos bajo el chorro de agua tórrida.
Me apegó a la pared y pegó su cuerpo contra el mío. El beso se volvía cada vez más pasional, su lengua me provocaba cierto cosquilleo en mi estómago y me ponía la piel de gallina. Poco después empezó a besar mi cuello. Acariciaba su cabello mientras lo hacía y gemía sonriente.

Tú: Qué bien lo haces, nene- eché mi cabeza hacia atrás, apoyándola en la pared y solté una carcajada derritiéndome de placer.

Siguió besando mi cuello, con sus inquietas manos sin saber donde ponerlas de una vez. Subían y bajaban por mi cuerpo hasta dar con su cobijo. Mis caderas.
Cuando parecía que había terminado con sus besos en mi cuello, ahora fuí yo.
Humedecí con mi lengua y mis labios la suave piel de su cuello. Amo hacerle eso porque han sido muchas las veces que me ha dicho que no hay cosa que más disfrute y adore en el mundo. Lo tengo muy mimado en ese sentido.
A diferencia de él, mis manos ya tenían un objetivo. Un blanco infalible. Sus glúteos. Los apreté con ansia y furor. Y esto es algo que me encanta hacer a mí. Mis días no terminan si no le he tocado, apretado, o dado una palmadita a ese pompi respingón antes. Puede decirse que es mi parte del cuerpo favorita de él.

Youngmin: ¿No lo tienes lo suficientemente tocado ya? -rió.

Tú: No. Y nunca me cansaré de tocarlo- él correspondió con una carcajada qué poco después se convirtió en un gemido.

Youngmin: Igual lo que deberías tocar ahora mismo no es eso

Tú: ¿Ah, sí? ¿Y qué debería tocar?

Youngmin: Algo que no está detrás precisamente, sino delante-sonrió con picardía.

Tú: ¿Esto?- dirigí una de mis manos a su amiguito y apreté haciendo que suelte un quejido

Él asintió con los ojos cerrados, mordiéndose el labio al sentir mi mano empezar a deslizarse arriba y abajo.

Youngmin: Sigue... Me gusta...

Seguí moviendo mi mano de arriba hacia abajo como él bien me pidió. Entonces, mientras yo mimaba su miembro, hizo que separase mis piernas con una de las suyas, más bien, con la parte de la rodilla. Y puso su pierna entre las mías. Yo empecé a montar su muslo, pues era a lo que me había invitado a hacer con ese acto.
Con mi mano libre me agarré en su nuca, la otra seguía dándole placer.
Movía mis caderas de adelante hacia atrás, una y otra vez. Tenía los ojos cerrados y mantenía mi boca entre abierta sacando unos cuantos jadeos parecidos a los suyos. Y no pude reprimir un gemido cuando volví a sentir sus labios en mi cuello. A medida que avanzaba el tiempo parecía que nos aproximábamos al punto máximo de placer. Moví mis caderas más rápido y con más fuerza igual que mi mano trabajadora hasta que sentí algo líquido y cálido en mi mano acompañado de un mordisco en mi hombro. Hice una señal de que quitara su pierna de entre las mías y la apartó. Le dediqué una sonrisa traviesa y le di un rápido beso en los labios.

Tú: Te habrás quedado a gusto- puse mi mano bajo el chorro para limpiar aquel líquido blanco.

Youngmin: ¿Tú no has terminado?

Tú: No, aún no-me puse de puntillas, puse mis manos entre su cuello y sus mejillas y le besé.

Youngmin: Ahora te ayudo

Volvió a apegarme a la pared besándome con pasión y llevó una de sus manos a mis pechos y trasteó con ellos. Dio un apretón fuerte a uno de estos.

Tú: ¡Ah!-me quejé. Fue entre un quejido y un gimoteo.

Youngmin: ¿Te he hecho daño?

Tú: Un poco

Youngmin: Perdón- besó mi frente.

Volvió a besar mi cuello pero esta vez fue bajando lentamente. Daba pequeños y húmedos besos en diferentes partes de mi cuerpo cada más abajo. Y todo esto con ojitos de corderito. Primero en el hombro, luego en la clavícula, en los pechos, en el abdomen, en el vientre...
Finalmente llegó a mi entrepierna. Y no dudó ni un segundo en atacar esta. Pasó su lengua por toda la zona. Una vez, y otra, y otra. Luego fue en círculos. Y a veces lo acompañaba con matadoras succiones.
Después sólo se concentró en el núcleo del asunto. En el botón. Dando pequeños toques o succiones.

