En el capítulo anterior hubo un Festival para festejar el día de la primavera, pero lamentablemente esto tuvo que terminar en algo muy triste y trágico.

Hoy presentamos...

{CONTANDO LAS ESTRELLAS}

Aquella era una noche oscura, triste y larga, en la que Elizabeth se preguntaba, porqué aquel día tan lindo y radiante, tuvo que terminar de aquella forma tan cruel, esa noche no había podido conciliar, el sueño, y estaba algo preocupada ya que el siguiente día, sería el último día que estarían en ese hermoso lugar, para luego viajar a Barcelona.

—¿Qué es lo que te pasa? —se preguntaba la chica mirando el techo.

—¿Qué fue lo que pasó? —se replicó una vez más.

Aquellas preguntas rondaban por su cabeza, y así pasaron varias horas en las que ella no podía dormir haciéndose estas preguntas, hasta que la luz del sol empezaba a iluminar por su ventana.

—No dormí nada —exclamó mientras soltaba un bostezo.

Ella decidió levantarse antes que todos, quería salir a pensar lo que había sucedido el día anterior, así que se dispuso a vestirse, a bañarse y peinarse. Posteriormente, salió de su habitación, para luego salir de la casa donde nadie se había despertado. Estando afuera y comenzó a caminar, hasta que llegó a una pequeña ciudad muy acogedora, ella tenía muchísima hambre, así que se detuvo en una cafetería, muy bonita que estaba cerca de ahí.

Ella caminó hasta el pequeño café, pero se detuvo un momento, ya que encontró un extraño papel tirado en el suelo, con la siguiente frase…

“El tiempo no espera”

—¿Qué me querrá decir esto? —se preguntó la muchacha de ojos cafés, para posteriormente guardar el pequeño papel en su bolsillo.

Ella entró a la cafetería, tomó una mesa y se dispuso a esperar a que la atendieran.

—Hola disculpe la demora señorita — Menciono el joven mesero.

—No sé preocupe —Espeto la morena.

—Gracias por su comprensión, ¿Qué le gustaría pedir? —preguntó el joven mesero con una libreta y un lápiz en sus manos.

—Pues me gustaría un café y un pastel de zarzamora, por favor — respondió la morena.

—Claro en un momento se lo traigo— se volteo y se dirigió hacia la cocina.

Después de decir esto, el joven mesero se fue a pedir la orden de Lizy.

Pasaron cómo 5 minutos cuando ya estaba su comida en la mesa, ella comió muy rápido ya que no se sentía muy bien de ánimo para comer despacio, después de esto pidió la cuenta, y salió de ahí. Ella se empezó a adentrarse más en aquella ciudad y a su paso encontraba muchas parejas las cuales se veían muy enamoradas, ella al principio se sintió un poco Sola al ver aquellas escenas, pero después se sintió un poco mejor, ya que tenía fe en que ella algún día encontraría una persona con la cual compartiría su vida de la misma manera su vida de esa manera.

Ella se sentó en una banca, para relajarse por unos momentos, pero después recordó el papel que encontró con aquella extraña frase y lo sacó para poder descifrar aquel misterio, ella estaba tan concentrada en aquel pedazo de papel con aquella frase que no se dio cuenta, que una mujer muy anciana se sentó a lado de ella.

—Así que intentando descifrar un mensaje ¿eh? — dijo la señora de mayor edad.

—¿Disculpe? —exclamó la morena.

—¿Qué tanto lees que no puedes descifrar? —replicó la ancianita.

—Oh, sólo trataba de descifrar una pequeña frase en este papel — contesto la de cabellera larga—pero siento que no es cualquier frase, yo siento que esté es un mensaje para mí, es cómo si alguien lo hubiese dejado botado especial mente para mí —comentó mientras le mostraba el papel a la ancianita.

—¡Oh! El tiempo no espera, esto puede significar muchas cosas, pero te diré lo que yo pienso— expreso mirando el papel detenidamente.

—El tiempo no espera, esto puede significar, que mientras tú lloras por algo del pasado, te olvidas de que el mundo sigue girando, y por ese suceso te quedas estancada en algo que quedó atrás y estás tan encerrada en tu tristeza que no te das cuenta de que el mundo sigue avanzando. Mientras tú te quedas atrapada en el pasado, el tiempo no se detiene.

Al escuchar estas palabras, la morena quedó en estado de shock, era justo lo que la venía persiguiendo desde que murió Tom, ¿Cómo era que está ancianita adivinó lo que estaba pasando? En tan sólo 4 minutos.

—Wow ¿cómo es que?...

—Lo único que le puedo decir señorita es que debe seguir adelante, por más que la vida la tiré al suelo siga adelante—interrumpió la ancianita.

Después de esto el viento comenzó a soplar muy fuerte que el papel con aquella frase, salió volando de aquel lugar.

—Espero y algún día pueda encontrar su paz señorita—se levantó suavemente de su asiento y le brindo una sonrisa cálida a la morena.

Seguidamente la ancianita comenzó a caminar hasta que se perdió entre la gente.

Después de esto pasaron varias horas en las que La morena caminaba por aquella ciudad, pensando en lo que había pasado, ella se paró, en un lugar en el cual podías ver el cielo con telescopios, ella empezó a ver por la ventana, estaba tan perdida en sus pensamientos hasta que alguien de tras la interrumpió.

—¿Te gustan las estrellas? Cara medusa—Menciono fríamente.

—¡Raúl! —al oír aquella voz se volteó rápidamente.

—Estaba muy preocupado por ti— desvío su mirada mientras que su voz se oía áspera y triste.

—No tenías por qué estarlo—exclamó la de piel canela muy fríamente.

—Lo siento por lo que pasó ayer —se disculpó Raúl con una voz átona.

—Por ahora sólo hay que quedarnos callados —lo miro molestamente.

Se quedaron unos segundos en silencio hasta que Raúl muy ansioso exclamó.

—Para cerrar con broche de oro estas vacaciones ¿te gustaría contar las estrellas?

Continuará.

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Espero y les haya gustado el capítulo.

También les agradezco por todo el apoyo que le dan a ésta historia, aunque no es la más buena, se agradece mucho lo que ustedes hacen.

Si te gustó me ayudarías con tu voto y comentario, que siempre los tomó en cuenta.

Nos leemos el siguiente capítulo.