—Intruso..✨—

Fuertes ruidos se escuchaban dentro de tu hogar, como si alguien estuviese moviéndose y tumbando cosas a causa de ello.
Muchas personas tal vez hubiesen pensando que sería algún soquete que había allanado tu casa en busca de robar algún artilugio, llegando a asustarse y llamar a la policía o en otros caso arreglarlos por ellos mismos con algún bate u arma para ahuyentar a aquel ladronzuelo que hubiese osado de entrar en sus hogares.

Pero este no era tu caso. . .es más te atrevías a decir que no tenías la más remota idea de quién o qué hacía esos sonidos, ya que no solo era hoy..eso llevaba casi un mes entero consecutivo.
Sabías bien que el culpable de eso no era tu preciado minino que tenías como mascota, el cual solía dormir contigo todo el tiempo..ya que este jamás se desprendía de tu lado en las noches.

Cada vez que ibas a la planta de abajo a revisar sobre el causante de aquellos ruidos que no te dejaban dormir en las noches jamás encontrabas nada.
Y sabías que no era un ladrón ya que aunque sonase poco creíble tus cosas permanecían intactas..no faltaba nada.

Pensabas en muchas posibilidades, incluso con roedores..pero era algo casi imposible ya que tú gato era un fiero cazador de ratones, dejando tu casa libre de aquellas artimañas.

Si no era un ladrón..
¿Entonces quién o qué era?

Tapabas tus oídos con la almohada intentado cubrir tus sentidos auditivos de aquellos molestos sonidos que no paraban de atormentarte cada noche de ese mes.

Bajaste por aquella escalera de madera, sintiendo la rústica madera con tus pies desnudos..dispuesta a volver a intentar descubrir de dónde provenían aquellos escándalos nocturnos.
Cuando prendiste la luz, como lo habías predecido no había nadie. . .nada estaba fuera de su lugar, ni siquiera parecía que hubiese entrado alguien aquí, algo que te frustraba mucho ya que estabas 100% segura de que alguien se metía en su casa al caer la media noche.

Tu querida abuela (ya que vivías con ella) solía decirte que no escuchaba nada a esas horas, algo que se te hacía raro ya que al ser una persona de avanzada edad..no tendría el sueño tan profundo.. despertándose con facilidad al más mínimo ruido. . .pero al parecer ella nunca escuchaba ni veía nada.

Pensabas quizás que habías caído en la vil paranoia o algún tipo de alucinaciones auditivas pero descartaste esa idea cuando en los estudios realizados por un psicólogo salió negativo a algún tipo de transtorno.

Suspiraste con frustración al ver que no había nadie, examinaste un poco las cosas que habían a tu alrededor pero todo estaba intacto. .incluso miraste el suelo haber si podrían a haber rastros de pisadas..pero ni siquiera eso.

Tu pequeño minino se estrujaba en tus piernas, en busca de ser acariciado, a lo que tú lo levantaste con ambas manos para empezar a dejar suaves caricias en su lomo..

No podría tratarse de ningún tipo de animal, los sonidos eran muy fuertes como para ser de uno..y si así fuese habría rastro de algún tipo.
Pero nada..era como si fuese un fantasma que venía obstinar tus horas de sueño.

Sabías bien que se trataba de alguien, no sabías quién era..pero lo ibas averiguar.

A la mañana siguiente bajaste junto a aquel felino que solía perseguirte a todos lados tal cual fiel compañero para desayunar.

—Vaya querida, tienes una cara..—Decía la dulce y anciana voz de tu abuela, la cual colocaba un plato con comida en ella sobre la mesa.

Estrujabas tus ojos bruscamente, intentando calmar el ardor en tus ojos a consecuencia de no haber dormido del todo bien por todo un mes.
Bostezabas como respuesta a las palabras de tu abuela.

—Esos ruidos en las noches no me han dejado dormir..—Dijiste antes de darle un buen bocado al pan con jamón.

Era cierto, tenías un mal aspectos, largas ojeras incluso a veces cierto mal humor.

—Mmhh..la verdad yo jamás escucho nada cariño..—

Suspiraste.
Ese tema simplemente te tenía muy inquieta..

Tu abuela te miro, como si le hubiese ocurrido alguna idea.

—Se me ocurre algo tesoro..—hizo una pausa—¿Y si instalamos unas cámaras de seguridad?—

La miraste algo pensativa.

—Grabaría todo en lo que sucede en la noche y así podrías ver quién hace esos tormentosos ruidos que tú dices escuchar..—Decía con aquella dulce sonrisa.

