━O8.

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—Pasen al frente: ¡Park Jimin y Mark Tuan!

Seokjin pasó su lengua por su colmillo, nervioso por la seguridad de aquel pequeño ser a su lado que temblaba por ser inexperto en el tema, teniendo miedo de ser humillado y que todos se rían, quería negarse a participar diciendo que no le gustaba la violencia pero la mirada del profesor sobre él apartaba esa posibilidad. Obligando a levantarse de su lugar cuando Mark se encaminó a su respectiva posición. Jimin con sus cabellos azules y ojos morados que destellaban más de lo que deseaba, se sentía avergonzado por casi tropezar mientras intentaba acercarse –siendo acudido por Seokjin rápidamente cuando lo vio estático–, su pantalón celeste con pequeños garabatos en sus puntas que mantenía un dobladillo en sus tobillos junto a un buzo de un color negro que combinaba con el color de sus zapatillas, ese conjunto se lo dio el establecimiento, cambiando los sucios trapos que vestía al llegar.

—Estarás bien —balbuceó confiado el mayor, queriendo convencer con sus amables palabras al peli-azul que no dejaba de temblar del miedo, en su cabeza pasaban pensamientos pesimistas sobre su condición física, negando con su cabeza a la vez que intentaba retroceder, mas, la pesada mano de Seokjin en su espalda se lo impedía—. Hey, si veo que las cosas se complican… Te prometo que pararé la pelea a la fuerza, ¿si? —«Lo haré», Jimin escuchó esa voz interna en el mayor, respiró pesado y asintió un poco confiado, no del todo, pero al menos aumentó un 1% su valentía, dejó al mayor para avanzar y quedar enfrentado frente al pelirrojo de ojos marrones.

—Conocen las reglas, no hace falta que las repita —«Que gran profesor» pensó Seokjin haciendo que Jimin surcara sus labios levemente al escucharlo.
 
—Las conozco muy bien —añadió el contrario pasando una larga lengua por sus labios, un líquido carmín encendido colgaba de su músculo haciendo temblar a Jimin y más cuando escuchó sus pensamientos «Que pena que no pueda usar mis habilidades, sería más divertido para luego hacerlo trizas» vio su sonrisa socorrona, volteó hacia Seokjin con sus ojos cristalizados, sus piernas no cedían a estar quietas y sus manos entrelazadas delante de su pecho tampoco le daba una apariencia intimidante.

Eran dos personas diferentes, Mark Tuan estaba confiando y Park Jimin temblaba del miedo. En su cabeza los pensamientos de los demás retumbaron.

“Será una pelea aburrida, dormiré”.

“Ese chico perderá, pobrecito, já”.

“Como si pudiera contra alguien del SP”.

“Pobre novato”.

Jeabum se quedó callado mirando al estudiante a su lado, dejó que se tome su tiempo, haría una excepción por esa vez, detendría el enfrentamiento si fuera necesario aunque parecía que no fuera el único que pensaba así, su vista recayó sobre Kim Seokjin, en cuclillas del lado de los estudiantes soltando esa aura peligrosa, calculando todo tan fríamente como el reptil que lo representaba, sabía que ese chico sería el primero en moverse y luego dirigió sus ojos hacia los guardianes notando una en particular que estaba dos pasos sobre la línea de formación desde que anunció a los contrincantes. Suspiró, ¿por qué tanto alboroto?

—Bien, por favor, mantengan distancia —Lo decía más por Mark que por Jimin, el último hasta parecía que se escaparía en cualquier instante.

Levantó su brazo con su mano recta. Yoongi que estaba acostado sobre una pared con su capucha puesta jugando con un caramelo dentro de su boca a la vez que una bandita posaba sobre su pómulo aunque estaba totalmente seca, pareció llamarle la atención lo que sucedía, podía sentir la tensión en algunas personas, sus rojos ojos se posaron sobre el chico de cabello azulado.

