✧21

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

La repentina declaración de Jimin dejó a todos atónitos, pero resultaba evidente que Jungkook era quien más afectado se encontraba; tanto, que le resultaba imposible disimular la humedad que se acumulaba en sus ojos.

—Estoy ansioso por ver la reacción de Tae cuando se entere de que sigues con vida —exclamó el rubio con entusiasmo, mientras parecía estar inmerso en la redacción de un extenso mensaje.

Jungkook abrió ampliamente los ojos y, de inmediato, lo frenó en seco. —No le digas nada, Park —le rogó con cierta desesperación, logrando que el rubio se detuviera y lo mirara con total confusión en sus ojos.

—¿Qué? No me jodas, él merece saberlo —declaró con seriedad, frunciendo el ceño mientras esperaba una explicación.

—¡Yo soy el mas frustrado, maldita sea! —Jungkook gritó con furia, deslizando una mano por su rostro. Inhaló profundamente, en un intento de calmarse al ver la expresión de Park—. ¿Crees que no quiero que sepa que estoy vivo? —cuestionó ya un poco más tranquilo, aunque su tono seguía siendo severo. —¿Te imaginas cómo podría llegar a afectarle la noticia? Tú lo conoces mejor, sabes que no se quedará tranquilo y buscará la manera de volver. Lo único que conseguiríamos es complicar todo y hacer que se lo lleven más lejos —concluyó, dejando que la frustración impregnara su voz.

Jimin intentó articular palabras, pero le resultó imposible. En cambio, apretó los labios con fuerza antes de soltar un profundo suspiro.

—Ya, tienes razón —concedió con pesar, volviendo a centrarse en su celular para eliminar lo que había escrito.

—Saca toda la información posible, cualquier detalle nos será útil —Jungkook le pidió con más calma, a lo que Jimin asintió.

@Thv

Mimi, lo siento por tardar en contactarte :c estoy bien, no te preocupes por mi🥺

@J.m

Casi salgo a buscarte por todo el mundo, tonto

¿Por qué dices que no tienes tiempo? ¿Qué pasa? Me pones de nervios😰

@Thv

No te preocupes, es solo que Yoongi no sabe que estoy hablando contigo. Le dije que llamaría a mi hermano así que estoy haciendo esto rápido, solo quería decirte que estoy bien

¿De acuerdo?👍

@J.m

¡Espérate babosoooo! ¿Ya sabes dónde estás? ¿Y el bebé, cómo está? Dime algoooo:c

@Thv

Jajaja en serio te extraño, Mimi ;c

Sé que estoy en Los Ángeles, pero no tengo idea en qué parte de la ciudad. Respecto al bebé, está muy bien. ¡Tendrás una sobrina!🥰

Tengo que irme, te contactaré cuando pueda ¿está bien? No te preocupes por mi, Yoongi está cuidando muy bien de nosotros. De hecho está muy emocionado y feliz porque tendrá una hija.

Sabes, lo estuve pensando y lo mejor es que mi hija crezca con un padre. Sé que Yoonie lo hará muy bien, y quien sabe... quizás con el tiempo yo también sea capaz de abrirle mi corazón.

Te amo, Mimi. Te escribiré luego💜

@J.m

¡Espera, Taehyung! ¿¡Cómo que su hija!?😡

¿El cambio de horario te afectó la cabeza o qué mierda?😡

Vuelve hijo de la gran pu... AAAAAA! Estúpido😡

No me dejes así...😡😡😡

—¡Joder! ¡Ahora sí te mato, idiota! —exclamó el rubio, furioso.

—¿Qué pasó? ¿Descubriste algo? —preguntó de inmediato el mafioso, con preocupación, observándolo atentamente mientras le escuchaba murmurar una serie de maldiciones.

Jimin suspiró con fuerza, se pasó la mano por el rostro y levantó la mirada para enfrentar a Jungkook, quien lo observaba impacientemente.

—Bueno, tengo dos buenas noticias y una mala. ¿Cuál prefieres escuchar primero? —preguntó nervioso, tratando de encontrar una manera de aliviar la tensión en el ambiente. Consciente de que lo que estaba por decirle a Jungkook no le haría ni puta gracia. Verlo tensar la mandíbula y apretar los puños con fuerza, buscando contenerse ya lo dejaba bastante claro.

—Habla de una puta vez, Park —bramó con evidente molestia, a lo que Jimin solo tragó saliva con fuerza.

