Henry Lennox

De un momento a otro me sentí sin fuerzas hasta el punto de caer en rodillas, mi visión se encontraba en negro. No podías moverme pero si escuchar el grito de dolor de Willow. Quería hacer algo pero no podía, mi cuerpo no reaccionaba.

Y muchos recuerdos llegaron a mi mente. De la muerte de mi madre y como mi padre se empezó a alejar de mi por el simple hecho de que le recordaba a su esposa y empezó a despreciarme por eso. Y me dolió más cuando conoció a otra mujer con hijos dónde el si les puso más atención y por eso decidí irme de la casa y vivir solo, no soportaba ver cómo mi padre amaba a otros niños que no eran suyos mientras que a mí me despreciaba, me llene de odio por eso.

—¡Henry! ¡Reacciona! ¡El quiere que....quiere que recuerdes tu pasado, eso lo alimenta!.

Y mi mente empezó a envolverse de los maravillosos recuerdos que tuve con mi amada Willow. La vez que nos conocimos, fue uno de los mejores momentos en mi vida, ella fue la razón por la que me metí en este mundo, quería estar a su lado y vivir sus experiencias aunque al principio no lo creía pero luego me enseñó el museo y quedé fascinado por las hisotrias de las cosas malditas.

Y me empecé a enamorar de esa muchacha extraña.

Mi visión volvió a la normalidad y las fuerzas regresaron a mi cuerpo. Me acerque a Willow y puse su cabeza en mis piernas. Mire alrededor y ese tipo se había ido.

—Ya se fue, tranquila....—la abrace.

—He visto cosas peores y está es una de ellas .

•••

—Va a estar bien —nos informo el enfermero terminar de ver al papá de Willow.

Ed y Lorraine lograron rescatar a Janet

—La salvó —le dije al Sr. Ed —. Es un gran hombre, señor Ed.

—Y tu salvaste a mi hija, escuché sus gritos en ese momento, pero por la situación que me encontraba no pude ayudarla. Te lo agradezco.

—En realidad ella me salvó —voltee a mirar a la castaña que hablaba con Janet.

La señora Hodgson se acerco a nosotros.

—Gracias por haber regresado —dijo mi madre a los señores Warren.

La Sra. Warren le dió un pequeño abrazo.

Janet se acerco con Willow y la menor se abalanzó a abrazar al Sr. Ed —Gracias.

—No hay nada que agradecer —dijo la Sra. Warren.

Janet se sentó a un lado. El sr. Ed se sacó una cadenita en su cuello y miro a Janet.

—Escucha....eso me a mantenido a salvó desde que era niño. Al igual que Willow, ella pensaba que había un monstruo debajo de su cama — me rei y la escuché bufar —Y cuando crezcas busca a alguien que lo necesite y dáselo ¿Si?

—Tengo mucha suerte. Dijiste que una persona hace la diferencia pero yo tengo tres —dijo Janet viéndolos.

Willow sonrió para luego abrazarla. Todo había terminado y yo la verdad voy a quedar con trauma al ver que el demonio que una vez Willow me dibujo, si existe.

Ahora sí puedo decirlo y confírmalo. Dios existe, el diablo existe, el mundo que vivimos es un misterio y algunos prefieren no ver la realidad que oculta nuestro mundo.