❛ ᔕᗴᔕᗴᑎ丅ᗩ Ƴ ᔕᗴᎥᔕ ❜

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❝ 𝐅𝐑𝐀𝐍𝐂𝐈𝐀 ⌇ ᗷᗩᑕᕼᗩ丅ᗩ
❛ LXVI ❜ ─ 💌 ; Tormenta.
¡Contenido +18!

El hombre alzó a su esposa y subió las escaleras de la cabaña. Después de aquella hermosa ceremonia, todos habían dado paso a la fiesta, donde bailaron, comieron y rieron a carcajadas, aquel día había sido Perfecto, no hubo inconvenientes y eso a Francia la dejaba tranquila.

Para cuando el reloj marcó las 2 de la madrugada en Austria, todas las personas se retiraron a sus respectivos hoteles, excepto los recién casados, quienes tenían una cabaña donde pasarían su noche de bodas.

El hombre bajó a la mujer y ambos se besaron, las manos de Francia quitaban la camisa blanca del hombre con agilidad, mientras que el hombre bajaba el cierre del vestido.

Ambos no tardaron en desnudarse, Toto tomó a Francia de los muslos y la alzó, le besaba el cuello dejando pequeñas marcas, Francia jadeo al sentirlos sobre su piel.

Con delicadeza, el austriaco colocó a Francia sobre la cama, el quedó arriba de ella, recargando su peso sobre sus brazos, Francia abrió sus piernas para que él pudiera acomodarse cómodamente, con sus manos repasaba el cabello del hombre mientras lo besaba con desesperación.

A pesar de que afuera se encontraba lloviendo y haciendo un poco de frío, una llama de calor los envolvió, Francia jadeaba al toque de su esposo sobre sus pechos. Los labios de Toto dejaban un camino de besos húmedos sobre la piel de la mujer, Francia respiraba acelerada, cada beso quemaba sobre su piel.

Toto se encontraba en el vientre de la mujer. Francia arqueó la espalda cuando sintió la boca de Toto en su feminidad, la canadiense llevó una mano al cabello del hombre, gemía su nombre debido al placer que este le producía. La mano izquierda de Toto hizo que Francia separara más las piernas, el contacto era cada vez más rápido, la lengua se movía en círculos y se deslizaba con facilidad, estimulando a la mujer.

— Toto... —jadeo Francia, endulzando los oídos del hombre.

Sentía como sus piernas le temblaban y algo en su vientre, se sentía tan bien, no quería que el parara. Francia jadeo cuando el calor desapareció, ella le dio vuelta al hombre haciendo que ahora ella quedara arriba de él, Toto tenía la mirada dilatada, Francia tomó la longitud del hombre con su mano haciéndolo soltar un gemido. Los movimientos pasaron de lentos y rápidos, el bulto creció al calor del contacto de la mujer, el sudor bajaba por las cienes del hombre.

— Francia —gimió el en la boca de la mujer.

El la tomó por la cintura y la hizo sentarse en tu regazo, el contacto directo entre ambas intimidades los hizo jadear, movió sus caderas en círculos, Toto echó su cabeza para atrás y Francia apoyó una mano en el hombro de el, pegó sus labios en el cuello de el, dejándole marcas.

— ¿Me estas dejando marcas, señora Wolff? —preguntó el, mediante un susurro. Soltó un suspiro.

— Tienen que saber que tú eres mío —le susurro Francia en su oído.

Toto la agarró de las caderas y la alzó, colocó su miembro en la entrada de la mujer y lo introdujo, Francia cerró los ojos y arqueó su espalda debido a la satisfacción que él le produjo.

— Toto —gimió y se abrazó al cuerpo desnudo de su marido. Colocando ambas manos en la espalda del Mercedes.

Toto pasó su lengua por los pezones de la mujer, dejando marcas en los pechos de esta, las estocadas comenzaron a ser más fuertes, los gemidos se volvieron entrecortados, y ambos estaban empapados de pasión y placer.

Le dio la vuelta a la mujer dejándola abajo de su cuerpo nuevamente, se colocó entre sus piernas, salía y entraba, rápido y fuerte, a petición de su esposa. Francia sentía como su vientre se contraria del placer por cada estocada que el hombre le daba, avisando que pronto llegarían al orgasmo.

Toto bajo su mano hasta el punto de la mujer y le provocó más placer, Francia abrió su boca y cerró los ojos, la cadena plateada del hombre se movía a los movimientos de este, los rayos de la tormenta eran lo único que los iluminaba, y solo por segundos.

Los espejos y las ventanas estaban empañados debido al calor que ambos produjeron no solo en ellos, sino también en la habitación.

El agarre en la cintura de la mujer se volvió más fuerte, dejando marcadas los dedos del CEO en la piel de su esposa, ambos soltaron un gemido, el cual anunció la llegada de su orgasmo. Los movimientos se volvieron más lentos, Francia respiraba profundamente, satisfecha, abrió los ojos y observó el rostro del hombre, sus ojos lujuriosos y su sonrisa encantadora, el dejó un beso en la frente de ella y se acosto a su lado.

— ¿Y sabes qué es lo mejor de esto? —Toto pegó su pecho a la espalda de su esposa, pasando un brazo por debajo de la cabeza de Francia y dejando y besó en el hombro.

— ¿Qué? —preguntó ella, casi sin energías.

— Que la luna de miel ni ha comenzado —respondió y soltó una risa ronca.

Francia le soltó un golpe en el brazo, esto lo hizo reír aún más.

— Cállate, Wolff —susurró— Quiero ducharme —se quejó.

— ¿Segundo round en la ducha? —preguntó Toto, y la miró deseoso.

— ¿Cuándo te he negado un segundo round? —se mordió el labio.

Toto se levantó y la jalo de las piernas para luego cargarla y entrar al baño, Francia soltaba pequeñas carcajadas mientras le besaba la cara al hombre.

Maratón (5/5) Penúltimo capítulo.

Que calor está haciendo.

Checo y Fernando fue lo mejor de la carrera, ame.

No olviden dejar su voto y un comentario. Espero les guste.
Se despide Didi 💌

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