» O3 «

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— Ya era hora de que te aparecieras, ¿no crees Jeon? —dijo HoSeok cuando vio entrar al pelinegro a su casa.

— Jung no seas dramático, solo me retrase cinco minutos —contesto JeongGuk mirando la casa de HoSeok.

Vaya que había cambiado mucho, ya no había ciertas fotografías en las paredes, además de que la casa estaba pintada de tonos azules no tan obscuros, ¿hace cuánto que no iba a aquella casa? JeongGuk solo estaba consciente de que había sido por un largo tiempo.

— ¿Te gusta acaso como quedo?

— Tal vez, solo un poco, aún así no me gusta esté azul que utilizaron en las paredes, ¿y tus padres?

— Mi madre está en su trabajo, vamos a mí habitación, allí trabajaremos.

El pelinegro asintió a la orden de HoSeok, ambos chicos subieron las escaleras para dirigirse a la habitación del pelirrojo, JeongGuk no entendía algo, y era la razón por la que HoSeok no había mencionado a su padre, JeongGuk estaba consciente de que a veces el padre de HoSeok era muy irritante para él, sobre todo en la época de adolescencia, que fue casi cuando se habían separado por completo uno del otro.

Entraron a la habitación, HoSeok dejo la puerta cerrada detrás de sí, JeongGuk paseaba su mirada por los alrededores, ¿qué había pasado con los peluches de HoSeok?

— Veo que tiraste mis regalos —dijo JeongGuk sin mirar al pálido.

— Te equivocas —susurro HoSeok.

A pesar de que lo dijo en voz casi inaudible, Jeon JeongGuk logro escucharlo a la perfección, así que miro al pelirrojo que se quitaba la chaqueta que traía puesta, y la lanzaba sobre su cama, la habitación de HoSeok era como cualquier otra, es más ni siquiera tenía algún rastro de que un chico como él estuviera durmiendo en aquella habitación.

— ¿Me equivoco? Entonces, ¿en dónde los pusiste?

— Jeon, ¿vienes a estudiar o a saber dónde guarde lo que alguna vez me diste?

— Tal vez venga a las dos cosas.

— Te sacaré de mi casa Jeon.

Jeon JeongGuk rodó los ojos y fue con HoSeok que se encontraba en su cama en posición de loto, había sacado unos libros y algunos cuadernos, JeongGuk se sentó en la orilla de su cama mirando al de piel bronceada, y por primera vez en todo esté tiempo se había preguntado el por qué de su separación, se habían prometido nunca separarse, ser los mejores amigos, los más unidos, ¿qué había pasado con esas promesas?

Jung HoSeok le explicaba los temas a JeongGuk lo más pausado que podía además de que le mostraba como hacer procedimientos más fáciles para resolver los ejercicios, y JeongGuk apenas y le prestaba atención, su cabeza estaba en otro lado, solo preguntándose el cómo se estaría sintiendo Jung HoSeok al tenerlo de nuevo allí en su casa.

— HoSeok —de nueva cuenta JeongGuk logró llamar por su nombre al pelirrojo—, ¿ésto es incomodo para ti?

— ¿Qué quieres decir con eso Jeon?

— Hace años que no estamos juntos, ya sabes como verdaderos amigos.

HoSeok dio un suspiro y su mirada fue a dar de nuevo al libro de matemáticas.

— Hace tiempo me dejaste en claro que ya no debíamos ser amigos.

— Sé lo que dije —miro a HoSeok—, pero creo que es hora de comenzar de nuevo, ¿no piensas que sería agradable volver a estar juntos?

— No, no lo he pensado.

Jeon JeongGuk sabía que mentía, lo conocía lo suficiente para saber cuando mentía y el tono de voz que había usado le daba aquella pista.

— Estás mintiendo, sí lo has pensado —JeongGuk le sonrió de lado—. ¿Y bien, cuándo comenzamos de nuevo?

— Sí te refieres a los ejercicios de matemáticas, te sugiero que sea ahora mismo, pero sí te refieres a comenzar una amistad, no quiero volver a intentarlo.

— Vaya chico frío que te has vuelto HoSeok, ¿qué paso con ese chico que me decía que no llorara cuando algún estúpido brabucon de mierda me golpeaba?

— Se fue cuando descubrió que Jeon JeongGuk ya podía defenderse solo y desapareció por completo al ver lo maldito asqueroso que eres, las mujeres no son objetos Jeon.

— Y yo no tengo la culpa de que se me acerquen con otras intensiones Jung.

Los dos mantenían sus miradas fijas uno del otro, no planeaban apartarla.

— Supongo que con esto tienes suficiente por hoy, será mejor que te marches de aquí.

— Tienes razón, me iré, de todas maneras mañana nos volveremos a ver ¿no?

El pelirrojo dio un asentimiento con la cabeza en respuesta.

— ¿Quieres qué te acompañe a la puerta, o sí sabes llegar?

— Se llegar, no necesito un guía mediocre.

En cuanto JeongGuk salió de la habitación, HoSeok no pudo evitar sonreír, a pesar de que pensaba que en verdad lo había hecho enojar no era así, y HoSeok también estaba muy consciente de que Jeon JeongGuk tampoco estaba enojado, sabía que seguramente estaría viendo la casa de nueva cuenta mientras sonreía, y vaya que no estaba equivocado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro