—— UNPROTECTED ——

Nueva Orleans, unos días antes.

—¿Escribiendo una carta de amor para alguno de tus pretendientes?— Preguntó con burla Klaus, al ver como Astrid escribía algo que supuso que era una carta, ya que no parecía estar dibujando. —¿Quien es el destinatario afortunado?— Preguntó con burla. —O tal vez es para tus hermanos, o tal vez para mí, me creía descartado hacia años.— Añadió sarcásticamente haciendo reír a Astrid por lo que decía.

—Y el premio al ego más grande es para...— Empezó a decir justamente cuando hacía una mueca de dolor ante una patada que la niña la había dado.

—¿Cómo está nuestra lobita?— Preguntó algo preocupado, pero sabiendo que no debía de preocuparse por nada, aun quedaba bastante tiempo hasta que ella llegara a nacer.

—¿Te gustaría...?— Preguntó Astrid refiriéndose a sí quería que la tocará la barriga. —Vamos.— Le animo haciendo que Klaus se acercara de forma recelosa para tocarla la barriga. —¿Lo has notado?— Preguntó al sentir la patada, haciendo que Klaus sonriera como un niño pequeño en una mañana se Navidad.

—Bueno, te dejo que sigas con tu carta secreta.— Comentó mientras se marchaba, haciendo que Astrid centrará su mirada en el folio sin saber muy bien como comenzar aquella carta para su hija, ya que no sabía que podía terminar pasando hasta que naciera o después de su nacimiento, su lado paranoico la advertía que debía de estar en alerta; pero su lado como embarazada la pedía que se quedara tranquila, que no iba a pasar nada, había tantas variantes de lo que podía suceder, que de alguna forma tenía miedo. Y el miedo era un sentimiento que a Astrid nunca la había gustado.

"Querida Zoey, o Kaitlyn, o Angela, a mi pequeña.

Tu padre acaba de preguntar si era una carta de amor, supongo que es algo parecido.

Han pasado muchos años, demasiados, desde que estuve con mi madre y cuando murió mi padre, sus funciones maternales para con sus hijos desaparecieron hasta que murió por una terrible enfermedad. Pero no se lo que sentía cuando me llevaba dentro. Por eso he pensado en escribirte, para que puedas saber lo feliz que soy en este momento.

Las ganas que tenemos tu padre y yo de conocerte. Y quiero hacerte una promesa, que tendrás tres cosas que yo ya no recuerdo si llegué a tener: un hogar seguro, alguien que te diga que te quiere todos los días y alguien que luche por ti pase lo que pase. En otras palabras, una familia.

Eso es todo pequeña, el resto tendremos que descubrirlo juntas.

Te quiere, tu madre".

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—Sabemos que Marcel se ha puesto en marcha y viene acompañado.— Dijo Francesca entrando en el comedor en donde Genevive estaba haciendo el hechizo en las piedras para los anillos de luna.

—Que Astrid este a salvo.— Sentenció Klaus marchándose en señal de que iba a ser él quien se encargará de Marcel y de su ejército.

—Ven conmigo.— La pidió Elijah a la rubia, pero rápidamente Astrid se zafo de su agarre de forma violenta.

—No, alguien debe de vigilarla.— Sentenció Astrid con firmeza, sabiendo que no iba a esconderse mientras Genevive hacia magia y Francesca y los suyos rondaban el complejo, no iba a abandonar a nadie y si debía de luchar, lucharía.

—Debes de ayudar a Klaus, mis hermanos y su equipo de seguridad no podrán contra un ejército de vampiros.— Le dijo la humana al noble esperando convencer al vampiro de que se marchara. —Yo me quedo con Astrid y con Taylor.— Le tranquilizó en señal de que ella se encargaría de protegerlas.

—Ve, Elijah.— Le indicó Astrid en señal de que ellas iban a estar bien.

—No te refrenes.— Añadió Taylor en señal de que ella se iba a encargar de proteger a su hermana.

—Las piedras ya están listas, ya he cumplido mi parte, ahora te toca a ti.— Dijo Genevive en señal de que había terminado por hacer el hechizo, y que estás, ya estaban listas para poder ser usadas.

—Las llevaré al pantano.— Habló Taylor sabiendo que no podía perder el tiempo, ya que todavía tenía tiempo de que alguno no sufriera el dolor de la transformación aquella noche.

—En realidad me lo decía a mi.— Las informó Francesca mientras Genevive la daba las piedras, sorprendiendo a las dos hermanas con aquel acto de traición, acto que debían de haber supuesto o por lo menos previsto.

—¿Qué diablos es esto?— Preguntó Astrid mostrando que no estaba muy contenta, y no era recomendable hacerla enfadar en aquellos momentos.

—Un acuerdo entre nosotras.— Se limitó a decir Francesca con superioridad. —La cuestión es que me llevo las piedras.— Se limitó a decir haciendo que Astrid se interpusiera en su camino en señal de que no se iba a ir a ninguna parte.

—¿Te has vuelto loca? ¿Crees que los humanos podéis enfrentaros a Klaus?— Preguntó Taylor riéndose, sabiendo que en cuanto el híbrido descubriera aquella traición matarlos sería lo menos doloroso que les haría a todos ellos.

