꒰⚡ 𖥻𝟎𝟗 | 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐄𝐎𝐍𝐄𝐒 ꒱

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𝐀𝐑𝐂𝐎 𝟐 ⟆ ˖𓍢ִ໋ 𝐄𝐋 𝐂𝐀́𝐋𝐈𝐙 𝐃𝐄 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎
¸:•.𝐡𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐩𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫;𝐠𝐨𝐥𝐝𝐞𝐧 𝐭𝐫𝐢𝐨¸:•.
⤿ ִׄ ›› 𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟬𝟵 ¦ 𝗖𝗔𝗠𝗣𝗘𝗢𝗡𝗘𝗦.

❛ 𝑺𝒐𝒍𝒐 𝒕𝒆𝒏𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐𝒔 𝒄𝒊𝒆𝒈𝒂 ❜

Un nuevo dia en Hogwarts se presentaba ante ella. Sus ojos marrones miraban el cielo de forma maravillada desde la torre de Astronomía, lugar que se había convertido en su parte favorita de Hogwarts. Y es que la vista hacia alrededor era bellísima, desde los árboles tupidos que se mecian por el sereno de la madrugada, hasta el cielo estrellado en el amanecer. Juntos hacían un despertar perfecto.

Alheli solía ir ahí en las madrugadas a pensar o solo pasar el rato tras la desaparición del Espejo de Oesed en su primer año. Solo el amanecer o el ver las estrellas en las noches la hacían sentir como se sentía con ese maldito espejo.

La calma era inmediata, quizás por el silencio del lugar, no importaba.

Con cuidado se levantó del suelo y decidió salir de ahí con sus libros y su mochila en mano. Los pasillos del castillo estaban con pocas personas, más que nada de Ravenclaw o Slytherin, y es que la mayoría a esta hora apenas estarian bañándose para comenzar su día, al contrario de ella, que no podía dormir más y decidía salir de la Torre de Griffyndor.

Al pasar por los pasillos algunos la saludaron, mas de ahí no pasó, por lo que el llegar al Gran Comedor fue relativamente fácil para ella. El sonido de sus zapatos resonaba entre el eco del lugar, no había más que unos cuantos estudiantes en las mesas contrarias a Gryffindor, la cual estaba vacía.

Al sentarse decidió comenzar a leer su libro del cual había quedado enganchada a su trama tras encontrarlo en una caja en la biblioteca del Colegio cuando a Harry se le ocurrió caer de una escoba gracias a los Dementores en su año anterior.

Y es que no todos los días ella era capaz de encontrar un libro con una protagonista tan similar a ella, podía apostar que era como un viejo diario hecho novela. No importaba, jamás se cansaría de leerlo.

– Otra vez con esa basura - alzó su mirada del viejo libro para coincidir con los ojos brillantes de Ron. Sin control su corazón comenzó a latir más fuerte.

– Ron - lo nombró, carraspeo cerrando el libro - Creía que estarías dormido. Es muy temprano para ti.

– Así era - bufo, sentándose frente a ella. Su mano paso sobre sus cabellos rojizos. Se vía cansado - Pero la loca de Hermione nos levanto a Harry y a mi porque no estabas en la Torre. Esta desesperada.

– ¿Si? ¿Dónde están ambos? - miro alrededor, sin ver a los Griffyndor's.

– No tardan en llegar, creo que Hermione fue a la enfermería - rodó sus ojos, colocando su mano en su mejilla - Es una exagerada. Actúa como una loca.

– Oh...Mm sí - vacilante lo miró de nuevo - No debiste hacerle caso. Saben que suelo salir antes de la hora.

– ¿Creés que no le dije? Ella me ignoro y corrió a buscarte con Harry - bostezo, de reojo notando los ojos decaídos de la hermana de su amigo - No importa, siempre lo hace.

Dijo, intentando eliminar algún malestar en la rubia, mas sin saberlo solo lo había aumentado. Alheli se sintió un poco mal al ser la causa del malestar de Ron.

– Crei que ese libro se había perdido - dijo Weasley en un intento de cambiar de tema - No entiendo que le hayas de interesante. Es viejo y....aburrido

– ¿Bromeas? Ron, es increíble - sonrió sin evitarlo. Adquiriendo un brillo que Weasley era incapaz de notar - Quizás y es muy muggle para ti, es muy parecido a un diario.

– ¿Muy muggle?

– Es muy...nose como explicarte - suspiro - Solo me gusta su trama, es interesante. La protagonistas es increíble, amo sus ideales, pero su pareja es...algo desesperante, es bromista y un idiota en ocasiones... Aunque...

– Yo lo encuentro lo suficiente aburrido - la interrumpio, entrecerrando sus ojos, para luego mirar hacia la puerta del Gran Comedor, así durando un par de minutos - Creo que ya se tardaron lo suficiente. Creo que ire a buscarlos. Te veo en un rato, Alheli.

Ron se levantó de la mesa y camino lejos de ella, pareció correr de ella, saliendo del comedor sin mirar a atrás o sin preguntar si quería ir con él. Porque si así hubiera sido, Alheli de inmediato diría que sí, encantada de estar con él un rato a solas.

Alheli dejo salir un bufido al verlo desaparecer, colocando su mejilla en la mesa de madera.

– Tonta...eres muy tonta Alheli - se insulto en voz baja - Le hubieras dicho que querías ir con él o hubieras hablado de otra cosa, como ajedrez....aunque yo odie el ajedrez.

Ante Ron, Alheli perdía totalmente el control de si misma. Admitía que jamás era realmente con él, ya que el miedo a ser demasiado aburrida a comparación de su hermano menor la hacía detenerse. Desafortunadamente esta vez no pudo detenerse y termino hablandole sobre libros. Era una tonta.

