Un lobo de bonito pelaje, dormía plácidamente en su cama, mientras Jungkook jugaba
con sus peluches.
A veces Taehyung se preguntaba cómo terminó siendo Omega de un Alfa que aun  tenía la mentalidad de un cachorro.

Jungkook entre sus colmillos
mordía el peluche de conejito
rosa, sacudiendo lo sin legar
a dañarlo saliendo de su bocas pequeños soniditos bastante tiernos.

— Omega — Murmuro Jungkook
dirigiéndose con sus patitas y
moviendo alegre su colita, al lobo que dormía en su cama.—

— Dime.— murmuró el mayor aún medio dormido.—

— Juega conmigo, te daré muchos besitos. Prometo ser delicado.—

Pidió Jungkook suplicante, recostándose encima de Tae haciendo que este despertara y le mirara con el ceño fruncido, así que el alfa soltó una pequeña risilla y lamió su cuello dándole mimos para no ganarse una regañada de su Omega.

Ese fin de semana Jungkook fue a
visitar a Taehyung, encontrándose con este
en su forma animal y como era
recientemente costumbre el también se acoplaba.
Ese día Kook muy emocionado decidió estar con Tae a su lado todo el día, por lo que lo seguía en todo momento. Por ejemplo, cuando la madre de su Omega le dió de comer Kook le seguía curioso, haciendo soniditos con sus patitas contra el piso.

Incluso lo persiguió a su hora de leer, que estaba dentro de su rutina de fin de semana.
El Omega no se quejo ya que le daba ternura ver y ser perseguido por su alfa, pero Jungkook era brusco al jugar.
Tae aún recuerda que en uno de esos pequeños juegos el menor le mordió su colita ganándose un golpe con la almohada por ser tan brusco.

— Alfa tengo sueño, más tarde
debo hacer la tarea y no quiero
cansarme jugando, juega con
Baehkyun.—

El azabache entonces le miro horrorizado haciendo que el contrario riera divertido ante la situación.

—¡Baehkyun me mordió la cola y
la oreja el otro día! ¡Yo no quiero jugar con el! — chillo el alfa con un puchero en los labios y se acurrucó a la par de su Omega, sintiendo como su cuerpito se abrigaba,  por lo que Kook durmió plácidamente con su Omega.—

Por otro lado un lindo Omega con labios rechonchitos se dirija a la casa de su amigo Taehyung ya que  Yoongi lo había marcado y como buen amigo debe contarle a Tae.
Cuando llegó con unos pequeños toquesitos logro captar la atención de la madre de Taehyung quien gustosa lo dejo entrar.

— Hola Jiminie, Si buscas a Tae Tae está en su cuarto.— le dijo con cariño y una suave sonrisa, la Omega de cabellos castaños con algunos pasadores en forma de algodón de azúcar decorando lo.—

— Hola señora Kim, muchas gracias por decirme iré a verlo ahora.— Jimin se tapo bien su hombro y abrió la puerta del cuarto de su amigo encontrando dos lobos muy bonitos durmiendo.—

Jimin supo al instante que se
trataba del alfa pulgoso de su
amigo y su amigo.

— ¡Tae! — Gritó repentinamente, haciendo que Alfa y Omega se levantarán asustados.—

Un aullido se escuchó en aquel
cuarto de color pastel y Jungkook bufo enojado con el ambiente
incómodo entre el pollito y el
alfa.—

— ¡Jeon y Park! — les llamo la atención Tae, con su ceño fruncido.—Habían olvidado que sus aromas y fermonas eran muy fuertes para el Omega de ojos verdes y que lo aturden.—

— Tae tengo que contarte algo.—
sonrió Jimin y Kook supo que
hoy no estaría todo el día con su
Omega por el absurdo pollo frito
que tenía de amigo.

Jungkook asistió y salió de la habitación sin antes soltar un:
"Ojalá te cocinen mal gallina de
campo"

—¡Soy un pollito no una gallina, perro Pulgoso! — Taehyung rió ante las discusiones de su pareja y su mejor amigo.—

El en un inicio no le encontraba sentido a aquellos insultos, pero con el pasar del tiempo los comprendió y los encontró divertidos.
Actualmente comprendía muchas cosas que conlleva una amistad, sin embargo lo único que aún no entendía es como algunos amigos podían decirse todo con una mirada.

Jimin camino junto a su amigo
y se sentó en su cama aún consciente del bonito pelaje
blanco de Taehyung tenía mucha
suavidad. Tae camino hasta el regazo de Jimin y se acostó.

— ¿Qué sucede Jimin? No debías
estar aquí, no está en mi rutina.— suspira el omega de cabellos oscuros sin entender el repentino cambio de planes que quizás más tarde le tiende cuentas.—

—Ah si.. Yoongi me marcó.— soltó Jimin con un suspiro de aquellos que solo los hacen los adolescentes cuando ven a su cantante favorito.—

— Oh bue..— fue interrumpido por el mismo.—¡¿Qué?!—

Taehyung le miro con ojos de seriedad.
Puede que sea un Omega autista
pero el sabía muy bien de lo
peligroso, repentino y precipitado que era el acto de su amigo.

— Tae, Yoongi me gusta y prometió cortejarme bien para después tener una vida juntos.—

— Jimin eres menor de edad
luego de la marca seguramente
cuando legue tu celo, tu Omega
reclamará una nueva marca de
Yoongi y su alfa seguro te tomara y si no se cuidan y no son conscientes puedes terminar en cinta ... Una marca no es un
juego o algo que deba tomarse a la ligera Jimin.—

El Omega de cabellos rubios bufo.

—¡Pero tú  dices que quieres una
marca de Jungkook! — El omega
puchereo para evitar llorar.—

Se suponía que Taehyung estaría
igual de feliz que el, no decirle
prácticamente inmaduro. El solo estaba enamorado, no pasaría nada.

— Solo bromeó Jimin. Jungkook sabe muy bien que si me marca le arrancó los ojos.— el más bajo le miro atónito, su mejor amigo estaba siendo muy exagerado; una marca no era un bebé, solo es una marca, el se cuidaría.—

Las lagrimitas de los ojitos de Jimin no tardaron en salir, y Tae a pesar de ello no se suavizó y continuo mirado al rubio con mucha seriedad.

—Jimin debes tener cuidado, te lo repito una marca no es un juego de niños.—

— No, Taehyung solo estás celoso, y te diré una cosa ... La realidad es que tu deseas que Kook te marque... Si no te marca, el te dejará, se cansarán de ti y nadie te va a soportar asiy tan antipático como eres.— dijo Jimin molesto mientras se levantó de la cama y con pasos
severos salió dando un portazo.—

Taehyung solo pudo observar como su amigo se fue ... La conversación le había generado dudas ... Tae decidió pensar.

¿En serio Jungkookie se cansaría de el si no se dejaba marcar?

Con una inmensa tristeza y ganas
de llorar, pero solo sacando unas pocas lágrimas traviesas, decidió hacer tareas por qué:

"Destrozado pero siempre
responsable"