—Bien, te diré primero las buenas noticias. La primera es que Tae está bien y ahora sabemos que está en Los Ángeles.

—Los Ángeles... —murmuró nuevamente el mafioso para sí mismo, girándose luego para enfrentar al hacker. —Hope, investiga todos los negocios que el Clan Kim tiene allí —ordenó, a lo que el contrario asintió y comenzó a teclear en su computadora.

El mafioso se volvió de nuevo hacia el rubio, esperando a que continuara hablando.

—La segunda noticia es: ¡Felicidades! Vas a tener una niña.

La boca de Jungkook se abrió en sorpresa, y su mano instintivamente se posó sobre ella. En sus ojos se reflejaba una mezcla de asombro y lágrimas, conformando una expresión que parecía un poema completo. Aunque su corazón se inundó de inmensa alegría ante la noticia, no pudo evitar sentir una intensa punzada de dolor. La dicha que experimentaba era única, pero de manera contradictoria también le hizo sentirse jodidamente mal.

Jimin lo observó inquieto, resistiéndose a intervenir al percibir la profunda consternación en Jungkook. Además, era plenamente consciente de que la peor parte aún estaba por revelarse.

Después de un momento, el mafioso finalmente se calmó y volvió a dirigir la mirada hacia el rubio.

—¿Cuál es la mala noticia?

—Ay, esta no te va a gustar para nada —negó con evidente nerviosismo, mientras buscaba con la mirada por la habitación. Se detuvo en el momento en que sus ojos cruzaron con los de Seokjin, quien frunció el ceño confundido al notar la mirada del rubio dirigida hacia él. —Tú, secuestrador. Ven aquí —pidió señalándolo con su dedo.

Seokjin lo miró con desconcierto, pero, a pesar de ello, se acercó a Jimin.

—¿Qué es lo que quieres? —cuestionó desconcertado al ver como Park se colocaba detrás suyo.

—Necesito un escudo —dijo mientras se escondía.

Ambos mafiosos lo miraron con incredulidad, sin comprender la razón de su comportamiento. Aunque, si algo habían aprendido en este tiempo con Park Jimin, era que ciertamente era un chico bastante extraño.

—¡Habla de una vez, maldita sea! —bramó furioso el azabache, su paciencia había alcanzado el límite, consumida por completo por la ansiedad.

Jimin soltó un fuerte suspiro, tomó a Seokjin del brazo y se asomó apenas un poco por detrás de él, hasta que su mirada se cruzara con la del novio psicópata de su mejor amigo.

—Taehyung dijo que permitirá que Min tome a tu hija como suya —farfulló nervioso, atento al momento en que Jungkook se tensó por completo y apretó los dientes con fuerza—. Para ser más precisos, ya que estamos dando malas noticias, él dijo: "Está muy emocionado y feliz porque tendrá una hija".

La mirada del mafioso se volvió totalmente sombría y la habitación se llenó de una tensión sumamente densa. El aura que emanaba de él era tan asfixiante y aterradora que Jimin optó por esconderse por completo detrás de Seokjin antes de pronunciar las últimas palabras.

—También dijo que, quizás con el tiempo, él también sea capaz de abrirle su corazón.

Y eso fue lo último que el mafioso necesitó escuchar para perder la cordura. En ese momento, comenzó a destrozar todo lo que tenía a su alcance. Cada palabra pronunciada por Jimin fue como una estaca que se clavó con fuerza en su corazón. Se sentía increíblemente impotente y frustrado.

Sacó el arma que llevaba siempre consigo y se dirigió hacia donde Hoseok se encontraba, apuntándole a la cabeza.

—Más te vale tener lo que te pedí para ya —masculló con rabia.

—Oh, por favor, Jeon. Dispárame y pon fin a mi sufrimiento de tener que trabajar para un maldito imbécil —respondió con sarcasmo, sin inmutarse por el comportamiento del azabache y manteniendo su total atención en el ordenador frente a él.

Hoseok y Jungkook llevaban mucho tiempo siendo amigos, una conexión tan fuerte que el moreno se había vuelto excepcionalmente importante para el mafioso. Si Seokjin era su mano derecha, entonces Hoseok ocupaba el papel de ser la izquierda. Es por esa razón que estaba sumamente confiado de que su amigo no le haría nada. Además, tenía la certeza de que en cualquier momento intervendría su salvador.

Y si, así fue.

—Cálmate, Seagull. Ya estamos más cerca de él, vamos a encontrarlo —Seokjin dijo con serenidad, acercándose para retirarle el arma de las manos.

