CAPÍTULO CINCO:
Deletreó.

|Narra Alma|

  La semana pasó rápido, lo que significaba que ahora volveríamos a la escuela. Ruby y Anne se hicieron amigas.
Por lo que se Diana, Ruby y Anne tienen un club de lectura o no se que, ¿Cómo lo sé? Bueno, un día estaba caminando en el bosque y las escuche, riendo y haciendo historias... me dolió porque yo también era su mejor amiga, bueno, al menos de Ruby y Diana, no se si Anne me consideraba una pero yo a ella si, en fin... lo dejé pasar y me fui a casa, Diana y Ruby pasaron de mí toda la semana.

  Iba saliendo de casa cuando vi a Gilbert esperándome.

— ¿Qué haces aquí? —sonreí y me acerqué.

— Pensé en venir por ti —rasco su nuca— y lo hice —sonrió nervioso.

— Oh —solté una risilla— Bien, ¿Vamos? —pregunté.

— Si —contestó.

  Ambos empezamos a caminar en silencio, no era incómodo pero si raro.

— Alma —me llamó— ¿Tu estás enojada conmigo? —me pregunto y yo lo miré confundida.

— No —negué— ¿Por qué lo preguntas? —pregunte con mi ceño fruncido.

— No lo sé... ¿Tal vez por el beso de aquel día? —preguntó, yo lo miré y negué.

— No, por supuesto que no —reí— Además yo también te... bese —dije susurrando, estaba hecha un manojo de nervioso y mis mejillas sonrojadas no ayudaban en nada.

— Bueno, a mi me gustó —dijo, yo lo miré y ambos sonreímos.

— A mi también —dije con una sonrisa y con mis mejillas sonrojadas.

  Llegamos a la escuela, vi como todas las miradas se dirigían a Gilbert y a mi, me sentí incómoda y me fui a sentar.

— ¿Por qué venías con Gilbert Blythe? —preguntó Josie con los brazos cruzados.

— ¿Y por qué no? —pregunte a la defensiva— Es mi amigo.

  "Si amigos que se besan" de inmediato quite ese pensamiento de mi cabeza.

— A Ruby le gusta —gruño Josie.

— Ruby sabe que Gilbert y yo amigos, ¿Verdad? —Ruby asintió, me sentí mal— Además no soy Anne que les hizo caso —le dije y salí furiosa de ahí.

  Puse la leche en el arroyó y me senté en una piedra gigantesca que había ahí.

— ¿Estás bien? —preguntó una voz, me giré y vi a Gilbert.

— Si —mentí y el alzo una ceja, sabía que mentía— No, en realidad no —me levante y sacudí mi vestido— Es Josie, cree que no debo hablarte —dije molesta.

— ¿Qué? ¿Por qué? —preguntó.

— Le gustas a Ruby —suspire y el me miro sorprendido— Desde hace tres años y Josie dice que eres de ella —le dije y empecé a caminar.

— ¿No le harás caso verdad? ¿No te alejaras de mi?, Alma... —preguntó preocupada mientras tomó mi brazo.

— Obvio no —conteste, el soltó un suspiro de alivio.

— Bien —dijo y empezó a caminar— y no soy de nadie —refunfuño.

— Lo se —reí.

  Las clases habían empezado, el señor Phillips estaba escribiendo en la pizarra cuando la puerta se abrió, todos volteamos y vimos ha Anne. Diana y Ruby corrieron ha abrazarla, Gilbert la miro y sonrió, Josie hizo una mueca de disgusto, los demás murmuraron y yo... pues yo solo seguí escribiendo en mi pizarra, no es que odiará a Anne pero Ruby y Diana me hicieron a un lado esta semana por ella y me sentía un poco mal.

— Anne Shirley-Cuthbert toma asiento —ordenó el profesor, yo estaba sentada junto a Diana, así que me levante y tome mis cosas.

— ¿A dónde vas? —preguntó Diana.

— Con Tillie —dije en susurro para que el profesor no me escuchara— Así podrás sentarte con Anne —sonreí falsamente, Diana me miró y frunció el ceño, Anne y Ruby se miraron entre sí.

  Me senté junto a Tillie, esta me sonrió y yo también, Gilbert me lanzo algo y yo lo mire entonces el susurró.

— ¿Qué te sucede? —susurró. Yo solo negué y sonreí.

  Salimos a receso, yo me iba a ir con Charlie y Moody pero Josie y Tillie me detuvieron

—¿Sucede algo? —pregunte confundida.

— No, a nosotras no —negaron ambas— ¿Qué te sucede a ti? —preguntó Josie sería.

— Pensé que Ruby y Diana eran tus mejores amigas, ahora solo las evitas —dijo Tillie, mire atrás de ellas y vi a Diana, Ruby y Anne comiendo mientras reían, Josie y Tillie las miraron también.

— Ya entendimos, te cambiaron por la huérfana —se burló Josie— Están locas —rió.

— Si, bueno, Diana y Ruby pueden hacer lo que quieran —conteste con simpleza.

— ¿Almuerzas con nosotras? —preguntó Josie.