Tú: ¡Joder!-gemí alto y eché mi cabeza hacia atrás cuando sentí uno de sus dedos dentro de mí.

Acompañó su lengua con su dedo corazón dentro de mí. Metía y sacaba repetidas veces. Y poco después usó su dedo pulgar para estimular mi núcleo como lo estaba haciendo con su lengua.
Soltaba gemidos ya sean sónoros o ahogados. Aunque cada vez se hacían más sónoros. Porque ya casi estaba llegando. Busqué con mis manos su cabeza, y le empecé a acariciar el cabello haciendo un poco de presión para sentirlo más.
Unos instantes después fue cuando terminé. Mis piernas flaquearon y di un espasmo que hizo que casi pierda el equilibrio.

Youngmin: -Se puso de pie y llevó sus manos a mis glúteos, los cuales apretó- ¿Te ha gustado?

Tú: Si te dijera que no mentiría- pasé mis brazos por su cuello.

Me puse de puntillas y él agachó un poco la cabeza. Acerqué mi rostro al suyo y nuestras narices rozaron. Nos empezamos a mecer suavemente al ritmo de la música de fondo. Concretamente "Heyahe" de ONE.
Youngmin se separó un poco, tomándome de la mano, e hizo que diera una vueltecita. Nos sonreímos mutuamente, y él se mordió el labio mientras me miraba de arriba hacia abajo.

Youngmin: Acabo de descubrir una de las mejores sensaciones que puede haber en este mundo- me dio otra vueltecita y volvió a juntar su cuerpo con el mío.

Tú: ¿Cual es? -volví a rodear su cuello con mis brazos.

Youngmin: -juntó nuestras frentes y susurró- Bailar desnudos bajo la cálida agua de la ducha, entre el caliente vaho y este aroma tan tuyo a vainilla...

Mientras nos mecíamos al son de la música como antes, nos dimos un beso de esquimal y después nos fundimos en un beso francés. Durante ese beso, nos giramos cambiando de lugar. Ahora fuí yo la que le apegué contra la pared.
Subí una de mis piernas y la puse en su cadera. Él la sostuvo con la mano, la cual daba dulces caricias y suaves apretones.
Volví a atacar su cuello, pero esta vez con más ansia. Ya no eran solo besos, también eran mordidas. Leves pero que lo hicieran gemir. Iba cambiando de lado, y en una de estas succioné para hacerle un chupetón.
Un chupetón bien colorado y marcado que resaltaba en esa blanquita piel.

Youngmin: ¿Me dejas hacerte uno a mí?

Asentí con otra de mis traviesas y coquetas sonrisas y él no dudó ni un segundo en acercar su boca a mi cuello y succionar hasta dejar una notoria marca. Sentí tan cosquilleo que no pude evitar soltar un fuerte gemido. Entonces él llevó la mano que sujetaba mi pierna a un glúteo y lo apretó algo más fuerte que las otras veces atrayéndome más hacia él. A tal punto de sentir fuertemente su despierto miembro en mi vientre. Eso me hizo soltar un jadeo, y despertó aún más mis ganas de sentirlo dentro de mí.

Tú: Voy a por un condón

Le dediqué una sonrisa que me devolvió y bajé mi pierna de él. Me di la vuelta, salí de la ducha y me acerqué uno de los cajones donde guardábamos tampones, compresas y varias cajas de condones. Saqué uno, lo abrí y dejé el envoltorio encima del mueble de baño. Luego lo tiraría.
Volví a meterme en la ducha y le tendí la gomita a Youngmin. Este se lo puso con precisión y nada más hacerlo me lancé a sus brazos. Hice que me cargara en plan koala. Coloqué su miembro en mi entrada y lo metí. Sentí una corriente en mi espina dorsal y mi piel se erizó de inmediato. Me dio la vuelta y quedé contra la pared de nuevo. Él empezó a mover sus caderas, yo me apoyé en sus hombros e hice lo mismo.
Nos entendíamos tan bien... Era como si nos movieramos en una elaborada coreografía. Eché mi cabeza hacia atrás apoyándola en la pared. Jadeaba con la boca medio abierta, en un momento tragué saliva, y continué soltando jadeos y gemidos por doquier.
Tenía los ojos cerrados, pero al abrirlos pude ver la caliente imagen de Youngmin con el pelo empapado y medio revuelto y el rostro repleto de gotas de agua que se deslizaban y goteaban, con los ojos brillosos y la boca medio abierta como la mía, de la cual, entre esos húmedos y rosados labios salían gemidos roncos y suspiros.
Entonces atraje su rostro al mío y lo besé.
Gimoteé al sentir que empezaba a ir más rápido. Cada vez más y más. Parecía que ya estaba a punto de llegar. Metía y sacaba repetidamente cada vez con más fuerza y más profundidad. Hasta que separó el beso para gemir sónoramente.