Jungkook no opuso resistencia y permitió que le quitara el arma, dejando caer ambos brazos a sus costados en una expresión de abatimiento palpable.

—Solo date prisa, Hope —declaró visiblemente desanimado.

El hacker lo observó a través de sus pestañas y al ver la enorme tristeza en su amigo, se apresuró lo más que pudo. Realmente no deseaba verlo así de derrotado.

Mientras más cerca Jungkook estaba de su familia, más caían sus ánimos al suelo. Detestaba profundamente la situación de mierda en la que se encontraban, porque por cada paso que daba hacía Taehyung, él retrocedía los mismos. Alejándose cada vez más de él. 

Tan cerca y, al mismo tiempo, tan lejos.

Taehyung estaba absolutamente seguro de que su mejor amigo se enfadaría con él por haberse marchado de esa manera. Ya podía imaginárselo soltando un montón de maldiciones. Hubiera preferido no tener que irse de esa manera, pero no había nada que pudiera hacer al respecto; tenía que evitar que Yoongi lo descubriera.

Eliminó cualquier cosa que pudiera delatarlo, siendo sumamente meticuloso; no podía cometer el error de dejar algún rastro. Ahora, tenía que llamar a su hermano para no levantar sospechas, así que se dirigió rápidamente a los contactos y marcó su número.

—¿Qué pasa, Yoongi? —cuestionó con seriedad al responder la llamada.

—Namu, soy yo —pronunció Taehyung un poco nervioso por la seriedad en su tono de voz.

—Oh, hola hermanito. Que sorpresa —dijo cambiando su tono al ver que se trataba de Taehyung—. ¿Está todo bien? —cuestionó con preocupación.

—Lo está, no te preocupes. Yoongi está cuidando muy bien de mi, y de ella también —respondió con alegría, buscando calmar su preocupación.

—¿Ella? —replicó, confundido.

—Si, justo para eso te llamaba. Hoy tuve mi cita y nos dijeron que estoy esperando una niña —dijo con emoción, no obstante solo recibió silencio de parte de su hermano.

Después de un momento, Namjoon se aclaró la garganta antes de finalmente responder.

—F-felicidades, Tae. Si eres feliz, entonces con eso me basta —respondió un tanto incómodo.

Taehyung era consciente de que su hermano estaba atrapado en un dilema emocional, ya que de alguna manera deseaba poder aceptar al bebé, pero el hecho de que también fuera de Jungkook se lo impedía. Aunque esto le dolía profundamente al menor, no quería presionarlo al respecto.

—Gracias, Namu —respondió Taehyung con calma, haciendo un gran esfuerzo por ocultar el desanimo de su voz—. Por cierto, quizás no debería ser yo quien lo diga pero...

—¿Qué pasa, Tae?

—Bueno, Yoongi dijo que iba a hacerse cargo de nosotros. Se ofreció a tomar a mi hija como si fuera suya, y bueno... luego de pensarlo bien creo que es la mejor opción. Realmente se ha esforzado en demostrarme lo mucho que me quiere y cuanto le importamos, así que dejaré que él sea el padre de mi bebé.

Taehyung esperó en silencio su respuesta, percibiendo la respiración de su hermano a través de la bocina y sintiendo los segundos transcurrir de manera eterna.

Me da gusto escuchar eso, hermanito —respondió finalmente, se le escuchaba bastante tranquilo—. Sé que te ama mucho y te cuidará como mereces —la alegría en su tono de voz era tan palpable que incluso Taehyung podía imaginar su expresión.

Al menor le hubiera encantado que su hermano hubiera aceptado su relación con Jungkook con la misma facilidad, aunque sabía que eso sería demasiado pedir. Sin embargo, entendía que si las cosas hubieran sido diferentes, tendría la oportunidad de estar con él en este momento. Pero sabía que no había manera de cambiar nada.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, así que decidió que lo mejor era finalizar la llamada.

—Bueno, Namu, solo te llamé para eso. Visítanos pronto, realmente te extraño.

—De acuerdo, bebé. En cuanto termine unos asuntos que tengo por aquí te prometo que iré a verte.

—Estaré esperando, cuídate. Te amo mucho.

—Yo también te amo, Taehyungie.

Yoongi entró a la habitación justo cuando Taehyung se despedía de su hermano. Al notar que aún sostenía el teléfono, se apoyó en el marco de la puerta y lo observó. Cuando la llamada finalizó, Taehyung se encargó de borrar el registro para evitar levantar sospechas, ya que había tardado un poco en realizarla mientras contactaba a su mejor amigo.