Un peso junto a ella se hizo presente. De inmediato Alheli levanto su cabeza con la esperanza de que fuera el pelirrojo, mas sin embargo esta murió al notar una serpiente bordada en la túnica negra de aquella persona y no un león como espero.

– ¿Lo eres? - sonrió, mostrando sus perfectos y rectos dientes - Potter.

– Slytherin - su voz fue un susurro desanimado.

– ¿Quién más?

– ¿Qué haces aquí? - cuestióno sin rodeos - Es demasiado temprano.

– Siempre me levanto a esta hora, Potter - ambos se miraron - Si dejaras de mirar a cierta persona podrías darte cuenta de tu alrededor.

– ¿Huh? ¿De qué hablas? - apartó la mirada con rapidez - Yo siempre miro a mi alrededor, Slytherin.

– Claro, Potter - dijo Theodore con ironía.

– No entiendo tu tonito, yo siempre estoy atenta a mi alrededor - lo apuntó entrecerrando sus ojos, causando una sonrisa divertida por parte del castaño - Calla.

– De acuerdo - alzó sus manos en defensa - Señorita atenta.

Alheli rodó sus ojos, abriendo su libro en un vago intento de ignorar al chico a su lado. Aun no olvidaba lo que había pasado en el tren.

– ¿Lo estás leyendo de nuevo?

– ¿Qué? - Theodore apuntó al libro - ¿Cómo sabes eso? - cuestióno mirándolo con su ceño ligeramente fruncido.

– Solo lo se - resto importancia, alejándose un poco de ella. Increíblemente esto la molesto un poco - Solias leerlo ¿no?

– Si, pero no es algo que tu deberías de saber, Slytherin - puntualizó, cerrando el libro.

– ¿Porqué no? ¿Tengo prohibido saber cosas tan banales? - rio entre dientes - Soy alguien observador, Potter, no pienses mal.

– Jamás lo hice, Slytherin

Respondió de inmediato Alheli. Theodore dejo de sonreír por un momento mientras la observaba con atención y sin disimulo alguno. Sin notarlo el ambiente entre ambos cambio drásticamente, era pesado y a su vez agradable, tanto que ninguno de los dos lo noto. Pero quizás si hubieran puesto atención a su alrededor se abrían dado cuenta de ello o de las miradas de algunos en el Comedor.

La Potter dejo de mirar a Nott, parpadeando un par de veces, confundida miro tras de ella. No había nadie.

– ¿Theodore? - susurro, su voz pareció encender un botón en el chico, ya que este reaccionó de inmediato.

– ¿"Theodore"? ¿Qué no soy Slytherin? - dijo volviendo en si, mostrándole esa sonrisa bobalicona.

– Idiota

– Alastor Moody, ex-cazador, ministro inconforme y su nuevo profesor de DCLAO - el hombre portaba cabellos revueltos y ropas algo desalineadas en la clase. Su tono de voz era inconforme, hasta diría hastiado - Vine porque Dumbledore me lo pidió, fin de la historia. Se acabó. Adiós...¿Preguntas?

Nadie respondió, muchos se veían incómodos, hasta asustados (Neville). Alheli suspiro con Harry a su lado.

Artes Obscuras, la materia favorita de Harry y Alheli, (en secreto la segunda favorita). Ambos amaban esa materia y sacaban notas impecables pese a los profesores totalmente inadaptados que solian tener.

– Bien, cuando hablo sobre las Artes Obscuras aplico el método práctico

Harry volteo a verla, a su vez Ron hacia lo mismo, aunque el pelirrojo se veía mas asustado.

– Pero primero ¿Quién puede decirme cuántos maleficios imperdonables existen? - pregunto a la clase.

– Tres señor - Hermione respondió.

– ¿Porqué se llaman imperdonables?

– Porqué son prohibidos, son capaces de dañar a una persona hasta el punto de matarla - Alheli respondió ganando la atención del profesor - Si alguien fuera capaz de hacerlos...

– Se ganaría un boleto a Azkaban de inmediato. Correcto - prosiguió escribiendo en la pizarra - El Ministerio dice que son muy jovenes para ver sus efectos, pero yo opino lo contrario. ¡Necesitan saber a que se enfrentan y necesitan estar preparados! - pauso - Y creo que necesita encontrar otro lugar para esconder su gomas de mascar, Señor Finnigan.

– Increíble - susurro el mencionado al verse descubierto. La mayoría volteo a su dirección - Creo que ese loco tiene ojos en la espalda. 

– Y escuchar todo lo que dicen - apretando sus labios, Moody lanzó su gis hacia el chico. Todos los de enfrente se agacharon en un intento de esquivar el objeto.

– ¿Y? ¿Cuál analizamos primero? - les pregunto. Alheli pudo notar en su expresión y su voz que este estaba deseoso - ¡Weasley! ¡De pie!

Ron asustado y algo cauteloso se levantó de su banca, miro de reojo a los mellizos, casi con clemencia. Sus ojos quedaban frente al rostro del adulto. Trago saliva con notabilidad.

– Mencione un maleficio

– Bueno....Mi.. Mi papá hablo sobre uno - dijo dudoso - El maleficio Imperius.

– Ahhh, si. Tu padre lo conoce muy bien. Hace unos años les dio problemas al Ministerio - se alejo de el y volvió hasta frente a ls clase - Talvez esto les muestre el por qué.

