𓏲 𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗜𝗜 ⩩ ‧̍̊🍂·̊ೄ

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Londres, 1975

Corría desesperado por los pasillos de su ahora escuela, claro, tenía que terminar los trámites de inscripción y transferencia en la recepción del instituto, y estaba más que claro que había perdido dos preciadas horas.

Si bien, ocho horas atrasadas de acuerdo a su reloj biológico lo alteraban mucho, a esas horas, él estaría durmiendo tan tranquilo, en su cama, y en su país, pero, oh, no, no estaba en su país, estaba en Londres, la ciudad de ensueño de Reino Unido.

Ahora, sí, reconocía que estaba perdido, y aunque teniendo un croquis de cada edificio y el número de aulas, lo perdía más.

Iba pasando por un pasillo, cuando escuchó una melodía parecida a la que había oído la noche anterior en la casa del señor Kim.

Für Elise.

Disminuyó la velocidad de sus pasos, apreciando más a fondo la melodía.

Cuando llegó frente aquella aula, pudo ver al mismo chico que había visto en aquellas fotos de la casa del señor Kim.

De repente, la música dejó de sonar de una manera tan abrupta; Jungkook entró en pánico cuando aquel chico lo miró de una manera tan profunda y penetrante con aquellos ojos oscuros.

Pasaron pocos segundos, cuando Jungkook empezó a retroceder de manera lenta, pero aquel chico se había levantado del taburete y comenzando a dirigirse hacía la puerta del aula.

Aquel chico trató de mantener el paso, pero cuando quiso girar la manija, Jungkook había salido corriendo por uno de los pasillos.

Es tierno.

Pensó Taehyung mientras sonreía para sí mismo cuando lo vió huir de él.

Jungkook trataba de regular su respiración debido a que había corrido lo más rápido que pudo.

Estaba recargado sobre un muro, con las manos apoyadas sobre sus rodillas, y extrañamente, cuando vió él número del aula que se encontraba frente a él, se dió cuenta de que era el aula en la que le tocaba tener sus clases.

Se pasó las manos por el cuerpo, alisando su camisa y limpiando sus pantalones tratando de arreglarse un poco, incluso, peinó sus cabellos alborotados con sus dedos.

Tocó tres veces la puerta del aula con sus nudillos esperando a que fuese abierta.

Detrás del umbral, había una dama vestida con un vestido rojo entallado a su cuerpo, tapando por completo sus hombros y pecho, cabello rubio que caía hasta la altura de sus pechos con pequeñas ondulaciones en las puntas y un fleco recto sobre sus cejas.

—¿Clase de Francés con el profesor Liam Brun?— preguntó Jungkook confundido.

—El profesor Brun está fuera de Londres, soy su suplente—, contestó amable aquella mujer con un acento francés en su pronunciación—. Tú debes ser el nuevo alumno transferido, ¿no es así?

—Ah... Si.

—Bien, pasa.

La mujer se hizo a un lado dándole pasó a Jungkook, quien sostuvo mejor su morral sobre su hombro.

Les gars, faites attention—, dijo la mujer recorriendo su mirada por los alumnos que estaban presentes para después mirar fijamente a Jungkook—, c'est le nouvel étudiant transféré. Dijo finalmente dándole la palabra a Jungkook.

Respiró hondo, viendo a todos por un momento.

Bonjour tout le mondedijo moviendo un poco su mano—, je m'appelle Jeon Jungkook et j'espère que vous prendrez soin de moi.

Todos quedaron atónitos por lo bien pronunciado que dijo y habló su francés.

—Tome asiento, por favor, joven Jeon—, dijo la mujer viendo un tanto curiosa a Jungkook.

No se hizo esperar, Jungkook inmediatamente hizo caso y se sentó en el pupitre que tenía al lado suyo.

Cuando justo iba a empezar la clase, se escucharon un par de azotes en la puerta.

Y ahí lo vió de nuevo.

Oh, no.

Pensó Jungkook.

Era otra vez, aquel chico que había visto en la casa del señor Kim, y hace unos minutos, en el aula de música tocando el piano.

—Joven Kim, ¿está conciente de que no son horas de llegar a la clase?—, bueno, ahora la mujer estaba molesta.

—Lo sé, señorita Dubois. No volverá a suceder.

—Lo mismo le dijo al profesor Brun. Lleva dos faltas en lo vamos del curso, y que yo sepa, usted no es de faltar o llegar tarde a clases.

—Lo sé, ¿me permite pasar?

—Tome asiento. Que sea la última vez que pasa.

Taehyung caminó por un pasillo que había entre las filas de los pupitres.

Jungkook no supo si lo había hecho a propósito o algo, pero aquel chico se había sentado junto a él.

Kon'ni...

—Sí, pero no soy japonés, y en realidad, para mí es annyeonghaseyo. Dijo Jungkook encogido para que no viera lo sonrojado que estaba por su timidez.

—¿Entonces eres de...?

—Corea... Del sur, en el norte las cosas están... complicadas—, dijo Jungkook cuando por fin alzó la cabeza para mirar al chico un poco.

Bueno, ahora que lo veía de cerca y ya no era una simple fotografía colgada en la pared, pudo comprobar que ese chico era realmente atractivo y guapo. El joven Kim le parecía guapo.

—Soy Taehyung, Kim Taehyung, es un gusto—. Extendió su mano un poco debajo de la mesa para que la profesora no viera que no presteban ni una mínima atención a su clase, cosa que claramente, Jungkook no notó para nada.

—Jeon Jungkook— dijo, para volver a agacharse sobre sus brazos y la mesa del pupitre, ignorando completamente la mano de Taehyung bajo la mesa.

Se quedó así por varios minutos, Taehyung no le había tomado importancia al comportamiento de Jungkook, hasta que comenzó a escuchar sollozos y gemidos bajos.

—¿Estás bien, Jeon Jungkook?— preguntó preocupado.

—Si... Es solo que...—, levantó su cabeza un poco, dejando ver lo rojos que estaban sus ojos y nariz, con pocas lágrimas recorriendo sus mejillas—, nunca nadie me había hablado así, tan... amable.

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