♡❜ Capítulo veintidós.

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- SungHoon estaba en la casa, era ya de noche, pero su esposo aun no regresaba y su lobo lo hacía estar inquieto.

— ¿Papá Ki? — pregunto el pequeño quien esperaba a su padre para entre los dos le contaran un cuento para dormir.

— Papá Ki se está tardando, sigue comiendo ¿Sí?, yo iré a preparar tu cuento.

— Ti papa Hoon — HyunJin siguió con sus galletas oreo, había tomado el habito de su padre, el pequeño alfa abría las galletas y comía aquel relleno cremoso que tanto le gustaba dejando la galleta nuevamente en la bolsa.

— Ven HyunJin — SungHoon cargo al pequeño dejándolo en su cuna, se sentó a un lado y empezó a contar el cuento de Peter Pan, cuando noto los pequeños ronquidos de su hijo cerro aquel libro dejándolo en su lugar.

Dejo la luz prendida debido a que a HyunJin le daba miedo la oscuridad, cerró la puerta y fue a su habitación, pero un fuerte zumbido lo hizo detenerse.

Ve por nuestro omega.

Dijo el lobo del cenizo haciendo que a este le doliera la cabeza.

— No lo haré, llegara pronto — gruño SungHoon.

¿Por qué lo sigues lastimando?, ¿Tienes miedo a que te lastimen de nuevo?, Nuestro omega nunca haría eso, tú lo quieres así que acéptalo.

Park frunció el ceño, su lobo se había vuelto más terco y fuerte desde la llegada del omega a su vida, intento luchar contra su lobo pero no podía.

Ese amor que el lobo del alfa sentía por su Omega era el amor más puro que podía encontrarse, SungHoon se negaba a dejarse mandar por su lobato.

— Enamorarse es de débiles — se dijo así mismo haciendo que su lobo lo dejara en paz, esta vez no pudo tomar el control.

Su lobo bajo las orejas, su dueño era demasiado terco, no quería perder al castaño pero cada vez que no tomaba el control, algo malo pasaba, no podía proteger a su Omega y eso lo ponía triste.

SungHoon camino hacía su habitación acostándose en la cama, miro las galletas de su pequeño y suspiro, empezó a comer aquellas galletas a las que claramente HyunJin le había quitado el relleno, escucho la puerta abrirse acompañado de pasos que se acercaban a la habitación.

Al abrirse la puerta, Riki entro asustándose con el alfa, no dijo nada y se acostó a su lado como todos los días, SungHoon se levantó y salió un momento de la habitación.

Cuando regresó, Nishimura estaba ya con su pijama entre las cobijas, se acercó a él haciendo que este bajara las orejas.

— Toma — el alfa le entrego un ramo de rosas, camino hacia al baño para cambiarse dejando solo al omega.

El castaño miro aquellas rosas, eran lindas, las tomo entre sus manos y las olió, se levantó y corrió hacia la cocina sacando un florero en donde puso un poco de agua y después colocó las flores.

Sus sentimientos hacia SungHoon se hicieron presentes, Park se había apoderado cada emoción, sentimiento y la mente del menor.

El omega volvió a la habitación y se quedó viendo al alfa dormir, esas mariposas se hicieron presentes, se acercó con cautela a su esposo acariciando un poco su rostro, sin duda alguna estaba enamorado del mayor.

Se acostó a su lado haciendo contacto con la ancha espalda del cenizo brindándole calor, sus sentimientos lo confundían cada vez más y odiaba eso, finalmente dejo de pensar y se quedó plenamente dormido.

SungHoon se levantó temprano en la mañana, alisto sus cosas y fue a la habitación del bebé dándole un beso en su cabeza, fue a la habitación donde estaba Nishimura y se le quedo viendo, negó con la cabeza, pero su lobo se apodero de él.

Se acercó al omega y le dio un beso en la comisura de los labios, fue un rose simple pero logro sentirlos, salió de la casa y volvió al trabajo.

Su día fue tranquilo, simplemente se concentró en lo que debía hacer, su lobo estaba calmado y debía aprovechar esa tranquilidad.

La puerta se abrió de golpe y JongSeong entro sonriendo, estaba más alegre que de costumbre.

— ¿Qué no sabes tocar? — regaño el cenizo.

— Si sé tocar, pero tengo buenas noticias — dijo Jay.

— ¿Cuáles? —  dejo su trabajo a un lado y prestó su atención a su amigo.

— Te voy a invitar a mi despedida de soltero — dijo Jay.

— ¿Qué?, ¿Con quién te vas a casar? — pregunto el alfa un tanto sorprendido.

— ¿Cómo que con quién?, Con Koga.

— ¿El beta?

— Si, llevamos ya dos años siendo novios y decidimos dar el siguiente paso, en año nuevo estábamos comiendo juntos y me declaré ahí mismo, este año nos casaremos finalmente, pensé que no iba a lograr conquistarlo, pero si pude.

SungHoon rodó los ojos y continúo con su trabajo.

— Si sabes que no te dará cachorros ¿Verdad? — dijo el pelinegro.

— Lo sé, pero eso no es problema SungHoon, podemos adoptar.

— No sería lo mismo, un hijo es único, tu lobo pedirá un hijo propio para mantener su descendencia, pero tu futuro esposo no sirve para eso.

— Cuida tus palabras SungHoon, estás hablando de mi pareja.

— Pero es la verdad, tu lobo pedirá un hijo propio, pero Koga no podrá dártelo.

— Eso no importa, nos queremos los dos y mucho, eso es lo que importa realmente, no somos como tú qué te dejaste llevar por tus estúpidas hormonas y dejaste en cinta a un Omega que habías conocido hace minutos.

SungHoon gruño y se levantó de su silla caminando hacia Jay.

— ¡Ese estúpido omega tuvo la culpa no yo!

— Tu también la tuviste, incluso te culpo más a ti que a él — JongSeong gruño de igual forma y se acercó a SungHoon — ¿Por qué lo maltratas?, No dudo que ya también le hayas pegado a tu propio hijo.

SungHoon le dio un golpe en la mandíbula con fuerza.

— A mi hijo nunca le he puesto una mano encima así que cállate si no sabes bien las cosas — SungHoon gruño de nueva vez.

— Si se te ocurre seguir lastimando a Ni-Ki o al pequeño no te la vas a acabar SungHoon.

— Son mi familia así que no te metas — remarcó el alfa.

— ¿Familia? ¿No acabas de decir que Ni-Ki es un accidente para ti? No seas idiota, cambia de una maldita vez antes de que te arrepientas de algo.

— ¿Por qué lo haría?

— Nadie sabe de quién vamos a depender después.

SungHoon iba a decir algo más, pero JongSeong salió de la oficina azotando la puerta con fuerza, el alfa gruño y se sentó de nuevo.

Su lobo estaba alerta, Ni-Ki había despertado, él lo había despertado por enojarse, el Omega lo pudo sentir haciendo que se despertara.

El mayor maldijo por lo bajo y trato de concentrarse de nuevo en su trabajo.

La vida nos da y nos quitas varias cosas, pero el destino es quien golpea más fuerte a la persona dependiendo de quién fue o quién es.

El destino de SungHoon se estaba escribiendo, y no era muy agradable.

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