Ron se sentó de nuevo, suspirando con alivio a su vez que seguía con cara de miedo. Alheli sintió pena, colocando su mano izquierda en su hombro en modo de consuelo. Ron la miro, aunque pronto desvío sus ojos de ella.

Confundida miro hacia enfrente, donde Moody ahora sostenía una especie de araña a la cual apuntó con su varita e hizo crecer demasiado. Luego volvió a apuntarla, mientras recitaba la famosa imperdonable.

Con su varita hizo que el insecto volará hasta Neville y Dean, de los cuales el primero la miraba maravillado. El animal pronto volo ahora sobre Crabbe, quien cubrió su rostro en un intento de alejar al bichito.

– No te preocupes, es inofensiva - dijo el profesor. La clase rio.

De nuevo hizo volar al animal, haciendo que este cayera en el cabello rizado de Theodore, el cual la miraba sin interés sintiendola caminar en su cabeza. De nueva cuenta habia risas en el salón de clases, las cuales aumentaron cuando Moody hizo que esta volará hasta Weasley, causando una expresión de espanto.

– Si te muerde morirás - el animal toco su cabeza, empeorando el estado del chico. Moody reía como un loco, callando al notar a Malfoy reírse burlon - ¿De qué te ríes?

Nuevamente con un movimiento de varita hizo que el animal abandonará a Weasley y ahora estuviera en la cara de Draco. Gryffindor rio divertido al verlo quejarse y decirle a Pansy que le quitara al insecto.

– ¿Talentosa verdad? - rio con la clase - ¿Qué quieren que haga ahora? ¿Qué salte por la ventana? - Alheli dejo de reír al verlo lanzarla hasta un vidrio - Que se ahoge.

El insecto resbaló del vidrio, abajo de este se hayaba un bote con agua en el cual el animal se tambaleaba. No cayó en el agua puesto que Alastor la atrajo hacia él.

– Muchas brujas y magos afirman que solo siguieron las ordenes de Quien-Tu-Sabes, por la influencia del maleficio Imperius. Pero este no es el punto. ¿Como sabemos quién nos engaña? - pauso, volviendo a verse animado - Otro mas...¡Vamos, otro más! De pie, vamos.

Inseguro Neville levanto un poco su mano, Moody de inmediato le dio la palabra, pero antes dijo:

– La profesora Sprout me dijo que tienes habilidades afines a la herbolaria.

– Esta el..el maleficio Cruciatus, también - hizo una pequeña mueca al terminar de decirlo. Moody pareció contento.

– ¡Correcto, correcto! - se alejo hasta el escritorio - Ven, ven.

Longbottom obedeció, posicionándose a su lado. Alastor dejo al animal en la superficie, mientras decía:

– Muy doloroso...el maleficio torturador -  apuntó con su varita al bichito - ¡Crucio!

El salón pronto se lleno de chillidos de dolor por parte de este ante la maldición, conforme los segundos pasaban estos se hacían mad agudos. Alheli sentía su corazón acelerarse ante el dolor del animal, y que decir de Neville, él y su rostro mostraban que no la estaba pasando bien.

– Merlín, no quiero escucharlo - susurro la rubia a su hermano. Harry tomo su mano.

– Yo tampoco, ese hombre esta loco - hizo una mueca.

Los chillidos empeoraron, provocando que Alheli se encogiera en su asiento. De reojo noto como Hermione la miraba preocupada y algo ansiosa.

– ¡Basta! ¿No ve que esta sufriendo? - grito la Granger de la nada, su voz sonaba desesperada. El chillido se detuvo.

Moody pareció salir de alguna especie de trance. Tomo al bichito en su mano y camino hasta la clase, colocándose frente a la mesa de Hermione y dejando al bicho en uno de sus tantos libros.

La chica soltaba lágrimas silenciosas, suspiraba con continuidad intentando detener quizás los sollozos. Alheli recargo su cabeza en Harry, con su rostro aun deformado por la escena anterior.

Ella amaba a las criaturas sin importar, así que el escuchar el sufrimiento de una le pesaba. Agradecía a Herms por detenerlo.

– Talvez y tu puedas decirnos el último maleficio - dijo Moody. La chica negó entre lágrimas, incapaz de pronunciar esas dos palabras - ¿No?.. Bien, ¿hay alguien que pueda decírmelo?

Miro a la clase, pasando su unico ojo bueno por cada uno de los alumnos, hasta que se detuvo en uno.

– Potter....Alheli Potter - murmuró, caminando hasta su butaca. La mano de Harry apretó su mano - ¿Tú podrías decirme el último maleficio? Se que debes de conocerlo, tu más que otros lo conoce.

Sus ojos marrones coincidieron con Alastor, indecisos sobre responder o no. Moody pudo notar esto, esta duda en su rostro.

– Vamos....¿O no lo sabes?

– Como siempre, Potter siendo tan ineficaz...una tonta - escucho a una bancas tras ella, era Jules riendo con Lavender a su lado.

– Yo puedo responder, profesor - todos voltearon de inmediato a ver al voluntario, este no se mostró cohibido, más bien se veía demasiado desinteresado.

– No lo creo, Nott... Es a Potter a quien le estoy preguntando - respondió el mayor. El chico asintió desviando la mirada  - Potter, responde la pregunta.

Alheli asintió, tragando saliva.

– El tercer y último maleficio es.....se llama Avada Kedavra.

– ¡Bien! Sabía que lo conocías.

Moody volvió a donde el bichito se hayaba y ante la mirada de Hermione, exclamó:

– ¡Avada Kedavra!

