⩩ Chapter One.

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La rigidez y el dolor en sus músculos le dejaban saber que había dormido por horas en la misma posición, lo cual solo podía significar una cosa... Alguien había roto su regla y se había quedado a compartir la incompartible cama de Choi Beomgyu toda la noche.

Cerrando sus ojos y masajeando el puente de su nariz murmuró una oración pidiendo paciencia antes de rodar hacia el otro lado dispuesto a averiguar a quién coño había traído a su departamento y qué demonios le había dado a esa persona la ridícula idea de que podía romper sus reglas y pasar la noche ahí.

Junto a él había un lindo chico completamente desnudo. El sabor a tequila rancio en su boca explicaba por qué no podía recordar una mierda de lo que obviamente habían hecho la noche anterior, pero el dolor de su trasero le dejaba saber que había disfrutado demasiado follando con semejante semental.

―Oye... ―dijo al fin, su voz un poco ronca por el reciente sueño―. Umh... ―Joder, ni siquiera recordaba el nombre del tipo, no, ni siquiera estaba seguro de habérselo preguntado antes―. Viejo, levántate.

El chico gruñó y se frotó la cara. Cuando sus ojos parpadearon abriéndose, su expresión transitó entre somnolienta a una molesta y luego a una juguetona.

―Buenos días, bebé. ¿Qué te parece otra ronda? Luego podemos hablar sobre el desayuno ―sonrió mirando la desnudez de Beomgyu y acercándose un poco para besarlo.

El castaño colocó una mano en su pecho y lo apartó con poca delicadeza.

―No hombre, te tienes que ir.

Los ojos del tipo se endurecieron y sus labios se fruncieron en una completa cara de odio.

―Lo siento ―escupió el desconocido sarcásticamente.

Beomgyu solo se recostó sobre la cama mientas observaba como el contrario se colocaba los pantalones con apuro, agarraba sus cosas y se largaba molesto de su departamento sin dirigirle la mirada.

Bueno. Lo cierto era que no siempre se comportaba como un completo gilipollas. Pero tenía arte para cortar lazos con las personas, no todos necesariamente necesitaban ser echados igual. Con algunos solo bastaba pasarles la mano suavemente y pedirles que se fueran con ligereza o con alguna que otra indirecta, pero a otros era necesario que les dijera con todas sus letras que se fueran a tomar por culo de inmediato.

Tal vez sabía suficiente sobre echar a alguien de su vida y no lo suficiente sobre dejar a alguien quedarse.

Lentamente se sentó al borde de la cama, intentando rodar la tensión fuera de sus hombros, pero fallando rotundamente.

De pronto una grandiosa idea surgió en su mente. Con una mueca en su rostro, se estiró por su laptop que descansaba en el escritorio. Mientras el ordenador comenzaba a encenderse volvió a acomodarse debajo de las frías sábanas, y sin poder evitarlo acarició suavemente su erección matutina.

De repente la pantalla cobró vida e hizo clip inmediatamente en su sitio web preferido guardado en la barra de favoritos: Ballsy Boys, el mejor maldito sitio de porno gay en existencia.

No es que él fuera un pervertido ni nada por el estilo, solo era un chico gay sexualmente activo con hormonas funcionales. Era normal que le gustara el porno.

Un pequeño escalofrío recorrió su cuerpo mientras los profundos ojos negros virtuales de Rebel, su estrella porno favorita, se encontraron con los suyos. Beomgyu estuvo enganchado con él a primera vista, sus anchos hombros, cabello perfectamente azabache y mandíbula fuerte le ponían duro apenas con mirarlo por unos cortos instantes.

Cuando el pelinegro follaba, tenía esa expresión apasionadamente torturada que le volvía jodidamente loco. Podría quedarse atrapado por horas observando su tonificado cuerpo flexionarse mientras embestía en un goloso agujero. Y sus gemidos, oh, sus gemidos eran de otro mundo.

Su estómago saltó con emoción cuando vio un nuevo vídeo subido etiquetado: Rebel Prueba Fleshjacking.*

«Contrólate Beomgyu». Se dijo a sí mismo, sintiendo su corazón latir a mil por segundo.

Inmediatamente le dio clic, y la tímida sonrisa de Rebel llenó la pantalla.

Un montón de veces Beomgyu se había preguntado si esta era la verdadera personalidad de Rebel o si era sólo parte de su personaje. Y si este era un personaje, ¿quién era realmente? Sabía que Rebel no era su verdadero nombre obviamente, ¿pero sus amigos y amantes reales cómo lo llamarían? ¿Follaba igual fuera de cámara, o como lo hacía enfrente de ella, o era una actuación también?

―Entonces dime, Rebel, ¿alguna vez has usado un Fleshjack antes? ―Una voz fuera de cámara se escuchó mientras Rebel sostenía una caja para que la cámara mostrara la compañía que pagó por publicidad.

Fleshjacking: Masturbación con un juguete sexual para hombres. El exterior puede simular ser una boca/vagina/ano.

―No, nunca he tenido problemas encontrando a una pareja dispuesta ―bromeó el pelinegro.

―¿Estás emocionado por ver cómo se siente?

―Sí, he escuchado que se siente mejor que lo real. Si ese es el caso, quizás me rendiré al salir siquiera de la cama ―le guiñó un ojo a la cámara con coquetería, y Beomgyu sintió que su polla se endurecía por completo bajo el jugueteo lento de su mano.

Rebel contestó unas cuantas preguntas más, pero el castaño ya había desconectado su mente de la charla y solo se enfocaba en esos labios tan deliciosos, el labio inferior era un poco más grueso que el superior y debajo de ellos tenía un pequeño lunar tan adorable. El castaño de pronto tuvo un deseo como el infierno de poder sentir esa boca envuelta alrededor de su miembro.