Muchas cosas estaban pasando en su vida, pero de cierta manera sentía que todo poco a poco estaba comenzando a calmarse. Aunque las circunstancias no se habían desarrollado según sus expectativas, aún mantenía una motivación para no rendirse. Ansiaba sinceramente que esta paz pudiera arraigarse en su corazón durante más tiempo.

Pero como siempre, era demasiado ingenuo para saber, que lo verdaderamente complicado aún estaba por por venir.

Cuando la llamada finalizó, Yoongi fue directo hacia Taehyung y se sentó a su lado. El castaño le le expresó su agradecimiento con una sonrisa mientras le devolvía el celular. Se sentía notablemente aliviado por haber escuchado la voz de su hermano y, aunque brevemente, también por haberse comunicado con Jimin.

—Gracias.

—No fue nada, bonito —respondió Yoongi con una sonrisa mientras tomaba el móvil para guardarlo de nuevo. —Me alegra que pudieras hablar con tu hermano, ¿le contaste acerca de la bebé?

—Sí, pero... —desvió la mirada, el desánimo manifestándose rápidamente en ella, algo que Yoongi percibió de inmediato. En ese instante, sintió que su mentón era sujetado y girado para volver a encarar al mafioso.

—¿Qué sucede, Taehyungie? —preguntó con suavidad, evitando ejercer presión. No obstante, la preocupación en su mirada resultaba innegable.

—No es nada —negó Taehyung, sonriendo con tristeza—. Es solo que a mi hermano le está costando mucho aceptar este bebé.

Sus manos se dirigieron hacia su vientre, acariciándolo con suavidad. Aunque no deseaba llorar, la abrumadora situación le resultaba difícil de contener, y sus ojos se humedecieron sin poder evitarlo.

—Por favor, no llores Tae —suplicó Yoongi al ver la primera lágrima humedecer el rostro del menor. —Solo dale tiempo; no es sencillo para él asimilar todo lo que está ocurriendo —añadió con suavidad, limpiando la humedad de su mejilla con el pulgar.

—Lo entiendo, realmente quiero comprenderlo y darle tiempo, pero... es mi hermano. Aunque odie a Jungkook, este bebé también es parte de mí —sus lágrimas empezaron a caer con intensidad, incapaz de contenerlas. Mientras tanto, Yoongi continuaba limpiando sus mejillas a pesar de que estas volvían a humedecerse de inmediato.

—Trata de comprenderlo. No se trata solo de Jeon; también está lidiando con el hecho de que la vida de su hermanito cambió por completo de un momento a otro. Tuviste que dejar la universidad, tu hogar y tu vida, todo por un descuido de su parte.

Taehyung logró percibir el desánimo en su tono de voz. Sin embargo, no pudo concentrarse en eso cuando algo más llamó su atención.

—¿Un descuido? —replicó el menor con confusión.

—El día que te fuiste solo a la universidad y Jeon te secuestró. Nam se culpa por ello, porque cree que si no hubiera permitido que te fueras solo, nada de esto habría ocurrido —explicó con tranquilidad, como si fuera una verdad absoluta.

Podía comprender que su hermano se sintiera culpable, aunque en realidad no lo fuera. A pesar de sentir tristeza por el peso que esto representaba para él, también le molestaba la insinuación de que no era capaz de tomar decisiones por sí mismo.

Joder, él ya no era maldito niño.

—Nada de esto es su culpa —negó Taehyung con seriedad—. Fui yo quien decidió no frenar el sentimiento que tenía por Jungkook. Fue la primera vez en toda mi vida que deseé algo con todas mis fuerzas... —se detuvo un momento, tratando de contener sus emociones, algo que resultaba inútil, ya que cuando se trataba de Jungkook le era imposible hacerlo—. No me arrepiento de haberlo amado como lo hice. Viviría cada maldito detalle de la misma manera, sin dudarlo.

No era necesario ser un adivino para darse cuenta de que a Yoongi no le gustaba nada de lo que estaba escuchando. La oscuridad en su mirada y la firmeza con la que apretaba los puños en su regazo dejaban en claro su desagrado.

—Sé que lo amaste, Tae, pero te pido que no me hables de eso —suplicó, su pedido resonando con un dolor evidente.

