XIII. The Book Of Destiny

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CAPÍTULO TRECE
EL LIBRO DEL DESTINO




Tras la llegada de Cisco al bar después de ser acompañado por Nyssa y un montón de hombres armados en un viaje en coche, Barry le dio unas clases rápidas para aprender a usar sus poderes a mayor escala. Pero habían sido tan rápidas que acertar con la Tierra exacta a la que querían llegar les estaba costando más de lo normal.

Pero finalmente una brecha se abrió en el interior de la Fortaleza de la Soledad en Tierra 38, donde Superman y Lois Lane se encontraban.

—Gracias a Dios que hemos llegado—suspira Barry al aterrizar en la guarida helada de los kryptonianos—

—Si, solo hemos necesitado 17 intentos—comenta Oliver a su lado—

—Ah, ya veo. Eres cómico—comenta Tessa con molestia, sus ojos viajando entonces hacia Barry—Tu amigo es un cómico.

El velocista suspira, dedicándole una mirada de disculpa a la chica.

—No te preocupes, Cisco. Has hecho un bien trabajo—murmura Tessa hacia su empleado—

El latino, mucho más tímido que el que Oliver y Barry conocían, asiente levemente, dedicándole una amable sonrisa a Tessa.

—¿Sigues siendo Barry?—Clark se acerca a Oliver—

—Ah, no.

—Hemos... No.

—Ah, se ha arreglado. Que bien—celebra el kryptoniano, dedicándoles una sonrisa—

Oliver y Barry comparten una mirada antes de posar sus ojos en Tessa y Cisco. Clark frunce el ceño, siguiendo sus ojos hasta posarlos en ellos. Entonces una mirada de preocupación se hace presente en su rostro.

—Oh, no—murmura, mirando a Tessa—¿Kara?

—Señorita Merlyn—le corrige la chica, mirándole con molestia—¿Debo creer que este tío es Superman? ¿Le habéis sacado de la calle? Ni si quiera te pareces a él—se queja, observando la sala con interés hasta posar su mirada en una especie de martillo de grandes dimensiones y forma extraña—¿Qué es esto?

Apoya su mano en él, haciendo éste se active y se ilumine con fuerza.

—Wow—exclama Barry, tapándose los ojos ante el deslumbramiento—

—No deberías tocarlo—comenta Lois, mirando a la castaña—

—Se podría montar una buena fiesta con esto—admite ella, observando el objeto con atención—Conozco a un tío que...

—Oye, todo ha vuelto a ser normal—interrumpe Barry, volviendo su atención hacia Clark y Lois—Bueno, no todo.

—¿Dónde está Kara?—cuestiona el kryptoniano, buscando a su prima con la mirada—

—¿Kara Danvers? Probablemente encerrada en la fortaleza de Superman—responde Tessa antes de que Oliver y Barry puedan decir nada. Los ojos de Clark se posaron de nuevo sobre ella—La odia. Ni si quiera sé por qué. Bueno, si, la chica mato a un par de personas e hizo cosas horribles, pero... No sé, yo creo en el poder de las chicas. Mon-El la conocía más que yo.

—¿Conoces a Mon-El?—frunce el ceño, confuso—

—Claro, es mi mejor amigo—sonríe la chica—Y mi guardaespaldas principal. No suelo ir a ningún sitio sin él. Excepto, aparentemente, en viajes multiversales—señala, observando la guarida helada en la que se encontraban—

Barry y Oliver entrecierran sus ojos, observándola con atención antes de poner sus ojos en Cisco, quien tímidamente se había sentado en una de las escaleras, esperando que la tierra le tragara. Sin duda sus amigos habían cambiado mucho en esa realidad.

—Deegan lo ha vuelto a cambiar todo—explica Barry tras unos segundos—Central City es completamente diferente, puede que el mundo entero. Todos se creen que él es Superman y que nosotros somos malos.

—Bueno, yo soy mala—señala Tessa, levantando la mano y sonriendo con arrogancia—

Barry rueda los ojos, ignorándola. Nunca pensó que Tessa pudiera llegar a molestarle tanto. Pero esta versión de ella le estaba llevando al límite.

—Si conseguimos ese libro, deberíamos poder reescribir la realidad otra vez—declara, apretando su mandíbula levemente—

—¿Si? ¿Y cómo pensáis hacerlo?—cuestiona Tessa, acercándose a ellos—¿Tenéis un boli mágico escondido entre el hielo?

