♡❜ Capítulo dieciocho.

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- YunHo se encontraba acostado en la camilla a lado de su esposo y SungHoon, los tres estaban en silencio esperando a que el doctor terminara de poner una venda en las piernas del omega.

— Debe de estar en reposo para que no se lastime más — dijo el doctor.

— Esta bien, muchas gracias doctor — dijo el esposo del menor.

— Acompáñeme por favor, le daré los medicamentos y firma la estancia de su esposo en el hospital.

— Si, ahorita vengo bebé — MinGi le dio un beso a su omega y salió de la habitación siguiendo al doctor.

SungHoon y YunHo se quedaron unos momentos en silencio hasta que el pelimenta decidió hablar primero.

— ¿Y Riki? ¿Está bien? — pregunto el menor.

— ¿Por qué preguntas por él? Casi te mata — dijo el mayor.

— Eso es mentira SungHoon, de no ser por Ni-Ki yo me hubiera golpeado la cabeza, yo fui el culpable de que ese estante cayera no él. Por dios SungHoon, es tu esposo, debes creer más en sus palabras ¿Qué clase de esposo eres?

— Él esta celoso de ti, pudo haberte hecho algo malo.

— No seas idiota SungHoon, es tu esposo y debes tratarlo como tal. ¿Crees que no me di cuenta de cómo me mirabas? Debiste ponerle más atención a tu omega, él te necesitaba, me incomoda que me sigas mirando así, ya no te quiero, así que tu también olvídame y concéntrate en tu familia.

— Yo no pedí casarme con él, Riki fue un error.

— Todas las personas que están a nuestro alrededor forman algo importante en nuestra vida y más si es tu destinado. Es mejor que ya no nos veamos SungHoon, la colaboración la haremos a distancia, volveré a la ciudad donde estaba con mi esposo, ya no eres el mismo de antes, esa persona que me enamoro algún día, ya no está.

Park iba a decir algo más, pero la puerta abriéndose los interrumpió.

— Vámonos bebé, ya pagué todo — dijo MinGi.

— Vamos cariño — respondió YunHo sonriendo.

El cenizo salió de la habitación caminando hacia la salida, la persona que amaba lo acababa de rechazar, ya no tenía caso seguir insistiendo más.

Koga se acercó al alfa dándole una bofetada con fuerza empezando a golpearlo, SungHoon se quejó y lo aparto antes de que este siguiera golpeándolo.

— ¿Qué diablos te pasa Koga? — gruño SungHoon.

— ¿Qué me pasa? Te diré lo que me pasa, Riki tiene una herida en el brazo y le tuvieron que dar dos puntadas para cerrarla y tú estas detrás de alguien ya casado, eso es lo que me pasa.

— ¿Dónde está? — preguntó sin ningún interés.

El beta suspiro y miro al mayor.

— Si por mi fuera ya te hubiera puesto en una caja bajo tierra — Koga jalo al alfa hasta la habitación donde estaba el omega.

Al entrar, el cenizo frunció el ceño, era Haruto junto a Riki revisando su vientre, Koga le dio una patada en el tobillo con fuerza al escucharlo gruñir.

— No tienes ningún derecho a enojarte cuando quien debería estarlo es mi hermano — susurró el mayor en tono molesto.

SungHoon le lanzo una mirada molesta al hermano de Nishimura y se quedó mirando al omega junto al alfa hasta que termino su revisión y Haruto salió de la habitación ignorando completamente a SungHoon como si no existiera, cosa que molesto al cenizo, pero no dijo nada.

— Hoon... lo siento — dijo Nishimura, ya estaba acostumbrado a siempre disculparse cuando el mayor lo hacía sentir culpable.

— YunHo está bien — respondió el alfa.

— ¿Lo hice mal de nuevo? — el castaño miro al mayor asentir y bajo sus orejas — Lo haré mejor la próxima vez...

— Ya no habrá próxima vez, YunHo se va a ir por tu culpa.

