A la mañana siguiente me senté en la sala de estar con Rose, Damon y Stefan. Estábamos esperando a que Elena llegara para poder hablar con Rose sobre lo que sabía. Debió llegar porque todos los vampiros se levantaron para saludarla en la entrada. Yo, sin embargo, me quedé sentado. Pronto regresaron, Elena a la zaga esta vez. Estaba mirando sospechosamente a Rose mientras se sentaba a mi lado en el sofá.

"Así que empieza a hablar", le dije, inclinándome hacia atrás y mirando a Rose.

"Está bien, tienes que entender que solo sé lo que he aprendido a lo largo de los años y no sé qué es verdad y qué no. Ese es el problema con toda esta mierda de vampiros, pero Klaus, sé que es real", dijo Rose. dijo, su voz temblorosa.

"¿Quién es él?" Preguntó Elena.

"Es uno de los originales, es una leyenda", respondió Damon por ella.

"De la primera generación de vampiros", añadió Stefan.

"¿Como Elijah?" Preguntó Elena.

"No. Elijah era el conejito de Pascua en comparación con Klaus. Es un soldado de infantería. Klaus es el verdadero negocio", dijo Rose, rígidamente.

Casi me río del comentario del conejito de Pascua. Pero Rose estaba equivocada. Todos estaban equivocados.

"Se sabe que Klaus es el mayor", le dijo Stefan.

Bueno, realmente Finn es el mayor. ¿O sería Mikael?

"Está bien, ¿entonces estás diciendo que el vampiro más viejo en la historia del tiempo viene detrás de mí?" Elena nos preguntó.

"Sí", dijimos Rose y yo, al mismo tiempo que Stefan respondió con un "No".

"Lo que están diciendo es, quiero decir, si lo que ella está diciendo es verdad-"

Rose interrumpió a Damon. "Cual es."

"Y no lo dices para que no te mate", continuó Damon.

"Lo cual no soy".

"Entonces estamos ante un posible sólido", concluyó.

"Mira, Elijah está muerto, ¿verdad? Así que nadie más sabe que existes", dijo Stefan.

Incorrecto.

"No que tú sepas," advirtió Rose.

"Eso no está ayudando", espetó Damon.

"Mira, nunca he conocido a nadie que lo haya visto. Quiero decir, estamos hablando de siglos de verdad mezclada con ficción. No sabemos si es real. Por lo que sabemos, podría ser una especie de estúpido cuento antes de dormir", señaló Stefan.

Ugh, siento que estoy en un episodio de Sherlock y todos están equivocados.

"Estás equivocado", le dije, poniéndome de pie. "No hay tal vez. Él tampoco es un cuento para dormir. Klaus es real, y viene por Elena".

"No es que no esté de acuerdo contigo, pero eres solo un humano", me dijo Rose. "¿Cómo sabrías?"

"Ella no es humana", le dijo Elena. "Cuando estuvimos allí con él, Elijah conocía a Petra. Petra incluso mintió sobre quién era para que él pensara que era solo una descendiente de ella. Layla Salvatore. Entonces, ¿cómo lo conociste?"

Obviamente, no le había dicho esto a nadie más porque Damon y Stefan parecían sorprendidos. Suspiré y me miré las manos.

"Los conocía. Los originales, quiero decir", les dije. "Los conocí cuando eran... humanos".

Hubo un grito ahogado colectivo, y Rose fue la primera en hablar. "¿Así que eres un vampiro?"

Negué con la cabeza ligeramente. "Soy algo completamente diferente. He estado vivo durante mucho, mucho tiempo. Y los originales no siempre fueron tan aterradores. Todos éramos amigos. Incluso una familia. Pero luego hubo... un accidente. Me creyeron muerto, porque nunca les dije que era invencible, inmortal. Fui un cobarde y me escondí de ellos. Y estoy seguro de que no pasará mucho tiempo antes de que descubran que realmente estoy vivo. Pero sin embargo, conozco a Klaus. Hizo esto con Katherine, y le hará lo mismo a Elena. Elena está en grave peligro, al igual que cualquier persona cercana a ella".

Rose asintió con la cabeza, contenta de tener a alguien que la respaldara. "Él es real y no se rinde. Si quiere algo, lo consigue. Si no le tienes miedo a Klaus, entonces eres un idiota".

Damon puso los ojos en blanco, todavía sin creernos del todo. "Está bien, estamos temblando. Hiciste tu punto".

Y Stefan me miraba con duda y traición. "¿Así que no encontraste necesario informarnos que algún antiguo vampiro de tu pasado está dispuesto a sacrificar a Elena?"