Tal vez Ballsy Boys estuviese contratando; eso cubriría los gastos por el resto de su titulación. Luego sería pagado y conseguiría la oportunidad de follar o ser follado por Rebel. No era mala idea.

Solo que... No se podía ver a sí mismo haciendo porno, y quién sabe cómo podría afectar sus perspectivas del futuro en su carrera de desarrollo de videojuegos. Posiblemente en muchas formas, en estos días, ser un diseñador de juegos era ser una persona pública, y con todo el criterio y corrección política, era más fácil evitar un tropezón tan épico como follar en cámara. Personalmente, no creía que hubiese nada de malo al hacer porno, pero desafortunadamente el mundo no siempre lo veía de esa manera.

Rebel se recostó con el Fleshjack en una mano y su endurecida erección en la otra. Beomgyu imitó sus caricias, sus ojos viajando por el cuerpo del chico en pantalla de la misma forma que deseaba que su lengua lo hiciera. Dios, lo que daría por probar cada centímetro de su pálida piel.

Rebel cubrió su polla con lubricante, un sonido de chapoteo pegajoso claramente audible se hizo presente. Luego la cámara hizo un acercamiento mientras él intentaba posicionar su miembro en la resbaladiza entrada del juguete.

El castaño sintió su agujero contraerse, imaginando al pelinegro alineando su polla en él para follarle. Su mano libre viajó entre sus piernas y acarició con su dedo índice alrededor de su entrada. En la pantalla, el glande rojizo de Rebel penetró el juguete con incluso más obscenos sonidos húmedos.

―Ooooh. Guao ―jadeó el azabache, su mano inmovilizándose.

Las venas en la gruesa polla de Beomgyu palpitaban, y sus bolas ya estaban contraídas. Sentía que su boca se hacía agua al imaginar el salado sabor de Rebel mientras chupaba y lamía su erección.

Su polla dolía, una clara gota de pre-semen rodó a lo largo de su extensión. Beomgyu sentía que podría venirse en segundos si simplemente follara su puño duro y rápido. Pero quería alagarlo. Quería que su liberación se construyera hasta que estuviera seguro de que se volvería loco si no se corría.

El pelinegro se acarició a sí mismo con el Fleshjack en un largo y suave movimiento. Sus caderas saltaban, y su respiración era pesada. Dejaba salir pequeños gemidos desesperados que hacían que Beomgyu se estremeciera. Eso era lo que jodidamente le encantaba del actor, no por nada era su favorito. Cuando veía los vídeos de Rebel, no sentía que lo estaba haciendo por la cámara, sentía como si cada jadeo y gemido fuera sólo por él.

―Joder, esto es muy bueno. Está jodidamente apretado. Puta mierda.

Podía ver el temblor en los músculos del azabache que le dejaban saber que estaba cerca, así que aceleró sus propios tirones, agregando un pequeño giro en su glande, su dedo torturando su agujero una y otra vez.

―Oh, joder, joder. Quiero correrme desesperadamente.

Los gemidos provenientes de su laptop haciendo coro con sus propios jadeos, eran los únicos sonidos que inundaban su habitación.

―Sí, córrete ―alentó Beomgyu a través de la pantalla.

Rebel dejó salir un largo y bajo gemido, sacó el juguete, y se agarró a sí mismo con su otra mano. El castaño al verlo jadeó, el placer corriendo por todo su cuerpo en múltiples temblores. Colocó sus pies planos sobre la cama y empujó dentro del túnel de su puño con más fuerza.

Cerró sus ojos y sólo escuchó cada estrangulado gemido mientras Rebel era atormentado por su orgasmo. Lo imaginó arrodillándose sobre él, gruesos chorros de semen brotando del miembro del pelinegro a su propio estómago, su cabeza echada hacia atrás y sus músculos tensos.

El apretado anillo de su culo se abrazó alrededor del dedo dentro de él, y el calor se apresuró de su vientre y salió a través de su polla. Cada caliente chorro drenó la tensión que había estado sintiendo cuando despertó.

Abrió sus ojos sólo un poco mientras las réplicas vibraban a través de él. La expresión de Rebel no estaba muy lejos de la suya mientras jugaba con el semen en su piel y usaba sus ojos para coquetear con la cámara sólo unos segundos más.

―Gracias por ver ―dijo el chico y entonces le guiñó otra vez un ojo a la cámara hasta que la pantalla se puso en blanco.

Beomgyu jodidamente amaba a sus Ballsy Boys.

Dejó salir una larga respiración y cerró su laptop. Luego se estiró por una arrugada camiseta junto a la cama y la usó para limpiar su liberación. Lanzó la manchada prenda en dirección de su cesto y sacó un porro de la pequeña caja junto a su cama. Lo encendió e inhaló el humo dentro de sus pulmones, sosteniéndolo hasta que su cabeza comenzó a girar un poco y sus pulmones y garganta quemaban.

En algún lugar de su apartamento podía escuchar el sonido de alarma en su celular.

―Oh, joder.

De pronto recordó que iba a llegar tarde a su clase de la mañana si no sacaba su culo por la puerta. Tomó unos cuantos toques más antes de apagar el porro y ponerlo devuelta en su caja. Luego salió de la cama y se puso unos jeans desgastados y una henley roja. Pasó sus dedos a través de su cabello castaño, probablemente empeorándolo, pero al carajo.

Encontró su celular bajo el sofá, y luego salió por la puerta, sólo unos minutos tarde. Así que básicamente, estaba triunfando esa mañana.

☆☆☆

vAAMOS FAK, PRIMER CAPÍTULO.

como ya he dicho en otras historias, déjenme sus canciones favoritas para hacerles un playlist.

también les invito a pasearse por el perfil y seguirme. <3

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