CAPÍTULO 35: A DEATH WITHOUT BLINKING

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—— A DEATH WITHOUT BLINKING ——

—Pasa.— Dijo Marcel al darse cuenta de que Astrid había llegado. —Siéntate.— La invito mientras se levantaba y se acercaba al mini bar para servirse un vaso se bourbon. —Te ofrecería una copa pero...— Empezó a decir dando por evidente el estado de la mujer.

—Bonita casa.— Comentó Astrid con burla, ya que era algo muy poco glamuroso comparándola con la del barrio.

—Solo es temporal. Trapicheos de un amigo.— Respondió con tranquilidad. —Aunque no lo creas aún me quedan algunos.— Añadió sabiendo que nadie se iba a creer que siguiera teniendo enemigos después de su destierro. —Necesito amigos que me mantengan informado, que me avisen si viene alguien para acusarme de cosas que yo no he hecho.— Comentó mostrando que sabía perfectamente el motivo por el que ella estaba allí. —Por cierto, no tenias que tratar así a Diego.— La informó sabiendo que se había equivocado con su trato hacia el vampiro.

—Soy una Original, no pido las cosas "por favor".— Le recordó Astrid mientras se cruzaba de brazos manteniendo a la vista la estaca que llevaba de la mano.

—Tu y yo tenemos pendiente una charla.— La recordó Marcel esperando que Astrid estuviera ahí para hablar y no para pelear.

—¿Quieres hablar?— Preguntó la Original incrédula. —Habla.— Le ordenó esperando que lo hiciera y la diera una explicación y tal vez un motivo, por el que no debía de matarle.

—Una chica dura, no me extraña que Klaus se fijará en ti.— Comentó Marcel viendo porque después de tanto tiempo el híbrido seguía estando interesado en ella. —Pero deberías de saber que conocía a los padres de Hayley, a toda su familia. Y si los hubieras conocido te darías cuenta de la cantidad de enemigos que tienen.— La informó sorprendiendo a la Original con aquella revelación, ya que nunca se hubiera llegado a esperar que les conociera. —En los noventa, los media luna tomaron la ciudad, o lo intentaron, se dejaron la piel luchando y eran buenos. Les daba igual a quien matar mientras consiguieran más poder.— Añadió esperando que fuera consciente de que fue en esa época cuando ellos se hicieron grandes enemigos que incluso en aquel momento estaban dispuestos a reclamar una muy ansiada venganza.

—¿Y esa maldición fue tu forma de pararles los pies?— Preguntó incrédula de que esa pudiera ser la escusa que él usará para defender aquello. —Que heroico.— Añadió sarcásticamente.

—Era eso o matarlos a todos.— Puntualizó sabiendo que tampoco le hubiera venido bien exterminar hasta su extinción una manada como aquella. —Y no me gusta la masacre indiscriminada, tengo por principio no matar a niños.— La recordó haciendo que Astrid recordara el motivo por el que salvo a Davina, y todo venía por aquel principio.

—Eso he oído.— Se limitó a decir mientras mantenía su postura.

—No solamente lo has oído, Andrea Morgan.— La recordó usando el nombre que la híbrida hubiera tenido como mujer lobo, lo que hizo que esta la mirase sorprendida. —Conoces a la prueba, a Andrea Labonair.— Añadió haciendo que viera que Marcel conocía las verdaderas identidades de ella y de Hayley.

—¿Desde cuando sabes quien es Hayley o quien soy yo?— Quiso saber la Original con algo de curiosidad, ya que había guardado bastante bien aquel secreto.

—Vi vuestro interés por los media luna y después de vuestra reunión familiar en la casa de la plantación empecé a sumar dos y dos.— Explicó el vampiro sabiendo que no debían de hacer enfadar a Astrid, más que nada por que sabía que ella no tendría piedad alguna en matarle y no la juzgaba, no se debían nada y lo único que tenían en común aparte de su relación con los Mikaelson era Davina, la cual estaba bastante enfadada con el vampiro.

—Dime una cosa, Marcel, ¿tu mataste a sus padres?— Quiso saber Astrid esperando que no fuera así, porque él podía ser muchas cosas pero no era tan vengativo y violento como lo podían ser los Originales.

—Hubo luchas internas entre los lobos, tu gente se escondió, alguien los delató. Sinceramente, no se quien, yo llegue después. Encontré a Hayley en su cuna.— Aclaró sorprendiendo a Astrid de que él hubiera sido capaz de salvar a Hayley, aunque había cosas que ella no quería llegar a creerse aunque la gustasen que fueran ciertas.

—Dame una sola razón por la que debería creerme algo de lo que vas a decir.— Quiso saber la rubia mostrando que no se estaba creyendo ni una sola palabra que él dijera, después de muchas de las falsas promesas que Klaus la había hecho a ella y al resto, había aprendido a dudar de la palabra de cualquiera, casi a veces incluso de la suya.

—Créete lo que quieras, pero Hayley es la última Labonair. Pude sacar ventaja para nuestro bando, pero en lugar de eso la entregue al padre Kieran.— La informó el moreno mientras ponía sobre la mesa una bolsa de viaje de color negro.

—¿Qué es eso?— Preguntó Astrid mientras señalaba con la estaca la bolsa, sin comprender por qué la estaba poniendo ahí.

—Dinero mayormente.— Respondió con tranquilidad. —Para que empieces de cero en un lugar seguro.— Añadió sorprendiendo a Astrid con aquel gesto, ya que no se iba a esperar que él quisiera ayudarla a huir, antes tal vez lo hubiera hecho pero ahora... todo era demasiado diferente. —Lo de hoy en el pantano no es cosa mía, pero tal y como pintan las cosas pueda que deba de intervenir.— Añadió sabiendo que había alguien más detrás de todo eso, alguien que quería inculpar a los vampiros y por ello desencadenar una guerra y una matanza entre los hombres lobo y los vampiros.

—¿Así que este es tu gran plan?— Preguntó Astrid dándose cuenta de cuáles eran las verdaderas intenciones con respecto a que Marcel la estuviera ofreciendo su ayuda. —Sacarme de la ciudad para que Klaus, Elijah, Taylor y Leonidas me sigan.— Añadió haciendo que la expresión del vampiro cambiará a una sonrisa, viendo que Astrid podía ser uno de los Originales más inteligentes que había conocido, a los demás se les podía engañar y persuadir con facilidad pero ella era muy diferente a ellos.

—Bueno, no te negaré que me vendría de perlas, la verdad.— Admitió sabiendo que no le convenía enfadarla ni tenerla como enemiga, los rumores de lo que era capaz de hacer recorrían de forma silenciosa todo el mundo, y todos ellos estaban de acuerdo en un hecho: ella era muchísimo más sanguinaria y despiadada de lo que era Klaus, y eso era decir mucho teniendo en cuenta como era él.

—¿Y por qué no te vas tu y sigues tu consejo?— Preguntó Astrid sin comprender por qué Marcel no había aprovechado la oportunidad de irse y de ser feliz junto a Rebekah, ahora que parecían tener una especie de permiso por parte de Klaus.

—Por que nací aquí, Astrid.— Respondió mostrando que era la nostalgia lo que le aferraba a quedarse.

—Mi manada y mi hermana también.— Le recordó mostrando porque ella no iba a abandonar aquel lugar, como tampoco lo abandonarian los media luna, Taylor o cualquier criatura que hubiera nacido en Nueva Orleans.