— Si, pero vamos con Charlie y Moody —Josie y Tillie se miraron y alzaron sus hombros, asintieron y nos fuimos.

|Narrador omnisciente|

— ¿Sabes qué le sucede ha Alma? — le preguntó Ruby a Diana mientras comía fresas.

— No lo se, está muy rara —dijo triste Diana.

— ¿Por qué no hablan con ella? —preguntó Anne.

— ¿No viste? Nos ignoró toda la clase y ni siquiera se sentó hoy ha almorzar con nosotras —dijo Ruby.

— ¿Y si se dio cuenta del Club? —preguntó Diana preocupada.

—No lo creo —contesto Anne.

— ¿Por qué no invitaste ha Alma también? —preguntó Diana— Pensé que también eran amigas —dijo confundida.

— Es que me llevo mejor con ustedes dos —dijo Anne. Diana y Rubí asintieron.

— Me siento rara sin ella —dijo Ruby.

— Yo igual —dijo Diana, Anne al verlas así sintió algo feo en el pecho, tenían razón, Alma era su amiga, ella la trato bien desde el principio y sin juzgarla.

  Por otra parte Josie, Alma, Tillie, Moody y Charlie estaban almorzando mientras reían.

— Se los juro, dure una hora gritando y corriendo de un ternero que me perseguía —narró Charlie, Josie reía hasta más no poder, Alma se encontraba roja, Tillie y Moody no podían respirar.

— Si, yo presencié eso —dijo Alma mientras lloraba de la risa— Gritaba muy fuerte, me acuerdo que mi padre y el de Charlie corrieron detrás de él y el ternero.

— Dios, me hubiese gustado verlo —dijo Josie y se limpió una lágrima.

— Yo igual —dijeron Moody y Tillie.

— Iré por mi leche —se levantó Alma pero casi tropieza, los demás empezaron a reír y Moody casi muere ahogado por un biscotti que tomó de la canasta de Alma— Eso te pasa por tomar mis biscottis —río Alma, el rojo de sus mejillas seguía ahí por la risa.

  Empezó a caminar hacia el arroyo y tomó su leche.

— ¿Quiere una manzana bella dama? —preguntó una voz, Gilbert Blythe estaba ahí con una manzana extendida. Alma lo miro y la tomó.

— Gracias, caballero —agradeció con una sonrisa.

— Estás roja —dijo y soltó una pequeña risa.

— Si —asintió— Recordamos cuando a Charlie lo persiguió un ternero —y el recuerdo de ese día se hizo presente en la mente de Alma, esta volvió a reír, Gilbert le encantaba como la chica reía— Perdón pero fue divertido.

  Gilbert rió

— Dios... me lo imagino.

  La clase de el señor Phillips había empezado de nuevo. Él diciendo palabras y sus estudiantes deletreando cada una de ellas.

— Deletrea amoroso —le dijo Phillips a Tillie, este miró a Prissy, pero ella no.

— Amoroso —dijo Tillie— A-M-O-R-O- ¿Z? ... —el señor Phillips gruñó.

— Ay, mal, ya siéntate —ordeno el maestro, Tillie se quejó y se sentó— Deletrea agraciada.

— A-G-R-A-S-I —deletro Moody pero se equivocó—

— Siéntate, me vas a matar —le dijo Phillips, los chicos se quejaron— Excluido —le dijo a Gilbert.

— E-X-C-L-U-I-D-O —deletreó Gilbert con facilidad.

— Eso parece estar correcto —dijo el maestro y los chicos celebraron— Altiva —le dijo ha Anne.

— A-L-T-I-B — Empezó a deletrear Anne, el maestro gruñó nuevamente.

—Incorrecto siéntate —dijo. Las chicas se quejaron— Crueldad —le dijo a Gilbert.

— C-R-U-E-L-D-A-D —deletreo Gilbert.

— Penitente —dijo Phillips ha Alma.

— P-E-N-I-T-E-N-T-E —deletreó Alma. Las chicas festejaron.

— Intenciones —dijo Phillips a Gilbert.

— I-N-T-E-N-C-I-O-N-E-S —deletreó Gilbert. Los chicos volvieron a festejar, Gilbert miró ha Alma y ella levantó una ceja con una sonrisa en la cara.

— Perseverar.

— P-E-R-S-E-V-E-R-A-R —deletreó Alma.

— Compromiso —dijo Philips, Prissy lo miró.

  Gilbert trajo saliva y miró a Alma.

— C-O-N-P-R-O ¿M? —deletreó Gilbert, Alma lo miró, sabía que estaba mal.

— No es correcto —dijo Philips, Gilbert miró a Alma y le sonrió— El deletreo no el sentimiento.

  Las chicas empezaron ha aplaudir y los chicos a quejarse. Alma empezó caminar para sentarse pero Gilbert hablo.

— Felicidades. Alma. No era con ene —dijo Gilbert. Alma asintió y rió.

— Cuando deletreas mira hacia al frente, no a tu oponente —dijo Alma, Gilbert se sonrojó, Alma rió y se fue a sentar.

— Fue maravilloso —dijo Tillie.