Una luz verde salió de la varita e impacto con el animal, inmovilizandolo de inmediato. Alheli miro como la vida pareció abandonar al animal, y sin evitarlo pensó en su padre. ¿Su muerte fue tan repentina como la de ese animalito? ¿Sin dolor?....¿James se vio tan indefenso frente a Voldemort?

– El maléfico asesino - Moody comento - Solo dos personas lo han sobrevivido, y ambas están en este salón.

Toda la clase los miro. Los Potter, las únicas personas vivas tras recibir esa imperdonable.

Con ese comentario dio fin a la clase, todos los alumnos salieron del aula, entre ellos Harry, Ron, Hermione y Alheli, quien se mantenia en silencio mientras bajaban las escaleras de caracol.

– Brillante, ¿no les parece? Esta completamente loco y es aterrador estar cerca de él - hablo Ron a su lado rompiendo el silencio - Pero él realmente si se a enfrentado al mal.

– Si Ron, como Auror puede ser impresionante, pero no creo que hubiera sido correcto usar un hechizo así en un animal - opino Alheli, apretando su viejo libro sobre su pecho. El chico hizo una mueca.

– ¡Con razón y son imperdonables! - exclamó Hermione, por su tono todos dedujeron que estaba molesta - El no debió usarlos en clase...¿Acaso no vieron la reacción de Neville?... Harry, ¿no viste lo asustada que estaba Alheli? Que imbecil.

Harry miro a su hermana rápidamente, el no había dicho nada y estaba siendo regañado. Alheli sonrió divertida.

– No estaba asustada, Herms - la chica la miro frunciendo sus cejas - Solo no me gustó oírlo sufrir, solo eso. A nadie le gustaría escuchar sufrir a otros.

Intento convencerla, más la chica la ignoro de manera contundente. Los cuatro notaron a Neville recargado en una de las paredes frente a una ventana, se veía pensativo, diría que hasta triste.

– Neville - lo nombró la Potter, él no volteo.

De la nada su profesor apareció tras de ellos, invitando a Longbottom a tomar un té, este accedió permitiendo que Alastor lo guiará de nuevo hasta el aula.

Ninguno dijo nada sobre esto, más las miradas entre ellos no se hicieron esperar, solo se dedicaron a bajar las escaleras. Harry la tomo de los hombros, y al llegar hasta la salida de la torre la soltó.

En la entrada había chicos de distintas casas sacandose sus capas y colocandoselas en sus cabezas para así de alguna manera protegerse de la lluvia que se desarrollaba afuera.

– ¡Lluvia! - exclamó Alheli sonriendo. Amaba la lluvia. Sus ojos emocionados miraron a su hermano, quien pareció leer su pensamiento.

– ¡Vamos!

Ron y Hermione no tuvieron oportunidad de detenerlos, ambos corrieron hasta la entrada y salieron de la torre. A los pocos segundos sus rostros y camisas se hayaba salpicados con gruesas gotas de lluvia, más ninguno le dio importancia.

Los Potter se miraron y comenzaron a dar pequeñas vueltas sin importarles si después de estos alguno se enfermaría, o si algún idiota como Malfoy o Jules los vería. Sus risas no tardaron en aparecer, pero oese a que eran fuertes, seguían siendo opacadas por la fuerte caída de las gotas y los truenos.

– ¡Merlin!

Alheli amaba la lluvia, era una de las pocas cosas que realmente disfrutaba en su niñez, y en Hogwarts no había tenido la oportunidad de salir y correr lo suficiente, o dar vueltas como solía hacerlo en el parque cuando hartaba a su Tía. Dumbledore siempre estaba de teniéndola. Impidiéndole ir hacia la lluvia.

– ¡Alheli! ¡Harry! ¡Par de tontos, vengan! ¡Se enfermaran! - era Hermione, gritando desde la entrada.

– Dejalos, Hermione. Mira como se divierten - Ron se cruzó de brazos, sonriendo ante la escena de sus amigos - Si se enferman la señora Pomfrey los curará.

– No seas tonto Ron, sabes que ella no lo hara si es un resfriado. Alheli no ha parado de enfermarse desde segundo año, una lluvia como esta no sera fácil de curar - sonaba como una madre, Ron no evitó compararla con Molly. Rodó sus ojos.

– No se enfermaran, miralos - lo hizo, ambos Potter sonreían a brazos abiertos, ahora totalmente empapados - Estan felices, ya nos preocuparemos después.

Hermione lo miró de reojo, notando su sonrisa despreocupada y feliz mientras miraba a los chicos. Sin evitarlo se relajo por completo, decidiendo hacerle caso esta vez al pelirrojo.

– ¡¿Cómo se te ocurrió hacer eso, Alheli?! ¡¿Correr en la lluvia?!...estas loca, Alheli, encerio.

– Calmate, Azariel - susurro Alheli, sintiendo las manos del chico secar su cabello con una toalla. Cabe recalcar que este estaba siendo demasiado brusco, no se quejo.

– No lo haré - dijo firme, mirándola con molestia - Sabes lo horrible que es tu salud en invierno y se te ocurre hacer esa estupidez. No pienso cuidarte si te enfermas, suficiente tuve el año pasado cuando te caíste al lago.

Mentía, sabía que si ella se enfermaba, él sería el primero en desear cuidarla.

La rubia podía escuchar las risitas tras de ella, y es que tras correr y jugar un rato en la lluvia, Dumbledore había aparecido de la nada, obligandolos a permanecer en el castillo hasta que la lluvia se fuera. Ahora ambos y sus amigos se encontraban en el gran comedor rodeado de gente gracias al Cáliz en medio de todo.

El Caliz de Fuego, lugar donde debías de meter tu nombre para el torneo.