Todo pasó en cámara lenta, el profesor Jeabum dejando caer su brazo frente a los ojos de Jimin, su corazón dando latido tras latido y clavando sus uñas en la piel de su mano. “Tengo miedo” fue lo último que pensó antes de que la pelea comience.

—¡Empiecen!

El primero en moverse fue Mark que se tiró al suelo con sus manos al nivel de su tórax dándole soporte para mantener equilibrio y deslizar su pierna barriendo el suelo topándose con los pies de Jimin y derribarlo al instante, fue tan rápido que no pudo reaccionar cuando su cabeza chocó contra el suelo para encontrarse a los segundos con esos ojos sedientos mirarlo tan profundamente que sintió que tocaba su alma y producía un temblor en todo su cuerpo. «Es aburrido si no pelea», lo escuchó pensar, pero, ¿por qué no lo sacó directamente de los límites y ya…?

Sádico.

Jadeó molesto, sin embargo se atragantó con el aire al sentir unos dedos rodear su tobillo y elevarlo para volver a tirarlo directo al duro suelo. Sintió sangre besar a su lengua y el metal esparciéndose por toda su boca, Seokjin sacó sus colmillos pero sabía que no podía intervenir, no ahora. Jimin intentó levantarse pero un impacto directo en su mejilla lo hizo tambalear, no podía abrir sus ojos por los golpes que se repartían alrededor de su cuerpo con un compás tan rápido y temible. «Vamos a partir su brazo», Jimin abrió sus ojos en pánico cuando vio sus manos querer tomar su extremidad, se alejó a tropezones cayendo al suelo a propósito, Mark chasqueó su lengua molesto levantando su pie para pisotear a la persona debajo de él, mas, el peli-azul rodó hasta quedar lo suficiente lejos y colocarse de pie aún mareado por tantas vueltas.

—¡Quedate quieto, sabandija! —Corrió tan rápido hacia él, Jimin volvió a esquivarlo. Miró a Seokjin «Saca provecho de lo que tienes y encuentra las debilidades de ese idiota», no lo entendió de inmediato pero siguió huyendo de los ataques del pelirrojo. «Me estoy cansando, maldición», los ojos de Jimin brillaron “Se está cansando, debo seguir corriendo”, el enfrentamiento se tornó extraño por no decir peculiar, llamando la atención lentamente de los estudiantes, Jeabum estrechó los ojos pensando lo que hay en la mente de su nuevo estudiante, Seokjin no lo entendió al principio pero fue encajando piezas de a poco para darse cuenta del plan del peli-azul.

Yoongi ahora se abalanzó un poco sobre su cuerpo para acercarse a ver por encima de los hombros de sus compañeros.

El puño de Mark se estrelló contra el aire a un lado del rostro de un asustado Jimin, se agachó escapando por debajo del brazo del alto. No pudo ir demasiado lejos cuando un tirón en su cabello lo lanzó hacia atrás, estando a la merced del sádico que río divertido jalando más de esos suaves mechones desbordándose entre sus dedos, respiró profundo llenando sus pulmones del olor de la sangre y Jimin soltó una pequeña lágrima por el dolor. Un grito feroz se escuchó del fondo de la sala, intentó girar la cabeza pero Mark lo evitó, de reojo pudo notar a Seokjin siendo agarrado por dos guardianes y Jeabum, sus colmillos sobresaliendo y sus pupilas parecían desaparecer en una delgada línea.

El profesor exhaló dejando a Seokjin al cuidado de los guardianes, aún no, no podían internevir, no todavía.

Jimin comenzó a luchar rasguñando el brazo del alto dejando líneas rojas por toda su piel, dándose que era en vano así que cerró sus ojos nuevamente intentando buscar un recuerdo que lo ayude en ese momento. Lo encontró. Uno no muy lejano de una pelea callejera, buscó detalles y los consiguió. Tomó aire buscando fuerzas, otro grito por parte de Seokjin, los estudiantes ahora estaban siendo expectantes fieles, también se había llevado toda la atención del albino.

