❪𝟭𝟰❫ ; 𝗹𝗶𝘁𝘁𝗹𝗲 𝗵𝗲𝗿𝗼𝗶𝗻.

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ARC ONE; THE ECLIPSE❫
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CAPÍTULO CATORCE;
PEQUEÑA HEROÍNA
Un intensivo para una decisión

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©Shanxlabyx
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HOY SU HERMANO MAYOR KAZUTO YA SE graduaría de la academia de héroes; U.A. Se sentía un poco ansiosa de como le llegue a ir, ya sería un héroe totalmente legal y experto, le alegraba bastante el que ya haya llegado a aquel punto de su vida tan grande con esfuerzo. Desde que su madre había quedado lesionada en una misión posiblemente de forma permanente, no se ha hablado mucho de los héroes entre ellos, bueno hasta hoy.

Sus hermanos iban a ir, incluso su... nuevo hermano iba a ir por invitación del mismo chico de mechones albinos. Ya había sentido una tensión en el aire por la razón de que también la madre de Rōnin, de quién no recuerda su nombre -al menos no ahora- también estaría en ese lugar, aunque su madre no lo demostrara podía sentir un profundo sentimiento de rabia y tristeza en ella, incluso de incomodidad pero Hatsulin no había dicho algo al respecto para no molestarla.

Sus ojos estaban puestos en la gran entrada de la academia, se sentía bastante desorientada por lo grande que era, sobre todo para ella debido a su altura aunque claramente ya estaba comenzando a desarrollarse y a crecer físicamente luego de que... casi se desangra -según ella-, fue aterrador ya que no sabía que hacer y se puso fue a gritar por su madre o sus hermanos del miedo. Ya pueden imaginarse la escena de Hatsulin espantada por qué ya era técnicamente una mujer sin saberlo y pensar que estaba desangrándose y a su madre y hermanos asustados de sus gritos y después -los varones- avergonzados por la verdadera razón.

Fuera de eso, ya había visto anteriormente la academia de forma personal algunas veces ya que su abuelo en el trascurso del tiempo que la entrenaba y tenían días de descanso, la llevaba a ese lugar al ser inclusive un maestro allí. Se había sorprendido y emocionado por saber que su abuelo era maestro en esa academia ya que en ese entonces su gusto de ser heroína había aumentado de a poco, justo ahora era algo tipo; 50 y 50, como que quería pero a su vez no estaba segura.

Pero bueno, con lo que había vivido era normal que las cosas en su cabeza cambiarán.

—Apenas voy a a graduarme y ya me siento viejito... —dijo Kazuto mientras se rascaba levemente su nuca llena de cabellos rojizos y unos muy pequeños blanquecinos; tenía puesto el uniforme de forma impecable de la U.A, varias veces se había soltado un poco la corbata pero ha podido resistirse y no arrugarse a ropa o sudarla, porque estaba sudando de los nervios.

—Cálmate, sólo te graduaras. —dijo Gie en una pequeña queja mientras que Hatsulin observaba todo desde su lugar.

Hatsulin estaba siendo cargada en los hombros de su hermano más grande, observando ahora con sus grandes ojos su alrededor, le llamaba la atención el lugar, si lo admite. Abrió su boca y echó su cabeza hacia atrás cuando pasaron por enfrente de una puerta de una de las aulas ¡era demasiado grande!. ❛¿Por qué tan grande?... ¿será que habían quirks de personas de un tamaño así de grande?❜ ya ni recordaba que la veces que su abuelo la trajo de medio escondidas a qué lo acompañará ya había visto la puerta.

Su pequeña mente trató de imaginar a alguien así de alto para llegar a la necesidad de que la puerta sea tan grande, pero fue interrumpida cuando su hermano la había bajado hasta quedar en el suelo, llegando justo en la entrada de lo que parecía ser un gran patio, demasiado grande. Sus ojos podrían saliese de sus cuencas por mantenerlos tan abiertos de su alrededor.

El único escenario que recordaba que era casi tan grande como esa era la zona donde Iyassu y Areri la entrenaban, aunque ese lugar era más pequeño y estaba en un lugar encerrado, pero lo pensaba en el sentido de que la última cosa tan grande que había visto fue ese lugar. Algo se revolvió levemente en su estómago, apretando un poco las mangas de su suéter celeste con un poco de fuerza, su mirada se agachó levemente de forma asustada para si misma por recordar todo lo que sucedió esa vez.