—No, no lo creo.— Aseguró Francesca sabiendo que con lo que tenía planeado se podría por encima de Klaus. —Pero no soy humana.— Afirmó justamente cuando mataba a uno de sus guardaespaldas mostrando sus ojos amarillos, sorprendiendo a las dos hermanas. —Soy como vosotras, y ahora voy a recuperar mi ciudad.— Sentenció con firmeza mientras se daba la vuelta dispuesta a encarar a Astrid.

—De eso ni hablar.— Sentenció la híbrida mientras sus ojos se intentaban en sangre, pero antes de que la pudiera atacar, Genevive intervino usando su poder para dejar inconscientes a las dos hermanas, ya que de esa forma las haría ganar tiempo.

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—No.— Gritó Astrid mientras dos hombres la llevaban casi arrastras hasta la cabeza de la iglesa.

—Dejarla en el suelo.— Ordenó Genevive mientras la dejaban sobre las escaleras, al mismo tiempo que Astrid gritaba y pataleaba, intentando zafarse de los dos hombres, pero también gritaba por el dolor que sentía.

—Debemos de ir a la ciudad de los muertos.— Le dijo Monique a Genevive.

—No hay tiempo.— Sentenció la pelirroja con firmeza. —El bebé va a nacer ya.— Añadió sorprendiendo a Astrid con sus palabras.

—No, es muy pronto.— Negó la híbrida dándose cuenta de que el dolor que sentía en su vientre cada determinados minutos eran contracciones.

—Por lo visto no.— Alegó Genevive sabiendo que en

—Debía de nacer cuando el sacrificio estuviera listo.— Alegó Monique mientras Astrid seguía gritando de dolor y forcejeando para poder librarse de ellos.

—Tuve que someterla y a sufrido un desprendimiento de la placenta. El bebé va a nacer ya, tendremos que adaptarnos.— Explicó Genevive esperando que Monique fuera comprensible con la situación, ya que incluso lo planeado podía irse al traste cuando se trataba de algo tan impredecible como lo era un embarazo y un parto.

—¡Soltarme!— Exclamó Astrid completamente furiosa y fuera de control.

—Tienes que calmarte, Astrid.— La intento tranquilizar Genevive.

—¿Pero que tenéis contra mi?— Preguntó confundía si ella nunca había hecho nada a nadie, ni si quiera había ido a Nueva Orleans hasta que no se quedó embarazada.

—Renacer supone sacrificios.— Se limitó a decir Monique confundiendo a Astrid ya que no podía pensar con lógica en aquellos momentos.

—¿Y eso que significa, zorra psicópata?— Quiso saber confundida mientras la miraba con odio y desprecio

—Los ancestros piden una ofrenda a cambio de poder.— Explicó Genevive haciendo que Astrid se diera cuenta de lo que iban a hacer.

—Tu hija será la ofrenda perfecta.— Sonrió la adolescente con maldad, mostrando que lo único que ella quería era poder, como todas las brujas en aquella ciudad.

—No.— Negó Astrid llorando ante el dolor. —No os llevaréis a mi bebé, os matare a todas.— Las amenazó furiosa sabiendo que iba a hacer todo lo posible para vengar a su hija como llegarán a hacerla algo, su venganza jamás sería olvidada por ninguna criatura sobrenatural sobre la tierra.

—No, no lo harás y tampoco lo harán Klaus, Elijah o Leonidas. Cuando nazca tu bebé se le ofreceremos a nuestros predecesores.— Sentenció Monique haciendo que Astrid la mirase con una expresión de odio, mostrando que lo único que quería hacer era hacer daño a aquella chica.

—Lo siento, Astrid, pero así es como debe ser.— Se disculpó Genevive la cual de las dos brujas parecía ser la que sentimientos tenía, ya que la otra chica la daba igual todo.

—No.— Volvió a negar mientras la tumbadan sobre la mesa del altar  —¡No!— Volvió a gritar mientras a su mente viajaba el recuerdo de aquella vez en la que Silas la intento matar, aquella vez que su hija la salvo, no podía dejar que la mataran, no podía fallarla de una forma tan estrepitosa. —Aléjate de mi, zorra.— La digo a la pelirroja justamente cuando la puerta se abría dejando ver a Klaus, el cual arrancó la cabeza a uno de los hombres que se encargaban de vigilar la entrada.  —Nik...— Murmuró aliviada de verle allí.

—Para mí no es agradable hacer esto, prometo que será rápido.— La tranquilizó Genevive mientras las dos chicas de la cosecha se encagarcaban de neutralizar a Klaus.

—¡No!— Exclamó Astrid mientras veía como empeñaba un cuchillo.

—Empecemos, ¿de acuerdo?— Sentenció Genevive mientras tapaban las piernas de Astrid para que tuviera algo de intimidad en el momento en el que diera a luz a su hija.

—¡Haré de vuestras vidas un infierno!— Exclamó Klaus desde una de las paredes.

