❝ 𝐅𝐑𝐀𝐍𝐂𝐈𝐀 ⌇ ᗷᗩᑕᕼᗩ丅ᗩ
❛ XLIII ❜ ─ 💌 ; Enferma.

Tres carreras más y se acababa la temporada, Francia entró a los Boxes de Mercedes mientras cargaba un bolso.

— ¡Qué si, Damián! —le exclamó.

Francia había traído con ella a Emily, pues Damián estaría con cosas del trabajo y le propuso cuidarla.

— Perdón, es la primera vez que mi hija se va sin mi —dijo Damián y controlo sus nervios— Cuídala mucho, es mi vida entera —le pidió.

— Lo prometo —dijo Francia— Deberías dormir, tienes que trabajar.

— No eres mi mamá, Francia —le recordó, burlón.

— Soy tú mejor amiga —le recordó— Es casi lo mismo —Ambos rieron— Descansa, Damián.

— Bueno. Las quiero a las dos, adiós —dijo y colgó.

— Jamás creí venir aquí, mami —dijo Emily mientras miraba todo con asombro.

— Bueno, ahora este será tu mundo —dijo Francia— Ahí esta Toto —señaló.

— ¡Papi dos! —exclamó.

Francia aún juraba ver un tic en el ojo del brasileño cuando su hija llamaba papi dos a Toto Wolff.

— Hola, Em —sonrió Toto y la alzó— ¿Vestido de princesa? —pregunto.

— Soy Bella —dijo orgullosa.

— Hola —sonrió Francia y Toto la besó— ¿Los chicos? —preguntó.

— Se están colocando los trajes —respondió Toto.

— ¡Mami dos! —llamó Jack y ella lo cargó— Te extrañe mucho —dijo.

— Yo a ti —sonrió— Emily vino también —Jack miró e hizo una mueca— Jack...

— Hola, hermanito —sonrió Emily, feliz de verlo.

— No soy tu hermanito —le recordó Jack.

Toto suspiró y Francia le acarició el cabello a Jack. Ambos adultos bajaron a los niños.

— Soy buena, Jack. Seré buena hermana —prometió ella.

— Ladrona —la llamo Jack.

— ¡Jack! —regañaron ambos adultos.

El chico gruñó y se cruzó de brazos. Emily miró hacia bajo.

— Emily es buena niña, ella solo quiere ser parte de la familia —hablo Francia— Entiendo si no quieres, pero no puedes tratarla así cuando ella solo ha sido linda contigo, mi amor —suavizo su tono y el Niño la miró.

— Quiere alejarte de mi —susurro Jack y sus labios temblaron.

Era normal que un niño se sintiera amenazado cuando otro entra a su entorno y a su vida, haciendo que la atención sus padres se fije también en el.

— No es cierto, mi vida —negó Francia.

Toto miró a su novia y ella asintió. Toto alzó a Emily y la distrajo llevándola a ver las monoplazas y a conocer a los pilotos.

— ¿Quieres conocer a los pilotos? —preguntó Toto y ella asintió, emocionada— ¿Cuál es tu favorito?

— Max Verstappen —respondió Emily y Toto borró su sonrisa.

— Hay que hablar —dijo Toto y Emily frunció su ceño.

— Quiero conocerlo —pidió.

— Primero fuiste tú, mami —sollozo Jack— Ahora mi papá —señaló.

— Jack, eres mi hijo —dijo Francia y lo miró— Y te amo, nunca te voy a reemplazar —le prometió.

— ¿De verdad? —susurro.

— Lo prometo —asintió— Pero eventualmente, llegarán nuevos hermanitos —dijo— Y los amaré a todos por igual.

— Bueno —asintió Jack y la abrazó— Te amo, mami.

— Y yo a ti, mi vida —dijo Francia y le limpio las lágrimas— Vamos con Em y tú papá, debe estar volviéndose loco.

— ¿Por qué? —preguntó Jack y camino de la mano de Francia.

— El piloto favorito de Em es Max —respondió y Jack rio y se tapó la boca.

(...)

— ¡Max Verstappen es el ganador del GP de México! —exclamó el reportero.

— ¡Si! —saltó Emily.

— ¡Noooo! —Jack se tapó los ojos.

— ¡Checo obtiene la P2!

— ¡Siii! —saltó Jack.