— Ganamos gracias a ti —dijo Josie— Eso demuestra que somos mejores que los chicos —sonrió.

— Siempre —dijo Alma, Tillie la abrazó y Josie asintió riendo, Ruby las miró.

— ¿Crees que nos esté cambiando? —preguntó Ruby a Diana.

— No lo creo... —respondió dudosa— ¿Anne, te sientes bien? —preguntó Diana y Anne negó.

  Al día siguiente todas las chicas menos Alma estaban hablando.

—  Nadie tiene que saberlo, el ciclo de la mujer es algo vergonzoso —regaño Tillie.

— ¿Por qué? —preguntó Anne.

— No debe mencionarse —contestó Diana.

— Eso no es una razón —dijo Anne.

— ¿Por qué nunca puedes entender las cosas? —preguntó Josie con molestia.

— Marilla dice que es el plan de Dios, ¿No debería ser bueno? Porque miren podemos crear una persona —dijo Anne— ¿Qué tiene de vergonzoso? —preguntó.

— ¿Soy la única que piensa que esta demente? —preguntó Josie.

— Es un secreto, Anne —dijo Diana— Así son las cosas.

— ¿También les pasa algo así a los niños? —preguntó Anne.

— También tienen sus problemas —contestó Diana. Ruby se levantó y empezó a mirar a la ventana.

— ¿Por qué están haciendo eso? —preguntó Ruby. Todas se levantaron a ver.

— Esa es la duda existencial —dijo Josie mirando a los chicos, una risa resonó, era la de Alma, se reía junto a Gilbert viendo como Moody pateaba un árbol.

— ¿Por qué Alma está afuera con ellos y no aquí adentro con nosotras? —preguntó Anne mirándola, Alma estaba comiendo y riendo cuando Gilbert le lanzó una bola de nieve, esta gruñó y le lanzó otra, así entre Gilbert y Alma se desató una guerra pero también se unieron los demás chicos.

— No lo sé —respondió Ruby.

— ¿Qué distritos conforman las praderas, Gilbert? —preguntó Phillips, Gilbert se levantó.

— Los distritos de Atlabasca, Alberta, Saskatchewam y Assiniboia —contestó.

— Eso se le llama un buen estudiante —felicito Phillips.

— Anne, ¿Qué provincias conforman las marítimas del Atlántico? —preguntó, Anne empezó a respirar con dificultad y se levantó.

— Perdón. ¿Cual era la pregunta? —preguntó nerviosa.

— ¿No me escuchaste? —preguntó Phillips— ¿No hablé lo bastante alto? —alzó su tono de voz.

— Perdón... yo no.

— Las marítimas Atlánticas, es para hoy —dijo Phillips. Anne solo se calló— ¿Sabes qué?, Siéntate —ordeno— Alma —la llamo, Alma se levantó— Contesta por favor.

— Nueva Brunswick, Nueva Escocia y la Isla del Príncipe Eduardo —contestó Alma.

— Bien hecho —dijo Phillips y Alma se sentó, Gilbert la miró y aplaudió en silencio mientras Alma rió y hizo una reverencia.

— El peor día de mi vida —gruño Anne.

— Niños buenos nunca envían insectos a personas especiales —dijo Gilbert mientras recogía su abrigo.

— ¿Cómo dices? —preguntó Diana confundida.

— Es un recurso mnemotécnico —contestó Alma y Gilbert asintió mientras le pasaba el abrigo— Ayuda a memorizar las cosa.

— Son las marítimas. Nueva Brunswick, Nueva Escocia y la Isla del Príncipe Eduardo. No es bueno... —Gilbert fue interrumpido por Anne.

— Diana, ¿podrías decirle a Alma Lovewood y a Gilbert Blythe que no necesito su ayuda? —pregunto exaltada.

— ¿Porqué no nos lo dices tú?, Estamos aquí —le dijo Gilbert.

— Supongo que ya lo hice —sonrió falsamente.

— Mnemotécnico empieza con M, aunque no necesitas mi ayuda para nada, ni la de Alma —dijo Gilbert y se puso su gorro— Buen fin de semana.

— Igual tu —sonrió Diana. Alma se iba a ir cuando Diana pregunto

— ¿No te irás con nosotras? —preguntó Diana.

— Yo la llevaré a casa —se apresuró a decir Gilbert.

— Si, y creo que Anne no necesita mi ayuda para llegar a su casa —dijo sería Alma— ¿O si? —preguntó sarcásticamente y se fue con Gilbert— ¿Qué le pasa? —gruñó Alma.

— No lo sé —rió.

— No la traté mal —dijo Alma— Quería ser su amiga pero no puedo, ya no.

— ¿No eran Diana y Ruby tus mejores amigas? —preguntó Gilbert mientras tomaba la mano de Alma.

— Supongo que ya no —susurró, el corazón le empezó a latir con fuerza cuando Gilbert le tomó la mano— Ahora estoy con Tillie y Josie, Josie es muy linda y amable cuando la conoces bien —dijo.

— Me alegro, aún que dijo que era de Ruby —Alma le golpeó el brazo levemente y ambos rieron.

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