— Lo siento mucho SungHoon, se cuánto significa ese omega para ti, no quería que se fuera — Ni-Ki mordió su labio para no llorar, odiaba ser débil ante SungHoon.

— Cuida tus palabras, no es un omega cualquiera como tú, es YunHo, el mejor omega que he conocido.

— Perdón...

— Me hartas... siempre te andas disculpando de todo, un simple perdón no va a resolver todo lo que hiciste.

El omega se quedo en silencio empezando a llorar, ya no quería estar con el alfa, quería escapar de ahí, pero si lo hacía su propio lobo moriría al no estar cerca del alfa y él también, no quería morir aún pero dolía más saber que eran destinados y tenían que estar juntos a la fuerza.

— Iré a pagar el hospital, vete cambiando, me gustaría abandonarte aquí, pero mi estúpido lobo te necesita y deja de llorar siempre. YunHo era más fuerte y más lindo que tú, si tan solo fueras como él... — el alfa gruñó y salió de la habitación.

Riki había olvidado el amor propio, se empezó a odiar a si mismo, su reflejo en el espejo ya no lo conocía, se veía con demasiadas imperfecciones, si tan solo fuera como el omega que Park ama tanto tal vez así lo amaría.

♡❜

Cuando llegaron a casa ninguno de los se atrevió a hablar, SungHoon se comportaba más distante que de costumbre y así fue por los siguientes días. El alfa dormía en el sofá de la cama y desayunaba solo, había reforzado a los guardias alrededor de toda la casa, haciendo que Riki ya no pudiera escaparse para distraerse un poco.

Cuando Nishimura salía de la habitación siempre había guardias que lo vigilaban, se sentía más prisionero de lo que ya era, solo podían venir a verlo, pero él nunca podía salir.

Siempre salía al jardín y leía varios libros, era su rutina diaria, incluso empezó a cuidar las flores haciendo que estas se vieran más hermosas, su brazo aún dolía, pero debía ser fuerte y no chistar enfrente de su alfa.

Empezaría a ser como a Park le gustaba, tal vez así lo empezaría a ver como algo más que un simple accidente, había terminado ya de leer todos sus libros, el cenizo ya casi llegaba a la casa para comer.

El castaño tomo su forma de lobo negro y camino hasta la puerta principal, siempre esperaba a SungHoon sonriendo a pesar de que este lo ignorara, pero la emoción del omega al tenerlo de vuelta en la casa lo ponía feliz, significaba "hogar", el alfa era su hogar a pesar de que fuera malo con él.

El cenizo entro a la casa encontrándose con el lobo negro agitando su cola de felicidad y sus orejas hacia arriba, a pesar de que la mayoría de tiempo se encontraban hacía abajo, por los regaños o palabras que el mayor de decía. SungHoon se le quedo viendo, no fue a recibirlo como otras veces, algo quería, suspiró y se sentó en las escaleras de la entrada.

— ¿Qué quieres? — preguntó el alfa.

Ni-Ki se acercó a él cautelosamente, pues le tenía miedo al alfa desde que este le dio la bofetada, se sentó a su lado y lo miró.

— Quiero un libro nuevo... — dijo casi en un susurro.

— Bien, mañana tendrás tu libro, recuerda ponerme el nombre en una hoja y el autor más la foto.

— Si — Nishimura puso su patita en la mano del mayor como gesto de cariño, ya que al alfa no le gustaba que el omega lo abrazara y mucho menos lo besara, se puso de pie y camino hacia la cocina listo para comer y volver a irse.

El castaño volvió al jardín jugando con una bola de estambre sintiendo aquellas pataditas en su vientre que tanto le gustaba, su bebé era quien lograba sacarle una sonrisa, deseaba ya tenerlo en sus brazos, una compañía la que SungHoon no podía darle, un amor que dar ya que el mayor lo rechazaba. 

Riki esperaba que la llegada de su bebé suavizara el duro corazón del mayor. 

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