—El tipo de la moto, el de la bomba, tenía un problema con el juego. Debía dinero a los casinos, más bien a los humanos que los dirigen.— La informó haciendo que Astrid se diera cuenta de que tal vez fueran los humanos los que estuvieran detrás de todo y lo que buscarán era una guerra entre dos especies enemigas desde hacía siglos por culpa de Mikael, para poder hacerse con el poder y con el control de toda la ciudad, ya que si vampiros y hombres lobo se mataran entre ellos, negociar con las brujas sería mucho más sencillo ya que ellas accederían a cualquier cosa en la que creyeran que tuvieran el control del barrio francés. —Y Astrid, cuando las cosas se pongan feas, recuerda que yo trate de salvarte.— La pidió Marcel mientras la vampira se marchaba sabiendo que iba a tener que pensar, muy seriamente, en aquella charla que había tenido con Marcel y las dudas que este la había hecho tener.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—Sigues aquí.— Observó Astrid mientras se acercaba a Elijah y observaba que todos parecían estar bien. —¿Qué pasa? ¿Qué está haciendo?— Preguntó sin comprender lo que Oliver les estaba diciendo a los demás miembros de la manada.

—Reclama el poder aprovechando la tragedia, y no está sólo. Hubo otro ataque cuando te fuiste.— La informó Elijah con frialdad haciendo que Astrid le mirase asustada y preocupada por lo que podía haber ocurrido en ese segundo ataque.

—¿Qué?— Preguntó incrédula sin creerse lo que acababa de escuchar.

—Tu amigo Jackson necesitará ayuda, querrán venganza. Sangre por sangre y por desgracia en los momentos difíciles la gente no mira al mejor, sino al que más ruido hace.— La recordó Elijah sabiendo perfectamente que Astrid sabría lidiar con ello. Tras las palabras del noble, la Original se dirigió a la cabaña donde observo a Jackson y a Taylor, los cuales estaban junto a una cama en la que descansaba el cuerpo de Evie.

—Sí queréis seguirme, depende de vosotros.— Les insistió Oliver esperando convencer a todos.

—¡Silencio!— Gritó Astrid llamando la atención no sólo de todos los hombres lobo que estaban escuchando a Oliver, sino también la de Elijah, la de Taylor y la de Jackson. —Se que todos queréis venganza, yo también la deseo. Pero ese no es el camino. ¿Creéis que pagando la sangre con sangre se solucionará? Lo que provocareis será una guerra que jamás quedará satisfecha, ni saciada.— Les informó mientras se ponía en el centro del círculo al lado de Oliver sabiendo que debía de disipar los deseos de venganza de todos ellos o por lo menos apaciguarlos de forma temporal. —Sí, alguien ha mandado al motorista a por nosotros, ¿pero seguro que han sido los vampiros? ¿Qué pruebas tenemos para acusarles?— Quiso saber haciendo que todos se quedasen en silencio, ya que no había pruebas factibles que apoyarán la teoría de Oliver, solo suposiciones. —A lo largo de mi vida he conocido a toda clase de criaturas que serían capaces de hacer cualquier cosa por poder.— Añadió sabiendo que aquella situación no era la excepción y algo la decía que no eran los vampiros los que estaban detrás del ataque, sino los humanos.

—Les defiendes porque eres una de ellos.— La acuso Oliver mostrando la poca simpatía que tenía hacia la Original.

—Nací siendo mujer lobo y bruja, no vampiro, Oliver. Ahora también soy vampiro, y busco lo mejor para ambos clanes, porque en los tres hay criaturas que me importan.— Le recordó esperando que fueran conscientes de ello, además de que Astrid necesitaba que la comunidad estuviera fuertemente unida por el bien de su hija, ya que muy en el fondo podía llegar a pertenecer incluso a tres de los cuatro clanes, y por eso necesitaba que estuvieran fuertemente unidos, y no controlados de forma indirecta por los humanos. —Las cosas no siempre se solucionan con más sangre, ser pacientes y daremos con el responsable.— Les pidió esperando que todos tuvieran un sentido racional como ella le estaba teniendo en aquellos momentos, cosa que estaba impresionando a todos, porque en aquellos momentos sí estaba mostrando que había nacido para ser el alfa de una manada.

—Hemos sido pacientes toda una vida, no vamos a esperar.— Sentenció Oliver con firmeza, mostrando que si Astrid no le mataba era porque su gran paciencia había regresado, y eso parecía ser una ventaja, principalmente para Elijah y Leonidas y su proyecto de comunidad unificada.