Ahora cada que estaba en un lugar o una situación que le recordara a aquello, sentía una fea sensación y se perdía en sus pensamientos de una forma muy profunda ya que no le prestaba atención a nada más que a aquellos recuerdos que pasaban por su cabeza de una forma tan realista como si lo estuviera viviendo de nuevo. Más de una vez, al sucederle eso, lágrimas se escapaban de sus ojos. Era más frecuente esos recuerdos cada vez que dormía, soñar eso no era muy lindo; aunque técnicamente eran pesadillas.

—Sulin-chan.

Su burbuja se explotó de golpe al escuchar aquel llamado, abriendo sus ojos ligeramente en sorpresa por escuchar la voz de su hermano Kazuto; éste a los segundos se agachó enfrente de ella, siendo lo primero que viera la parte de arriba de su uniforme masculino. Se quedó viendo varios segundos los patrones de la chaqueta hasta subir la mirada hacia los ojos rojizos de su hermano apenas sus grandes manos se posaron en sus hombros.

—¿H-huh?... —musitó aún un poco desorientada por lo que había pensado anteriormente, observó como no muy lejos sus otros dos hermanos y su madre se sentaban en una de las filas de las sillas.

—Necesito comprar algo rápido en la tienda, más que nada sólo sería envoltura ya que olvide envolver el regalo de Hanabi por la graduación... —murmuró Kazuto mientras soltaba una risita nerviosa. Hatsulin lo observó de forma confundida por aquello ¿significaba que le pediría el favor de comprar eso?—. ¿Quieres acompañarme? pude darme de cuenta como te colocaste, así que ¿qué te parece despejarte un poco? al fin y al cabo estarás aquí un rato y no quiero verte así...

Una pequeña relajación apareció en la pelirroja de la cicatriz, suavizando de a poco su expresión hasta suspirar un poco al agachar la cabeza en vergüenza de que su hermano haya notado aquel episodio y el hecho de que si se había puesto mal con recordar. No le gustaba cuando le sucedía, sólo le pasaba cuando algo le recordaba a alguno de los acontecimientos que vivió en aquella cede pero aún así, la dejaba con una sensación en su pecho que no le gusta sentir para nada, ya que era demasiado expresiva y podía dar una señal de como se sentía con sólo arrugar varias veces el entrecejo, y no le gustaba mucho demostrar cómo se sentía para no preocupar a nadie.

Se quedó en silencio varios segundos mientras jugaba un poco con sus pulgares, movió levemente sus rodillas de arriba hacia abajo al igual que su cuerpo. Siguió sin decir nada hasta que habló en un tono bajo: —S-siento haberte preocupado, Aniki...

Recibió una pequeña risita de parte de Kazuto seguido de unas palmaditas en su cabeza y que después revolviera un poco su cabello el cual ya estaba un poco más largo que antes al dejarlo poco a poco crecer. Prefería tener el cabello más largo que tenerlo corto; no tenía problema en que alguien más tuviera el cabello corto porque se les ve genial a esas personas y le gustaba, pero sólo podía recordar la forma en la que le cortaron el cabello al tenerlo ella corto.

Aún le dolía la cabeza con sólo recordar.

—No te preocupes, Sulin-chan, de alguna u otra forma me preocuparé por ti. —sus ojos brillaron un poco sin haberlo notado, sus mejillas estuvieron a punto de explotar en un sonrojo por lo obvio de su parte. Kazuto se levantó con una sonrisa—. Sólo quiero que me acompañes, así podría convivir un poco más contigo, así que ¡si quieres, puedes venir conmigo!.

Su rostro casi explota en sonrojo por las palabras de su hermano, incluso sus ojos azulados otra vez resplandecieron más sin que se diera cuenta, su corazón se había acelerado luego de sentir una pequeña calidez. A veces se preguntaba cómo es que su hermano mayor podría provocarle ese tipo de calidez y seguridad no sólo a ella, si no a los demás; es muy poco probable que él usara su quirk para darle calidez, pero aún así, de alguna forma se la transmitía y eso la tranquilizaba bastante, que con sólo con unas palabras le de calidez.

Siguió con la cabeza agachada aún con vergüenza de las palabras de su hermano pero a los segundos la levantó aún con un sonrojo plasmado en sus mejillas, pero a su vez con una pequeña sonrisa en sus labios.

—¡E-está bien, Aniki! quiero acompañarte a ir. —dijo Hatsulin seguridad.

—ES MUY BONITO ESTE PAPEL DE ENVOLVER, PUEDE que el amarillo y el negro sean como una abeja, pero está lindo.

—Uhm, ¡si! es muy lindo, a Hanabi-chan le gustará de seguro.

