Cuando Kai pudo sentir un ligero apretón en su mano derecha, fue el momento que le indicó que al fin estaba despertando.

Aún tenía un leve punzón martillándole la sien, sin embargo, sus ojitos se abrieron lentamente, siendo recibido por la tenue luz de la bombilla halógena. De inmediato eso le pareció extraño, no recordaba a ver visto un foco tan raro colgando de su techo o el de Soobin...

¡Un minuto!, ¿Dónde estaba?.

―¡Oh, por la Diosa! ― La voz del susodicho resonó, haciéndole girar levemente el rostro y observar una sonrisa aliviada en el Alfa ―Ya me estaba preocupando más de lo que estaba, el médico dijo que solo eran un par de minutos.

―¿M-Médico?.

―Sí ― Suspiró algo cansado, había sido todo un dilema a ver encontrado un taxi en plena tarde calurosa, ajetreada y con Kai entre sus brazos ―Te desmayaste, Ning. Me tomó tres segundos reaccionar y uff, si tan solo imaginaras. El conductor me cobró más por haberle desesperado tanto con mis quejas ― Comentó lo último indignado y en puchero.

―Lamento eso ― Sinceró, pero sonrió un poco al imaginarlo tan dramático como siempre.

―¿Y cómo estás?, ¿Te sientes mejor?.

―Bueno, creo que sí. Aún me sigue dol...

Su explicación fue interrumpida cuando el sonido de la puerta abrirse fue emitido.

―Ya veo, nuestro paciente despertó. Muy buenas tardes, Kai-ssi ― Le sonrió amablemente ―He hablado hace un par de minutos con su pareja y...

Tanto Kai como Soobin se sonrojaron.

―... Él accedió a que le hiciéramos unas pruebas de sangre. Justo ahora tengo el resultado y, no se preocupen. La presión arterial del joven Huening ha sido inestable pero ha sido algo muy común en su estado ― Explicó mientras dejaba la tablilla de metal en su escritorio ―Este primer trimestre será el más fuerte respecto a los síntomas y se requiere de un gran cuidado...

―¿Espere, qué dijo?, ¿Estado, trimestre?.

Los ojos de Namjoon se abrieron más, algo sorprendido.

―Oh, discúlpenme. Claro, debí suponerlo. El señor Choi estaba muy confundido y ansioso al verlo llegar así.

El Alfa más alto tomó las hojas con el diagnóstico y se acercó a ellos. Kai se reincorporó en la camilla con ayuda del pelinegro, muy atento y nervioso.

―He sido algo torpe pero... Felicitaciones, el señor Huening tienes tres semanas de gestación ― Fue la conclusión antes de salir nuevamente para darles un poco de privacidad.

Y ese momento, por todo el inmenso firmamento y la gran luz de la luna llena a media noche, ese momento se sintió tan mágico.

Esas palabras, esa pequeña frase que Kai había esperado durante tanto tiempo... Parecía irreal, mas ahora era un ensueño que estaba tocando con la yema de sus dedos.

Sus manos temblaron ligeramente, la conmoción fue tanta que su mirada empezó a ser borrosa producto del líquido salado acumulándose.

El corazón de Soobin cada vez latía más errático luego de comprobar el resultado positivo al examen de sangre. Su tigre rugió en júbilo y la sonrisa en su rostro fue amplia. Simplemente se abalanzó, siendo cuidadoso, y enrolló en sus brazos a Kai. Permitiendo que éste se desahogara entre lágrimas de felicidad.

―Lo logramos ― Susurró el Omega, con la voz acongojada, escondiéndose en el cuello de Soobin para inhalar su aroma. Sus manitos se aferraron a la camisa adversa, intentando controlar en vano el llanto tranquilo y silencioso.

―Te dije que haría lo posible por verte feliz... ― Se separó dificultosamente, acunando el rostro del Omega ―Y está sucediendo, apenas es el comienzo de un largo viaje pero estaré contigo siempre. ¿De acuerdo?.

Ambos se miraron con fijeza, Soobin nunca había sentido tanto amor como el que actualmente tenía por Kai. Con los mechones castaños escondiendo parte de sus bonitos orbes brillantes, las suaves mejillas sonrosadas y sus labios... Su dulce tentación.

No supieron cómo, pero sus narices se rozaron hasta el punto en que iniciaron un beso tímido, re-explorándose nuevamente y sintiendo esa innata calidez.

―Gracias, Soobin ― Bisbiseó luego de que se separaron mínimamente, ambos aún podían rozarse las bocas con el siempre hecho de hablar ―En serio... Yo jamás podría explicar todo lo que siento en este preciso momento.

Pero el Alfa se sentía tan perdido, acariciándole el rostro con uno de sus dedos, adorando tenerlo así, únicamente para él. Otra vez lo tomó del mentón, le descubrió parte de la frente y le dejó un largo beso en esa zona, haciéndole suspirar relajado.

"Yo tampoco sabría cómo explicarlo".

Pensó mientras Kai se aferraba a su torso y se acomodaba tranquilamente en su pecho.

―Eres lo más especial que tengo ― Ronroneó, frotando su nariz en las clavículas del Alfa.

"Para mí, conocerte fue lo mejor que me ha pasado en la vida."

¿Y sí lo decía ahora?.

Iban a tener un cachorro, era de ambos. Soobin quería criarlo como suyo y tener el amor que tanto había añorado. ¿Por qué no hacerlo? Quizás, quizás él podía esforzarse por enamorar a Kai aun si éste quisiera rechazarlo.

