─ ¡Quítate estorbo!

El omega no podía creer lo que estaba pasando, ahora era molestado por aquellos alfas que habían intentado hacerle daño, suspiro cansado mientras se colocaba de rodillas para poder levantar los libros que habían caído de sus manos.

Ni-Ki se sentía patético en esos momentos, y la peor parte era que no estaba nadie que pudiera ayudarlo, estaría rodeado de alumnos, pero ninguno se acercaba, o eso pensaba.

─ ¿Estás bien? ─ Nishimura vio como unos libros eran levantados por otras manos.

En cuanto miro la hermosa piel tan blanca como el azúcar, supo de quien se trataba, era SungHoon, luego vio como una mano se colocaba frente a él, invitándolo a tomarla.

Lo cual hizo sin rechistar.

─ G-gracias...

Se sentía avergonzado, sabía que SungHoon seguramente tendría mejores cosas que hacer en lugar de estar allí ayudándolo.

─ Esos idiotas deberían dejar de molestarte.

─ No deberías preocuparte, estoy seguro de que tienes algo mejor que hacer.

Esas palabras habían sorprendido al alfa, ¿por qué decía algo como eso?

─ Nishi.

─ No, SungHoon... no digas que soy importante, porque no soy...

─ Claro que lo eres.

Ni-Ki apretó sus labios, bajo un poco la mirada, no podía mirar al alfa cuando sentía que sus mejillas ardían.