Hatsulin tenía una sonrisa tímida en sus labios, ahora estaba caminando fuera de la tienda en dónde habían cosas de decorar y demás, justo ahí encontraron la envoltura para el regalo de Hanabi; la pareja actual de Kazuto. A la Tsubomi menor le agrada, es muy linda, le recuerda a un ángel, hasta tiene alas pequeñas en su espalda y ojos dorados, es demasiado hermosa. A comparación de su hermano Hanabi no estaba en el curso de héroes, si no en el de apoyo ya que le gustaba inventar y demás cosas para los héroes.

Era muy agradable.

—Bueno, será mejor apurarnos, Sulin-chan. Imagínate que el director este entregando los diplomas al aire al yo no estar ahí. —bromeó con una sonrisa el de mechas blancas, provocando que la menor pestañara levemente y riera un poco sin evitarlo.

—Está bien, Aniki, pero... no puedo correr, mamá no quiere que me sude o que me ensucie si corro. —murmuró Hatsulin mientras jugaba nuevamente con los bordes de las mangas de su suéter, tenía también una falda que era de un color azul oscuro igualmente con unas pequeñas pero lindas botas.

—Oh ¡no te preocupes! Puedo llevarte, llegaríamos rápido. —hizo un pequeño movimiento con sus hombros mientras sostenía mejor la bolsa en dónde llevaba el papel de envolver junto con cinta y otras cosas más; si que fue olvidadizo al no hacerlo en casa.

Hatsulin lo observó desde el suelo con sus grandes ojos, viendo la sonrisa que le estaba dando; Kazuto si era demasiado parecido a Katashi, tenían la misma masa muscular y la misma cara, sólo que la piel era un poquito más morena como Eiko y sus ojos eran levemente rojizos, en lo demás era igual. Y como con Hoshi, sentía una presión en su pecho el verlo a él ya que le recordaba a su padre, puede que sus hermanos ahora estén resentidos -por que si, siente el coraje y la traición en ellos desde que desapareció y supieron que tenían un medio hermano- pero aún así extraña a su papá.

Seguía preguntándose en dónde podría encontrarse o que estaría haciendo, por mucho que le hubiera mentido con aquello y haya hecho aquel engaño hacia su madre, aún era su papá y seguiría preocupándose por él. Apretó levemente sus labios; de verdad su mente no podía quedarse quieta o tranquila, si pensaba en una cosa y quería despejarse, terminaba pensando en otra que la hacía sentir mal de alguna manera.

Aunque lo admite, salir con su hermano unos momentos la relajó. Poco a poco su rostro se colocó más expresivo y sonrió al sentir nuevamente tranquilidad y calidez que su hermano le transmitía. Asintió varias veces con un pequeño sonrojo en sus mejillas, provocándole ahora una leve risita a su hermano, este mismo le entregó la bolsa con la envoltura y demás para poder cargarla. Hatsulin la recibió y la agarró bien, apunto de acercarse a su hermano para subirse en su espalda apenas se agachó.

Pero de repente algo golpeó a su hermano que lo tiró con fuerza y brusquedad hacia el inicio de un callejón, sacándole un chillido a Hatsulin de que haya sucedido eso tan repentinamente, escuchó el quejido de parte de su hermano. —¡Onii-chan!. —chilló con voz aguda la pelirroja menor.

—Un estudiante de la U.A. con una chiquilla. Bueno, bueno, podría ser bueno. —dijo un hombre con una ropa no muy llamativa, pero manteniendo su rostro en su mayoría cubierto. Hatsulin tembló en su lugar, soltando la bolsa que impacto contra el suelo; era un villano, era bastante claro.

—M-maldita sea... —gruñó adolorido el de mechas blanquecinas mientras se sostenía una parte de su costilla, levantó su mano viendo como había un corte limpio y como derretido en la chaqueta de su uniforme y la camisa por debajo. Parecía un corte de alguna navaja con ácido o quién sabe que.

—¡Kii, s-suéltame! —exclamó Hatsulin, llamando de inmediato la atención de su hermano por lo aterrada que se escuchó, viendo como el villano sostenía de la parte de atrás del suéter a Hatsulin, como agarrando a algún muñeco, muy asustado, lloroso y tembloroso.

El villano mostró una sonrisa de lado, mientras levantaba levemente lo que parecía ser un tipo de cuchilla que salía directamente de toda su mano y goteaba algo de un tono verde, asustando claramente a Hatsulin por ver cómo con cada gota que caía, le sacaba humo al suelo.

—Tener a una niña de rehén no estaría mal.

—¡Oye. oye! ¿¡de que hablas!? —exclamó ahora con enojo y una sonrisa Kazuto quien movió su mano con brusquedad, concentrando lo que parecía ser una ráfaga bastante caliente que quemó la mano del tipo, soltando a Hatsulin y retrocediendo. Kazuto de un rápido movimiento se deslizó y atajó a su hermana asustada entre sus brazos.