Mark se distrajo con el alarido, volteando para mirar a la multitud, «¿Quién fue el idiota que interrumpe mi momento?» Jimin utilizó su distracción para acumular fuerza en su brazo y pierna izquierda, levantando su pie izquierdo con su trayecto directo a la mandíbula de un mutante distraído que cayó al suelo luego de la patada, la sangre no tardó en salir de su boca y pequeños hilos azules en el aire descendieron tal cual copo de nieve en invierno. Park se alejó de su oponente escupiendo el líquido rojo luego de toser por su respiración errática, sus pulmones comprimidos y las heridas ardiendo en su lastimado rostro alentaban sus movimientos. Seokjin abrió los ojos sorprendido, dejando de luchar contra los guardianes que lo soltaron cuando se calmó, ladeó su boca en una sonrisa incrédula al ver que Jimin salió de esa situación.

—Hijo de- —Mark se interrumpió a sí mismo tomando velocidad yendo totalmente enfurecido hacia el peli-azul asustado. Comenzó a evitarlo y no caer en sus manos de nuevo, esos ojos estaban oscuros cargados de cólera, sabía que la segunda vez que fuera atrapado sería peor «Le arrancaré el cabello y romperé su cara, hijo de puta, maldito infeliz, lo destruiré», definitivamente no se dejaría atrapar.

No supo en qué momento estaba parado al borde del perímetro con Mark pareciendo un toro apunto de matarlo, el brazo del pelirrojo se flexionó dispuesto a derribarlo con ello, aunque no esperó que al momento de llegar al contacto, Jimin tirara su cabeza hacia atrás y el borde de su antebrazo rozara con su nariz, mantuvo la respiración cuando logró escapar al otro lado de su campo de lucha. El alto casi estuvo por salir de los límites pero en una rápida reacción dobló la parte superior de su cuerpo hacia atrás para no perder el balance apoyando sus manos en la superficie y elevar sus piernas al aire en una voltereta de 3 vueltas. Park se espantó por esa flexibilidad, Mark tronó su cuello y masajeó su quijada.

»—Me estás hartando —gruñó.

Los estudiantes soltaban pequeños sonidos de sorpresa y seguían sin creer que el nuevo sin experiencia aún no haya sido vencido por Mark, el grupo del SP estaban molestos por ser humillados de esa forma apretando sus puños, Yoongi soltó una corta risa nasal interesado más en el combate, apoyando su mejilla en su mano.

Jimin anteriormente pudo escuchar por un segundo que Mark se quedaba sin oxígeno, se estaba cansando, se alivió por eso porque él también estaba llegando a su punto máximo y pensó rápidamente en el próximo movimiento, estaba totalmente consciente que no poseía la fuerza suficiente para vencerlo y que la patada de antes fue pura suerte gracias a Seokjin, no tenía oportunidad contra el pelirrojo. Mark se acercó a paso rápido, acelerando con cada pisada, si volvía a intentar lo de antes no funcionaría ya que ya supo que el chico haría uso de su flexibilidad y evitaría que eso pasara. Por eso no omitió el golpe del alto y al contrario, llevó sus pequeñas manos hacia su cintura y se lanzó hacia atrás donde la marcada línea blanca terminaba, ambos cayeron en seco al suelo y el silencio se prolongó por toda la sala. Jeabum boqueó confundido y levantó la mano para anunciar el resultado final.

—No hubo ganador —La mayor parte de la clase  emitió una queja colectiva. Mark se levantó enojado con sus cejas aproximadas y el rostro rojo.

—¡Maldito hi- —Estuvo a punto de golpearlo pero la mano de Seokjin en su tobillo, el brazo de Jeabum rodeando su cuello posado detrás de su cuerpo, dos guardianes tomando su brazos detuvieron que pudiera hacerle daño alguno al vulnerable chico que escupía sangre tirado en el suelo, la asistencia médica llegó de inmediato.