—Yo espere quinientos años para ver de nuevo a mis hermanos, se lo que es ser paciente mucho mejor que tú Oliver. Pero aún os recuerdo que Taylor y yo seguimos estando al mando, y ni mi hermana, ni Hayley, ni yo estamos a favor de derramar más sangre.— Sentenció esperando que todos fueran conscientes de que la última palabra la tenían ellas tres, y había decisión unánime de que no se iba a derramar más sangre, no hasta que se supiera quienes habían sido los verdaderos responsables y sólo ellos serían los que pagarian la vida de Evie con su vida. —¿Queréis más pérdidas? ¿Más daños?— Les pregunto sabiendo a la perfección cuál iba a ser la respuesta de todos, el silencio la indicó que nadie quería perder más, la mayoría de ellos no querían perder lo poco que ya tenían.

—Evie esta muerta.— La recordó Oliver a la vampira esperando que fuera consciente de aquella vida perdida, y por desgracia ella era muy consciente porque en vez de acercarse a ella y llorar había salido a fuera a demostrar que a pesar de las pérdidas se seguirían manteniendo fuertes. La imagen de un líder demostraba el poder de los suyos, y aunque ella estuviera destrozada por dentro, era una experta a la hora de ocultar su dolor por la pérdida de aquellos a los que quería. Perder a sus padres la enseñó a ser fuerte cara a los demás.

—Esta muerta por qué tu te negaste a que tomará la sangre de Elijah porque es un vampiro.— Le recordó Astrid mostrando que él era el único responsable de la muerte de Evie, ya que ella podía haberse salvado si él no fuera tan extremista con los vampiros. —Yo también lo soy y si quieres podemos discutir las cosas, pero te advierto de que ya te demostré que estando en mi situación sigo siendo más fuerte que tu, incluso sin usar mi lado de vampiro o el de bruja.— Le recordó mostrando en aquel momento quien era la que mandaba, y en aquellos momentos la que mandaba era ella. —Así que te recomiendo que no vayas en mi contra, porque te garantizo que si lo haces, perderás.— Le advirtió haciendo que todos los miembros de la manada que estaban al alrededor de ellos, se inclinaran en señal de respeto, igual a cuando las tres se presentaron ante ellos después de romper la maldición. Aquel gesto hizo sonreír a Astrid, la estaban reconociendo como alfa y eso la hizo pensar en sus padres, esperando que los tres estuvieran orgullosos con lo que estaba haciendo, esperaba estar haciendo lo correcto y ser una buena líder, para los suyos; y un ejemplo a seguir para su hija, aunque esperaba que la imitara en aquellos actos y no con respecto a las atrocidades que había llegado a cometer a lo largo de aquellos mil años.

★★★

Lamento actualizar tan tarde, ha sido un día muy complicado y en verdad no tenía pensado hacerlo, pero al final... lo necesito.

Bueno el capítulo de hoy, aunque pueda ser normal, creo que es algo distinto para mi. No es irónico todo...

Suceden muchas cosas, Astrid amenazando a Marcel, este sabiendo quien hubiera sido ella... Realmente les amo juntos, y muy en el fondo Marcel admira, respeta y quiere a Astrid, y de hecho es algo que entenderéis. Ella no es como los Mikaelson, puede serlo, pero intenta ser diferente, aunque a veces no la dejan otra opción que ser una Original, pero a todos nos encanta.

La escena en el pantano..., bueno finalmente vamos viendo las garras. Y de verdad os diré que me encantó escribir esta escena, por que me encanta empoderar a mis personajes. Independientemente del feminismo y todo, me gusta reflejarlas de una forma que inspiren, ya sea hombre o mujer. Pero no quiero ir por ahí.

En verdad quería hacer esa escena, por que... Astrid esta entre tres mundos, vivió como bruja y vive como vampiro, pero jamás ha tenido la oportunidad de ser lobo. Un hecho que muy en el fondo la aterra, los demonios de un pasado no resultó la persiguen.

Y hablando del pasado, el próximo capítulo se viene fuerte. ¿Qué a qué me refiero con esto? A qué digamos que Klaus no fue el primer amor de ella.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️


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