—Choi Yeonjun, mi amo. Seré tuyo, tu esclavo hasta finalizar todas las cuestiones que tengas por realizar. ¿Estás listo?

El rubio respira erráticamente, aún se siente cohibido ante la presencia de un ente y de lo tan jodidamente perturbador que fue descubrir que era el chico que quería agua el otro día en su casa. ¿Quién diablos se imaginaría que un ente maligno tocaría su puerta así de la nada? En cualquier momento, en cualquier hora.

—Sí, estoy listo. —Le responde finalmente sacando el coraje de lo más profundo de su cuerpo, Soobin lo observa detenidamente por al menos un minuto que se sintió como una jodida hora o al menos así lo interpreta Yeonjun.

—Estoy a su merced, amo mío.

—Quiero..saber porque estoy teniendo esas horribles pesadillas, mi ex novio fallecido... Hyunjin está siempre en mis sueños y no logro dormir. ¿Por qué?—Le cuestiona mirándolo fijamente a esos frívolos ojos azules, trata de no perderse mucho en las facciones tan perfectas de ese espectro pues la ocultista le ha advertido que no debe caer en la tentación de su belleza o jamás saldría de ella. —Al final siempre susurra algo que no puedo escuchar.

Soobin se relame los labios y le sonríe con sorna, Yeonjun traga saliva esperando la respuesta que tanto quiere y teme.

—Hwang Hyunjin. —Expresa el pelinegro en voz alta, el tono de su voz suena con burla y sólo el sabe porque razón. —Tienes pesadillas con él porque lo atas al mundo de los vivos, lo condenas a estar amarrado en este asqueroso mundo y no lo dejas caminar en el sendero del infierno que es en donde debería estar.

—¿De qué hablas? ¡Responde!

El espectro sonríe nuevamente ante el efecto que le han causado sus venenosas palabras a el humano, en cierta forma lo que decía era verdad.

—¡Que me contestes, carajo!—Le grita Yeonjun con enojo, su rostro bañado en lágrimas debido a las crueles palabras del ente. —¡Habla! ¿¡Por qué dices esas cosas de Hyunjin?!

De un momento a otro, el rostro de Soobin se distorsiona de una forma tan aberrante asustando a Yeonjun quien retrocede con temor. Los gruñidos del ente hacen que el contrario quiera llorar, las uñas afiladas de Soobin realizan chirridos horripilantes en el cristal de aquel oscuro espejo empañado.

—No vuelvas a faltarme el respeto, ¿has entendido, amo Yeonjun? No quiero sacarte el corazón aquí mismo, ni tú quieres que lo haga. —Susurra en un tono bajo pero Yeonjun siente que está muy cerca de su oído a pesar de que el ente en realidad está en el espejo, se muerde los labios con fuerza cuando nota que Soobin ha regresado a su ilusión de forma humana. —Regresando a tu cuestión, ¿Estás seguro que deseas saber la respuesta, amo mío?

Yeonjun parece confundido con el cambio repentino de actitud, tiene que recordar las malditas palabras de la ocultista o en serio va a joderse.

¡Mierda, Choi! Sólo no hagas enojar al espectro.

El pelinegro le mira con atención y parece burlarse, ¿acaso... lo escuchó? Pero ni siquiera habló, sólo lo pensó. Joder, la mujer no le advirtió nada sobre esto.

—Yo..sí quiero saberlo.

—Lo que me pidas. —Soobin responde escribiendo el nombre de Hwang Hyunjin en el espejo junto con unos símbolos raros que el rubio no puede descifrar. —Amo mío, Hwang Hyunjin no fue la inocente persona que pensabas e hizo cosas que no imaginarías. Cosas por las cuales lucifer estaría orgulloso de él pero Hwang Hyunjin sigue atado a ti, ¿por qué no rompes el vínculo?

—¿Qué vínculo? ¿De qué hablas?—Cuestiona rápidamente Yeonjun aún más confundido que nunca, Soobin se humedece los labios observándolo como si fuera una carnada y es que los latidos de su corazón lo torturan.

—Del vínculo que lo tiene amarrado a ti, amo Yeonjun.

—Explícate.

—Hwang Hyunjin realizó el vínculo, puedes romperlo en cualquier momento y él finalmente descansaría en paz. —Le dijo el ente con seriedad, lo que no sabe Yeonjun es que con los seres oscuros como Soobin nunca debes confiar y era mentira que Hwang Hyunjin fuera a descansar. El inframundo esperaba con ansias la llegada de aquel muchacho pero el vínculo no lo permitía.

—¿Cómo puedo romper ese vínculo?—Le pregunta el rubio no muy seguro pero si eso significa que su novio estaría finalmente en paz y él libre de las pesadillas al igual que cosas extrañas que pasan a su alrededor entonces lo haría.

—Oh, ¿estás seguro de que esa es tu pregunta? Porque es la última.

Yeonjun niega frenéticamente y se acerca al espejo sin poder controlar sus emociones.

—¡Sólo van cuatro preguntas! ¡Es injusto! Ese no era el trato.

—Oh, amo tonto. —Expresa el pelinegro pasando su lengua por el cristal del espejo sin dejar de observar a Yeonjun quien parece hipnotizado así que retrocede por instinto, su entrepierna duele de tan sólo mirar al espectro. ¿Qué se sentirá tener esa lengua entre sus piernas?

La melódica risa de Soobin lo saca de sus pensamientos oscuros.

¿Qué haces, Choi? ¡No lo veas a los malditos ojos! ¡No caigas! ¡No caigas, joder!

—Como decía, sólo puedes realizar cinco preguntas. Lo siento, amo mío. Olvidé mencionarlo antes de empezar el juego entre los dos. —Él le dice fingiendo una falsa inocencia pero parece haberlo hecho a propósito, después de todo era un ser demasiado hábil y engañoso. —Así que volveré a preguntar, ¿estás seguro de que esa es tu última pregunta?

—Lo estoy. —Responde Yeonjun sin mirarlo a los ojos, no puede dejarse engañar de nuevo ni caer en los encantos aterradores del ente. —¿Cómo puedo romper ese vínculo?

—Creando otro con alguien más fuerte.

Él mira a Soobin sin entender pero el otro parece que no dará ninguna explicación pues ha terminado su límite de cuestiones, ah, un total engaño. Debió imaginarlo.

—¿Qué?

—Choi Yeonjun, ha finalizado mi límite de cuestiones. —Informa fingiendo una falsa tristeza que por supuesto el universitario no cree, Yeonjun evita mirarlo más de diez segundos por precaución. —Al menos debes estar satisfecho, a otros seres vivos sólo les otorgo dos cuestiones.

Soobin escribe el nombre del universitario en el cristal y después escribe el suyo, las velas comienzan a apagarse una por una y Yeonjun siente una sensación extraña en el pecho.

—Oh, antes de retirarme. Yo soy el causante de los ruidos en tu ventana, debes disculparme pero tu amigo intentó llamarme el otro día y me hizo perder el tiempo retractándose.

—¿Mi amigo?—Susurra Yeonjun sorprendido, Soobin asiente una única vez logrando alterar al rubio.

—Espero volver a verte pronto, amo Yeonjun.

La figura del espectro desaparece en el cristal del espejo y se apaga la última vela restante, es entonces cuando Yeonjun se siente mareado y confundido.

—¡Joder! ¡Yeonjun!

Y sus ojos se cierran para después desplomarse en el suelo ante la mirada asustada de HueningKai.
  
     
   

   
   
Buenas noches. ♡