Hatsulin temblaba en su lugar mientras veía como el tipo agitaba su mano por el ardor, ya que el quirk de su hermano se trataba más del calor, casi parecía fuego pero a su vez no, controlaba el calor y la temperatura debido a lo que sentía, ahora estaba molesto. Era diferente al suyo, o el de su madre. Kazuto algo tensó bajó a Hatsulin y la coloco detrás de él.

—Sulin-chan. Vete para allá. —dijo con determinación el próximo graduado mientras se reincorporaba y se colocaba en posición luego de darle suavemente la bolsa devuelta a su hermanita—. Tu hermano mayor ¡tiene que encargarse de esto!

NOMBRE: TSUBOMI KAZUTO
QUIRK: TEMPERATURE FLAME

«Su quirk le permite controlar la temperatura del ambiente, puede calentar su cuerpo de forma masiva y como si fuera mismas flamas, una capa de calor cubría sus manos teniendo una aura de un tono anaranjada y rojiza. Su quirk es bastante similar al de su madre, Todoroki Eiko, pero ya concentrándose en la temperatura.
Es capaz de derretir las cosas, también está el hecho de que su quirk tiene que ver demasiado como se sienta, puede provocar un subidon enorme de temperatura en un contrario cuando note sentimientos intensos en él.
Su debilidad es el dolor de cabeza y el calor que llega a tener cuando lo usa mucho.
¡Justo ese día se convertirá en un héroe oficial!»

Y se lanzó hacia el tipo quien como pudo lo esquivó, Hatsulin temblaba en su lugar en la entrada del callejón, apretando aquella bolsa contra su pecho. Su boca estaba levemente abierta mientras temblaba sin saber que hacer, tenía que obedecer a su hermano y alejarse de allí antes de provocar un escándalo en aquella zona y que las personas se dieran de cuenta de lo que sucedía.

Pero no quería y no podía, estaba medio paralizada en su lugar por el miedo y los nervios de que a su hermano le sucediera algo, siendo la razón de que no quisiera alejarse. Puede que si, él ya se graduará y será un héroe oficial, está en el grupo A del último año y toda la cosa pero su preocupación no la hacía querer alejarse de allí. Tenía miedo de que le sucediera algo, nada salía bien cada vez que estaba presente en una situación así. Nada.

Sus ojos no dejaban de ver aquella pequeña pelea que su hermano parecía dominar ya que por mucho que aquel villano tratara de tocarlo con sus cuchillas con ácido éste las esquivaba y le daba algún golpe. El cuerpo de la más joven se sobresaltó levemente cuando escuchó algo cortar junto con el ahogado quejido de su hermano que antes de caer al suelo golpeó con fuerza al tipo contra la pared, cayendo duramente al suelo, inmóvil.

Poco a poco su cuerpo actuó y las lágrimas de un inmenso alivio y a su vez de mucha preocupación comenzaron a caer por sus mejillas, sollozando con fuerza mientras sorbía su nariz y dejaba caer nuevamente la bolsa al suelo, escuchándose el pequeño estruendo y seguidamente los rápidos pasos de ella yendo hacia su hermano quién como pudo -después de caer al suelo- se sentó, sosteniéndose la pantorrilla entre bajas quejas y siseos.

—A-aniki... Aniki... —murmuró dos veces la pelirroja llegando hacia el con sus manos levemente extendidas, teniendo una mueca en sus labios y gordas lágrimas derramándose por sus mejillas.

Kazuto estaba cabizbajo mientras apretaba la mandíbula, una pequeña gota de sudor resbaló por su mentón hasta suelo ante el dolor que estaba aguantado de la cortada en su pierna; joder, ardía y dolía demasiado. Pero nada evitó que levantara la mirada de forma algo adolorida pero tranquila, le dió una gran sonrisa a su hermanita. —No te agobies, Sulin-chan, me encuentro bien.

Hatsulin sorbió con fuerza su nariz para casi lanzarse a abrazar a su hermano por el pecho, sollozando silenciosamente por el miedo que sentía, Kazuto se desorientó un poco por su acción pero luego sonrió de lado, colocando una de sus manos en su cabello semi cortó, dándole una caricia para que se relajara.

—Ya ya, hermanita, ya estoy bien...

Poco a poco una silueta se fue levantando cerca de ellos, con dificultad y en silencio, provocando que ninguno de los Tsubomi cayera en cuenta de aquello. Kazuto fue el que comenzó a notar su presencia al notar una sombra contra la pared, abriendo sus ojos sorprendido con un gesto serio y preocupado al notar como el villano que creyó dejar inconsciente al no verlo moverse se levantaba e iba rápidamente hacia ellos para atacarlos.

