ᘛ 01 ❝ 𝘃𝗶𝘀𝗶𝘁 𝘁𝗼 𝘁𝗵𝗲 𝗵𝗼𝘀𝗽𝗶𝘁𝗮𝗹 ❞

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ᘛ 01 : : CAPÍTULO UNO

i. VISITA AL HOSPITAL

ALGUNAS VECES SALIR DE LA MONOTONÍA DE LA VIDA NO ESTA MAL MÁS SIN EN CAMBIO PARA CIERTO albino la diversión siempre había formado parte de su vida. Nunca se interesó por formar una familia ──al menos así es como dicen las malas lenguas── pero lo cierto es que al final Satoru Gojo termino adoptando a un pequeño niño. No fue la mejor decisión pero creyó que hacia lo correcto cuando lo fue a buscar aunque al principio no se llevaba bien con él menor trato de darle lo mejor que podía. La educación nunca le faltó el cariño bueno Satoru no era una persona totalmente cariñosa pero se lo demostraba lo mejor que podía y siempre se encargó de todo lo que el menor hacia. Si se mentía en peleas terminaba pagando las demandas que los padres de los alumnos damnificados pedían para que este no fuera a la cárcel o pasará algunos días en esos lugares.

Lo cierto es que Megumi siempre le había dado problemas por mucho que intento educarlo de la mejor manera sin una madre a su lado las cosas se le salieron de control. Más sin en cambio nunca lo dejo solo al final se haría cargo del ahora adulto para que pudiera seguir con el futuro que tanto anhela.

Más sin en cambió hacia unos meses Megumi se había metido un problema que esa vez Gojo no podría reparar.

El albino se había acostumbrado a limpiar siempre los desastres de su adoptado. Se había hecho una costumbre el hacerlo y casi era una tradición entre ellos dos. Hasta que llegó ese momento dónde ni el mismo Gojo sabía que hacer para ayudarlo. Porque el pelinegro había cometido uno de los errores más grandes de la vida que le podían afectar el futuro.

Habían pasado ya tres meses desde esa noticia. Había sido algo grato para algunos pero para dos universitarios que apenas empezaban a vivir solos fue algo muy inesperado. Algo que al final afectaría totalmente sus vidas.

Y Gojo se encontraba al tanto de esos dos no sabía cómo ayudarlos porque en ese aspecto su conocimiento es nulo.

──ya deja de matarte la cabeza. De nada sirve pensar y pensar.── masculla Suguro Geto. Mejor amigo del albino.── solo vas acabar con una migraña.

──como siempre el gran Geto dándome ánimos.── responde el albino con sarcasmo. Lo cierto es que había acudido a casa de su amigo por algún consejo.

──lo único que creo es que está vez no vas a poder hacer nada.── se limita a decir.

──puedo hacer algo estoy seguro de ello.

Geto niega con la cabeza repetidas veces.

Su amigo debería entender que está vez no podría solucionarle la vida a Megumi.

──acéptalo Gojo, Megumi es un hombre. Ya no es un niño.── replica.── está vez lo que hizo está fuera de tus manos.

Satoru deja el vaso de vodka que había estado sosteniendo hace segundos sobre la mesa del centro. Se pasan las manos por el cabello alborotando este mismo un poco.

Geto tenía razón al decirlo. Megumi es mayor de edad por lo tanto ya sabía lo que hacía y las consecuencias que traería todo. Pero aún así no podía dejar de pensar en como ayudarlo al final esa es la tarea de un padre.

Ayudar a sus hijos siempre que lo necesita.

──Rain llamo anoche.── comenta.── estaba llorando. Dijo que Megumi había salido enojado y se llevó las llaves del auto.

──mira el lado bueno al menos Megumi no es un bebedor empedernido.

──eso era antes de la noticia, ahora lo es.── se pasa la mano detrás de la nuca. No entendía como el niño que vio crecer se convirtió en eso.── aunque no consume demasiado.

──nadie a llamado por lo tanto debe de estar bien.── aclara.── tal vez está en casa de este...¿cuál era el nombre del de cabello rosa?

──hablas de Yuji Itadori.

──ese mismo. Debe estar en casa suya.

Satoru guardo silenció y termino por beberse el último poco de vodka que aún conservaba su vaso.