No era una mala idea, admitías que no lo habías pensado antes..pero realmente habría presupuesto para eso?
Sinceramente era un tema muy difícil de realizar ya que vivían muy alejadas de la ciudad, adentradas de cierta manera en el bosque.
Y al no haber mucha población en lugar donde su casa estaba ubicada era un poco difícil ir más allá de los servicios básicos de la luz.

—Pero eso es muy costoso, no tenemos dinero para eso..—Sacudiste tus manos, intentado descartar esa idea..que aunque fuese buena, no estaban para darse esos lujos.

Una risilla soltó tu querida abuela, dándole un leve apretón a tu mejilla de manera cariñosa.

—De eso se ocupa tu nana querida..—

Dicho y hecho, en cuestión de 3 horas ya había un señor instalando las cámaras de seguridad en lugares pocos sospechosos de la casa. La biblioteca, en una maceta y lugares parecidos.
Por lo que escuchaste este no le cobraría en lo más mínimo por el servicio..ya que a según aquel señor de unos 40 años le debía un favor a tu querida abuela.
Sin duda ella era una caja de sorpresas..

—Es un viejo amigo, teníamos unos asuntos pendientes..—Agregó mientras tú mirabas con cierta sorpresa la hazaña que había hecho.

Besaste con dulzura su mejilla para luego darle un pequeño abrazo.

Solo debía esperar hasta que cayera la noche para que esas cámaras cumpliesen su objetivo.

Ya se había hecho de noche de manera algo rápida, la mayoría del día estuviste haciendo algunos deberes de la universidad y del hogar, cayendo un poco rendida en tu cama por el sueño que tenías.

Aunque los ruidos se hicieron presentes como todas las noches, intentaste no tomarle importancia ya que sabías que esas cámaras te darían la respuesta al día siguiente.
.

.

.

.

Él reloj de tu recámara mostraban las 6:30 a.m
No habías dormido en lo más mínimo, normalmente esos sonidos persistía hasta las 5 de la madrugada. Te estíraste un poco, sintiendo como tú cuerpo emitía cierto sonidos por la contracción de músculos.

Ansiosa te levantaste de la cama, con la pijama aún puesta fuiste casi corriendo a la planta baja..emocionada por ver lo que había grabado la noche pasada.

Encendiste su pequeña grabadora..

Observabas como una figura...¿Masculina? Se movía por cocina, buscando cosas en los estantes y algo de comida en el refrigerador..
Pero no parecía tomar nada..

Viste como este se acercaba a una de las cámaras, y miro..como si estuviese verificando si en verdad era una..

Pudiste ver lo que parecía ser una figura con grandes googles de un color que no lograba distinguir..y lo que parecía ser un bozal..
A los pocos segundos la transmisión se cortó, dando una fuerte estética..
Él muy maldito había apagado la cámara, dirías que todas las cámaras..

Por una parte estabas contenta ya que por fin habías averiguado que era, o mejor dicho quien..ya que se trataba de un humano.
Pero por otro lado te sentías frustrada ya que el había descubierto las cámaras ocultas.

Él chico era astuto sin duda alguna, había logrado safarse mucha veces de las cámaras y te sorprendía ver cómo se había puesto a verificar por cámaras..

¿Acaso lo sabía, o solo se trataba de simple casualidad?
Habías llegado la conclusión de que no era primera vez que hacía esto, sin duda alguna era un profesional, siendo cauteloso en no dejar rastro alguno..pero a su vez distraído ya que había olvidado llevarse esa grabación.

¿Quién era él?
Te preguntabas en ese momento, cuáles eran sus razones para allanar tu casa en horas nocturnas..y que era lo que realmente buscaba al hacer eso.
Sin importar cuál era la razón sentías que te había declarado la guerra al llevarse casi todas las cámaras..a excepción de una, descuido tal vez.

Tuviste que luego explicarle a tu querida nana que las cámaras habían sido robadas por aquel sujeto que entraba en su casa todas las noches, pero tu abuela..en un acto optimista se sentía feliz por haberte ayudado a resolver aquella duda que tenías.

Ya habías resultó en problema, describir que era lo que irrumpia su casa por las noches.
Pero eso trajo consigo otra incógnita más..
¿Porque lo hacía?
¿Se trataba de algún acosador?

Que cínico era al cultivar esa angustia en aquella familia de 2 integrantes.

—Que raro...—Decía para sí misma aquella anciana mujer, algo que llamo tu atención—Juraría que había comprado varias cajas waffles instantáneos..

Ella te miro en busca de una respuesta, a lo que tú negaste con la cabeza. No solías comer waffles, esos eran especialmente para tu abuela..siendo estos sus preferidos.