– La pequeña No-Potter esta siendo regañada por su mami Azariel - escucho tras de ella - ¿Qué sigue? ¿También le daras de comer en la boca a la hora de la cena?

– Callate, Fred - respondió Alheli, mirándolo con sus ojos entrecerrados. Este hizo caso omiso, pareció causarle más gracia.

– ¿La oíste, Azariel? Deberías intentar educar a tu niña.

El Snape negó con su cabeza. La rubia pensó que estaría molesto por el comentario, pero al ver la sonrisota en su rostro supo que era todo lo contrario. El bastardo ese lo estaba disfrutando.

Traidor

– No la molestes, Weasley - respondió el rubio. Aunque para Alheli ya no fue importante, no cuando este ya se había reido en su cara.

– ¿Molestarla? Solo jugamos

Alheli ignoro la conversación de ambos chicos, sus ojos buscaron a Harry por un par de segundos hasta que lo encontró riendo junto a Ron por algún chiste que quizás haya dicho el pelirrojo. Debía de haber sido muy gracioso, sino su hermano no estaría sonriendo tan grande, debió de serlo.

Al verlo de esa manera, deseo por un momento ser Harry y poder disfrutar de reír junto a él. Sacudió su cabeza ligeramente.

Era normal, desde que entraron a Hogwarts siendo los mellizos y Ron amigos, la atención de Ron siempre iba para Harry. Al principio creyo que era porqué su hermano era un chico y ella no, la química quizás y no era la misma. Más sin embargo, esto murió al ver como esté si que podía bromear y juguetear con Hermione, otra chica.

Quizás y ella era el problema, de los Potter parecía que la menos interesante era ella. Todos tenían preferencia por Harry, iniciando en su segundo año con todo Hogwarts prefiriendo creer más que ella y Salazar estaban emparentados, después de todo ella no se parecía en nada a sus padres.
Admite que por un momento lo creyo.

¡Hasta el Director Dumbledore parecía adorarlo! Tanto así que la capa de su padre no fue para ambos, fue solo para Harry. Al menos ella tenía el mapa de los Merodeadores ya que su Tio Sirius se lo concedió, pero no solía usarlo, prefería otros métodos si de escabullirse se trataba.

Volviendo al tema, pese a ese sentimiento de rechazo que algunas veces tuvo, jamás culpo a Harry por ello. Su hermanito no era el responsable de sus sentir, él no tenía la culpa de nada.

– ¿Otra vez mirando a ese? - Azariel se sentó a su lado, tomando su cabello para comenzar a cepillarlo - No entiendo que le ves, es un imbecil.

– No lo estaba mirando - intento defenderse, aunque fue inútil, sus ojos no abandonaban la figura del chico.

– ¿No? ¿Entonces a quien mirabas? ¿A Theodore? - cuestióno jalando un poco su cabello.

Ante lo dicho por el Snape, Alheli desvío la mirada de Ron, notando que tras él se hayaba el chico de cabellos castaños y ojos verde olivo. Este se mantenia leyendo un libro, con una pose que conocía muy bien gracias a Lana y Azariel: la pose de un aristocrático, o como Aza lo diría "La pose de un idiota".

Ante su silencio el chico miro al Nott y retorno hacia ella, preocupado pregunto:

– ¿Si lo estabas mirando? Que asco, Alheli - esta reaccionó y con espanto lo miro. Azariel puso cara de pena, rozando a la decepción.

– ¿Qué? ¡Por supuesto que no! ¡Ni siquiera sabía que estaba aquí! - exclamó, viendo como su amigo parecía no creele - ¡Vamos! Sabes a quien miraba en realidad.

– Si...a mi primo - sonrió - Se que no es tan atractivo como yo, pero no lo hagas ver como si fuera más feo que caerte de una escoba.

– No digas estupideces, Azariel...no miraba a Theodore, miraba a...

– ¡Tú puedes Cedric! Anda ponlo - ante el grito ambos adolescente miraron hacia el Cáliz, en donde el chico de Hufflepuff deposito con cuidado un papel doblado a la mitad.

Tras esto, el chico se lanzó a abrazar a sus amigos, emocionando.

– Cedric cada año es mas lindo - escucharon a su lado. Sus cuellos dolieron ante la rapidez con la que miraron al responsable de ese comentario - ¿Qué? No me miren así.

– Aitana, Cedric siempre ha sido atractivo.

– Pero no tanto como yo verdad - ambas miraron al rubio, quien sonreía con suficiencia. Lo ignoraron.

– ¿Entraras a esto? - cuestióno Alheli a su amiga en un intento de ignorar al chico.

– Tengo 16 años, ni de chiste puedo entrar - respondió desanimada. Había pensado que su padre permitiría su entrada, aunque solo gano una reprimenda y un rotundo no.

– ¿De qué te sirve tener un papá importante, si no te ayuda en casos como estos? Veo que de nada, Aitana - pico Azariel, mostrandose indiferente ante el dolor de ser ignorado. La chica lo miró mal.

– Lo mismo para lo que te sirve el tuyo, Snape...para nada - el chico abrió la boca ofendido - Al menos mi padre si fuera profesor me tendría clemencia y no me humillaria como el monstruo de Snape.

– ¡Aitana! No digas eso - reprendió la chica, siendo ignorada por la castaña.

– ¡Maldita paloma! - Alheli se encogió ante el grito, su tímpano pedía ayuda - Al menos mi padre.....mi padre...no tengo nada.

Silencio, al menos entre el trío, la rubia miro a sus amigos, ambos con expresiones indiferentes. Lo normal, ambos se decían sus cosas y cuando era demasiado solo se callaban. Incómodo.

Alheli se levantó, quedando frente a ambos.

– No los obligare a pedir perdón - bufaron - Pero si a que no mencionen temas de sus padres, ambos saben que ese tema le duele al contrario...así que cállense, ¿bien?

Ninguno respondió, pero si que alguien decidio incluirse en la conversación.

– Es inútil, Potter...No entiendo como soportas a gente así, aunque luego recuerdo que eres igual.

– ¿No tienes otra cosa que hacer, Jules? Empiezo a creer que quieres que te golpee - dijo Alheli, harta de la chica. Apenas llevaba un día en Hogwarts y ya deseaba ahogarla en el lago o aventarla de la torre.

– ¿Tienes que recurrir a los métodos vulgares de los muggles? Mejor un duelo - sonreía con aires de grandeza. Azariel admite que le gustaría ver a la chica sin un par de dientes.

– Si eso te bajara de tu nube, claro que si, aunque deberías de saber lo buena que soy al contrario de muchos - sonrió - Deja de molestar, no entiendo tu problema conmigo....¿Porqué mejor no vas a rogarle a tu prima que convenza a tus padres de no borrarte del arbol? Haber si así aprovechas el tiempo.

Azariel y Aitana se miraron mientras murmuraban un "Uhhh", encantados ante la manera de sentar de Alheli. Ambos pese a no quererse, siempre se juntaban cuando de su amiga y Jules se trataba.

Los siguiente fue igual que siempre, la chica se burló de su sangre y molesta salió de su campo de visión. Alheli no cree soportar un año más sin hacer algo más que responderle.

– Si fuera Jules hace mucho tiempo me hubiera enterrado viva - Azariel rio - No entiendo como tiene la dignidad de volver a pararse aquí.

Alheli no respondió, volvió a sentarse y mirar hacia enfrente. Ron ya no estabas ahí, pero Theodore si, y este se hayaba mirándola. Ladeo su cabeza y lo saludo con su mano, más solo recibió una mirada de lo que parecía ser molestia.

El chico se volvió a su libro, sin volver a mirarla. Ante esto recordó lo que le pidio en el tren camino a Hogwarts, lo de no pelear con la Parkinson.

– Imbecil - susurro ahora molesta.

¡¿Qué se creía ese...ese Nott?! Moletandose por esa...chica. Ella era la que venía a molestarla, ella no la buscaba, al contrario, la repelia por completo.

Suspiro, cerrado sus ojos buscando un poco de paz, aunque era inútil estando en Hogwarts. De la nada una especie de mini explosión resonó en el lugar, provocando que ella abriera sus ojos, lo que miro sin duda alguna calmo cualquier sentimiento de molestia.

En el suelo desorientados, se encontraban los gemelos, aunque con ligeros detalles, tales como barba canosa y el cabello blanco.
Azariel no aguanto la risa y sin disimulo se carcajeo, Aitana por su parte parecía más avergonzada por la estupidez de sus amigos.

– Te lo dije/Yo te lo dije - ambos se echaron la culpa tras mirar sus aspectos
, seguido de lanzarse hacia el otro con el plan de golpearlo. El comedor se burló ante la escena.

Pronto todos, incluyendo al Trío A, se encontraban rodeando a ambos Weasley que rodaban en el suelo aun culpando al contrario sobre lo ocurrido. Los alumnos no tardaron en iniciar a apoyar esta discusión, mientras gritaban "Pelea, pelea" a coro.

El silencio hizo hincapié en el lugar, los alumnos dejaron de lado a ambos pelirrojos y miraron hacia el Cáliz de Fuego. Y es que un nuevo estudiante caminaba hasta el con el plan de ser seleccionado, lo importante no era esto, sino quien era ese individuo.

– Ahi va tu amor platónico - golpeo al Snape, causando un quejido.

Viktor Krum se abria paso entre los estudiantes para llegar a la enorme copa, en la cual entre el silencio deposito su pedazo de pergamino.

– Y ahí se fue - susurro de nuevo, con tono de pena - Al menos tuviste el placer de conocerlo vivo.

– ¡Azariel!

Los murmullos eran evidentes en el lugar, todos los alumnos de los tres colegios se hayaba sentados en el gran comedor, cuchicheando sobre el Torneo y quiénes serían seleccionados. Así pasaron un par de minutos, hasta que Dumbledore puso algo de orden.

– Siéntense, por favor - pidió, todos obedecieron - ¡Llego el momento que todos estaban esperando! ¡Los campeones seran elegidos!

Alzo su mano y apago las antorchas del lugar, sumergiendolo en una obscuridad casi completa si no fuera por el fuego del enorme Cáliz que lograba alumbrar lo suficiente.

– El drama con ese hombre no puede faltar, ¿verdad? - cuestióno Azariel a su lado.

Ella negó con su cabeza, sin despegar su mirada del mago que ahora, tras tocar el caliz, extendía su mano hacia este. Todos se sorprendieron al ver como la antes llama azul, cambiaba a un color similar al morado, para después arrojar se está un papel y volver a la normalidad.

El primer seleccionado

– ¡El campeo de Durmstrang, Viktor Krum! - grito Dumbledore.

El Colegio de Durmstrang no tardó en felicitar al chico, de igual manera los demás colegios aplaudieron. Todos contentos de que este hubiera salido. Krum agradeció y bajo hasta donde Dumbledore se encontraba, saludándolo con un apretón de manos.

– Adelante - indico el mago. Viktor obedeció, desapareciendo tras unos segundos.

Alheli noto como Harry miraba interesado donde el mayor había ido, más no le presto mayor atención, y es que el Cáliz volvió a cambiar su llama y aventar un segundo papel de pergamino que Dumbledore no tardo en tomar.

El segundo seleccionado

– ¡La campeona de Beauxbaton, Fleur de la Court!

De nueva cuenta las felicitaciones y aplausos no se hicieron esperar. Una chica alta, delgada, de cabello rubio como el oro sujetado por una goma, se levantó y camino hasta el director de Hogwarts, a quien con una sonrisa saludo. Este de igual manera le indico a donde debía de ir.

Un tercer papel salió del Cáliz, Dumbledore lo tomo.

El tercer seleccionado

– ¡El campeón de Hogwarts, Cedric Diggory!

Sonriendo el castaño se levantó, emocionado ante esto. De nuevo todos aplaudieron y aun más los Hufflepuff, quienes orgullosos miraban al tejón. Cedric camino hasta el director y de igual manera desapareció tras que Dumbledore le indicará donde debía de ir.

Los Tres Magos ya estaban seleccionados.

– ¡Excelente! - exclamó Dumbledore, mientras Barty hacia aparición, colocando un extraño objeto cubierto por una manta - Ya tenemos a los tres campeones, pero al final solo uno pasara a la historia. Solo uno levantara este Cáliz de los campeones...esta vasija de la victoria. ¡La Copa de los Tres Magos!

Con su mano elevó la manta, descubriendo el objeto. Una copa brillante, con detalles azules y plateados... Una copa que solo uno sería capaz de tomar.

Los aplausos no tardaron, todos emocionados por ver lo que se avecinaba.

De la nada entre todos los aplausos, el Cáliz comenzó a cambiar de color su llama como anteriormente lo había hecho. El director de Hogwarts volteo tras escuchar las llamas de el objeto.
Casi apresurado se acercó, su rostro se notaba confundido ante el Cáliz. Todos guardaron silencio.

La llama no era igual a las anteriores, esta era más fuerte y brillante. Tras unos segundos que parecieron una eternidad, el caliz arrojó algo, algo que volo más lejos que los anteriores pergaminos. Cayendo con velocidad hasta llegar a las manos del mago mayor.

Dumbledore leyó el pergamino, parecía estar a nada de desmayarse.

– Alheli...Alheli y Harry Potter - susurro, su respiración se acelero. Casi desesperado miro a todo el comedor en silencio, en busca de ambos niños - ¡Los Potter!

Alheli abrió sus ojos con sorpresa, notando como todos miraban hacia ellos. Su corazón comenzó a acelerarse mientras intentaba esconderse, aunque era inútil. De reojo noto a Azariel, quien confundido y con su rostro fruncido la miraba. Jamás había visto esa expresión en él.

– Hari - lo llamo por su apodo, rápidamente este la miro. Alheli vio el miedo y la confusión en sus ojos verdes, y el miedo que ella sentía se marchó.

Su hermanito se sentía confundido, no era momento para que ella estuviera igual o más perdida.

– ¡Potter! - grito Dumbledore, por su tono podía afirmar que estaba enfadado.

– No, no - era Hagrid, quien negaba rotundamente lo que Dumbledore había dicho. Los nombres de esos niños, el nombre de su dulce Alheli.

– ¡Alheli y Harry Potter! - grito Dumbledore. A muchos les recorrió un escalofrío, el hombre se veía aterrador.

Alheli noto el temblor en el cuerpo de su hermano. Como solía pasar cuando Vernon gritaba en casa por los quehaceres. Apretó sus puños y sin dejarse nublar por ningún sentimiento, se levanto de su lugar, con una mirada contundente.

– Alhli - escucho a su hermano susurrar, de reojo lo miró.

Harry suspiro, sin salir aun de su sorpresa. Aunque al ver a su hermana pararse e intentar enfrentar esta situación, una ola de valentía lo nubló, provocando que este caminara tras ella.

Alheli no espero que este la siguiera, ni menos que tomará su mano, entrelazandolas. Solía hacerlo cuando eran niños, solía tranquilizarlo.

Contrario a las veces anteriores, nadie aplaudía, todos se mantenían en silencio, mirando a ambos Potter caminar hasta el adulto. Nadie habla, nadie.

Al llegar hasta el, Alheli se posicionó frente a Harry aun con sus manos enlazadas. Parecía estar haciendo frente a la situación, casi responsabilizandose por ella. Sus ojos marrones miraron al hombre, jamás lo había visto tan molesto.

Dumbledore sostenía el pedazo de pergamino, extendiéndoselo para que lo tomará, y así lo hizo. Sin esperar lo abrió, y justo ahí se encontraba escrito su nombre y el de Harry con su respectiva caligrafía. Era su maldita letra.

Todo pareció dar vueltas en su cabeza, ella no había escrito eso, y sabía que Harry tampoco.

Dumbledore no los felicito, tampoco les indico el lugar. Harry jalo su mano, manteniendo su cabeza enfrente sin mirar a nadie en especifico. Concentrado únicamente en la mano de su hermana.
Por su parte Alheli si que miro alrededor, los malos ojos de todos aquellos que alguna vez compartieron tiempo con ella, hasta Hufflepuff la miraba como si hubiera matado a alguien.

– ¡Tramposos! - gritaron a lo lejos. Ahi la chica reaccionó, mientras miraba la espalda de su hermanito.

Nuevamente adquirió esa proteccion que Tía Petunia tanto detestaba. Jalo a Harry, quedando ella frente a él, en un intento vago de protegerlo, porque no podía taparle los oídos oara que dejara de escuchar como no los bajaban de Tramposos y "niños amantes de la atención".