Seguía sin poder sacarse de la cabeza los problemas que giran en torno a su alrededor. Parecía que todo se había complicado de la noche a la mañana.

Megumi con la noticia de que Rain se encontraba embarazada.

Y luego estaba Itadori el pobre tipo pasaba por una de las complicaciones más grandes de una pareja. Su novia no podía quedar embarazada o había perdido al bebé algo así había entendido.

El único que se encontraba ajeno a todo ello es Geto. El tipo estaba más que bien en su casa disfrutando de su soltería sin tener que preocuparse por problemas personales de otros.

──a veces creo que solo tienes una gran suerte Geto.

──es el poder de la soltería.── se mofa sirviéndose un poco más de alcohol.── aunque tampoco tienes compromiso ¿por qué te preocupas por otros?

──solo me preocupa Megumi.── aclara suspirando.── bueno. Me voy tengo una clase que preparar para el día de mañana.

──suerte con ello.

Del perchero toma su saco color negro que hace juego con su traje. Se acomoda las gafas del mismo color y decide retirarse no sin antes decir un último adiós antes de cerrar la puerta.

El pasillo silencioso lo recibe, Geto vivía en uno de los edificios más caros que tiene la ciudad. Se podía ver con claridad el lujo que lo rodea las paredes adoquinadas y bien pintadas algunos muebles en los pasillos parecía más una mansión que un edificio de veinte pisos.

Se dirige al elevador con los pensamientos alborotados. Talvez debería dejar de pensar un poco en la vida ajena y enfocarse en la suya. Dentro del elevador solo espero a que las puertas se cerrarán.

Pero antes de que sucediera una mano femenina interrumpió a las puertas, las cuales se abren de nueva cuenta revelando de quien se trataba. Una figura escultural femenina vestida en un traje de color morado y un cabello blanco.

──que sorpresa verte Satoru.── pronuncia la mujer con una sonrisa en el rostro.── hace tiempo que no te veía.

──ah Mei Mei.── murmura el albino no tan contento por su presencia. Lo cierto es que la mujer algunas veces llega a ser un poco irritante.

──¿por qué esa cara? ¿a caso no te alegra verme?── cuestiona alzando una ceja.

Gojo lame sus labios.

──tengo algo de prisa.── comenta tratando de cambiar la situación.── si te pudieras quitar de la entrada sería bueno. Gracias.

La mujer de cabello blanco retuerce un poco sus ojos pero decide dar un par de pasos al frente para entrar en el elevador.

Dentro del cubículo su perfume se eleva por todo su alrededor hasta llegar a la nariz de Gojo. Una fragancia delicada a rosas.

──¿te irás a ver con alguien?── pregunta ella.

──no tengo cosas que preparar para la clase de mañana.── aclara.

──ya veo. Un hombre responsable.

El albino suspira.

Ahora de mayor se daba cuenta que haberle dado una oportunidad a Mei Mei había sido un error.

Pero no lo podían culpar era un adolescente con las hormonas alborotadas y aunque en ese entonces había estado interesado en una chica llamada Utahime. El entrometerse con otras chicas no fue un impedimento para él. Al final nunca le hizo caso y siempre lo mando a volar. Hasta que cierta mujer entro a su vida.

──desde que conociste a esa Zenin dejaste de ser el mismo.── comento. Mei Mei sabía parte de lo que sucedió.── es una lastima que haya muerto. Parecías muy felíz con ella.

──te agradecería que no la mencionaras.── carraspea un poco.── es delicado ese tema.

──oh lo olvidaba.── ataja con desden.── aunque sigo sin comprender porque te hiciste cargo de ese mocoso. Nisiquiera es tuyo.

Satoru aprieta los labios.

Nadie más que su mejor amigo sabían la verdad detrás de todo lo que había hecho hace unos años atrás.

Por suerte el elevador había llegado al último piso y solo faltaba que las puertas se abrieran.

──pero si quieres mi opinión, no eres un mal padre.

El albino no se digno a responder dichas palabras salió del elevador en cuanto las puertas se abrieron. Parecía huir de esos temas aunque en realidad solo no estaba listo para hablar de ello.

Será una dura noche para él.
