Espera...

—¿Ayer estaban allí?—Preguntaste a lo que ella asintió.

Algo hizo click en tu mente.

¿Porque alguien robaría incontrolables cajas de waffles instantáneos?
No creías que fuese por comida, ya que en aquellos estantes había un sin fin de comida que no necesitaban cocinarse, era más que obvio..
Este sujeto tenía fascinación por ese alimento como tal.

Tal vez venía a su casa para robarlos, sin ninguna duda debía ser algún tipo de ladrón ya que cualquier persona normal simplemente los compraría, pero este al no tener dinero se le hacía más sencillo robarlos.

—Él los robo..—Dijiste con una sonrisa tallada en tu cara.

No era algo que fuese de mucha utilidad, pero al menos creías saber la razón por la cual se escabullia en tu casa.
Pero de alguna manera iba a usar eso a su favor..

.

.

.

De nuevo había caído la noche, con tu abuela ya dormida tenías suficiente tiempo para llevar a cabo aquel pequeño plan que tenías en mente.

No querías seguir peleando en una guerra que no tendría fin, así que decidiste dar una ofrenda de paz.

A mitad de la noche, dónde nuevamente oíste como de costumbre bajaste con suma tranquilidad.. decidida tal vez.
No había nadie, lo cual no te importo..porque sabías perfectamente que él estaba allí, no lo podías ver claro está..pero sentías su presencia.. ocultándose en la poca oscuridad que había.

—Sé que estás aquí..—Decías—Si querías comer algo hubiese sido mejor que lo pidieras..pero supongo que ese no era tu plan—

Aquél chico se sentía internamente sorprendido.
¿Cómo..sabía que estaba oculto?

—Dejaré esto aquí y volveré a dormir..—Dejo encima del mesón un plato con una hilera de waffles acompañadas de miel de maple que fabricaba tu abuela—Buen provecho..

Dicho eso se pudo oír pasos subiendo las escaleras, al cabo de unos minutos aquel pálido chico salió de su dichoso esqueleto de manera cautelosa.
Mirando hacia ambos lados, rápidamente se sentó en aquella silla de madera para darle un buen mordisco a los alimentos..

Estaban muy buenos, incluso mejores que los que solía preparar instantáneos.
Se le hacía agua a la boca por aquel delicioso sabor, le traiga incluso nostalgia..recordando con cierta melancolía cuando su difunta madre solía hacerle con aquel cariño waffles para desayunar.
Podía sentir que ella se había tomado su tiempo para cocinarlos, teniendo esa dulzura que a él tanto le encantaba.

Ella lo observaba silenciosamente por el barandal de la escaleras, teniendo una suave sonrisa tallada en su labios..parecía un niño pequeño el cual le habrían comprado un juguete nuevo.
Habías notado que se había quitado aquellos googles junto al bozal que habías visto en la grabación..
Pero no podrías ver detalladamente su rostro por la posición en la que estaba sentado.

Te preguntabas..como era su rostro..

Decidiste volver a tu habitación, dejando completamente solo a aquel aniñado chico..el cual disfrutaba tal cual infante sus waffles.

Esa noche, después de casi 1 mes..habías logrado descansar por completó.

.

.

.

Al despertar y revisar el comedor.. estaba completamente solo. Era de esperarse suponías que se había ido..pero te sentías muy feliz al ver cómo aquél plato se encontraba vacío..dejando solo unas cuentas migajas.
Una pequeña nota a su lado, con un papel algo arrugado.

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”Gracias..

        
               —Toby“
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Así que era su nombre..

—Vaya cariño..te levantaste temprano..—Dijo la anciana bajando aún con pijama por las escaleras.

Una leve risilla salió por tu boca, rascando levemente tu nuca. Admitías internamente que estabas ansiosa por ver si se había terminado de comer los waffles.

—Veo que lograste dormir, tienes otro semblante..—Se sentó a tu lado—¿Puedo saber que hiciste?—

El recuerdo fugaz de aquel chico comiendo felizmente sus waffles vino a tu mente, volviendo a sonreír inconscientemente.

—Di una ofrenda de paz..—Dijiste con un sonrisa.

No tenías ni la más remota idea quien era aquel chico..y tal vez tampoco lo sabrías.
Pero si el estaba dispuesto a seguir haciendo aquellas curiosas visitas estarías encantada de alguna manera en tenerlo nuevamente en tu casa.

Si era un intruso pero también era alguien que sentía la necesidad de buscar el calor de un hogar en una vida rodeada de traumas y desgracias.

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¡Gracias por leer!🖤
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—LadyImperfecta 🥀