— Me siento traicionado —murmuro Toto al ver a los dos niños abrazarse y saltar de la emoción.

— Lewis tiene el tercer lugar, cariño —dijo Francia y sonrió.

Toto la besó y en boxes celebraron la P3 de Lewis Hamilton.

— Es increíble la recuperación que Mercedes ha tenido, Juan —dijo el reportero.

— Francia como ingeniera es lo mejor, Cochito —dijo Juan.

— Yo sigo esperando a que vuelva. Es lindo verla como ingeniera, pero extraño sweet psycho —dijo Cochito.

Francia sonrió y abrazó a Lewis quien la levantó y la hizo girar.

— Gracias, Fran —ambos unieron sus frentes.

— Me siento tan orgullosa, pato —dijo Francia.

— Deja de llamarme así —pidió Lewis, nuevamente.

— Ve al podio —lo empujó Francia y le pegó una nalgada.

— ¡Francia! —se quejó Lewis.

Ella carcajeó y camino hacia la mesa, se sintió mareada y se apoyó en la pared.

— Francia —llego Susie— ¿Estás bien? —preguntó, preocupada.

— Si, solo me sentí mareada —susurro ella y se tocó la cabeza.

Susie asintió y la ayudó a sentarse.

— Gracias —sonrió.

— ¿Estás enferma? —preguntó Susie y saco una botella de agua.

— Eso creo —respondió ella y abrió la botella— Vomite en la mañana, después del desayuno —dijo y bebió un poco de agua— Comí esa horrible sopa que Damián hizo.

Susie frunció su ceño y asintió dudosa.

— ¿Hace cuánto fue eso? —preguntó Susie.

— Llegué ayer a México, fue el viernes —respondió— Además, Emily estuvo enferma hace poco y yo me quede a cuidarla. Tal vez también sea eso —se encogió de hombros.

— Si, seguro —asintió Susie.

— ¿Iremos a celebrar hoy? —preguntó Francia con una sonrisa.

— ¡Por supuesto que si! —exclamó Checo.

Ambas mujeres se giraron y parpadearon, ¿qué hacía Checo en los boxes de Merdeces?

— Deberías estar en Red Bull —dijo Susie.

— Nah, hoy beberemos tequila —dijo Checo y Francia rió.

— Francia, toma —llegó George, estaba feliz, y le entregó una botella de champaña.

Cuando la canadiense se iba llevar a la boca la botella, Susie la detuvo y la alejó de ella.

— ¿Qué pasa? —preguntó Francia, confundida.

— Estas enferma —respondió rápidamente— Es mejor evitar que tomes hasta que te mejores —dijo Susie.

— Cierto —asintió ella.

— ¡Aaaaw! —soltaron George y Checo— Esta enfermita.

— ¿Lele pancha? —preguntó Checo, burlándose.

— Cierra la boca —dijo Francia.

— ¡Mami! —llegaron ambos niños.

George y Checo miraron a la niña, confundidos, no sabían quién era o por qué llamaba mami a Francia.

— Hola —saludo ella con una sonrisa.

— El tío Max nos regalo camisetas con su número —dijo Emily y alzó la camisa.

— No, a mi me dio una de Checo —dijo Jack, orgulloso.

Toto suspiró y abrazó a Francia por la espalda.

— Traidores —susurró el austriaco y ella rió bajamente.

— Shshsh.

— ¿Cómo sigues? —preguntó Toto.

— Mejor, ya no vomitó —dijo Francia— Recuérdame no comer nada que Damián prepare —pidió y el rió.

— Bueno, tortolitos —aplaudió Checo para captar su atención— Contraten niñera, hoy salimos —dijo.

— Francia está enferma —intervino Susie.

— Tranquila, Susie —dijo Francia y la miró— Estoy bien.

— Si, pero le... le... —miró a los niños— ¡Noche de películas con helado! —exclamó y todos la miraron confundidos.

— Uy, cierto —dijo Francia y miró a los pilotos.

— Desde que eres mamá eres aburrida —dijo Checo y Francia lo miró indignada.

— ¿Quieres ir por tacos? —preguntó Francia.

— Los de la esquina son buenísimos —dijo Checo, olvidando el tema.

— Yo invito —dijo Francia y Checo sonrió y la jalo de la mano.

Maratón 2/3

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— Se despide Didi 💌