❛ ━━━━━・❪ ❄️ ❫ ・━━━━━ ❜



















Eran al rededor de la una de la madrugada y Satoru recién había apagado las luces de su casa. Había pasado un largo tiempo organizando la clase que daría en la universidad el día de mañana. Cuando acabó dejo el documento en la carpeta y luego se fue a dormir. Por suerte se había puesto ya la ropa de dormír y solo se dejó ir en la cama.

Cerro los ojos quedando boca a bajo y espero a que el sueño se terminará de apodar de su cuerpo.

Habían pasado algunos segundos cuando su teléfono comenzó a vibrar sobre la mesita de noche. Extrañado por el ruido pensó en no responder pero algo le dijo que debía de hacerlo.

Medio dormido tomo el teléfono y observó la pantalla un número desconocido se aparecía.

──¿si?── hablo con la voz entrecortada.

──¿con el señor Satoru Gojo?── pregunto una voz femenina del otro lado de la línea. El albino parpadea un poco.

──si con el habla.── masculla.

──le hablo desde el hospital reina de los angeles. El joven Megumi Fushiguro a sido ingresado hace unas horas. Era el único número que tenía en sus documentos.── habla la mujer. Y la presión se le baja al albino.── necesito que venga ya que fue implicado en un accidente de tránsito.

Antes de que Gojo pudiera decir algo el teléfono es colgado. Y solamente un pitido se escuchó de fondo.

El sueño se había ido repentinamente y tenía un fuerte dolor en el pecho. Preocupado el albino salta de la cama sin importarle como está vestido y con las pantuflas que lleva sale corriendo hacia la puerta tomando en el caminó las llaves de su auto. Corre por el pasillo saltando las gradas de dos en dos hasta llegar al garaje.

Al estar dentro de su auto lo enciende y sale a toda velocidad de su casa. Por suerte a esas horas las carreteras están vacías por lo tanto tenía la libertad para ir rápido. En el buscador pone la ubicación del hospital y sigue la ruta más corta que pudo encontrar.

Tras media hora de camino llegó hasta el hospital a prisa estaciona con el cuerpo temblendole como una gelatina. Se dirige a la entrada del hospital habían varias personas por los alrededores y algunos médicos también. Podía escuchar a los lejos las sirenas de las ambulancias y nada más.

Al entrar al hospital el frío lo recibe y es cuando se da cuenta que no se había puesto un suéter. El olor a medicina llega a su nariz y otras sustancias típicas de un hospital. Dentro ve a más pacientes sin peder más el tiempo camina hacia la recepción.

──¿en qué puedo ayudarle señor?── pregunta la mujer que atiende.

──eh vengo buscando a un chico llamado Megumi Fushiguro.── habla posando la mano en el recibidor.

──Fushiguro.── murmura la mujer buscando el apellido en una hoja. Satoru intenta ver la hoja.── hace un momento lo ingresaron tuvo un accidente de automóvil. Por el momento se encuentra en sala de operaciones, cuando acabe le notificaré puede ir a la sala de esperar.

──¿el está bien?── pregunto tragando saliva.

──el estado de salud del joven Fushiguro aún no lo sé. Pero pronto le daré noticias.

El albino asiente y se retira hacia la sala de espera con preocupación.

Inquietó con la situación paso a lado de una chica que se encuentra en silla de ruedas la cual había estado viendo desde que entro. Lo que no imaginó es que está chica fuera a tomarlo de la mano repentinamente.

Extrañado se detiene volteando en dirección a ella y la ve jadeando con una mano en un hinchado vientre.

Está embarazada.

──por favor te lo suplico no me dejes sola.── murmura con la voz entrecortada.── tienes que ayudarme.

Satoru se quedó congelado ante la petición extraña de la mujer.

──estás en el hospital ¿quieres que llame a un enfermero?── le pregunta tratando de ser amable.

──no puedo hacer esto sola.── réplica apretando el agarre en la mano de él.── por favor, acompáñame.

──¿tu quieres que yo...?

──por favor no puedo más.── chilla con los ojos cerrados.

Satoru muerde su labio inferior, la chica pronto daría a luz.

Mientras el pensaba en lo que haría dos enfermeras se le habían acercado.