Tú: Yo aún no he terminado, nene- puse voz de penita. En plan inocente.

Youngmin: Siempre tardas más que yo en terminar- soltó una carcajada- Anda, ahora te hago yo terminar- me bajó de él y me dio la vuelta. Me puso contra la pared, con el trasero en pompa. Hizo que separara levemente mis piernas y él se puso detrás.

Me tomó de las caderas y sin más ni más se metió dentro de mí. Al principio solo movía las caderas. Con cierta lentitud y profundidad. A veces hacía movimientos tortuosos haciendo círculos provocando que yo simulara algo parecido. Después empezó a moverme a mí también, esto es, a apegarme a él y soltar repetidamente. Cada vez aumentaba más la velocidad. Había ratos en los que disminuía y hacía un movimiento más profundo y luego volvía a lo rápido. Los minutos pasaban, las estocadas cada vez eran más rápidas y nuestros cuerpos chocaban repetidamente creando un sonido muy placentero. O por lo menos a mí me parecía así.
Pero no sólo eso era lo que se escuchaba. Nuestros gemidos cada vez más altos y más temblorosos acompañaban ese exquisito sonido. Y si sumábamos las cachetadas que me empezó a dar Youngmin, creaban la perfecta melodía del placer.
Ya empezaba a sentir que terminaba, una puntada en mi vientre y un cosquilleo que salía de este mismo y se extendía por todo mi cuerpo me avisó de ello.

Tú: M-más r-rápi-ido, ne-ene -gimoteé.

Él fue más rápido aún y después de unos segundos mis piernas flaquearon nuevamente y ese cosquilleo se hizo mucho más notorio y fuerte, sobre todo en mi vientre y mi entrepierna. Entonces fue cuando terminé. Y muy poco después término por segunda vez Youngmin.
Moví mis caderas por última vez con suavidad mientras calmaba y regulaba mi respiración.
Youngmin salió de mí y me dio la vuelta, quedando cara a cara con él. Nos besamos por un corto instante. Después Youngmin salió de la ducha para tirar el condón y el envoltorio a la pequeña basura que había en el baño.
Volvió a entrar, se acercó a mí y me abrazó, a lo que yo correspondí.

Youngmin: Ha merecido la pena probar esto

Tú: Y que lo digas- me separé un poco para mirarlo a la cara y darle un corto beso en los labios- ven, vamos a ducharnos ahora de verdad

Youngmin: ¿Me harás un masaje en la espalda con el jabón? -hizo puchero con esos ojos de corderito que pone.

Tú: Sí, te daré un masaje, sí

Youngmin: ¡Toooomaaa!- victoreó cual niñito a lo que yo solté una carcajada.

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Hi Signoriles! 🌹

¿Qué tal estáis? ¿Y lxs de la cuarentena? Espero que lo estéis llevando bien. Y espero que podáis hacer vida normal lo más rápido posible. Aquí, en España, supuestamente tenemos hasta el 26 o el 29. Y estoy que me tiro de los pelos. Mirad que soy una vaga y me gusta hacer el vago lo que no está escrito. Pero esto de no poder salir de casa, hacer clases online y todo eso me saca de quicio. Es que este estilo de vida va conmigo. Y eso que, como he dicho antes, soy una vaga, pero tengo un lado productivo y activo también. Y es que esto ya me supera, me amarga y me ansia. Pero bueno, qué le vamos a hacer... Habrá que esperar y punto, siguiendo las normas y tal. ¡Saldremos de esta! 💪🏻
En fin, este One Shot fue pedido por...

✨xXYa_lidXx✨

Espero que te (y os) guste mucho❤
Bueno, pues no tengo nada más que decir, so ánimo a todo el mundo y, as always... GOOD BYE!