—No es un boli, es una mente—corrige Clark, atrayendo su atención—Me he encontrado otros libros así. El autor escribe cosas para que existan a base de fuerza de voluntad. Pero cambiar la historia tiene un coste.

—¿Alguna idea de dónde está el libro?—Lois posa su mirada en Oliver y Barry—

—Si yo fuera él lo tendría en algún lugar que también pudiera renter a alguien de Krypton—admite el velocista—

—Entonces en la guarida de Superman—declara Tessa—Laboratorios STAR. Ese sitio es una fortaleza. Cisco aquí cumplió condena una vez.

Señala a su amigo y empleado. El latino levanta la mirada levemente hasta posarla en ella, dedicándole una leve sonrisa nerviosa sin saber muy bien que decir. Había cumplido condena por ayudarla a ella y había sido la peor experiencia de su vida. Lo cual no era decir mucho, pues el pobre ingeniero era muy miedoso.

—Eh, nosotros también—comenta Oliver, girándose para mirarle, golpeando así el brazo de Tessa—¿Por qué te encerraron?

—¿He dicho que podías tocarme?—Tessa le mira con molestia antes de posar su mirada en Barry—¿He dicho que podía tocarme? Porque me he perdido esa parte.

—Madre mía—murmura Barry, rodando los ojos con irritación—

Lois y Clark les ignoran, compartiendo una mirada entre ellos.

—Tienes que ir—declara la mujer—

—Tengo que ir—asegura Superman en un suspiro—


Después de hablar con ella durante un buen rato, Kara por fin había conseguido llegar hasta el corazón de Alex y convencerla de que el mundo en el que estaba viviendo no estaba bien y que Superman no era quien decía ser. Esa mujer solo era la doble de su hermana, pero aún así para Kara era como tener a su Alex a su lado.

—Vaya, vaya, vaya—las puertas del ascensor se abrieron, dejando que Deegan se encontrará con las hermanas Danvers—Una traidora entre nuestras filas.

—Cuando te decía que debías salir con alguien, Danvers, esto no es lo que tenia en mente—comenta Frost a su lado—

—Te lo advertí—Deegan observa a Kara con molestia—

—La he engañado yo para que abriera mi celda. No nos conocemos—asegura la kryptoniana, intentando proteger a Alex de la ira de Deegan—

—Si nos conocemos—corrige Alex con rapidez—Es mi hermana.

—Aw. Pues podéis arder juntas—declara Deegan, sus ojos iluminándose en el rojo de sus rayos láser—

Sin embrago, antes de poder hacer nada, una brecha se abre delante de él. Barry, Oliver, Cisco, Tessa y el verdadero Superman atravesándola desde Tierra 38. Esta vez el latino había conseguido un viaje perfecto con solo un intento. Tessa le felicito, dándole una palmada en el hombro.

—Hola—saluda Clark al quedar frente a Deegan. El hombre era igual que él, aunque su traje era de un color muy distinto al suyo—Mola el traje.

Sonríe levemente, admirándolo. Deegan aprieta su mandíbula, lanzándose rápidamente contra él para empezar una pelea. Clark no duda en devolverle el golpe, sujetándole de los hombros y echando a volar para sacarle del edifico antes de que alguien saliera herido.

—Esa es nuestra señal. Nos piramos—declara Tessa, empujando a Cisco levemente—

El latino asiente, abriendo una brecha tras Kara y Alex.

—Que os divirtáis, guapas—se despide Tessa con rapidez antes de atravesar al brecha junto a su amigo—

Ignorando eso, Oliver se prepara para pelear contra Frost, Diggle y Roy el solo, mientras que Barry da un paso atrás sin saber que hacer a falta de sus poderes.

—Ve a por el libro—le ordena Oliver cuando Roy le empuja hacia el ascensor—

—Si—asiente Barry, viendo como las puertas se cierran mientras Diggle le pegaba un puñetazo a Oliver—

Dándose la vuelta lentamente, Barry se sorprende al ver a Alex junto a Kara.

—Alex, estás aquí—celebra, acercándose a ella—¿Qué haces aquí?

Como respuesta a su pregunta, la mujer le pega un puñetazo en la cara antes de rodearle el cuello con su brazo.

—Eh, no. ¡No!—exclama Kara, alarmada—

—Eres dura en todas las realidades. Entendido—murmura Barry con el poco aire que quedaba en sus pulmones—

—No, no, no. Tranquila. No es malo de verdad—Kara intenta calmar a Alex antes de que esta deje a Barry gravemente herido—

—¿No?—Alex frunce el ceño con confusión—

—No.

Ante su respuesta, la mujer no duda en soltar a Barry, mirándole con arrepentimiento,

—Estoy bien—asegura él, intentando recuperar el aliento—

—Lo siento.

—No, da igual—le asegura, quitándole importancia—

Kara suspira con alivio, volteándose hacia Alex.

—¿Dónde escondería Deegan... Superman algo súper valioso?—le pregunta entonces—

Alex entrecierra los ojos, pensativa.

—Todo lo que le importa lo guarda en un sitio llamado Fortaleza de la Soledad—informa tras unos segundos—Os llevaré.

Comienza a andar por el pasillo, siendo rápidamente seguida por Kara. Barry suspira con frustración, echándole un último vistazo al ascensor por si Oliver aparecía.

—Acabó de venir de la Fortaleza de la Soledad—se queja entonces, siguiendo a ambas mujeres—

Para su suerte, la Fortaleza de la Soledad a la que Alex se refería no se encontraba en medio del Ártico y no les era necesario viajar miles de kilómetros para llegar allí. Sino que la fortaleza se encontraba en el propio edifico de Laboratorios STAR.

—Esto no es la fortaleza de nada, esto es la cámara del tiempo—se queja el velocista al reconocer la sala de Gideon—

Alex frunce el ceño, mientras que Kara le ignora, sus ojos viajando hasta el libro colocado en una especie de altar en el centro de la sala.

—Está abierto—señala la kryptoniana, acercándose a él—

—Vale, pero... ¿cómo se hace para reescribir la realidad?—inquiere su amigo, colocándose a su lado—

—Pues, vamos a ver—suspira, abriendo el libro lentamente—

Pero el libro era demasiado poderoso, tanto que Kara pudo sentir como su cabeza daba vueltas, llenándose de la información en él. Tras haber estado encerrada, usando el poco poder en su cuerpo que la falta de luz solar le dejaba, la kryptoniana no podía soportarlo.

—Estarás débil después de tanto tiempo en la celda—explica Alex al ver como Kara cierra el libro de golpe, tambaleándose levemente—

—¿Estás bien?—Barry la suelta de la cintura, una mirada preocupada en sus ojos—

Kara asiente levemente.

—No sé cómo lo ha hecho Deegan—admite entonces ella—

—Yo sugiero que lo que tengas que averiguar lo hagamos lejos de aquí—declara Alex, dándose la vuelta para mirar la puerta de la sala, asustada porque cualquiera pudiera entrar y encontrarles—

—Superman sabe cómo hacerlo—recuerda Barry entonces, señalando el libro—

—Se lo llevaré—declara Kara, usando su velocidad sobrehumana para salir del edifico lo más rápido posible—

Alex y Barry imitan sus pasos, aunque a una velocidad mucho mas lenta que ella.

Las calles de Central City estaban llenas de personas corriendo de un lado a otro, asustados por que Superman se encontrará peleando con alguien que para ellos era un villano.

—¡Superman!—exclama Kara, atrayendo la atención de Deegan, quien se encontraba pegándole un puñetazo a Clark—

Al tener sus ojos puestos en ella, la kryptoniana no duda en dispararle con sus rayos láser, ahora mucho mas fuertes y potentes. Su primo se pone entonces en pie, acercándose a ella. El alivio pintado en su rostro al ver que se encontraba bien.

—Clark, tienes que abrir esto—le ordena Kara de forma nerviosa. No tenían tiempo para un rencuentro familiar, no en medio de una pelea como aquella—Arregla todo.

Con un simple asentimiento, Clark agarra el libro entre sus manos, abriéndolo y llenándose de toda la información en él. Él no conocía la verdadera realidad de Tierra 1, pero el libro le daba toda la información necesaria. Y cómo conocía a su prima y a Tessa en persona, devolverles sus trajes fue fácil. Además, con todo eso, Tessa también pudo recuperar sus recuerdos a pesar de que el libro apenas la mencionaba.

Alex pudo ver en primera persona como Barry recuperaba su traje y sus poderes. El velocista sonrió victorioso y aliviado, viendo entonces cómo las puertas del ascensor frente a él se abrían. Vestido con su traje de Green Arrow, Oliver salió de él siendo el único aún consciente en su interior. Mientras que Frost, Diggle y Roy se encontraban completamente inconscientes en el suelo de este.

Usando su velocidad, Barry corre a reunirse con Kara, pero antes de poder reaccionar, Deegan se coloca tras el, sujetándole del cuello con fuerza. Kara se da la vuelta hacia él, disparándole con los láser en sus ojos, pero él se lo devuelve rápidamente.

—Haz que lo cierre o le parto el cuello—ordena entonces Deegan—

—Creo que no—habla una voz a su izquierda—

Deegan, Barry y Kara se voltean, encontrándose con Tessa, quien le apuntaba con su arco de manera amenazante.

—Pues tu amigo morirá—declara—

Tessa entrecierra los ojos, una flecha de kryptonita apuntando a Deegan directamente a su cabeza.

—No si te mató yo primero.

—Tessa, no. No hagas esto—Barry conecta su mirada con la de su mujer—No hagas como Oliver, no canalices tu lado oscuro. Ambos podéis superarlo. Podéis ser diferentes. Podéis ser mejores. Tal vez sea eso. Tal esa es la prueba del Monitor.

—No me importa su prueba—declara ella—Él te va a hacer daño.

—Tess...

Ella no quiera hacerlo, pero la mirada que Barry le dedicaba le hizo soltar un suspiro de frustración mientras finalmente bajaba el arma. Deegan empujó entonces a Barry lejos de él, uniendo sus manos en una gran palmada que les deja a todos rápidamente aturdidos. Clark incluido, lo que provoca que el libro caiga de sus manos y Deegan pueda agarrarlo en sus manos y salir volando.


El mundo a su alrededor estaba en constante cambio de realidad. Los edificios, los ordenadores, incluso las salas de Laboratorios STAR, donde ahora los cinco héroes se reunían para pensar un plan contra Deegan.

—¿Qué está pasando?—Kara observa los escritorios del cortex con confusión—

—Deegan esta reescribiendo la realidad otra vez—le responde Oliver, colocándose a su lado—

—O destruyéndola—corrige Clark—

—Puede que haya una forma de detenerle. Detener literalmente el tiempo—propone Barry, recibiendo una mirada incrédula por parte de todos—Venga, ¿es eso más locura que todo lo que habéis oído en las ultimas tres horas?

—¿Y cómo detenemos el tiempo, Barry?—cuestiona su mujer, apoyando su espada en el escritorio principal—

—Si Supergirl y yo damos la vuelta al mundo en direcciones opuestas a más de Mach 7 deberíamos crear la suficiente fuerza centrífuga para frenar la rotación de la Tierra.

—Y todo lo demás—murmura Kara, viendo que su plan tenía sentido—

—Le quitamos el libro a Deegan y todo vuelve a ser normal—completa Oliver—

—Podemos hacerlo—asegura la kryptoniana—

Barry y ella comparten una mirada antes de comenzar a andar, dirigiéndose a la salida.

—Moriréis los dos—declara Clark, haciéndoles frenar en seco. Las miradas de todos se posan en él, sus ceños fruncidos con confusión—Cuando abrí el libro os vi morir a los dos haciendo exactamente lo que estáis diciendo. Y si sale en el libro...

—Es el destino—completa Oliver—

—No. No. El destino no existe—se queja Tessa—

—Yo creo a Clark.

—Tenemos que intentar algo—insiste Kara, volviendo a posar su mirada en su amigo—¿Preparado?

—Si—asiente el velocista—

—No. ¡Barry!—Tessa intenta pararle, pero es demasiado tarde. Kara y él desparecen del cortex con su velocidad sobrehumana—

—¡Kara!—exclama Clark a la vez—

—Si no mueren, les matare yo misma—se queja la semidiosa, volviendo su mirada hacia Oliver, quien también pretendía salir del cortex—¿Adónde vas?

—Tengo una idea—le responde—Vosotros, conseguid el libro.

—¿Y Barry y Kara?—cuestiona Clark, preocupado—

—Esperemos que el destino pueda reescribirse—declara Oliver, abandonando el cortex—

Tessa le observa con incredulidad. Su cabeza intentando pensar con claridad mientras el miedo a perder a Barry la invadía por completo.

—Eres Superman, creo que puedes arreglártelas solo—murmura, echándole un rápido vistazo Clark antes de seguir los pasos de su mejor amigo—¡Ollie! Voy contigo.

—No. Esto tengo que hacerlo solo—declara el arquero sin molestarse en mirarla mientras ambos caminaban por los pasillos de Laboratorios STAR—

—¿Hacer qué solo?—inquiere, sujetándole de la muñeca para obligarle a frenar—No sé si te has dado cuenta, pero hasta ahora hemos trabajado en equipo. Así es como arreglamos las cosas. Barry dijo algo. Dijo que tú y yo podíamos ser mejores. Y tiene razón. Así que se acabó tener secretos, hacer cosas a escondidas y cargar con toda la oscuridad. Estamos juntos en esto. Siempre lo hemos estado—Oliver suspira, mirándola a los ojos. Un sentimiento de nostalgia se enciende entonces en su corazón, provocando que sus labios se eleven en una leve sonrisa. Tessa frunce el ceño—¿Por qué sonríes? No estoy de broma

—No, no. Lo sé—asegura rápidamente—Lo siento. Es... Me recuerdas a alguien, nada más. Lo echaba de menos—admite antes de seguir con su camino—

Tessa se queda estática en su sitio, sabiendo perfectamente a quién se refería. Esas palabras, ese discurso de motivación haciéndole saber que podía ser mejor persona de lo que ya era, ese era un discurso que Oliver ya había oído de otra persona años atrás. Su mejor amigo.

La misma leve sonrisa nostálgica se asoma entonces en los labios de Tessa. Tommy habría estado orgulloso de sus palabras.

—¿Vienes o qué?—la llama Oliver desde la distancia—

Sin perder ni un segundo, Tessa sale de sus pensamientos y corre tras él.

Ella no sabía a dónde se dirigían, pero tampoco le importaba. Confiaba en Oliver y cualquier plan que él tuviera sería el adecuado para ayudar a Barry y a Kara, además de para detener a Deegan. Sin embargo, al ver que se adentraban en el edifico donde Cisco vivía, no pudo evitar sentirse muy confundida.

—¡Novu! ¡Sé que estás ahí, hijo de perra!—exclama Oliver tras intentar abrir una puerta—¡No te tengo miedo! ¡No me impresionas en absoluto! ¡Déjate de juegos y muéstrate!

Eleva su pierna derecha, golpeando la puerta con fuerza hasta abrirla de par en par.

—Si, eso funcionara—murmura Tessa viendo como Oliver entraba en el lugar—

Atravesando la puerta tras él, Tessa se sorprendió al ver que en vez de aparecer en un simple apartamento, se encontraban en una especie de plataforma en medio del espacio.

—Cuanta pasión y arrogancia—comenta el Monitor, dándose la vuelta para mirarles—Piensas que si gritas lo bastante alto puedes dar órdenes a un dios.

Tessa entrecierra sus ojos.

—Tú no eres un Dios—declara con firmeza—

Los ojos del hombre se posan en ella.

—Pero como no hay un nombre para lo que soy, supongo que tendréis que conformaros con Dios—declara en respuesta—Vuestro tiempo es limitado. No sé si deberíais dedicar el poco que os queda a exigirme cosas. Ya os he dicho lo que tenéis que hacer.

—Sabemos lo que les pasará a Barry y a Kara—declara Oliver, atrayendo su atención—

—Y habéis venido aquí con la vaga esperanza de que pueda alterarlo—asume él—

—Acabas de decir que eres un Dios. No creo que tu prueba sea para ver si somos lo bastante fuertes. Creo que es para ver si somos lo bastante buenos. Y no creo que en ninguno de los universos que has puesto a prueba nadie te ha dicho nunca tan claro lo que pensaba.

—Si, eres el primero de una multitud—admite, acercándose a ellos—

—No es a mi a quién necesitas. Dijiste que pasaría la prueba si conocía mi verdadero ser. Mi verdadero ser está lleno de oscuridad. Barry, Tessa y Kara son diferentes. Trasmiten esperanza. Inspiran a los demás porque son los mejores.

—Ollie, ¿qué estás haciendo?—Tessa eleva su mirada hacia él, confusa por el camino al que se dirigía esa conversación—

—Si esta prueba tuya va a matar a nuestras mejores bazas para impedir esta crisis... Para ser un dios no eres muy listo—declara Oliver, manteniendo su mirada fija en el Monitor e ignorando la pregunta de su amiga—

—El universo es una maquinaria compleja. El equilibrio debe mantenerse. Un cambio requiere otro—declara el Monitor—¿Cómo propones tú que mantenga el equilibrio?


Cuando Lois aparecio en Central City a través de una brecha, Clark se colocó junto a ella, su mirada puesta en Deegan, quien con el libro en sus manos intentaba reescribir la realidad de nuevo.

—Se acabo, Deegan—declara Clark, caminando hacia él—

—No. Yo decidiré cuando acaba la historia—declara, enfadado—

—Me gustas más de azul—se queja Lois, golpeando el gran martillo alienigena en sus manos contra el suelo—

Este martillo provoca una explosión de energía que hace que el libro se resbale de las manos de Deegan y éste salga volando varios metros atrás. Clark aprovecha eso para intentar recuperar el libro, pero Deegan es más rápido que él, agarrándolo en sus manos y apuntándole con él.

La energía dimensional de este impide que Clark pueda moverse, pero cuando éste le sobrepasa de poder, tirándole al suelo, la energía golpea de lleno a Lois, haciéndola volar varios metros en el aire.

—¡Lois!—Clark intenta ponerse en pie lo más rápido posible para poder salvarla—

Pero justo en ese instante, tras dar cientos de vueltas a la Tierra intentando ganar velocidad, Kara y Barry por fin alcanzan la velocidad suficiente para ralentizarlo todo hasta casi detener el tiempo por completo.

Justo en ese instante, Oliver, quien había sido armado con una flecha especial concedida por el propio Monitor, apunta al Libro del Destino. Su flecha impacta de lleno contra él, rompiéndolo por completo y anulando la energía dimensional en él. Como consecuencia, el poder que mantenía a Deegan con la apariencia de Superman se rompe y la falta de energía vital en su cuerpo le deja completamente muerto.

Entonces, el tiempo vuelve a moverse de manera normal, dejando que Clark pueda atrapar a Lois antes de que ella impacte contra el suelo, salvándole así la vida.

—Barry y Kara. Habéis tenido más fe que yo—Clark se acerca a Oliver y a Tessa, viendo como esta última agarraba el Libro del Destino entre sus manos—

—No conozco a Kara tan bien como a Barry. Pero si la cosa se pone fea, Barry no para. Va aún más deprisa—explica Oliver—

—Igual que mi prima—asegura Clark, dedicándoles una leve sonrisa—

Como si les hubieran invocado, Barry y Kara frenan a su lado, ambos agotados por la carrera que habían realizado. Recuperando el aliento, ambos chocan sus puños, felices porque que el plan hubiese salido bien.

—Ya sabes porque tengo fe—comenta Oliver, mirando a ambos héroes con orgullo—

Barry sonríe, levantando la mirada hacia su mujer. Se arrepentía de haber salido corriendo sin apenas despedirse de ella después de que Clark asegurará que él y Kara morirían. No podía cambiar ese hecho, y sabía que ella estaría enfadada con él, pero se alegraba profundamente de poder reunirse con ella de nuevo.

Una parte de él esperaba que Tessa se lanzara a sus brazos, alegre y aliviada por su bien estar. Otra parte de él la conocía demasiado bien y sabía que enfadada eso no sería lo que ocurriría. Pero Tessa ni siquiera se había molestado en mirarle, sus ojos puestos con atención en el libro en sus manos.

—¿Tess?—su voz parece sacarla de sus pensamientos. Sus ojos conectando por fin con los suyos—

—Creo que debo hacer algo—murmura ella entonces—Os veo en un rato.

Barry frunce el ceño, viendo como su mujer se daba la vuelta, alejándose de ellos con el Libro del Destino en sus manos.

Volver ella sola al lugar donde ella y Oliver habían sido capaces de encontrarse con el Monitor tal vez no era una de las mejores ideas que Tessa había tenido, pero una parte de ella sabía que su conversación con él tenía que ser privada.

—Esperaba que volviera—admite el Monitor, recibiéndola en aquella plataforma espacial—

Tessa suspira, dejando el libro en el suelo.

—Pensé que lo querrías de vuelta—responde, elevando su mirada hacia él—

Dándose la vuelta para mirarla, el Monitor niega.

—Es todo tuyo. Sus poderes han sido destruidos, pero no me pertenece a mi—declara, echándole un rápido vistazo al libro— Puedes estudiar de él.

—¿Estudiar el qué?

—Se acerca una crisis, señorita Merlyn—le recuerda, acercándose a ella—Todo el multiverso está en juego.

—¿Y qué tengo yo que ver en eso?—eleva sus cejas, confusa—

—Eres descendiente de una diosa Griega. Tú misma eres la diosa de las estrellas. Las estrellas forman el universo. Tienes mucho que ver.

Él tenía razón, y en el fondo Tessa lo sabía. Lo que se acercaba era mucho peor, y una parte de ella sabía que ella era una pieza clave para solucionarlo.

—¿Puedo hacer algo para que anules tu trato con Oliver?—inquiere tras unos segundos de silencio—

El Monitor la observa durante unos momentos antes de negar en silencio.

Sin molestarse en decir nada más, Tessa agarra el libro de nuevo en sus manos. Y con el simple pensamiento de querer abandonar aquel lugar, su cuerpo aparece de nuevo en las calles de Central City.


Cuando Tessa regresó a Laboratorios STAR todos se reunieron en la sala de velocidad para despedirse de Kara, Clark y Lois, quienes después de haberles ayudado volvían de nuevo a su Tierra.

—Esto empieza a convertirse en una cita anual, ¿eh?—comenta Kara, una sonrisa en sus labios mientras se acerca a Barry y Tessa—

—Dios, espero que no—responde el velocista—

Oliver se acerca entonces a ellos, atrayendo la atención de Kara.

—¿Qué es eso? ¿Estás sonriendo?—la kryptoniana sonríe con diversión—

—Es que me caéis bien—admite Oliver, cruzándose de brazos—Pero no lo contéis.

Tessa sonríe levemente. Ella era la que más acostumbrada estaba a ver a Oliver sonreír, siendo ella muchas veces la razón. Pero una parte de ella se alegraba sabiendo que la luz de Kara y Barry que tanto la hacían sonreír a ella también funcionaba con él.

—Espero volver a veros pronto—admite Tessa entonces, posando su mirada en Lois y Clark—

—Preferiblemente sin darle a Lois otra razón para lanzarse en picado hacia el peligro—comenta Clark, mirando a la aludida con cariño—

—He aprendido de ti, cariño—Lois se encoge de hombros, dedicándole una sonrisa—

—Cisco, ¿haces los honores?—cuestiona Kara, acercándose a él—

—Lo que sea para mi kryptoniana favorita—asiente él—Eso es, tengo una kryptoniana favorita.

—Y has escogido bien—asegura Tessa—Pero es mía.

Se lanza a los brazos de su amiga, quien la recibe con una sonrisa en los labios, abrazándola con fuerza.

—Yo tengo una diosa griega favorita—comenta entonces en respuesta—

Tessa sonríe, separándose de ella para colocarse de nuevo junto a Barry y Oliver mientras Cisco abre la brecha.

—Bueno, hasta la próxima—se despide Kara—Paz, de vuestra kryptoniana favorita.

Los cuatro sonríen, viéndola desparecer junto a Clark y Lois al atravesar la brecha.


—Da gusto volver a sentir los efectos del alcohol—admite Oliver tras tomar un trago de cerveza—

Barry sonríe levemente, sentándose a su lado en aquella barra del bar al que él y sus amigos más acudían en Central City. Aquel el cual había sido renombrado La Mesa Redonda durante el tiempo en el que la realidad había sido reescrita.

—Si. La supervelocidad tiene sus más y sus menos—admite el velocista—

—Tenía hambre siempre—señala Oliver con molestia—Se me hacían agujeros en los zapatos.

—¿Y no vas a echar nada de menos?—Barry le observa con curiosidad—

Oliver baja la mirada de forma pensativa. Si que había algo que echaría de menos, algo por lo cual entendía que Barry le gustara tanto usar sus poderes.

—Pues, alguna veces, cuando iba a toda velocidad, era como que las cosas se quedaban quietas. Y lo veía todo muy claro, ¿sabes?—señala. Barry asiente, entendiéndolo perfectamente—Lo echare de menos.

—Flashtime.

—¿Qué?—Oliver frunce el ceño antes de tomar otro trago de cerveza—

—Así es como llamó—explica Barry—

—Siempre tienes un nombre para todo—suspira, rodando los ojos—

Barry sonríe, dándose la vuelta para mirar hacia la puerta del bar, esperando que su mujer entrará por ella en cualquier momento.

—Me da que debería daros las gracias a Tessa y a ti por algo—habla tras unos segundos, volviendo su mirada hacia Oliver—El Monitor. Hablasteis con él, ¿verdad? Conseguisteis que cambiara nuestros destinos.

—Kara y tú cambiasteis vuestro destino, Barry, porque fuisteis los héroes que siempre habéis sido—corrige Oliver, sin entrar en los detalles que solo él, Tessa y el Monitor sabían—Oye, he sido tú. Lo he vivido, lo he sentido. Eres un buen hombre.

—Tú también, aunque no quieras que los demás lo crean—asegura el velocista, dedicándole una mirada comprensiva—

—No soy tan bueno como tú crees—asegura, apartando su mirada de él durante unos segundos—Pero gracias a ti, creo que algún día lo conseguiré.

Barry sonríe levemente.

—¿Nos damos un abrazo?—propone, la sonrisa en sus labios haciéndose más grande—

Oliver niega rápidamente.

—No. No. Y esta vez va en serio. Dos veces me has hecho abrazarte. No—declara con firmeza—

Barry borra su sonrisa, formando una mueca en su rostro.

—Vale.

—¿Vale? Va en serio—le insiste—

Rodando los ojos Barry se sorprende cuando unos brazos rodean su cuerpo en un abrazo. Pudo reconocerla al instante, su aroma, su tacto y el confort de su abrazo.

—Hey—sonríe, volteándose hacia ella—

Manteniéndose con los ojos cerrados y una sonrisa en sus labios, Tessa acomoda su cabeza en su pecho mientras Barry le devuelve el abrazo. Sus brazos rodeando su cintura y su rostro hundiéndose en el hueco de su cuello.

—Necesitaba eso—admite el velocista al separarse—

—Lo sé—sonríe ella—

Barry le devuelve la sonrisa, dándole un rápido beso en los labios antes de ponerse de pie para dejarle su silla a ella, sentándose él justo a su lado.

—Lo sé, lo sé. Nada de abrazos para ti—señala la chica al notar la mirada de Oliver sobre ella—

—De echo... Siempre estoy listo para uno de los tuyos—admite, dedicándole una leve sonrisa y abriendo sus brazos—

Tessa sonríe victoriosa, lanzándose hacia él. Oliver suelta una pequeña risa ante su entusiasmo, abrazándola con fuerza.

—¿En serio?—Barry le observa con incredulidad—

Oliver rueda los ojos mientras que Tessa suelta una pequeña risa, sintiendo la seguridad de los brazos de su amigo rodeándola. Una seguridad que solo sentía con él y con Tommy. Era un sentimiento de familiaridad y seguridad muy distinto al que sentía con Barry.

—Voy a proponer un brindis—declara Oliver al separarse de ella, agarrando su cerveza—Por saber apreciar lo que tienes mientras lo tengas.

Barry y Tessa sonríen, chocando sus propias bebidas con la suya.

—Eso me recuerda, que creo que hay unas personas a las que tienes que conocer—comenta ella tras darle un trago a su cerveza—

Oliver frunce el ceño.

—Tommy y Taylor quieren hablar con su tío Ollie—explica—

—¿Sabéis? Después de todo lo que hemos pasado, creía que seríais lo suficientemente inteligentes para enseñarles a vuestros hijos que viajar en el tiempo no es una buena idea—señala el arquero—

Barry y Tessa ruedan los ojos, compartiendo una mirada entre ellos.




Y llegamos al final del crossover, espero que os haya gustado (tendréis esa escena de Oliver, Thomas y Taylor, posiblemente en el siguiente capítulo, no os preocupéis)

Por cierto, si sois fans de SUPERNATURAL, pasaros por mi fic de Dean Winchester. Se llama Bad Omens, podéis encontrarlo en inglés y en español.

No olvidéis votar y comentar. Gracias por leer ❤️

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