Los ojos de Hatsulin se abrieron de forma inmediata cuando sintió un cosquilleo, movió su cara de golpe hacia un lado con sus ojos abiertos, notando como en cámara lenta el villano había levantado las cuchillas. Ni Kazuto, ni las pocas personas que se asomaron por curiosidad al callejón, ni mucho menos el villano se esperaron lo que sucedió.

La niña se movió rápidamente, zafándose de forma imprevista de su hermano mientras giraba con facilidad y le asentaba una fuerte patada en toda la cabeza al villano, sacándole un quejido y que impactará contra el suelo con brusquedad ante lo repentino que fue, apenas había escuchado el sonido del viento al girar la niña de esa manera, como en una patada de karate, demasiado fuerte. Kazuto observó en shock aquello, viendo a su hermanita enfrente de él de forma alerta luego de caer firmemente al suelo.

El villano se levantó sosteniéndose la cara con fuertes y sonoras quejas y maldiciones, levantó el rostro notando como una pequeño hilo de sangre resbalaba por su rostro ante aquel golpe. Miró con sorpresa y enojo a la niña quién tenía una expresión un poco molesta y a su vez asustada ¿ella fue quien le dió tremendo golpe?. Hatsulin mantenía la mandíbula levemente apretada mientras temblaba, manteniendo sus puños alzados levemente.

Si algo aprendió en aquel infierno con Iyassu y Areri, era la habilidad de pelear y resistir, de una forma demasiado fuerte...

—M-maldita niña... ¿que rayos con esa patada? Ni siquiera la ví venir... —se quejó lo último para si mismo mientras limpiaba con su dedo pulgar la sangre que derramó.

—No... ¡no dejaré que le hagas daño a mi hermano! —chilló un poco molesta y a su vez temblorosa. Las personas medio amontonadas en la entrada veían sorprendidos, incluso se colocaron a grabar; ¿cómo rayos una niña de su tamaño lo golpeó así? ¿era su quirk? Era lo que todos pensaban.

Si supieran lo que tuvo que pasar para aprender a hacer eso...

El villano hizo una mueca por aquello mientras chasqueaba su lengua levemente, luego se colocó en posición. —¡Ya veremos que tanto lo puedes protejer! —exclamó con enojo y a su vez desafiante mientras que comenzaba a dirigirse con velocidad hacia Hatsulin.

Kazuto se activó en ese momento y se exaltó, tratando de pararse. —¡No, no le hagas nada!

Un pequeño click hizo en Hatsulin al escucharlo decir eso, recordando esas mismas palabras de alguien más, de Hiroshi, de su madre... cada vez alguno era lastimado o ella lo era pero no le importaba. Lo que quería era proteger a aquellas personas que le importaban, no quería que más nadie saliera lastimado, quería actuar de una vez.

Rápidamente se movió corriendo hacia el villano quien cortó al aire pero se agachó con velocidad y pasó justo a su lado en una barrida, golpeando su pierna nuevamente de una patada apretando su mandíbula. Kazuto seguía paralizado en su lugar por verla así, observó como la niña saltó rápidamente a un contenedor de basura y usaba de soporte a la pared para lanzarse nuevamente hacia el villano quien ni pudo voltearse cuando sintió básicamente dos pequeños pero fuertes puntapiés en su nuca que lo mandaron hacia el suelo con fuerza; esta vez, noqueado.

Todo quedó en silencio por lo sucedido, Hatsulin había respirado hondo y de forma temblorosa mientras levantaba su cabeza para ver a su hermano ahora justo enfrente ya que el villano con ella encima cayó enfrente suyo. El rostro del de cabello semi bicolor seguía estando en shock, totalmente impresionado, en la entrada del callejón todas las personas explotaron en múltiples palabras de asombro pero Hatsulin estaba más fija en su hermano.

Sacó sus pies de la nuca del hombre noqueado para acercarse a su hermano, con una mirada asustada y preocupada. —A-aniki... ¿te encuentras bien?...

Kazuto salió de su trance muy difícilmente, su expresión era todo un poema. A ver, hay que procesar todo; un villano apareció, se medio enfrentó a él sin hacer mucho escándalo aunque las personas aún así se acercaron, el villano casi lo mata y su hermanita lo salvó y noqueó de un fuerte golpe en el cuello.

—C-como... cómo tú... —murmuraba tembloroso el mayor mientras señalaba hacia la nada, aún bastante perdido—. ¿c-cómo hiciste eso... y por que? ¿sabes lo peligroso que es? dios, no sé que pensar.