—No es mi intención lastimarte, Yoongi —declaró con suavidad, llevando su mano al rostro del otro para acariciarlo. —Solo quiero que entiendas que así sucedieron las cosas, ya sea que lo comprendas o lo aceptes, o no —hizo una pausa, soltando un suspiro profundo. —Y no lo amé; aún lo amo —corrigió con firmeza, dejando caer su mano en su regazo.

Observar a Yoongi en ese estado desolador no era algo que Taehyung deseara, pero no permitiría que nadie menospreciara el amor que sentía por Jungkook. Ni él, ni su hermano, ni nadie, ya que ese amor lo acompañaría el resto de sus días.

Yoongi apretó los labios con fuerza y desvió la mirada de inmediato; en su rostro, Taehyung pudo percibir el impacto de sus palabras.

Mantuvieron un silencio tenso por un momento, hasta que escuchó un suspiro profundo. El mafioso se volvió hacia el menor y tomó su rostro entre sus manos.

—¿Qué tengo que hacer, Tae? ¿Qué más necesito hacer para tener una oportunidad? —preguntó con desesperación, quizás mostrando más vulnerabilidad de la que le hubiera gustado. Taehyung sintió su corazón apretarse al verlo derramar una lágrima. —Jeon ya no está, no puedes aferrarte eternamente a su recuerdo. Lo único que quiero es que seas feliz.

La mirada intensa que el mafioso dirigía hacia él era tan penetrante que le resultaba imposible apartar la suya. Yoongi le examinó detenidamente, y una leve sonrisa curvó sus labios.

—Te amo, Kim Taehyung. Estoy profundamente enamorado de ti. Por favor, permíteme hacerte feliz.

Nunca antes en su vida, el castaño había presenciado a Yoongi de esa manera. Siendo honesto, antes de conocer a Jungkook, no sabía que los mafiosos también eran capaces de ser sensibles y llorar. Sin embargo, aquí estaba, con otra evidencia de ello frente a sus ojos, mientras Yoongi le rogaba por una oportunidad para estar a su lado.

Sus sentimientos no le eran indiferentes; verlo en ese estado oprimía su corazón con fuerza. Se encontraba en una constante lucha sobre lo que debía hacer, pero por más que reflexionaba, la respuesta no cambiaba. Estaba aferrado a su amor por Jungkook.

—Yoonie...

Su garganta se cerró, incapaz de encontrar una respuesta adecuada. La confesión de Yoongi había sido tan intensa que le dejó sin capacidad para procesar palabras. Un torbellino de sentimientos le asfixiaba con fuerza.

¿Qué se suponía que debía hacer?

En ese momento, solo se sentía capaz de observarlo sin decir nada. Deseaba con todo su corazón poder corresponder a sus sentimientos, sin embargo, se encontraba incapaz de hacerlo.

Yoongi comenzó a acercarse lentamente, reduciendo el espacio entre ambos, y Taehyung se encontró inmovilizado. Percibió la cálida respiración del mafioso en su rostro antes de que sus labios suaves rozaran los suyos. A pesar de la tranquilidad y lentitud del beso que inició, podía percibir la intensidad de su amor impregnando cada gesto.

Era un sensación extraña, Taehyung tenía que admitir. Los labios de Yoongi se sentían tan extraños sobre los suyos; la ausencia de la pieza de metal que adornaba el labio de Jungkook creaba un marcado contraste. Por más que quisiera corresponder al beso, no logró hacerlo.

La imagen de Jungkook se manifestó en su mente, y su pecho se llenó de culpa. ¿Cómo era posible que estuviera intentando reconstruir su vida apenas unos meses después de haberlo perdido? Un fuerte golpe de conciencia lo sacudió, llevándolo a separarse bruscamente y desconcertando por completo a Yoongi.

—Yoongi, yo... —dijo nervioso, desviando la mirada hacia sus manos. No quería mirarlo; lo último que deseaba era lastimarlo, aunque todas sus acciones parecían apuntar en esa dirección.

El silencio en la habitación solo intensificaba su nerviosismo. Después de un momento que le pareció eterno, finalmente alzó su rostro para encontrarse con el del mafioso.

Los ojos de Yoongi lo miraban fijamente mientras mordía su labio inferior; en el instante en que sus miradas se encontraron, una pequeña sonrisa iluminó su rostro.

—Ya te lo dije... —habló finalmente, deslizando un mechón de cabello castaño detrás de su oreja. —He esperado mucho tiempo, y no me cuesta esperar más —tomó su mano y le dejó un suave beso—. Voy a demostrarte que realmente te amo.

