1 año atrás...(22 años)

Jungkook siente que cada vez cae más bajo, su motivación está hecha mierda y ha empezado a fracasar en todo porque simplemente ya no encuentra sentido a nada. Ya no es aquel chico que solía ser cuando llegó a esta ciudad, se convirtió en aquello que más odiaba y ya no había nada que pudiera hacer para corregirlo. Se acostaba con extraños todo el tiempo, metiéndose con gente peligrosa y en un montón de mierda más.

Se siente roto y muy patético, estar así por alguien quién quizás nunca lo amó es lo que le destruye día con día. Jamás se había sentido así de triste, jamás había estado tan desesperado por dejar de sentir, no podía más.

No quería amarlo más.

Se alejó de todo, de su familia, de sus amigos, todo. Creyó que de esa manera lograría encontrarse así mismo, enfocarse en ser quién realmente quería, pero a donde sea que fuese aquellos ojos brillantes lo perseguían y puede jurar que quizás se estaba volviendo loco. Porque ni tres años lejos de Kim Taehyung eran suficientes para sacarlo de su corazón.

Que tragedia.

— Me pregunto que estarás haciendo mi amor. — dijo en un susurro a la luna sobre él. — Tengo tanto miedo, ¿Serías capaz de ayudarme?

Muchas veces lo pensó, que tenía que dejar de escapar y enfrentar todo. Pero jamás se sintió capaz de volver y enfrentar la realidad de todo, creyó tontamente que alejarse le iba a permitir vivir la inocencia de su amor por Kim, jamás imaginó que fue su mismo amor el que terminó jodiéndolo a este grado.

—Solo quiero una señal. — llevó aquel cigarro hasta sus labios y dio una fuerte calada, mantuvo y luego dejó salir el humo. — Una de que puedes ayudarme y volveré, a ti.

Jungkook creía que la única persona capaz de salvarlo era aquella misma que lo había jodido, pensaba que lo único que necesitaba era que Taehyung hiciera las cosas bien y sería suficiente.

Que estupidez.

Pero en el estado tan perdido en el que estaba lo único que más anhelaba era estar entre sus brazos y sentirse iluminado por aquella sonrisa cuadrada que le hacía sentir que todo estaría bien. Volver a verse a través de aquellos ojos que le mostraban constelaciones completas, navegar con sus manos por aquellos ríos de hebras castañas y besar esos labios que encajaban a la perfección con los suyos.

Sin embargo no podía, porque su Taehyungie estaba lejos y él estaba aquí, solo. Y muy dentro suyo lo sabía, nadie podía cambiar esto.

Y como en muchas noches simplemente comenzó a llorar, le lloró a la luna que le recordaba a su amor. Tan preciosa, brillante e inalcanzable. Justo como aquel castaño. Porque sin importar toda la mierda que la gente dijo sobre Taehyung, Jungkook era quien lo conocía bien, conocía sus virtudes que solo le mostró a él y nada le haría cambiar de parecer porque si él quién había sido el que más pisoteado resultó no pensó mal de Kim, entonces nadie tenía el derecho de criticarlo.

El azabache sacó su celular y después de mucho tiempo marcó el número de su mejor amigo.

— ¿Jungkook? — Cuestionó asombrado, pues tenía meses que su amigo ignoraba sus llamadas y sus mensajes por lo cual no se esperaba que lo contactara tan de repente.

Jeon se quedó en silencio, sintió su corazón apretarse al escuchar la voz de su mejor amigo nuevamente y no pudo evitarlo más y se soltó a llorar.

— ¿Qué pasa amigo? Me preocupas.

— N-no sé como a-afrontarlo. — dijo entre sollozos, su corazón dolía tanto que no podía soportarlo. — Sé que esto es culpa mía.

— No digas eso Kook, no es culpa tuya. — consoló con ternura. — Tienes un corazón demasiado noble.

— Pensé que bastaría con alejarme de todo. — declaró con pesar, botando la colilla de cigarro que se consumió en sus dedos. — Creí que era lo que necesitaba para sanar. ¿Parecía algo lógico no? Si me alejaba de Taehyung sería para mi más sencillo de superar. ¿Entonces por qué Yoonie? ¿Por qué mierda no puedo olvidarlo?

Yoongi no sabía que decir, detestaba estar tan lejos de él, quería abrazarlo y estar a su lado para que no se sintiera solo, pero si Jungkook seguía huyendo simplemente no podía mantenerse tras él por más que quisiera.

— Kook, vuelve. — suplicó entre lágrimas.

— Tengo miedo de hacerlo, dime... Si vuelvo, ¿Podrás ayudarme? ¿Podrás levantarme? ¿Puedes ayudarme a vencer la noche? ¿Puedes hacer que las cosas estén bien? ¿Puedes abrazarme? ¿Puedes mostrarme la luz?

Yoongi no conocía el porque de aquellas preguntas tan especificas, pensaría que quizás fueron cosas que estaban atormentando a su amigo y en parte era verdad, pero la razón de aquello no era más que porque Taehyung era quién había hecho todo eso por él.

— No puedo prometerte que volver hará que todo mejore, pero podemos hacer esto juntos ¡Joder Jungkook! Déjame ayudarte, por favor. — y el tono tan triste con el que suplicaba le hacía al azabache considerarlo.

Pero él sabía que no tenía sentido volver, si eso no aseguraba que estaría bien. Porque enfrentar nuevamente a Taehyung y ver que él fue el único que se estancó, mientras que su castañito continuo su vida era algo que prefería no ver.

Por eso, por más que quería...

— Gracias Yoonie.

No volvería.