—La pelea terminó, mocoso —susurró Jeabum mientras que su estudiante se removía deseando escapar—. Kim Seokjin, acompáñalo —ordenó el profesor refiriéndose a Jimin, sus heridas no eran graves pero debían ser tratadas lo antes posible.

El peli-verde no tuvo que escuchar más para acompañar a Jimin.

Los enfrentamientos acabaron. Jeabum se sentó en su escritorio cuando toda la clase abandonaba el lugar sacando archivos dentro de uno de sus cajones cerrados con llave, buscó la ficha de alguien en específico.

«Park Jimin».

Leyó su expediente con sus cejas fruncidas para luego mirar fijamente la foto del muchacho de cabellos azules.

‘Poder: Sin determinar’.

—¿Qué demonios…? —Cuando quiso seguir leyendo notó que no había más información, no había abundantes datos del chico… Esto le recordaba al expediente de otro estudiante.

Soltó aire. Miró hacia adelante con total normalidad viendo a la persona parada delante suyo en total silencio, alzó una ceja cuando destapó su cara y movió levemente su manto, mostrando a una de las guardianas.

»—¿Tú no sabes nada de esto, verdad? —Mostró la foto de Jimin a la guardiana.

—Park Jimin, no hay mucho de él, tampoco Nirt me dijo mucho, aún está bajo vigilancia —Se sentó sobre el escritorio de Jeabum con las largas telas cubriendo su cuerpo.

—¿Aún? ¿No tenían sus ojos sobre él antes? —La mujer negó.

—El niño no figura en muchos documentos, y antes de que sepamos de su existencia, no existen muchos datos que lo registren para darnos pistas, creo que eso tiene ansiosa a Nirt.

—Entonces; sin historial, pasado, habilidad, ¿padres? —La guardiana respondió con una negativa ante su pregunta.

—Por eso debemos ser precavidos —Jeabum recordó el enfrentamiento de antes.

—Aunque, ¿viste la pelea de antes? —La contraria asintió con una pequeña sonrisa.

—Terminó el enfrentamiento arriesgándose también para detener a Mark, sabía que no tenía oportunidad y lo utilizó.

Jeabum levantó su mano—. También hay otros detalles.

La guardiana ahora pareció confundida.

—¿Cuáles?

—En todo el enfrentamiento estuvo huyendo de Mark, hizo que se cansé para así lograr el golpe final…

—Derribarlo —terminó la oración sorprendida.

—Exacto. Al chico sólo le falta entrenamiento en mi área —Guardó los expedientes y por último, mirar nuevamente la foto del muchacho, había algo que lo mantenía en pánico…

Jimin abrió los ojos lentamente y el ardor en su rostro trajo a su cabeza memorias de su pelea. Seokjin estaba a su lado leyendo un libro, la habitación era blanca con un par de adornos, desorientado y cansado, regresó su cabeza a la almohada pero el sueño no llegaba a su cuerpo de nuevo. El peli-verde notó que Park despertó y cerró su libro, uno viejo que encontró en la biblioteca llamado “La vida negociable”, lo dejó a un lado para aproximarse al menor con una mirada amable.

«Yongeun» Jimin se confundió al escuchar aquel nombre viniendo de Seokjin pero éste pareció olvidar que el menor podía oír todo.

—¿Cómo estás? ¿Te sigue doliendo mucho? —«Ese maldito, no tiene piedad el hijo de perra». Jimin sonrió amable sentándose rápidamente ayudado por el mayor.

—No tanto, no se preocupe por favor Seokjin-nim —El nombrado le regaló una sonrisa gentil.

—Dime hyung, ¿si? —Sacudió los cabellos azulados del menor que río siendo mimado por el peli-verde. Se dejó acariciar, sintió un sentimiento que no podía explicar, ya que, lo único que recuerda que recibió a lo largo de su vida fueron insultos y golpes, hasta pensó que Seokjin lo golpearía, sin embargo cambió sus expectativas hablándole bonito y tratándolo como si fuera una linda flor.