Sus palabras hicieron que su corazón latiera con fuerza; tenía que admitir que Yoongi lograba provocar algo en él. Sin embargo, a pesar de sentir ese algo, también percibía un pesar interno. Él sabía que, por más que se esforzara en corresponder todo el amor que Yoongi le ofrecía, en ese momento le resultaba imposible.

Porque su corazón le pertenecía por completo a Jungkook.

Jungkook se sentía desgarrado emocionalmente, su cuerpo pesaba sobre la silla mientras su mirada permanecía clavada en el suelo, atormentado por pensamientos que no le daban tregua, todos centrados en su novio.

En su mente, se formaba la imagen de Taehyung, pero esta vez con un rostro más llenito y una adorable pancita, luciendo una sonrisa cuadrada única que solo él poseía. Tan precioso, tan etéreo.

No obstante, sus propios pensamientos comenzaban a volverse en su contra. De repente, la imagen de Min a su lado se apoderó de su mente. La idea de que alguien pudiera arrebatarle a su familia desencadenó una furia ardiente en su interior.

Se llevó ambas manos a la cabeza, deslizando sus dedos entre las hebras azabaches de su cabello. La tristeza comenzaba a envolverlo, devorándolo poco a poco.

Sin embargo, en ese preciso instante, un mensaje entrante en su celular fue lo que logró sacarlo de su atormentado estado interno. Extrajo rápidamente el dispositivo de su bolsillo para averiguar de qué se trataba.

—Al fin te dignas en actuar, bastardo —masculló con molestia para sí mismo.

Número desconocido:

Cementerio Yanghwajin. Mañana a las 5 p.m.

Finalmente había recibido la información que tanto estaba esperando.

—Ya es momento de actuar —declaró en voz alta, poniéndose de pie para que todos en la habitación pudieran escucharlo.

—¿Dónde será? —preguntó Seokjin con seriedad. Jungkook le entregó su celular, y su rostro mostró una expresión de confusión mientras leía el mensaje. —¿Un cementerio? ¿Qué mierda está planeando Kim? —rascó su nunca con incredulidad, incapaz de comprender la razón.

A diferencia de él, Jungkook lucía más calmado. No necesitó analizar la situación demasiado para hacerse una idea de lo que Namjoon estaba tramando.

—Seguramente intentará hacerme creer que Taehyung murió por aquella bala y aprovechará la conmoción para deshacerse de mí —explicó Jeon con seriedad—. Sea lo que sea, tenemos que estar preparados para cualquier situación. Sean sigilosos y síganme a una distancia considerable; y cuando llegue el momento... —hizo una pausa, enfocando su mirada en su mejor amigo. —Cuento contigo, Seokjin.

El contrario asintió, y en ese momento comenzaron a elaborar el plan que llevarían a cabo al día siguiente. Era justo lo que Jungkook necesitaba para recobrar su determinación, ya que su único anhelo era estar con su familia. Deseaba encontrar a Taehyung y disculparse por haber sido un idiota. Se esforzaría con todas sus fuerzas por brindarles la vida que ambos merecían.

No podía rendirse; estaba dispuesto a ir al infierno de ida y vuelta, con tal de traerlos de regreso junto a él.

Uffff que intenso todo XD ¿Se dan cuenta que Yoongi se está armando ya toda una vida en su cabeza y cuando Jungkook llegué todo se irá a la mierda? fdhdsfjdfklñ ya se les va a acabar la felicidad, ya es tiempo de que Kook contraataque AAAA me tiene muy emocionada, porque lo que está por venir no es algo que se esperan 7u7

Yoongi tiene un amor sincero por Tae, pero su forma de llegar a él obviamente no fue la correcta. Taehyung a pesar de las incertidumbres del momento, ha dejado claro que sigue aferrado a su amor por Jeon y eso, se verá con más intensidad en el siguiente capítulo 7u7

¿Qué creen que va a pasar? hfksdfsd procuraré volver pronto para no tenerlos con la duda♥

Por cierto, gracias a todas las personitas que están disfrutando de la historia:3 sé que muchas no están conformes pero bueeeeno, así es esto n.n todo lleva un desarrollo, no soy de apresurar las cosas solo para evitarnos el drama. De todas maneras ya el siguiente capítulo marca el inicio de como todo se le irá derrumbando a Yoongi y a Nam dhsfhjfdk.

Hasta entonces, manténganse sanos~

𝐊𝐢𝐦𝐍𝐢𝐤𝐚𝐫𝐢.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro