꒰⚡ 𖥻𝟏𝟐 | 𝐕𝐎𝐋𝐀𝐑 ꒱

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𝐀𝐑𝐂𝐎 𝟐 ⟆ ˖𓍢ִ໋ 𝐄𝐋 𝐂𝐀́𝐋𝐈𝐙 𝐃𝐄 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎
¸:•.𝐡𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐩𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫;𝐠𝐨𝐥𝐝𝐞𝐧 𝐭𝐫𝐢𝐨¸:•.
⤿ ִׄ ›› 𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟭𝟮 ¦ 𝗩𝗢𝗟𝗔𝗥.

❛  𝑻𝒖𝒔 𝒃𝒓𝒂𝒛𝒐𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒓𝒆𝒇𝒖𝒈𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝒎𝒊
𝒂𝒍𝒎𝒂, 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒍𝒎𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒅𝒐𝒍𝒐𝒓 ❜

Hogwarts era un Colegio de Magia y Hechiceras, un lugar en donde la magia, lógicamente, era el pan de cada día. Lleno de adolescentes de distintas edades. Alheli mentiría si dijera que sabia el porque ahí se hacía tanta diferencia con los muggles de su edad. Admitía que no eran tan distintos ambos lados: igual de estúpidos cuando de pensar se trata.

El rumor de su pelea había recorrido Hogwarts de arriba para abajo. Apostaba que hasta los fantasmas ya conocían esta situación y se juntaban a cuchichear. Y no era para menos, si Jules se la pasaba caminando por Hogwarts con un collarín y unas horribles vendas en su brazo y cabeza, con Lavender a su lado o dándole de comer.

Alheli quería pensar que esa venda en la cabeza era por el pedazo de cabello qué le quito. Eso la haría sentir mejor.

Si el colegio no la amaba antes, ahora mismo parecían detestarla con fervor. Parecía que Hogwarts olvidaba lo que Jules hacia, si ella hacia algo peor a su parecer.

No importaba, ya nada de eso era importante. Ahora estaba bien con quien debía estar: Con su hermanito, su mejor amigo, Hermione y... Theodore, él también era importante.

Aunque faltaba una persona, una en la que Alheli había intentado no pensar.

— ¿Es verdad lo que dicen, Alheli? - su voz fue inevitable curiosa. La mencionada volteo, acomodando en su hombro su mochila - Hola.

— ¿"Hola" solo eso diras? ¿Es encerio, Aitana? - cuestionó Alheli frunciendo sus cejas. La mayor sonrió un poco.

— Si, hola - Alheli rodó sus ojos ante su tono - No pense qué soltarte por un par de días te haría comportarte como una bestia, Alheli.

— Callate, Aitana - pauso - No tienes derecho a siquiera mirarme. No puedo creer que cuando más necesitaba una amiga tú no fueras capaz de hablarme.

— No podía, además, no me necesitabas. Te vi con Theodore en las aulas, mi presencia hubiera sido en bano.

La rubia bufo, molesta ante la insinuación y el estúpido tono de la Crouch. Se sentía como hace dos años, antes de que fueran amigas.

— No es lo que insinúas - Aitana la ignoro - Encerio no lo es. Sabes, al menos él estuvo apoyándome cuando literalmente todo el colegio me odia.

— ¿Viste las estampillas? Son graciosas, jamás pensé que los Slytherin fueran ingeniosos - comento de la nada. Ignorando su tono, y por supuesto lo que había dicho.

Claro que las había visto, si era su maldito rostro y el de su hermanito con un horrible mensaje adulando a Cedric. Ese tejón. Lo había observado varias veces riéndose de ella o al menos de las cosas que decían sus amigos.

— No importa eso. No todos los Slytherin son idiotas, Aitana - defendió apretando sus puños - De hecho, casi puedo asegurar que son más inteligentes que algunas otras cosas.

— Que los Griffyndor, es obvio, Alheli - se burló con una enorme sonrisa. La mencionada supo en ese instante qué hablar con ella era inútil.

— Me refería a los de Ravenclaw, eso de pensar que son los más inteligentes les nubla el juicio por completo... Mejor, me refería a ti, Aitana - estaba por irse pero no podía dejar de hablar - Estas actuando como una idiota, y solo puedo darle a Azariel la razón sobre ti.

—  ¿Esa serpiente sigue hablando de mi? - pregunto mirando tras de ella.

— Es imposible no hacerlo cuando estas actuando como una - no termino. Alheli guardo silencio de inmediato.

Él recuerdo sobre el hermano de Aitana la atacó. Él era un mortifago. Un seguidor de Voldemort. La duda de si esto era conocimiento de la chica, la inundó.

— ¿Una qué?

— Nada. Hablemos luego, Aitana - respondió pasando de ella en dirección al gran comedor - Ahora mismo no tengo mente para responderte.

— No es novedad

La Potter no le contesto, camino hasta las enormes puertas para luego ir a la mesa con su hermano. Aitana no la siguió, brindándole espacio si es que eso era lo que la menor deseaba.

— Alhli - nombró Harry dejando de lado su desayuno, al verla tras de él - Te serví un plato.

— Gracias, Hari - beso su mejilla, tomando los cubiertos para comenzar su desayuno - Debemos de practicar esta tarde tras mi castigo. Falta cada vez menos para la prueba.

- Lose. No puedo creer que tengas que hacerlo por 2 semanas. Soportar a loco de Moody - hizo una mueca - No quiero pelear con...con esas cosas. ¿Has visto sus dientes?

— Harry, son criaturas con sentimientos - dijo Alheli. Él menor la miro de reojo sin creerle - Bueno, son peligrosas pero se que podrás hacerlo. Y sobre Alastor, es igual. El hombre no puede ser tan malo, sino, Dumbledore no me hubiera castigado con él.

Harry no le creyó en nada de lo que dijo. Imaginando la nota de Rita: Él niño que vivió comido por una Dragon. Apostaba qué sería un éxito.

— Creés que deberíamos de decirle a.. - se miraron - Ya sabes a quien. Sospecho que Madam ya le dijo a su ayegada - Alheli supo de inmediato a que se refería.

Dejo el bocado en el plato — No, nadie debe de saberlo - respondió de forma sería.

— ¿Por qué?

— Harry....Es nuestra competencia. Todos quieren que gane - lo observó, entrecerrando sus ojos ante su mirada - Además, apuesto que si él lo supiera ni si quiera pensaría en decirnos.

—  Eso no importa. No queremos ganar, ¿verdad? - pregunto, resaltando lo último.

— ¿Tengo cara de querer ganar? Harry, lo último que quiero es dinero por casi morir. Aunque debes de admitir que sería la primera vez que nos pagarán por casi morir; los otros años fueron gratis.

-.... - Harry soltó una risilla - No puedo creer que bromearas sobre eso. Tienes razón. Pero creo adecuado que él lo sepa. Puede que nos sirva en un futuro, Alheli.

Este comentario la dejo pensando. Quizás y Harry tenía razón y el decirle a Cedric sea de beneficio, o también puede que no sirva de nada. La probabilidad era equitativa, pero Alheli aun así no deseaba contarle.

— Piénsalo - murmuró el ojiverde.

Había visto a los Hufflepuff reírse de ella y susurrar cosas malas tras salir su nombre en el Caliz, no le cabía la duda de que Cedric era igual que ellos. Sonaba prejuiciosa, realmente no me importaba.

- Harry, has lo que desees, no importa - dijo, queriendo dejar el tema. Aunque sin notar que su tono había lastimado un poco al chico.

- Alhli

- De verdad, si gustas decirle esta bien - no lo miro, siguió picando su plato con la cuchara - Solo no quiero que me vincules con esto. Me avisas cuando le digas.

Harry asintió rendido, recargando su cabeza en el hombro de la chica. Alheli suspiro y acarició sus cabellos. Le agradaba qué este le hubiera hecho caso de dejárselo crecer. No se había equivocado en que se vería bien.

Ambos siguieron comiendo en silencio, no era incómodo, de hecho él silencio era un lindo momento para ambos.
Se pronto todos miraron hacia arriba, una parvada de lechuzas se abría paso entre los estudiantes, todas con cartas o cajas para los niños.

Inmediatamente todos dejaron sus alimentos, recibiendo con sonrisas los obsequios que soltaban las lechuzas. Los Potter no se movieron, a sabiendas de que ese día y ningun otro, recibirían un regalo.

Sorprendente una lechuza se posó frente a ellos. Era pequeña de color negro como la noche, y ojos azules similares a los de un gato. En su pico tenía un sobre, pero no cualquier sobre, sino uno de color rojo intenso.

- ¿Qué? - susurro Harry.

Todos en Griffyndor miraron esto, reconociendo ese horrible sobre rojo. La lechuza se acercó a Alheli, extendiendo la carta que pronto fue tomada. Causado qué el ave se marchará por donde vino, dejando tras de ella un horrible silencio.

- Un vociferador - dijo Alheli. Sus manos comenzaron a temblar a sabiendas de la humillación que representaban - ¿Tía Petunia se habrá enterado?

Harry trago saliva, sin creer que ese sobre estaba en manos de su hermana - Dudo mucho que sea de ella... Ella odia la magia - se miraron - Sal de aquí y ábrelo afuera.

Demasiado tarde, la chica lo abrió ahí mismo causando un horrible estruendo qué hizo eco en todo el comedor. Loa profesores miraron a la mesa roja, notando el vociferador flotar frente a la rubia.

- ¡Alheli Petunia Potter! ¡¿Qué es lo que estabas pensando para hacer lo que hiciste?! - grito el pedazo rojizo. La chica abrió sus ojos con miedo, reconociendo la voz de Lana Nott - ¡Golpear a tu compañera de cuarto, dislocarle un hombro y romperle una maldita clavícula! ¡¿A eso vas a Hogwarts?! ¿A pelear de modo muggle con tus compañeras? - Se escuchaba enfurecida. Totalmente cegada por la molestia. Harry se hizo chiquito en su asiento - ¿Acaso no te dije que hacer? ¡Veo que no me obedeciste! ¡Eres igual a él, por Merlín! ¡Griffyndor's impulsivos tenían que ser!...

"¿Y cómo es eso de que estas en el Torneo de los Tres Magos... Bueno Cinco magos? ¡No puedo creer que no me lo hayas contado, ni tampoco tú Azariel, merecía saber esto! - en la mesa de Slytherin, Azariel se cubrió la cabeza al sentir las miradas de todos en él - ¡Tú y Azariel me van a sacar canas verdes antes de tiempo! ¡Espero una carta en defensa, Alheli! ¡Ten lindo día, y más te vale comer bien eh!"

Y con ese último detalle el vociferador guardo silencio, trozandose en mil pedacitos al concluir su mensaje. Todos en el comedor se mantenían en silencio, mientras Alheli, aun si poder creerlo, miraba donde antes había flotado el vociferador.

De la nada una risa se hizo presente y de pronto todo el comedor se encontraba riendo ante aquel evento. Alheli no reaccionó, ni siquiera cuando Harry se levantó con ella y la saco del Gran Comedor.
No fue hasta que estuvieron lejos de las risas que ella pudo jadear con fuerza, apretando sus puños mientras miraba al Potter.

- ¡Por Merlín! ¡¿Por qué hizo eso?! - cuestionó Alheli escandalizada, sin entender como es que si quiera la madre de su amigo se había enterado.

- No tengo idea. Quizás fue el profesor Dumbledor quien el aviso - supuso Harry. Él tampoco entendía mucho eso, solo sabía que ahora su hermana sería la burla por tal humillación pública.

- No creo, no habría un porqué - negó con su cabeza, comenzando a caminar lejos de ahí - Ella no...ella no debió de hacer eso.

- Por supuesto que no, Alheli - rodó sus ojos, deteniendo su andar - Aun así creo que fue un detalle lindo - lo miro incrédula - Si, lindo, ya sabes...jamás te han enviado algo así.

- Pues se lo hubiera ahorrado. No es un lindo detalle una carta gritona - y con eso se alejo de su hermano.

Harry bufo, dirigiéndose a su salón de clase. No faltaba mucho para que esta comenzará. En él camino se topo con Ron, quien se veía con una expresión de molestia. Ambos se observaron, seguido de lanzarce una mala mirada y cada uno dirigirse a su destino.

Él cual, lógicamente, era el mismo. Tal parecia que la situación empeoraba cada vez más.

La tarde llego con rapidez, nada nuevo había pasado más allá de ver a Alheli molesta caminando por los pasillos con un Azariel preocupado tras de ella. Y era imposible no molestarse, tremenda humillación había sufrido gracias a la madre de su amigo.

Aunque Azariel únicamente alardeaba qué su madre no lo hizo con mala intención. Solo se preocupaba por ella, esto, Alheli lo ponía en duda.

Pronto el fin de las clases llego, causando que muchos fueran a hacer sus actividades o a terminar sus tareas en la Biblioteca. En el caso de los Potter junto a Hermione y Azariel, se encontraban en esta, en busca de la forma adecuada de vencer al temible dragon al qué Harry se enfrentaría en poco tiempo.

En una mesa algo alejada de todos, los chicos se mantenían con sus rostros en los libros en busca de algún hechizo o algo que les permita hacer posible que Harry viviera sin ser mascado por algún Dragon.

- ¡Nada! ¡No hay nada! - hablo Azariel, lanzando el enorme libro que anteriormente estaba leyendo - Sabes, Harry - se miraron - Creo que Alheli te va extrañar mucho, pero no te preocupes, en tu muerte yo la cuidare como buen hermano postizo que soy.

- Ja, ja, ja - Harry rodó sus ojos - Sigue soñando.

- Azariel - Alheli bajo el libro, mirando a su amigo - Harry no morirá. Encontraremos la manera de hacer que le gane a ese Dragon.

- SI, podemos encontrar hechizos, aunque dudo que el tiempo nos de - dijo Hermione con una mueca.

- Es una pena. Harry si fueras bueno, esos hechizos no serían complicados - Azariel coloco su mano sobre su mejilla. Los Griffyndor entrecerraron sus ojos hacia él - ¿Qué?

Alheli negó con su cabeza, dejando salir un suspiro. No sabía que podría ayudar a su hermano en esta prueba, sabía que si algo salía mal un dragón era capaz de matarlo. Este malestar la atormentaba.

La rubia continuo leyendo, intentando encontrar algo que los ayudara. De igual manera, Hermione hizo lo mismo. Azariel lo intento, aunque pronto se harto de estar leyendo.

Adoraba leer, pero no leer cosas de la escuela.

Cansando miro hacia enfrente, coincidiendo con el Potter menor, quien acomodaba sus gafas para continuar leyendo uno de los tantos libros en la mesa. Azariel entrecerro sus ojos aun mirándolo, pasando de su gafas rotas hasta su cabello negro y rebelde. De inmediato miro a su amiga, centrándose en sus enormes orbes marrones y su nariz respingada. Suspiro.

Jamás había notado lo poco similares qué eran, aunque bueno, jamás había visto a los padres de ellos.

Con una expresión de aburrimiento observó de nuevo a Harry, aunque esta vez el chico también lo estaba mirando. Azariel sonrió levantando su mano en un saludo que hizo que Harry rodará sus ojos con hartasgo.

- Grosero - dijo Azariel, rompiendo el silencio y capturando la atención de los Griffyndor.

- Claro - bufo Harry, centrándose en el libro. Comenzaba a cansarse de esto.

Alheli y Hermione se miraron confusas. No entendiendo que pasaba en realidad.

- Grosero - repitió el Snape siendo ignorado de nuevo por Harry.

- Chicos...

- Grosero - Azariel sinceramente ya solo lo decía para eliminar el silencio. Los odiaba con su alma - Muy grosero.

Aunque Harry no estaba para soportar esto - ¡¿Qué quieres?!

- ¡Harry! - exclamó Alheli mirándolo por unos segundos de mala manera.

Ante esto Azariel intervino - ¿Ves? No podía pedir menos de un chico grosero que lo único que piensa es en volar en esa escoba.

Era claro que a Azariel le encantaban los problemas.

- Te voy a enseñar qué es ser grosero, Snape - aventó el libro, levantándose de sus silla con brusquedad.

- ¿Me amenazas? - lo reto Azariel. Se había librado de seguir leyendo esos viejos libros.

Mientras tanto, la situación con las chicas era distinta.

- ¿Volar? - susurro Hermione, quien se había mantenido en silencio.

- ¿Escoba? - ambas se miraron, parecía que habían concluido en la misma idea - ¡Volar con su Escoba! - exclamaron a la vez, emocionadas al encontrar una forma de burlar al Dragon.

- ¡Chicos, que listos! - Alheli sonrió ignorando las miradas de su amigo y hermano.

Azariel miro tras de él, para luego apuntarse a si mismo - ¿Nosotros?... ¡Por supuesto! Soy un Snape.

- Eso te vuelve molesto - insulto Harry.

- Bueno ya basta - interrumpió Hermione. Ambos dirigieron su vista hacia ambas chicas - Ya tenemos una idea para que sobrevivas, Harry.

- ¡Si! Y se que te gustara - sonrió Alhelí. Su hermano dudo un poco aunque le indico que continuará - ¡Volaras con tu Saeta! - extendió sus manos con emoción.

Azariel festejo, aunque Harry no lo hizo - ¿Y luego? - cuestiono. Las chicas se miraron por unos segundos - ¿Solo eso?

- Si... - respondió la rubia - Ya sabes, lo sacaras de ahí y.. ¡Listo!

- Pero Alheli, no puedo ingresar con mi escoba.

- Pero puedes tener tu varita ¿No? - pregunto la castaña recibiendo una mirada brillante de los Potter.

Tal parecía que esta vez Harry seguiría con vida...Al menos eso le gustaba creer.

Los pasos en un enorme pasillo resonaban con delicadeza entre el silencio y el eco del lugar. Aunque pronto se silenciaron, dando paso al rechinido de una puerta al ser abierta.

Alheli miro a su alrededor, notando la poca iluminación de aquella aula, diferente a como se veia las mañanas en donde se le impartía DCLAO. No evitó sentir un escalofrío, y es que la obscuridad jamás fue un lindo recuerdo para ella.

- Veo que llego, señorita Potter - escucho tras de ella. Seguido de esto los pasos algo dificultados captaron su atención.

- Perdón por la tardanza, estaba con - guardo silencio al ver a su profesor asentir frente a ella, sin darle importancia.

- No importa eso - se sentó en una silla vieja - Venga, no se quede ahí. Tenemos muchas cosas que revisar.

Le dijo, indicándole qué se sentará frente a él y un enorme escritorio con pergaminos y hojas sueltas cubriendolo. Alheli asintió, yendo de inmediato a iniciar su castigo.

- Perfecto, ahora, me ayudaras a revisar los inservibles apuntes de tus compañeros - le extendió un par de hojas - Y digo inservibles porque de nada les servirán frente a los magos malvados - bufo con aparente enfado.

Alheli intento no reír, y es que opinaba lo mismo. No se imaginaba recitando la teoría frente a algún peligro.

- ¿Le parece gracioso? - pregunto Alastor, mirándola con su único ojo sano. La chica trago saliva - Ríase señorita Potter.

- No... No era mi intención, solo que - pauso - Ya sabe, sería gracioso dar teoría en un enfrentamiento.

- Estúpido diría yo - respondió el profesor - Revisara faltas de ortografía, y si al menos al concluir el ensayo tienen idea de que trataba.

Tras esto ambos se enfrascaron en un silencio que era interrumpido únicamente por el sonido de la pluma dando taches o aciertos entre los distintos pergaminos de los magos. Alheli imagino que sería algo mucho peor que revisar ensayos mal logrados, después de todo Alastor no estaba muy cuerdo en comparación con otros profesores.

Entre los distintos ensayos qué tenía revisados se encontraba él de Ron... Ron Weasley. Aun no superaba sus palabras, de hecho hasta este momento podía jurar que eran las causantes de sus resientes problemas. Después de todo no hubiera golpeado a Jules si no hubiera estado llorando por Ron, ni mucho menos le hubiera gritado y desconfiado de Nott si no estuviera sensible por Ron.

No obstante, esto tampoco era su culpa al cien porciento. Aun así, deseaba alegrarse en algún momento con él, y que este dejase de pensar que había secretos, secretos más allá de su enamoramiento por él.

Su enamoramiento.... Su puro e iluso enamoramiento. Jamás pensó mucho en él, al menos no lo necesario, solía imaginar su vida con él, pese a que desconocía si era correspondida. No importaba, ahora tampoco podía pensar en eso, no había tiempo y sería totalmente en vano.

Después de todo, Ron Weasley estaba enfadado con ella.

- ¡Señorita Potter! - gritaron cerca de ella, de inmediato brinco en su asiento mirando hacia su profesor, quien molesto fruncia su ceño - Deme eso.

Le arrebato el pergamino - Ron Weasley - leyó con lentitud, casi deletreando el nombre del pelirrojo - ¿Acaso la inestable letra de su enamoramiento la distrajo, Señorita? - pregunto con burla, casi riéndose al ver como se sonrojaba ante su acusación.

Sus mejillas ardieron como si de prender pólvora se tratase - ¡¿Qué?! ¡No, no se de que habla! - se hizo la desentendida, causando una risa por parte de Alastor.

- ¡Claro que lo sabe! ¡JA!.. ¿Por eso golpeó a su compañera? Uy un triangulo de amor - la apuntó entrecerrando su ojo. Alheli se sintió amenazada mientras negaba la acusación - ¿Un pelirrojo? ¿Tenía que ser igual a su padre?

La expresión de la niña se relajo ante la mención de James. Si evitarlo miro con ojos curiosos al profesor - ¿Conoció a mi padre? ¿A James?

Alastor apretó sus labios dejando en su escritorio el pergamino del Weasley. Sin evitarlo se maldijo. Era un idiota.

- ¿Qué si conocí a...James? ¡Por supuesto que si! Era un...- se detuvo, notando el brillo en los ojos de la Griffyndor - Él era un gran mago, señorita Potter.

La niña se acercó más, invitándolo a hablar - ¡Lose! - confesó - Papá fue..fue extraordinario.

Alastor asintió, sacando a relucir una mueca mal disfrazada.

- Aunque también fue un poco molesto eh... Como todo adolescente, claro - dijo alzando sus hombros.

- ¿Encerio? ¿Conoció a mi padre adolescente?... ¡Wow! - sonrió, imaginando a un James con su uniforme de Griffyndor desordenado y sus gafas pulcras - ¿Cómo era él?

Pregunto, haciendo de lado los demás pergaminos qué debía revisar. Moddy miro esto, aunque no dijo nada al notar la emoción de la niña al hablar de su padre. No sabía que Alheli lo adoraba tanto.

- La verdad, no conocí mucho de tu padre - se acomodo en sus silla. Alheli asintió lentamente, casi decepcionada. Alastor noto esto de inmediato - ¡Pero, si conocía mucho a tu madre!

La emoción volvió a inundar el rostro de la menor - ¿Encerio? ¿Fue su amigo?

- Por supuesto, nos conocíamos y ella era la mejor bruja qué alguna vez conocí - comento Alastor, coincidiendo miradas con Alheli - Ella era lista y muy astuta. No dudaba en lanzarse en el peligro si de proteger se trataba... Sabes, muchas veces ella me salvo la vida.

Alheli abrió sus labios sorprendida. La imagen de su madre luchando y salvando a su profesor se convirtió en una imagen increíble en pocos segundos - ¡Wow!

- Más que eso - sonrió, aunque a los pocos segundos su expresión se marchito por completo - Lastima que ya no es lo mismo. Ahora ella no es...esta con nosotros.

La niña bajo su mirada, era como si Alastor la hubiera regresado a la realidad de un golpe. El hombre noto esto, sintiendo en su pecho un malestar al ver así a la Potter. No debía de sentir eso, no era lo correcto.

Aun así no importaba

- Sabes, te pareces demasiado a ella - ella lo miro con rapidez, notando como el Auror la veía de reojo. Había algo distinto en sus ojos - Cuando te miro en clase solo puedo pensar que me recuerdas mucho a ella cuando tenía tu edad - susurro con voz gélida. Sin esperarlo se levantó y comenzó a andar hacia la puerta - Eres el retrato vivo de tu madre. Deberías de sentirte orgullosa, Alheli - la chica se levantó. Confundída miraba la espalda de Alastor.

- ¿Qué? Señor no creo que sea - la interrumpió.

- Aunque no lo creas si lo eres. Es una verdadera lastima - abrió la puerta del aula, deteniéndose al estar fuera de esta - Que tenga linda noche, señorita Potter.

Ella no respondió, y el mayor no espero respuesta, puesto que se alejo de inmediato del aula, dejando sola a la Potter. Quien no solo tenia mil dudas encima, sino que sorprendentemente esa platica había sido de su agrado.

Él aire frío mesia con cautela sus coletas mientras recorría su espalda causando escalofríos, mismos que convinados con los nervios que inundaban su cuerpo, eran la bomba perfecta para la desesperación y preocupación.

Estaban en una especie de estadio, lleno de bancas en donde los estudiantes de los Tres Colegios se mantenían sentados con sus banderas, playeras o lo que sea que pudiera mostrar con fervor tu apoyo hacia alguno de los Magos que competirán.
En este caso, la mayoría de los estudiantes de Hogwarts mantenían su rostros pintados con pinturas negras y amarillas, vistiendo camisas amarillas y sosteniendo con emoción y animo mantas con el nombre de Cedric escritas en ellas.

Eran realmente pocos los que apoyaban a los Potter, y por pocos realmente era casi nadie. No importaba, pensaba Alheli mientras miraba a su alrededor con un horrible malestar. A su lado, Azariel vestía completamente de rojo, a excepción de sus pantalones negros, teniendo una foto de ambos Potter's en su pecho...¿Lo raro? Era una foto de ambos dormidos en su habitación en casa de sus tíos.

Alheli viendo eso ni siquiera deseaba preguntar. Además tenía cosas más importantes por las cuales preocuparse, tales como que Ron estaba a su lado totalmente incómodo, y aun más importante....¡Su mellizo estaba apuntó de poder morir! Esperaba por Merlín, Godric, Salazar.. Lo que fuera, que Harry saliera con bien.

- ¡Harry Potter! ¡Harry Potter! ¡Alheli Potter! ¡Alheli Potter! - gritaba Azariel en una especie de horrible canción, mientras que con su mano hacia sonar una especie de matraca.

Todos a su alrededor miraban de mala forma al chico, después de todo era horrible el sonido que causaba no solo su voz, sino hasta el artefacto muggle en sus manos.

- ¡Harry Potter! ¡Si se puede! - prosiguió su amigo.

Alheli lo miro con precaución, indicándole que guardará silencio - Aza, aun ni siquiera sale Harry. No hay nadie en la arena.

- ¡Es para demostrarles a todas esas parvadas que ustedes son mejores, Alheli! - exclamó con obviedad, mirando de mala forma a los chicos pintados con los colores de la casa amarilla - ¡Cedric no ganara eh! - le grito a un niño que pronto se alejo de ahí.

Ese fue el límite para la rubia. Tomo de la mano a su amigo y juntos bajaron de las gradas, mientras tanto Azariel seguía haciendo sonar si artefacto. Alheli no entendía como Snape no lo había quemado, bueno si es que sabia de su existencia.

Sin decir nada la chica camino hasta una especie de casa de campaña enorme y aun tomada de la mano de su mejor amigo entro. Lo primero que vio fue a Víktor Krum pasar en tirantera frente a ella, saludándola en el proceso.

- Se te va a caer la baba - le murmuró el chico, causado qué ella lo soltase - ¿Qué?

Alheli no respondió, saludo de vuelta al chico y se adentro en el lugar. Pronto encontró a la persona que deseaba ver, Harry estaba a unos metros de ella, dando vueltas con nerviosismo. La imagen le causó una mala sensación a la chica, por lo cual no espero mucho y se acercó a su hermano.

- Alhli - fue lo primero que dijo Harry, sintiendo el cuerpo de su hermana estamparse con el suyo, hundiendolos a ambos en un cálido abrazo.

Él chico coloco su cabeza en el hombro de la mayor, abrazando esa calidez interior que tanto le brindaba su hermana. Y es que ahora más que nunca la necesitaba.

- Hari - respondió Alheli, besando su cabeza con cariño - Por Merlín, de verdad no puedo creer que harás esto.... ¿Qué tal si mejor voy yo? - Harry negó, levantando su cabeza - Yo... Yo no quiero que nada malo pase.

- No, Alhli - se separaron. Alheli sintió un frío recorrerla - ¿No confías en mi?

¿Qué si no confiaba en él? ¡Por supuesto que lo hacía! Solo que dolía el hecho de pensar en verlo lastimado.

- ¡Que tontería! Por supuesto que confío en ti, Hari - sujeto sus mejillas, de inmediato Harry acarició su mano - Solo que no quiero que nada te pase.

Él chico sonrió, mirándola con cariño - Nada malo me pasara si estas ahí apoyándome. Solo eso quiero.

Y Alheli no pudo evitar asentir. Harry era su debilidad sobre cualquier cosa. Si Harry le pedía eso, entonces ella se lo daría sin importar nada.
Porque nada importaba más que Harry.

- De acuerdo - lo soltó tras una suave caricia - Vence a ese Dragón y más te vale no salir tan herido.

- Claro, confía en mi - beso su mejilla con cariño.

Ella asintió, y juntos caminaron hasta Azariel, acercándose más hacia donde se encontraban los demás participantes. Azariel no evitó presumir su camisa con el Potter, quien algo confundido se pregunto de cuando era esa fotografía.

- Es una linda fotografía - dijo Fleur con su acento francés - Muy dulce.

- ¡Lose! - exclamó Azariel con enfusividad. La francesa rio ante esto.

Alheli rodó sus ojos con una sonrisa, notando como Harry se alejaba de ellos y caminaba hasta el fondo de la casa de campaña. Confundida quizo acercarse, aunque no fue necesario puesto que la figura de Hermione salió lanzándose a abrazar al ojiverde.

Y justo en ese instante un flash iluminó la habitación, mientras la irritante voz de Rita se hacia presente con sus ojos en ambos adolescentes abrazados.

La mujer no espero invitación alguna, automáticamente se interno en el lugar con su camarografo - ¡Que...Tierno! - los chicos se separaron, observando con desagrado a la mujer - Aunque pasara algo malo, de cualquier forma con esto serán noticia.

Se le veía emocionada, cosa que hizo que Alheli caminara hasta su hermano y amiga para encarar a la molesta mujer.

- ¿Qué dijo? ¿Planea publicar eso en su periódico basura? - pregunto, sin esperar respuesta - Porque si es así, le juro que se arrepentira de haber mencionado el maldito nombre de mi hermano y amiga en él.

- Que grosera - murmuró Rita con desagrado, aunque la chica no le dio importancia.

- Usted no debe de estar aquí - era Viktor. La mujer miro a su dirección - La tienda es solo para los cinco campeones y sus amigos. Nada más.

Sin disimulo Rita miro al chico, dejando a relucir una sonrisillas que hizo asquear a más de uno - No importa, ya tengo lo que quería - respondió con un tono casi meloso.

Tras una fotografía al lugar, ella se alejo de los adolescentes con su camarografo, aunque no salió del lugar. Y casi de inmediato la figura de Dumbledore, Crouch y los demás directores, se hizo presente.

- ¡Buenos días campeones! Es un gusto saludarlos. Vengan, acérquense - les indico Dumbledore. Todos se acercaron a él - Han sufrido y por fin el momento a llegado, un momento que solo ustedes cinco pueden valorar - miro a los campeones, topando con Azariel y Hermione al final - ¿Qué hacen aquí señor Snape y señorita Granger?

- ¡Somos el apoyo, director! - hablo Azariel levantando su puño en forma de poder. Hermione miro apenada al director.

- ¿Su padre sabe de esto?

- Nos vamos Herms - dijo tomando a la chica, ignorando la pregunta del mayor - ¡Suerte mis Potter's! - Alheli se despidió con un movimiento de mano.

- Muy bien. Barty, la bolsa - el mencionado camino hasta ellos extendiendo un pequeño costal negro.

- Formen un círculo alrededor mio - obedecieron de inmediato - Perfecto, ahora, Señorita de la Cour, tome uno - le extendió el costalito, permitiendo que la chica introduciera su mano y sacara de esta un pequeño dragon verde. Alheli abrió su boca emocionada - Un perfecto Gales Verde.

- Wow - exclamó en un murmullo mirando al pequeño ejemplar.

- Es pequeño - dijo Harry, notando como Viktor también sacaba su dragón.

- SI, pero dudo que con esa cosita vayas a pelear.

Pronto Cedric también tomo el suyo, significando que el último que quedaba era con el que Harry tendría que competir en esta prueba.

- El colacuerno - dijo Alheli en voz baja. Harry asustado miro a Barty acercarse a ellos.

Debía de ser chiste

- Los Potter - saludo abriendo el costalito. Harry metió su mano sacando con ella al pequeño Dragon - El Colacuerno Húngaro.

- Toma - Harry le paso al reptil con cuidado notando la mirada en soñada que le dirigía esta al pequeño animal.

- Estos representan a los reales. A los cuales se les ha dado a proteger un huevo de oro - hablo Barty - Su objetivo es simple: Conseguir el huevo, y deben de hacerlo porque cada huevo contiene la clave para la siguiente prueba. ¿Alguna duda?

Nadie dijo nada, permitiendo que Dumbledore les deseara suerte. Dando comienzo a la Primera Prueba del Torneo de los Tres Magos.

Con esto iniciado, Cedric fue el primero en ir a la arena. Los demás chicos se posicionaron cerca de la puerta, por lo que Alheli tenía que irse de ahí puesto que ella no competiría. Tras desearle suerte a su hermanito, salió sintiendo la presión en su pecho aun más intensa qué hacia unos minutos.

Sus pensamientos se dirigían únicamente a qué es lo que haría si algo salía mal. Si ese fuera el caso, entonces la culpa la atormentaria durante toda su desgraciada vida.

Sin evitarlo iba tan consentrada en sus pensamientos que no noto cuando una figura de atravesó en su camino, no fue hasta que choco con esta, que pudo dejar de pensar.

- ¿Con la cabeza en las nubes, Potter? - la chica miro hacia arriba, coincidiendo con un par de ojos verdes.

- Slytherin - saludo levantando su mano derecha - Pensé que estarías en las bancas. ¿Qué haces aquí?

- ¿Yo? Solo caminaba - no le dio importancia, su tono y postura se lo decían - La pregunta aquí es...¿Estas bien?

Alheli intento dar una sonrisa, aunque fallo de forma inmediata - ¿Tanto se me nota? Creí que era buena disimulando.

- Lo eres, pero yo soy un observador nato, Potter. Es imposible no notarlo - suspiro, mirando tras de ella - ¿Acaso es por Potter N. 2?

- Si, estoy preocupada por él - confesó rápidamente. Theodore no lo espero puesto que la miro sorprendido - Me siento morir.

- ¿Tanto así?

- Peor que eso - bufo, a lo lejos se podían escuchar los viroteos en apoyo de Cedric - Si algo le pasa... - Theodore negó con su cabeza, deteniendo cualquier oración.

- ¿Por qué tan negativa? ¿Dónde está la Potter que se arriesga a todo, la que no mide consecuencias? - su tono de voz era irónico, algo común en él.

- Ahora mismo esta muriendo por ir a cuidar a su hermanito - se quejo cerrando sus ojos.

- Pues dile que no debe de hacerlo - abrió sus ojos, topando con los del Nott - Su hermano es un buen mago y un tonto Griffyndor. Él sabrá como salir de ahí, o ¿Acaso su hermana no le enseñó a sobrevivir?... ¿Su hermana no le enseñó a ser él y volar?

Alheli sonrió con tristeza, tomando entre sus dientes su labio inferior en un intento de controlarse.

- Por supuesto que si, Slytherin - respondió Alheli.

Theodore sonrió mostrando sus dientes para después tomarla de los hombros y acercar sus rostros - Entonces no te sientas morir por verlo volar. Mejor disfruta y siéntete orgullosa de tu hermano. Se una hermana mayor.

Y Alheli no pudo evitar controlar las ganas de abrazar al Nott, colocando su cabeza en su pecho, justo donde los latidos de su corazón eran apreciables. Theodore no se quejo, al contrario, abrazo a la chica, sonriendo con suavidad al sentir los cabellos rubios cerca de sus mejillas.

- Siempre sabes que decir eh - alago de forma indirecta. Mirándolo ahora con una linda sonrisa - Gracias - se separó de él con lentitud.

Ambos adolescentes sintieron un escalofrío al separarse. La calidez se había reducido más no eliminado, dejando en ambos un lindo malestar.

- No hay de que, Potter

- Si lo hay. Algún día te pagaré todo lo que has hecho por mi - rio con suavidad - Sabes... Ahora puedo confiar ciegamente que eres mi ángel guardián, Theodore.

Y con este comentario, Alheli comenzó a caminar en dirección a las gradas, deteniéndose al ver que Nott no la seguía.

Miro tras de ella -¿No vienes? Vamos, quiero apoyar a mi hermano contigo.

Theodore lanzó una risa y pronto camino hasta ella. Juntos se dirigieron a las gradas con sonrisas bobas en sus rostros y un brillo inocente en sus miradas. Sin siquiera notar a la mujer que se abría paso entre la tela amarillenta de la casa donde recidian los campeones.

Nada bueno se venía

Hola hola mis amores lindos

Al fin una digna actualización en este lindo fanfic que tantas risas me ha sacado. Espero y les haya gustado este capítulo, porque a mi me encanto.

Adoro la relación de Harry y Alheli. Son lo más de verdad. Además me llena el corazón escribirlos juntos, hasta ganas de llorar me dan.

Pero bueno, este capítulo no pudo estar más lleno de sentimiento. No me culpen, estaba sentimental por sentír de nuevo la inspiración.

Hablemos del capítulo. Más bien hablemos de Theodore Nott, porque yo se que medio pueblo es fan de ese niño, y yo.. Yo también me incluyo.

Esperemos y eso continúe en el siguiente capítulo... o en el siguiente arco. No importa, realmente me sorprende mi capacidad para siempre hacerlo ver como un sol, pero ey, únicamente con Alheli.

Porque Theo si es niño de casa y ser fiel, no como otros.

Fuera de eso, ¿Qué opinan de esa linda escena al final? Perdón pero no las podía dejar sin un momento de Theodore y Alheli. No fui capaz.

La verdad espero y les haya gustado, le pido disculpas por mi ausencia y prometo que no volverá a suceder. Ya hasta les ando haciendo especial de Navidad.

Fuera de eso, me encantaría que votarán y comentaran, de esta manera me incitan a saber que les está gustando esta historia y por supuesto se sabe que mi momento favorito de esto es pode leer sus comentarios que tanto amo.

Sin más que añadir, besos

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