Luego de beber todo el chocolate que Yeonjun trajo para mí y, mientras él aún sostenía el suyo, me dispuse a explorar aún más su cuarto.
Su habitación decía mucho de si mismo, por ejemplo; le gustaba tener todo bien ordenado, ama la música y toca el piano.
Es increíble.
- ¿Tocas algún instrumento? -Me preguntó mientras me veía admirar su computador con cientos de cosas que no comprendía.
-¿Saxofón? Pero... sólo un poco.
Yeonjun me miró con sorpresa en cada poro de su rostro de porcelana haciendo que riera un poco.
-Mi abuela me enseñó -dije, al voltear mi mirada-. Pero como se fue no pude seguir aprendiendo.
- ¿Un día tocarías para mí?
Oculté mi rostro con mis manos y negué, sólo oí su risa y sentí su mirada, no dijo una sola palabra.
Gracias por lo que intentas hacer, Yeonjun hyung.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro