Hoy por fin pude ignorarte como es debido, estuve mentalizándome día y noche para hacer esto, y por fin, luego de tanto tiempo, lo logré.

Me siento orgulloso.
Me siento renovado.
Como si fuera otra persona.

Me gritaste para acercarme, en vez de eso, hice como si no escuchaba y me fui en la dirección contraria.

Te acercaste para hablarme, y en vez de darte mi atención, te di una tonta excusa para encaminarme tontamente a la cafetería.

Me miraste extrañado, y solo te sonreí, para luego irme sin decir nada.

Quisiste despedirte, pero caminé con rapidez y me fui corriendo con BangChan hacia la salida de la universidad con una sonrisa en nuestros labios.

Fue un día de locos. Mi corazón palpitaba con fuerza, y vaya que lo hacía, después de todos estos años, pude ignorarte por todo un día.

¡Lo logré, joder!

Me reí y agradecí al cielo de que no tuviéramos tantas clases juntos, eso hubiera sido desastroso. No hubiera sabido controlarlo.

Fue la primera vez que te dejaba de lado, sin importar nada

Pero, aunque, de alguna forma, te haya rechazado, estuviste todo el día en mis pensamientos, creando y recreando películas románticas. Volviéndome a fantasear con un futuro juntos. Creando un final feliz en esta historia sin desenlace.

No cura remedio para esta enfermedad llamada amor

Pero hubo algo. Lo sentía lejano. Ese sentimiento de dolor se sentía lejano. Aunque te estuve pensando, sentía como si ya no tuviera la necesidad de hacerlo.

Pude por primera vez sentir que esa promesa en mi cuaderno que decía "olvídalo" se cumpliría.