Pasaron junto a Snape, parecía igual de confundido que el director, más no le dieron una segunda mirada. Minerva tomo sus hombros con cariño, deseandoles suerte quizás.

Bajaron unas escaleras hasta llegar a una especie de rejilla que al notarlos se abrió de inmediato, permitiéndoles el paso. Ante el ruido los otros tres magos se acercaron hasta la puerta, creyendo que se trataba de los directores y Barty, más no esperaron ver a dos adolescentes de 14 años agarrados de la mano. Parecían gatos asustados.

Alheli salto en su sitio, un grito fuera de el lugar resonó con furia. Los mayores confundidos miraron tras los Potter. Las voces cada vez se hacían mas claras hasta que todos los encargados y maestros se dejaron ver. Apresurados caminaban hasta ellos.

Alheli puso a Harry tras ella, ambos retrocediendo, notando la furia de todos aquellos adultos. Y de la nada Dumbledore casi corrió hasta ellos, causando que Alheli soltara la mano de su hermano.

Harry no se movió tras su hermana, aunque si que soltó una exclamacion de sorpresa al ver como el director tomaba bruscamente a la rubia por los hombros, sacudiendola mientras decía:

– ¿Ustedes pusieron su nombre en el Cáliz de Fuego? - pregunto con brusquedad.

Alheli hizo una mueca ante eso, sintiendo las manos de adulto presionar sus huesos con algo de fuerza.

– ¡No, señor! No pusimos nuestro nombre ahí.

– ¿Le pediste a algún estudiante que lo hiciera por ustedes? - miro a Harry, aunque Alheli pronto se interpuso, causando que este volviera a mirarla.

– ¡Pos supuesto que no! - respondió, su ceño comenzaba a arrugarse - Ninguno puso su nombre en ese Cáliz.

– ¡¿Estas absolutamente seguro de eso?! - parecía un demente.

– Si, señor, ninguno lo hizo - respondió esta vez Harry.

– ¡Mienten! ¡Estoy segura que ambos mienten! - exclamó la directora de Beauxbaton, molesta ante esta falta de respeto.

– ¡Claro que no! El Cáliz de Fuego es un objeto mágico muy poderoso y solo un potente hechizo lograría confundirlo - intento razonar Alastor. Dumbledore la soltó, mas no dejaba de mirarlos mientras respiraba pesadamente - Ambos son prácticamente niños, es estúpido.

– Parece que sabes demasiado de esto, Moody - refunfuño el director de Durmstrang.

– Mi trabajo era pensar como los Magos Tenebrosos - respondió el Auror.

– ¡Esto no nos ayuda en nada! - se interpuso Dumbledore, caminando hasta el Crouch, quien parecía pensativo - Tu decides Barty.

– Las reglas son absolutas. El Cáliz de Fuego tiene inapelablemente la decisión - Harry miro a la rubia, quien negaba con su cabeza - Los Potter no tienen salida. Son a partir de hoy otro participante del torneo.

– ¡Pero debe de haber una forma! ¡No salieron dos pergaminos! ¡Solo fue uno! - todos la miraron - ¿No puedo participar solo yo?... ¿Tomar solo mi nombre?

– ¡No Alheli! - Harry la miro, en su rostro abundaba preocupación ante lo que estaba diciendo - No hagas eso.

– No hables - lo miró suplicante, para luego ver a Barty - Porfavor.

– No es posible eso, ambos competirán - fue interrumpido.

– La niña tiene razón - comento Alastor - Fue solo un pergamino el que salió...si no es posible que uno compita solamente, entonces creo lógico que lo hagan ambos.

– ¡Eso sería injusto!

– Sería injusto hacer eso, ellos son dos y su competencia uno - diji Barty.

– Olvidas que su competencia tiene casi 4 años más que ellos - bufo el Auror.

– Eso imposible hacer eso, ambos deben de participar.

Alastor asintió, mirando con pena a los mellizos. Por otro lado, los demás adultos, parecían aun molestos. Alheli trago saliva.

Su plan de tener un año tranquilo se había ido por el caño. Su maldito nombre y el de su hermano había salido en esa copa infernal...su vida estaba en peligro.

Maldita sea

6,500 palabras, pa que se ataquen de capitulo.

La neta pido disculpas, actualizo dos veces por mes JAJAJAJA, pero pues se hace lo que se puede y aquí esta el capitulo 9 de esta historia.

Quiero agradecer primero por que ya son 2k y mas de 15k de lecturas en esta linda historia. Me hace muy feliz ver que les gusta basándome en los comentarios y mensajitos que me dejan en mis mensajes. Los quiero mucho y espero que el desarrollo les este gustando, porque esta historia va pa largo.

Hablemos de este capítulo.

¿Les gusto? Espero que si. La verdad a mi me gusta mucho cuando escribo de Theodore y Alheli, admito que hasta siento la tensión entre ambos.

Sobre Ron y Alheli, son la representación de mis amoríos. Pinches batos, pero amo Ron, el es especial en mi corazón.

Cada que escribo de Jules un perrito llora, juro que me cae en la punta del pie, morra castrosa. Pero hay que soportar porque ella es importante según mi cabeza.

Hablemos de como cosa que Alheli quiere, cosa que vale madres. Mi niña no le sabe a la manifestación 😞.

Pero bueno, se le perdona.

Déjeme sus opiniones sobre los personajes, la verdad me ayuda mucho a mejorar o empeorar jajaj.

Y sin más que agregar, les agradezco por todo y me encabtaria que votarán y comentaran,saben que es mi parte favorita tras publicar un capítulo. Los estaré leyendo.

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