02❜ - Hyung, ¿Qué se siente estar enamorado?

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Jay rió ante las ocurrencias de su pequeño. En verdad era muy curioso e inocente, es por eso que no va a olvidar aquellas tiernas palabras que salieron de sus labios.

"—Hyung, ¿Qué se siente estar enamorado?"

Jay se acomodó mejor en el sofá y pausó la película que estaban viendo para enderezarse y mirar al menor junto a él.

—Bueno, estar enamorado de una persona se siente muy bonito.—sonrió —Esa persona te roba suspiros con cada acción o palabra, te hace sentir que eres vulnerable, pero de una buena manera. Se adueña de tus pensamientos y sueños. Te haces en cierta forma, dependiente de esa persona; tu estado de ánimo muchas veces tiene inicio apartir de el otro.—suspiró. —Sientes que es parte de tu felicidad y no puedes vivir sin el o ella, cómo también sientes que eres capaz de cualquier cosa.

»Te vuelves tonto con solo verle sonreír. Tu corazón se agita cuando hacen contacto visual. Te vuelves ajeno al mundo cuando hablan, sientes que vuelas cuando te abraza, te sientes querido cuando te confiesa un secreto, te sientes orgulloso cuando logras sacarle una carcajada, te sientes feliz cuando acepta ir contigo al parque, aunque sea solo para tomar un helado o quedarse en silencio; te sientes honrado al ser capaz de mantener una charla entretenida, y una hermosa sensación se instala en su pecho cuando notas que se interesa por lo que dices.

»Todo es aún más hermoso cuando los sentimientos son correspondidos, la sensación de calidez y felicidad es inexplicable cuando la persona que amas siente lo mismo por ti. Es en este momento es el que ambos se ponen tontos cuando están juntos.—rió. —Sus ojos hacen contacto y por inercia ambos corren la mirada con una sonrisa en los labios y un sonrojo en las mejillas. Ambos se vuelven tímidos frente al otro, pero se sienten extremadamente bien.

»Aun así, la persona de la que nos enamoramos no siempre es la correcta.—suspiró bajando la cabeza. —Pueden llegar a hacernos daño, a veces sin darse cuenta, a veces a propósito. Algunas personas se burlan de tí, otras te miran con asco. Puedes llegar a perder una amistad o varias.—hizo una pausa —Cuando te enamoras sueles decirle a tus padres, estos te quieren y te apoyan. Pero...—suspiró —cuando la persona de la que te enamoras es alguien de tu mismo sexo, puedes tener la suerte de que sea igual, o puedes tener la injusticia de que te miren con asco, te agredan, te traten de enfermo o incluso peor, que te echen de tu propio hogar.—soltó una risa amarga. —Ese es el porque de que esté aquí.

El menor ya se encontraba con los ojos vidriosos ante las últimas palabras de su hyung.

—Aun así, vale la pena pasar por todo eso sí la persona es la indicada. —se acercó a Jake con una sonrisa nostálgica y lo tomó de las mejillas, acariciando estas. —Es por eso, —le dió un besito en los labios —que nunca, —otro besito —me voy a arrepentir de nada. Por qué estoy enamorado de ti.—le dió otro beso, esta vez más largo que cualquiera que se hayan dado.

Jay comenzó a mover sus labios de forma lenta, haciéndole entender al menor lo que quería. Este luego de unos segundos cerró los ojos y le correspondió; tímido y torpe.

Pasó quizás un minuto, y ambos se separaron. Jake tenía una pequeña sonrisa y su carita completamente roja, mientras que Jay sonreía como tonto.

Sé quedaron así, frente con frente, durante unos minutos hasta que el mayor volvió a hablar.

—Jake...

—¿Que ocurre hyung? —susurró, pero con la cercanía que mantenían, el contrario lo escuchó a la perfección.

Jay levantó la cabeza del menor haciendo que lo mire a los ojos.

—Tú... ¿quisieras ser el novio de este tonto enamorado?—preguntó con una sonrisa en sus labios.

El menor abrió los ojos como platos y llevó sus manitos hacia su boca, tapándola de la impresión.
Una enorme sonrisa se formó es sus labios, y Jay juró que era la más hermosa que nunca haya visto. Le robó un besito para luego abrazarlo con fuerza escondiendo la carita en su pecho, asistiendo eufóricamente.

—¡Si hyung! Si quiero...

El mayor le correspondió el abrazo besando multiples veces su cabecita. Ambos se quedaron así durante varios minutos sintiéndose bien.

—Hyung...

—¿Qué amorcito?—esa palabra causó un remolino de sensaciones en el menor.

—Yo...y-yo también estoy enamorado de usted.—y lo besó.

Ese beso selló un final y un comienzo para ambos, se amaban y lo sabían, aún así nunca se arrepentirían de nada.

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