La menor pestañeó levemente un par de veces por lo que dijo, sintiéndose aún inquieta y preocupada por ver a su hermano con una cortada en la pierna, la cual sangraba. Bajó levemente su cabeza con pena, bajando sus manos también al sentirse avergonzada de las palabras de su hermano. —Y-yo lo siento, Aniki, sólamente quería... yo quería... —murmuró Hatsulin apretando sus manos cañosas, limpió con sus nudillos justo en su cicatriz las lágrimas secas. Kazuto abrió sus ojos mirándola—. Sólo quería que aquel hombre no te hiciera daño, a ti, ni a las personas, sólo quería protegerte y evitar que alguien más saliera herido...

Kazuto seguía en shock en su lugar, miró a su hermana y levemente hacia la entrada del lugar en dónde más personas señalaban hacia allí y veían algo en los teléfonos, no dejaban de hablar. Dejó de prestarles atención para ver otra vez a su hermana, su expresión aún era sorprendida y un poco severa hasta que se relajó y una sonrisa junto una risa escapó de sus labios.

—Vaya, ya veo. Estoy muy sorprendido justo ahora... —murmuró un poco nervioso mientras que Hatsulin apretó levemente los bordes de su falda—... pero... —escuchó luego de una palmadita en su cabeza, haciéndola abrir sus ojos—. Has sido muy valiente, Sulin-chan ¡has sido mi heroína! ¡eres muy fuerte! Y no lo sabía. Me siento un pésimo hermano mayor, seguramente mamá nos regañara...

Hatsulin subió su cabeza con un pequeño brillo indescriptible en sus ojos, aún algo cristalizados, viendo como su hermano le había dado una sonrisa y otra palmadita, ignorando por completo el escándalo de las personas. Su corazón se aceleró de apoco sin que lo evitará, en una sensación que no había sentido antes.

—Bueno... Volvamos a U.A., ¿eh, Sulin-chan? —dijo con seguridad y aún conmoción el más alto, Hatsulin seguía viéndolo con un pequeño sonrojo por las palabras que había dicho. Poco a poco una sonrisa sin mostrar los dientes apareció en sus labios, comenzó a asentir varias veces con una emoción que no se ha visto en ella últimamente.

Se sentía feliz y segura, de haberlo protegido.

¿SE ENCUENTRAN BIEN TU HERMANA Y TU, Tsubomi? —preguntó un chico, siendo un estudiante de la U.A. y compañero de Kazuto.

Kazuto con una gran sonrisa asintió varias veces, mientras miraba como Hatsulin era revisada urgentemente por Eiko y con preocupación, a su vez le daba un regaño por haber hecho algo peligroso, Hatsulin estaba cabizbaja con una adorable expresión apenada. El de mechas blancas siguió viendo a su hermanita, inevitablemente sonrió un poco más.

❛Puede que no sea para nada bueno lo que sucedió en aquel lugar de Nakano pero...❜ pensó Kazuto observando aún con atención a su hermana menor, quién para cualquiera de forma humillante lo había protegido y salvado de aquel villano, pero que para él era una admiración ❛Ahora es más fuerte, en varios sentidos❜

«Chuuuu» su cuerpo se sintió levemente cansado y casi como un muñeco desinflado se encogió con una sonrisa perezosa ante la energía que tuvo que dar para que pudiera curarse su pantorrilla, la sentía rara, medio entumecida. Seguramente caminará cojo un rato

—Listo, muchacho. Ya estás. —dijo aquella adorable ancianita sanadora bajándole el rodillo que había hecho con su pantalón, enderezándose en su lugar mientras colocaba sus manos en su cintura—. Ay, ay, justamente este día, si que causas problemas. Ya andas mal influenciando a tu pequeña hermana.

—Ella actuó sola... yo no quería que lo hiciera, Recovery Girl-san... —dijo con un tono bajo Kazuto quien con ayuda de dos de sus compañeros de departamento se levantó, dando pequeños saltos.

—Si, la estás mal influenciando.

La pequeña Tsubomi observó hacia la dirección de su hermano mayor quién estaba mejor, por lo menos no llegó a mayores o algo por el estilo aquella cortada en su pierna aunque eso si, no se sostiene muy bien con ese pie. Vió una suave cabellera rubia aparecerse entre barricadas hacia su hermano, viendo a Hanabi quien comenzó a preguntarle cómo se encontraba y viceversa. Su expresión se suavizó un poco y nuevamente sintió aquella calidez en su pecho por recordar las palabras que le dijo su hermano mayor; eres mi heroína, eres muy fuerte. ¿Lo era? ¿de verdad era fuerte?.