Aparté la mirada, un poco herida. "Cuando llegué aquí por primera vez y encontré a Elena aquí, me prometí a mí mismo quedarme y protegerla. No dejaría que Klaus la alcanzara como lo hizo con Katerina y, yo solo... Nunca pensé que vendría aquí. Pero yo estuvo mal, y lo siento. Pero no dejaré que las manos de Klaus le hagan daño a Elena.

Entonces Elena se puso de pie.

"¿Adónde vas?" Stefan preguntó.

"Escuela. Llego tarde", dijo Elena, como si fuera obvio.

"Déjame agarrar mis cosas, iré contigo", le dijo Stefan.

Elena negó con la cabeza. "Está bien, sé dónde está. Además, Petra estará conmigo. Confío en ella para protegerme"

Elena me estaba dando una mirada extraña, pero sabía lo suficiente como para agarrar mi mochila rosa por la puerta y seguirla. Y también me sentí complacido de que ella no estuviera enojada conmigo.

"Pero no quiero ir a la escuela. Nos secuestraron, así que creo que merecemos un día libre", me quejé.

"No vamos a la escuela", dijo Elena, sentándose en el asiento del pasajero de mi auto. Me deslicé en el asiento del conductor y la observé con curiosidad mientras sacaba su teléfono para llamar.

"Entonces, ¿adónde vamos?"

"Uf, no usé los zapatos adecuados para esto", me quejé, mientras caminábamos por el bosque con Caroline.

Ambos miraron mis sandalias antes de volver a su conversación.

"¿Qué debo decir si Stefan quiere saber por qué no estás en la escuela?" preguntó Carolina.

"Dile a todos que no me sentía bien y que me fui a casa de la escuela", respondió Elena.

Carolina asintió. "No puedo creer que estoy de acuerdo con esto. Soy un terrible mentiroso"

"Y mantén ocupado a Stefan," agregué. "Él no necesita saber lo que ella está haciendo".

"Soy aún peor en la duplicidad y lo sabes", gruñó Caroline.

"Te las arreglaste para mantenerme ocupada cuando Katherine le hizo una visita a Stefan", le recordó Elena, dándole a Caroline una mirada juiciosa.

Carolina hizo una mueca. "Sí, porque ella me amenazó. No es que esté diciendo que debas usar eso como una táctica, es... Stefan va a ver a través de mí".

"Siempre podría convertirlo en piedra por un día", comenté, despreocupadamente.

"Esa es una gran idea", dijo Caroline con entusiasmo.

"No, no lo es", dijo Elena. "Caroline, como mi amiga, ¿lo prometes o no?"

"Tuviste que descifrar el código de la novia. Está bien. Lo prometo", finalmente estuvo de acuerdo. "¿Por qué no quieres que Stefan lo sepa?"

"Porque él nunca estaría de acuerdo con que yo haga esto".

"Porque es pegajoso".

Caroline se rió de mi respuesta, pero todos nos callamos cuando nos detuvimos en la puerta de la tumba.

"¿Seguro que quieres hacer esto?" Caroline preguntó por última vez.

"Sí, estoy segura. Ella es la única que sabe la verdad sobre Klaus. La única que puede decirme cómo detenerlo", dijo Elena. "Petra ya me dijo que no sabía cómo matarlo".

Bueno, eso no era una completa mentira. No sabía cómo matarlo. El White Oak Tree fue quemado, y no había otra forma de matar de verdad y ser original. Incluso lo máximo que podía hacer era atraparlos para siempre en piedra hasta que deseara liberarlos.

"Pero le estás pidiendo la verdad a alguien que probablemente nunca te la ha dicho. ¿Estás seguro de esto?" preguntó Caroline.

"Sí. No puedo simplemente sentarme y esperar. Tengo que saberlo, Caroline. Y Petra estará allí si algo sale mal. Por favor", suplicó Elena.

Caroline suspiró y abrió la puerta.

"¿Katherine?" llamó Elena, antes de volverse hacia Caroline. "Estaré bien desde aquí".

Todos escuchamos un ruido y miramos hacia la entrada de la tumba. Katherine salió lentamente a la luz.

"Hola Elena, Petra. ¿Vienes a verme marchitarme?" preguntó, su voz débil. Luego le sonrió a Caroline. "Adiós Caroline".

Elena comenzó a tranquilizar a Caroline una vez más. "Mientras me quede de este lado de la puerta, ella no puede lastimarme. Por favor".

Caroline nos dio una última mirada antes de irse.

"¿Stefan sabe que estás aquí?" Katherine preguntó, su tono burlón.

Pero Elena la ignoró y levantó su bolso. "Te traje algunas cosas."

"¿Viniste a sobornarme? ¿Qué es lo que quieres?" ella preguntó.

"Quiero que me hables de Klaus", le dijo Elena.

"Hmm, has estado ocupado", señaló Katherine. "¿Por qué no le preguntas a Petra?"

Afortunadamente, Elena también ignoró eso. "También te traje esto".

Sacó un libro viejo de la bolsa y lo levantó. "Es la historia de tu familia. Aquí dice que la línea familiar terminó contigo. Obviamente eso no es cierto".

Katherine se burló. "¿Crees que si me trajeras algún recuerdo familiar que abriría?"

"También te trajimos esto", le dije, sacando la botella llena de sangre.

Tan pronto como Katherine lo vio, corrió hacia nosotros, pero la barrera mágica la detuvo.

"No te ves tan bien. ¿Cuánto tiempo antes de que tu cuerpo se apague? ¿10, 20 años? Debe ser doloroso desecar y momificar. Ni siquiera puedo imaginarlo", se burló Elena.

Katherine se sentó en el suelo y yo la seguí. Elena vertió un poco de sangre en una taza y se la acercó con un palo. Katherine lo bebió e inmediatamente el color volvió a su piel.

"Tienes el fuego de Petrova", le dijo Katherine, dejando la taza de nuevo.

"¿Mas sangre?" Preguntó Elena.

Y entonces Katherine empujó la taza y Elena repitió sus acciones.

"Es una larga historia, Klaus y yo. Se remonta a Inglaterra, 1492, después de que me fui de Bulgaria. O me echaron", comenzó Katherine.

"¿Expulsado?" Elena cuestionó.

Katherine puso los ojos en blanco. "Mi familia, tus verdaderos ancestros, me repudiaron. Mis indiscreciones no fueron toleradas en ese momento. Tuve un bebé fuera del matrimonio. La vergüenza ".

Realmente se parecía mucho a Tatia.

"¿Se mantuvo en secreto?" Preguntó Elena.

"Mhmm. Mi bebé fue regalado. Me desterraron a Inglaterra y tuve que aprender a adaptarme. Así que rápidamente me volví inglesa", explicó Katherine, cambiando su acento. "Fue allí donde llamé la atención de un noble llamado Klaus. Para atraerme, incluso me contó historias de su amor perdido. Cómo ella murió trágicamente, afectando a toda su familia. Me cautivó al principio. , hasta que descubrí lo que era y lo que quería de mí. Y luego corrí como el infierno".

Me tensé ante la mención de lo que solo podía ser yo, y fue confirmado por la mirada burlona que Katherine me estaba dando. Sin embargo, escuché su historia.

Entonces Katherine procedió a contarnos cómo huyó de Klaus, con la ayuda de Trevor y Rose. Explicó por qué Klaus la quería, por qué quería a Elena. Y luego nos contó por qué se suicidó. Y cuando escuché eso, cómo se entregó para frustrar los planes de Klaus, no puedo evitar admitir que tenía una cantidad minúscula de respeto por ella. Después de haber vivido durante tanto tiempo, tienes que hacer lo que sea necesario para sobrevivir. Pero al final, Elena todavía no estaba del todo convencida de que Klaus fuera realmente peligroso.

"Entonces, ¿cuánto de tu pequeña historia es verdad?" Preguntó Elena.

"No tengo motivos para mentir, Elena. No tengo motivos para hacer nada más que sentarme aquí y leer y pudrirme", nos dijo Katherine.

"Está bien, suponiendo que sea parcialmente cierto, esa es la razón por la que regresaste, ¿no es así? Porque querías ser quien me entregara a Klaus", adivinó Elena.

"500 años después, pensé que tal vez estaría dispuesto a llegar a un acuerdo".

"Así que conseguiste que Mason Lockwood te encontrara la piedra lunar", conectó Elena.

"Correcto de nuevo."

"¿Qué más necesitabas para romper la maldición?" Pregunté, finalmente hablando.

"Hmm, mira quién se está volviendo más inteligente", se burló Katherine.

"Disculpe", le espeté. "Soy el más inteligente de todo nuestro grupo de amigos. Sin ofender, Lena".

Elena suspiró profundamente y no me respondió. "No somos solo yo o la piedra, ¿verdad? De lo contrario, no habría ninguna razón para desencadenar la maldición de hombre lobo de Tyler Lockwood", adivinó Elena.

Katherine sonrió. "Brujas y sus hechizos: tantos ingredientes, tanta gente para sacrificar".

"Entonces, ¿necesitas un hombre lobo?" Preguntó Elena.

"Lo creas o no, son difíciles de conseguir", dijo Katherine.

"¿Qué más?"

"Una bruja para hacer el hechizo. El mío se salvó, pero Bonnie lo hará bien", respondió Katherine.

"¿Qué más?" Elena volvió a preguntar.

Y luego hizo clic.

"Un vampiro," respondí, mirando al suelo, pensando.

Por supuesto. Todo ha cobrado sentido ahora. Klaus es tanto hombre lobo como vampiro. La maldición estaba ligada a la sangre de Tatia. Es básicamente solo una nueva versión del hechizo.

Elena y Katherine me miraron confundidas por saber esa respuesta. "Caroline. Por eso la convertiste," dije, ahora mirándola.

"Podría haber sido cualquiera, supongo, pero me gusta la poesía de Caroline", se burló Katherine.

"Entonces, ¿vas a entregarnos a todos para que nos maten?" preguntó Elena, herida.

"Es mejor que mueras tú que yo", dijo Katherine, repitiendo sus palabras a Rose hace tantos años.

Me puse de pie mientras Katherine comenzaba a adentrarse más en la cueva. Elena me miró derrotada, antes de recoger sus cosas para irse. Pero antes de que pudiéramos irnos, apareció Stefan.

"Elena. Petra", saludó con severidad.

Stefan, ¿qué haces aquí? preguntó Elena nerviosa.

"Yo podría hacerte la misma pregunta", dijo Stefan.

"Caroline te lo dijo", adivinó Elena.

"No, ella guardó tu secreto, pero no me tomó mucho tiempo darme cuenta de qué era lo importante que tenías que ocultármelo", corrigió Stefan. Y Petra, no puedo creer que la dejaras.

"Sabía que me detendrías", dijo Elena. Y Petra es perfectamente capaz de protegerme.

Asentí junto con ella.

"Escúchame, todo lo que te dijo es mentira. No la escuches. Ella es una mentirosa, Elena", dijo Stefan.

"No creo que lo hiciera," hablé. "No escuchaste lo que dijo. Por lo que sé de Klaus, todo tiene sentido".

Stefan me miró enojado. Por lo general, estaba de su lado cuando se trataba de proteger a Elena. Luego se volvió hacia Elena y le tomó la mano. "No tienes que preocuparte, no voy a dejar que nada te pase".

Elena suspiró. "Ese es el problema, no lo harás pero morirás en el intento. ¿Cómo es eso mejor?"

Y la Katherine se reincorporó a la conversación. "No hay nada que puedas hacer, Stefan. Ni siquiera te he contado la mejor parte de la historia".

Entonces Katherine nos contó lo que sucedió cuando regresó a casa con su familia. Solo que todo lo que encontró fueron sus cadáveres en descomposición.

"Él los mató, a toda mi familia, solo para vengarse de mí por huir. Hagas lo que hagas para escapar de Klaus, él se vengará de tus amigos, tu familia y cualquier persona que hayas amado. Él lo haría". para Petra también es que él sabía que ella todavía estaba viva", finalizó Katherine.

Pero Stefan se volvió hacia Elena, todavía sin creerlo. "No, mírame. No, no la escuches, ¿de acuerdo?"

Katherine puso los ojos en blanco. "Siempre la protectora, pero incluso tú debes darte cuenta de que está condenada. No hay nada que puedas hacer para detenerlo a menos que, por supuesto, tengas esto".

Y luego le tendió la piedra lunar.

"¿Qué?" preguntó Elena, mientras yo miraba la piedra.

"Oh, no, ahí está. Es la última mentira, ¿no es así? Le diste la vuelta a todo esto para que tuviéramos que quitarte la piedra, ¿no es así?" preguntó Stefan, cruzando los brazos.

Katherine parecía verdaderamente divertida. "No hice girar nada, Stefan. Es la verdad".

"No, déjame adivinar. Quieres cambiar esa piedra por tu libertad. Perra psicótica y manipuladora", escupió Stefan.

Katherine sonrió. "¿Mi libertad? Ahí es donde te equivocas, Stefan. No quiero mi libertad porque cuando Klaus aparezca para matarnos a todos y lo hará, estaré en la tumba, donde ningún vampiro entrará porque no pueden salir. Seré la perra psicótica más segura de la ciudad".

Echó un último vistazo a Elena y se retiró a la tumba.

Suspiré, observándola irse. "Katerina Petrova siempre sobrevive".