Perder o ganar, solo lo podría saber si dejaba de lado el temor.

¿Era un buen momento?, Aún si no lo fuera. ¿Cuánto más podía esperar? No, ya había perdido demasiado tiempo. Si seguía de esa forma la espera sería eterna y él todo un conformista que luego se arrepentiría cuando vea a Kai conocer a otro Alfa.

Tal vez...

― NingNing, y-yo necesito decirte algo... ― Su voz era insegura, por Dios, ni una entrevista laboral podría tenerlo de esa forma ―E-En realidad llevo queriendo hacerlo hace mucho...

El Omega se acomodó mejor, observando a Soobin directamente.

―Es muy difícil; b-bueno, ni siquiera pensé que algún día podría d-decirlo. Yo en verdad... Uhm, en realidad es que tú...

―¿Yo...? ― Le animó a seguir, se sentía curioso por el extraño comportamiento.

―E-es decir y-yo ― Corrigió, sus manos sudaban horriblemente ―Yo llevo años ena-

―¡¿Y cómo vamos, eh?!.

La enérgica voz de Namjoon en aquel pequeño grito lo hizo saltar del susto. Tanto que cayó directo al piso.

―¿Soobin, estás bien? ― Preguntó rápidamente, con susto.

―Rayos, lo lamento en verdad ― Se acercó al pelinegro y le dio la mano para ayudarlo ― ¿Interrumpí algo? Disculpen, es que soy obstetra-ginecólogo desde hace muchos años, pero siempre termino estando emocionado cuando me toca darles la gran noticia a una pareja ― Comentó algo apenado.

―No se preocupe, nada va a poder arruinar este día.

―Me alegra saberlo ― Sonrió satisfecho ―Un gusto nuevamente, soy Kim Namjoon y seré el encargado de cuidar de usted y el cachorro durante estos nueve meses.

Soobin carraspeó fuerte, algo exagerado luego de haberse levantado por voluntad propia. ¡Joder, iba a declararse!.

Al parecer alguien allá arriba le dio menudo golpe en el suelo en modo de decirle que esperara.

¡Y por si no fuera poco el tal doctorcito le hacía ojitos a Kai!.

―¿Se siente bien, señor Choi?.

―Mejor que nunca ― Sonrió, entrelazando su mano con la del Omega.

Kai se dejó hacer, realmente era un día que podría marcar como perfecto en el calendario. Nada le haría cambiar de humor.

―De acuerdo, ahora vamos con las indicaciones y fechas por las cuales vendrán para cada ecografía.

Ambos asintieron, Soobin ayudó al Omega a que bajara de la camilla y tomaron asiento frente al escritorio de Namjoon.

―Ciertamente las primeras ocho semanas son de estricto cuidado por que hay una gran posibilidad que surja un aborto espontáneo.

Kai se asustó ante el solo pensamiento, horrorizado de que algo de tal magnitud pudiera ocurrirle. Soobin intentó calmarlo, dándole caricias en el dorso de su mano.

―Es por eso que no hay cabida para las preocupaciones o discusiones. Deberá dejar de lado la cafeína y si usted suele ser un alto consumidor, creo que su Alfa es una buena estrategia para simplemente olfatearlo a él y calmar las ansias ― El Omega sintió sus orejas calentarse ―Dormir en un horario apropiado, si suele sentirse fatigado y más cansado de lo normal, no se preocupe. Suele ser un síntoma muy común y puede hacerlo cuantas veces se le plazca ― Tomó un bolígrafo y rápidamente escribió en una ficha ―Y lo más importante de todo: Nada de esfuerzo físico, por favor. He tenido problemas con esto y no, no es que ande subestimando la capacidad de fuerza en el cuerpo de algún Omega. Lo hago por que la etapa de gestación lo requiere mucho. Si su Alfa quiere que descanse, evite por favor discrepar. Tanto los primeros como los últimos meses son los más delicados.

―¿Pero si podré trabajar, cierto?.

―Dependiendo de qué trate. No puede poner en juego su estabilidad física o emocional por que hay un bebé que cuidar desde el momento de su concepción. Es una decisión importante y de pareja, si ambos lo aceptan. Solamente sea responsable.

Soobin ya iba pensando, seguramente Kai iba a insistir bastante en seguir en la agencia

―Y sobre las ecografías... ― Sonrió algo apenado, eso sonaba muy bonito ―¿P-Puedo tomarla cada mes?.

Ambos Alfas lo miraron con curiosidad.

―Bien, es algo que muy pocos Omegas preguntan. Pero por supuesto que puede, señor Huening. Los más importantes son en la semana 12; la semana 20 en donde sabremos cuál será el sexo del bebé ― Explicó ―Y en la semana 35, analizando las últimas fechas para el parto de acuerdo a cómo guste usted y sea mejor para la cría.

Namjoon seguía dándole más consejos y respondiendo las dudas que ambos tenían. Fue una conversación amena, aunque lo único que lo mantuvo pensativo fue que no encontró la respectiva marca en el cuello del Omega. Era raro, por que para ese momento en la vida de una pareja todos ya debían llevar aquel símbolo de unión.

Si tan solo supiera.

―Señor Choi, espero que tenga de bastante paciencia para los próximos síntomas que viene ― Bromeó, generándoles más confianza ―Nos vemos la siguiente semana para el primer ultrasonido, Kai-ssi. Cuídense mucho.

Y con la despedida, Soobin no soltó la mano del Omega mientras lo miraba con amor, y el Omega por su lado, no dejó de sonreír durante todo el camino.