No lo sabía con exactitud, pero la presión que hacía sofocar a su corazón había disminuído con sólamente haber protegido a una persona especial para ella. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios al sentirse de esa manera, había logrado porteger una primera persona sin acobardarse, de verdad le hubiera gustado haberlo hecho antes en vez de quedarse paralizada.

Pero bueno, no es como si ahora pudiera hacer algo por esas personas, por mucho que de verdad quisiera.

Aún se sentía culpable.

—Así que te sucedió un imprevisto de venida, joven Tsubomi. Es un alivio que no estés lastimado.

Hatsulin dirigió su mirada hacia aquella voz que se escuchó, se exaltó silenciosamente en su lugar cuando vió a un animal ¿persona?. Parecía un ratón, y un oso... bueno, no sabe que es pero se ve esponjoso, le gustaba su carita. Internamente le pareció adorable porque tenía hasta un traje pero seguía preguntándose qué era y que hacia allí, miraba junto a su madre a aquella criatura manteniendo una mirada confundida y curiosa.

—Mamá, un animal persona. Mira, parece un ratón gigante. —susurró Hatsulin rápidamente jalando la pierna de su mamá como toda la niña pequeña que es, internamente emocionada por eso. Eiko sólo sonrió y rio por lo bajo.

—Así es, estoy bien, director Nezu. No fue nada grave. —dijo Kazuto rascándose algo perdido la nuca mientras que Hanabi quien lo sostenía le lanzó una mirada reprochante por aquello, por poco y le derrite la piel también, "nada grave"—. Mi hermana menor terminó noqueando al villano, no quise que se integrara a eso pero ya está... y estoy impresionado.

—¡Oh, que sorpresa! no me espere que tú hermana hiciera eso. —exclamó el roedor acercándose hacia el estudiante, observando la pierna vendada que no apoyaba del todo en el suelo—. Bueno, si ya estás mejor, tu y los demás ya pueden ir pasando ¡ya vamos a comenzar!

—¡Bien, director Nezu Yo llevaré a Kazuto-san. —dijo Hanabi luego de la exclamación de sus compañeros, como dijo, comenzó a ayudar a caminar a su pareja junto con sus compañeros.

Eiko se agachó para poder acomodarle el suéter a su hijita quien estaba aún observando al ¿director Nezu? Quien les indicó a los otros estudiantes que estaban allí a qué salieran y se ubicarán en dónde debían aunque poco después volteó su cabeza hacia ella, provocándole que pestañeara por aquello, si comenzó a exaltarse y colocarse nerviosa cuando comenzó a acercarse, mirando hacia todos lados exaltada como buscando un escape.

—¿Esta es tu hija, Eiko-san? —cuestionó el roedor con sus manos detrás de su espalda luego de que la pelirroja se levantará. Eiko sonrió suavemente y asintió, colocando una de sus manos en la cabeza de Hatsulin quien miraba hacia abajo nerviosa.

—Estás en lo correcto, director Nezu, ella es mi pequeña hija; Hatsulin. —dijo la más alta en una pequeña risa, viendo como la nombrada hacia unas dos reverencias seguidas hacia el roedor quien hizo una pequeña en respuesta—. Siento que debe preguntarse si fue ella quien ayudó a mi hijo... así que en respuesta, si es. Fue riesgoso que lo hiciera pero me alivia que ambos estén bien.

—Oh, ya veo... ¡y acertaste! Tuve el presentimiento de que era ella. —Eiko soltó una risa por lo que dijo de pelaje blanquecino y una cicatriz debido a su tono animado. Nezu se dirigió ahora a Hatsulin quién jugaba con sus dedos—. Así que tú eres Hatsulin-chan, ya un par de veces te ví de lejos cuando Hoshi-san te traía, es un gusto verte de cerca. —dijo dandole una sonrisa.

La pelirroja se sonrojó en su lugar, agachando su cabeza aún más por la vergüenza y a su vez por la melancolía que había sentido apenas escucho el nombre de su abuelo; aún la deprimía ese hecho pero como con Senshi, estaba en un lugar mejor y trataba de estar menos triste porque era lo que quería él.—H-hum... también es... un gusto.

Una pequeña risita salió de parte del roedor ante su respuesta, no dijo mucho por varios segundos hasta que habló, casi al minuto. —Puede que sea atrevido de mi parte, y si no quieres contestar estás en tu derecho pero; ¿por qué tomaste la valentía de enfrentarte a un villano, siendo tan pequeña? —cuestionó con un poco de suavidad y a su vez con cautela.