──por favor hágase a un lado la paciente dará a luz en cualquier momento.── notifica una de las enfermeras.── si no es conocido de ella hágase a un lado.

El albino se quedó callado.

La mirada de la chica le súplica con esos ojos llorosos. Se veía asustada y por alguna razón a su mente llegó cierto recuerdo.

──yo quisiera estar con ella.── habla sin saber lo que estaba haciendo.── no la quiero dejar sola. Es mi conocida.

──siendo ese el caso acompáñame tiene que prepararse para entrar a la sala.── notifica la otra enfermera.

──de acuerdo.── responde. Se acerca a la joven que está a escasos centímetros de él.── voy en un momento no tengas miedo ¿de acuerdo?

Ella asiente y luego se la llevan.

Satoru es llevado por la otra enfermera a una sala distinta en la cual lo visten de la forma adecuada para entrar a la sala. Cuando estuvo listo lo llevaron junto a la pelinegra la cual se encontraba a nada de traer a la vida a su primer hijo.

Atontado y nervioso el albino no sabe que hacer cuando está a lado de ella. Solamente sabe que tiene que ayudarla pero no sabía cómo.

Los ojos de la joven se vuelven a encontrar una vez más con los suyos. Ella se ve asustada había una nube de miedo en esos ojos. Más que dolor había miedo en ella.

──tranquila.── murmura tomándola de la mano.── todo va a estar bien. Lo estás haciendo bien solo un poco más.

──tengo miedo.── jadea ella.

──se que lo tienes pero recuerda que hay alguien que necesitará de ti pronto.── dice. Y entonces deja un beso a lado de la cabeza de ella.── estoy contigo ¿si? tu puedes.

Con esas suaves palabras el médico encargado de traer a la vida al bebé de aquella chica aviso que ya era hora. Sin embargo la joven tenía los ojos cristalizados y había un reflejó de miedo en sus ojos.

──no puedo, no puedo tengo miedo.── dice entre susurros de dolor. El albino la ve a los ojos por unos instantes.── no puedo tengo miedo. Me da miedo.

Satoru no tenía ni la menor idea de como darle apoyo para él esa situación es nueva y no tiene idea de que decir.

Sin embargo, había algo que en su cabeza se encendió.

──tranquila tu puedes yo creo en tí. Puedes hacerlo, tu bebé te necesita.── le dice el albino regalandole una pequeña sonrisa.── tu puedes, yo estoy aquí no tengas miedo.

Esas palabras junto a esos ojos azules le dieron el valor suficiente a la chica para proceder.

La joven gritaba y algunas veces apretaba la mano de Satoru y el albino no se quejaba más bien le daba palabras de aliento para ayudarla.

No sabía cómo fue que se metió en todo eso pero cuando escucho aquel llanto venir de aquel pequeño bebé todo a su alrededor dejo de existir. De alguna forma una alegría lo invade. Sabe que es hora de irse cuando entregan al recién nacido a la madre ya había cumplido con su trabajo.

──acércate.── le dice la joven con lágrimas en los ojos. Satoru lo duda.── ven a conocerlo.

──¿segura? no creo que sea...

──estoy segura.── lo interrumpe.

El albino se acerca con precaución. Sus ojos contemplan a ese pequeño ser y de la nada siente una alegría apoderarse de su pecho.

──es muy lindo.── comenta.

──lo es.── afirma ella.── es un hermoso bebé.

──si que lo es.

Un repentino flash capta la atención del albino y se da cuenta que una de las enfermeras había tomado la fotografía.

──un recuerdo como este no tiene precio alguno.── comenta entregando la fotografía al albino.── felicitaciones a los dos, su hijo es muy lindo.

Y aunque Gojo hubiese querido decir lo contrario no pudo hacerlo. Solo se limito a quedarse callado viendo la fotografía que tiene en manos.

──no me has dicho tu nombre.── murmura ella.

──oh, Satoru Gojo. Es un gustó.

──Ava Okkotsu. El gusto es mío y gracias por haberme acompañado.

──fue un placer hacerlo.





























jane's note's

el primer capítulo a salido y espero les guste se viene toda una aventura para estos dos sjsjs

¿que les pareció?

¿que creen que suceda?

agarrense que las cosas se pondrán tensas en estos capítulos

hasta la próxima¡<3


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