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Londres, 1975

Jungkook estaba sentado frente a su padre mientras cenaban.

Y todavía podía recordarlo.

En su cabeza se repetía una y otra vez la misma escena, Taehyung y él con sus rostros tan cerca uno del otro, que todavía podía recordar el ritmo y calidez de su respiración; de él y sus deseos de besarlo.

Besarlo.

Sabía que si lo hacía, tal vez moriría por besar a otro hombre que probablemente fuese heterosexual y con ideas conservadoras y homofóbicas.

Se suponía que estaba escuchando a su padre hablar respecto a su nuevo trabajo...

—... La verdad, el señor Kim es un buen hombre, su hijo es tan parecido a él, deberías conocerlo— fue lo que dijo SeongJin sacando de sus pensamientos a su único hijo.

—Ah... Si, supongo que sí— respondió Jungkook mientras paseaba su mirada por su plato de comida casi intacto la cual, era un poco revuelta por el tenedor que sostenía.

Conocer a Kim Taehyung.

Pensó, tal vez si lo trataba y lo conocía más a fondo dejaría de estar pensando tanto en él desde que lo vió por primera vez.

Pero le era inevitable recordarlo, como aquella noche en que lo vió, con aquel smoking negro, se veía tan apuesto y hermoso.

También como iba vestido el otro día que había ido a la escuela, con un chaleco de lana color verde, camisa blanca y pantalones holgados.

Dios, tanto pensar en aquel chico hizo que su cara se volviera roja.

Papá— dijo en su idioma natal, llamando la atención de SeongJin—, c-creo... creo que me gusta alguien...

—¿Ah, si?— inquirió su padre interesado, puesto que sabía los gustos de su hijo—. ¿Y dime? ¿Es guapo? ¿Es del Colegio? No, espera, eso es obvio...

—Papá... e-es—soltó un suspiro, esperando así calmarse para decirle a su padre—, el chico que me gusta es Taehyung.

Si, bueno, decirlo no había sido buena idea, puesto la cara que puso su padre pasó de ser de completa y absoluta felicidad a ser una de miedo y preocupación.

—Jungkook... ¿Estás hablando del hijo del señor Kim?

Jungkook asintió con un sonido nasal mientras movía su cabeza y se encogía de hombros.

—Hijo, el señor Kim es... ¿Cómo decirlo? Él fue educado a la antigua, y sabes que el no soportaría ver a uno de sus hijos salir con un hombre.

Jungkook lo sabía. Lo supo desde el momento en que lo vió en aquella fotografía, en la sala de reuniones de su casa, en el aula de prácticas, y cuando lo vió en el umbral de la puerta del aula de la clase de francés.

Sabía que estaba mal.

Lo sabía.

Lo peor de todo es que él sabía que estaba mal, ¿o no?

Taehyung estaba sentado por décima vez frente aquel piano mientras trataba de tocar el acústico de la canción que había escuchado el otro día.

Pero...

1...

2...

3...

Ya ni siquiera recordaba cuántas veces había intentado sacar y anotar las notas de la canción.

Se preguntaba cómo Jungkook había podido tocar el acústico sin tener unas partituras aquel día.

Jungkook...

Inconscientemente había estado pensando en él los últimos dos días.

Le daba cierta ternura recordar lo rojo que se había puesto cuando le había susurrado al oído.

Le gustaba ver el brillo que tenía siempre en sus ojos y la forma peculiar de estos.

Jungkook le parecía alguien delicado, pero a la vez lo hacía parecer fuerte.

Aquel chico le parecía interesante, si bien, nunca tuvo amigos interesados por la música, siempre eran los típicos chicos que salían los fines de semana a clubes nocturnos, tomaban alcohol, bailaban las canciones de Elton John, Queen, Elvis Presley, Michael Jackson y The Beatles mientras agitaban la cabeza y hacían pasos extravagantes.

Y en cierta parte, Taehyung siempre quiso hacer eso con sus pocos amigos; aunque su padre siempre lo terminaba alejando de ellos solo porque para él eran malas influencias, según su padre.

Pero él solo quería vivir un poco de ese éxtasis, de vivir su primer amor, de sentir esa calidez de tomar a alguien de la mano, de besar a alguien, quería vivir eso.

Pero no podía, sabía que no podía, menos desde lo sucedido años atrás.

Y no hablamos del compromiso con Reachell, sino por la muerte de su mejor amigo.

¿Quién diría que el chico más tranquilo de la clase, el más amable y el más lindo con las chicas terminaría suicidándose?

Bueno, eso solo tenía una respuesta, y esa respuesta Taehyung la sabía.

Sabía por qué Jimin había terminado así.


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