—¿Eh?... —murmuró Hatsulin algo sorprendida de su cuestionamiento, alzando su cabeza con sus ojos abiertos levemente. Volvió a bajar la mirada con pena y de forma pensativa—. Es que... no quería que mi hermano se lastimara aún más... —habló en un murmuro, mirando sus manos, viendo lo cañosas que estaban y que poseían diminutas cicatrices, sus manos delicadas o suaves no eran. Las apretó, con determinación—. Y si no fuera mi hermano aún así hubiera hecho algo al respecto, antes no pude hacerlo aunque tuviera la oportunidad... y-yo no quiero que las personas a mi alrededor se lastimen y no poder hacer nada, yo quiero proteger a los que pueda y sólo quisiera que siguieran viviendo tranquilos, sin salir heridos... —murmuró pensativa mientras veía sus manos hechas puños. Apretó un poco sus labios—. Lo hice porque quise protegerlo, porque no quería que nadie saliera herido si ese villano no se detenía. Se que hice mal pero... quise hacerlo...

Eiko miraba un poco sorprendida hacia su hija por aquella respuesta que no se esperó, le sorprendía que haya dicho algo como eso, de alguna forma sabía que tenía algo que ver con lo sucedido de Nakano y demás pero simplemente no se espero que lo dijera con esa seguridad, se sentía impresionada justo ahora. Miró a Nezu para saber su reacción, notando como miraba con atención hacia la menor.

—¡Vaya, que maravillosa respuesta! No me la espere pero sin duda estoy impresionado por esa actitud reflejada al hablar. —dijo entusiasmado y a su vez con elegancia, mirando hacia el cielo con una sonrisa. Hatsulin subió la cara con desconcierto hasta que sintió unas suaves palmaditas en su cabeza—. ¡Han sido muy nobles tus intenciones! justo como una pequeña heroína. —los ojos de Hatsulin se abrieron por aquellas palabras, recibiendo ahora una palmadita en su hombro—. Tienes una mente muy curiosa, pequeña heroína. Si tú plan llega a ser la profesión de heroísmo dónde sea que quieras ingresar tendrás grandes intenciones. Si en un futuro quieres venir aquí ¡eres bienvenida de hacer la prueba y dar tu mejor desempeño!. Ahora iré a la ceremonia antes de que mi pelaje deje de lucir menos reluciente. ¡Disfruten!.

Por último se despidió de Eiko mientras que se iba con sus manos aún detrás de su espalda, la pelirroja mayor seguía impresionada por lo ocurrido para ver a su pequeña hija quien estaba mirando hacia la dirección en dónde el roedor se había ido. Su corazón estaba palpitando fuertemente, la misma sensación que había sentido al proteger a su hermano.

❛Pequeña heroína...❜ fue lo que hizo eco en la cabeza de Hatsulin, con una mano en su pecho. ❛¿Ser una heroína?❜ Su rostro poco a poco se fue iluminando en una sonrisa, sus mejillas se habían colocado rojitas por la linda y entusiasta emoción que recorrió su cuerpo.

Su madre seguía observándola con desconcierto hasta que sonrió suavemente, ver a su hija así de animada le había dado una linda sensación en su pecho por verla de esa manera ante las palabras del director, había notado lo sincera que había sido ante su respuesta y sólo pensó en su hija siendo heroína. No la obligaría si es que no lo quería, se alegraría con cualquier camino que tomara su hija.

«Me gustaría... proteger los demás... » pensó aún para si misma la pelirroja mientras que la sonrisa en su rostro se hacía más grande, su corazón seguía palpitando con fuerza y a su vez emoción, con las palabras de entusiasmo y ánimo que le han dado hoy, un pensamiento comenzó a surgir.

«¡Me gustaría ser una heroína, para proteger a los demás!»

❪END TO THE FIRST ARC

¡FELICIDADES!
¡HAS TERMINADO EL ACTO UNO!

Toma tu premio;;
galleta🍪

Estado;;
Sin estabilidad emocional, queriendo consolar a Hatsulin y odiando a la escritora.


Bueno, no, dejemos eso.
Pasando a lo importante; ¡ha culminado el acto uno!.
Finalmente lo he logrado terminar, de verdad estaba súper emocionada de terminarlo, deben haberse dado cuenta porque casi toda esta semana actualice varias veces. Pidoperdon, la emoción es inevitable ¿no que no?😼

Pronto se publicará el acto dos en dónde; ¡empieza el arco con el anime, dónde Hatsulin ya es adolescente!.
¿Que creen que pase?.
¡Te agradezco queridx lectorx por apoyar mi historia y llegar hasta aquí! Tkm por apoyar mi historia hasta este punto :(♡

Esperen ansiosxs la próxima publicación, puede que haya razones de perder la estabilidad emocional que uno no tiene o no, nunca se sabe.

¡GRACIAS POR LEER!
❤️

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