Los enfermeros curaron las heridas y le dieron un par de avisos y advertencias, sobre todo que descansara. El sol descendió y él se encontraba paseando por el jardín del establecimiento, vio a personas con uniformes parados en posiciones estratégicas mirando hacia el exterior y no el interior. Se detuvo abruptamente por uno de los senderos cuando vio al albino de antes acariciando los pétalos de una gran flor «Son blancas como esa noche… ¿Qué estarían haciendo ahora?», los ojos morados de Jimin tomaron un fuerte color.

«Ah, tengo sueño… Quizás antes de dormir coma algo» El albino paseó su mirada y se detuvo en el muchacho de ropas blancas.

—Lo… lo siento, me perdí —comentó, sí estaba perdido, no sabía cómo volver a las habitaciones. Estaba nervioso porque no le habló a otro mutante que no fuera Seokjin o Nirt, ¿esta sería su primera interacción con otro?

El pálido lo miró fijamente. No podía leer sus pensamientos ¿su mente estaba en blanco?, estaba agobiado por no recibir respuesta hasta verlo separar sus labios.

—Sigues derecho por aquí, luego doblas a la derecha encontraras la lateral del edificio y te encontrarás con la puerta posterior al establecimiento a mitad del camino —Cuando terminó de hablar siguió con sus acciones perdiéndose en la flor, Jimin asintió un poco aturdido y siguiendo sus indicaciones con su corazón en la boca, no sin antes decir un leve gracias. “¡Ahhhh! ¿De dónde saque las agallas para hablarle? Dios mío”. Aunque al momento de escuchar su voz, un escalofrío recorrió totalmente su cuerpo, fue ronca, profunda y grave, varonil y le gustó, le gustó su voz.

Llegó a las habitaciones, buscando su número y viendo en los pasillos a mutantes hablar, aún no se acostumbraba a la vista o la comodidad, debía seguir trabajando en ello, evitó hablar con alguien hasta llegar a su cuarto compartido y entró con cuidado y sin hacer ruido para acostarse en la cama con cuidado porque le dolían aún las heridas.

La puerta del baño estaba cerrada y la luz encendida, también escuchaba la regadera encendida y supuso que Seokjin se estaba bañando. Esperó tomando un pequeño aparato que reflejó una pantalla con una variedad de películas, series y cosas para entretener, aunque pasaron unos minutos cuando comenzó a ver una película y escuchó que el agua cesó, ruidos de movimientos se hicieron oír hasta que finalmente el mayor salió del baño con el torso descubierto. Jimin desvió la vista y Seokjin río por ello.

—Ambos somos hombres Jimin —El peli-azul aún así no volteó, recapacitó y se dijo a sí mismo que fue estúpida su reacción. Volviendo a su posición inicial pero le echó un vistazo de reojo a la espalda de Seokjin y…

Muchas cicatrices decoraban su piel.

»—Mañana te explicarán un poco sobre los mutantes, el sistema y bla, bla, bla —comentó Seokjin finalmente vistiendo una remera negra que resaltaban sus anchos hombros, al darse vuelta encontró una mirada sorprendida por parte de Jimin que pronto decayó en la tristeza y en sollozos—. Hey, ¿qué sucede? —Lo tomó de los hombros tratando de buscar si alguna herida se abrió o algo—, ¿por qué lloras?

—Sólo… —Sacudió su cabeza.

—Puedes decírmelo, ¿si? —Su tono fue suave, como el terciopelo.

—Sólo recordé cosas que prefiero olvidar…

Sí, olvidar su pasado. ¿Seokjin también habrá sufrido? ¿Y el chico albino también?





























































Gracias a gureumguk por la portada y el banner, los amé 💛

mysverse©

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