—Empuja, despacio.— La indicó a Astrid la cual se veía en la obligación de hacerla caso porque debía de tener a su hija. —Eso es.— La animo justamente cuando soltaba un ensordecedor grito de dolor que hizo temblar la iglesia por completo. —Habéis tenido una hija preciosa.— Les informó una vez que cogió en brazos al bebé, haciendo que los dos híbridos la mirasen sorprendidos. —Iniciaremos el sacrificio en cuanto se ponga la luna al amanecer.— Las informó a las dos brujas.

—Por favor, por favor, ¿puedo cogerla?— Pidió Astrid haciendo que Genevive la viera al bebé, al cual Astrid la miró sonriendo para después darle un beso.

—¡No!— Gritó Klaus en el momento exacto en el que Monique la clavaba una estaca en el corazón a Astrid y le rompía el cuello a Klaus, sabiendo que no podían dejar ningún cabo suelto, no con ellos.

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—¡Astrid!— Exclamó Taylor entrando en la iglesia seguida por Elijah. —No...— Murmuró al ver que Klaus tenía el cuerpo, sin vida, de su hermana. —No puede ser cierto.— Alegó sin creerse lo que iba a pasar y lo que había pasado.

—Esta muerta.— Murmuró el híbrido sin creerse que Astrid estuviera muerta. —Te han mordido.— Comentó mientras miraba a su hermano, a la par que Taylor se sentaba a su lado sin apartar la cabeza del cuerpo de su hermana.

—¿Cómo?— Quiso saber Elijah una vez después de tomar la sangre de su hermano pequeño.

—Me han derrotado.— Se limitó a decir Klaus, mostrando que todos los rumores eran ciertos, siempre tuvo un punto débil, el cual siempre había sido Astrid.

—¿Te han derrotado?— Alegó Elijah incrédulo por lo que estaba escuchando. —¿Tu, has sido derrotado?— Preguntó con un tono de burla. —Mi hermano invencible.— Añadió sarcásticamente.

—Se han llevado al bebé, pero aún estamos a tiempo de ir a salvarla.— Afirmó Klaus mientras se ponía de pies y dejaba el cuerpo de Astrid sobre la mesa

—Ven con nosotros.— Le pidió el noble a Taylor al ver que ella no iba con ellos, sino que se quedaba junto a su hermana.

—Me quedo.— Dijo en un susurro mientras sus ojos se llevaban de lágrimas. —No se llegó a romper el vínculo que tengo con mi hermana, así que mientras espero mi muerte de forma lenta, prefiero estar aquí que matando a brujas.— Se limitó a decir haciendo que Elijah y Klaus se marcharán, dejando a las dos solas. —Lo siento mucho, hermanita.— Murmuró mientras la daba un beso en la frente y sacaba su teléfono para hablar con Leonidas, él debía de saberlo.

—Hola, Taylor. ¿Esta todo bien?— Preguntó el vampiro esperando que todo estuviera bien, y que solo la llamara para saber como iba Hayley.

—Prepara a Hayley para una inminente muerte.— Se limitó a decir la mujer lobo esperando ser lo suficientemente fuerte como para no ponerse a llorar.

—¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¿El bebé está bien? ¿Y mi hermana?— Preguntó preocupado al comprender lo que estaba diciendo.

—Se han llevado al bebé y Astrid...— Empezó a decir mientras empezaba a llorar. —Nos derrotaron a todos, Leo. Lo siento mucho.— Se disculpó esperando que él lo entendiera.

—No, no, no puede ser cierto. Astrid no puede estar muerta, es la más fuerte y la más poderosa de todos nosotros. No la han podido matar, no.— Negó sin creerse lo que estaba escuchando, ya que no podía creerse que hubiera perdido a sus dos hermanas.

—Estoy junto a ella.— Garantizó con seguridad, ya que a ella la gustaría que no fuera verdad, pero para su desgracia lo era.

—¿Y Klaus y Elijah?— Quiso saber el vampiro esperando que ambos hicieran algo por vengar a su hermana, porque entonces correría la sangre por toda la ciudad.

—Intentando salvar al bebé y que la muerte de Astrid no haya sido en vano.— Se limitó a decir mientras se sentaba en las escaleras del altar.

—¿Y tú? ¿Por qué no has ido a ayudarles?— Preguntó Leonidas sin comprender porqué se había quedado a vigilar el cuerpo de su hermana, nadie iba a hacerla más daño del que ya la habían hecho.

—Por que el vínculo nunca se rompió. Espero con calma mi muerte sabiendo que se acerca lentamente.— Se limitó a decir sabiendo que lo único que podía hacer era esperar. —Nunca pensé que moriría cuando supe a quien estaba vinculada, pero para mí suerte las cosas han sido diferentes. Espero que Klaus y Elijah salven a esa niña y la cuenten todo.— Suspiró esperando que por lo menos su sobrina pudiera sobrevivir y crecer para convertirse en una mujer tan hermosa como lo era su madre.

—Ambos salvarán a mi sobrina y vengaran a mi hermana, y sino lo hacen yo lo haré. Yo las mataré y conmigo se unirá un destripador y una bruja muy poderosa. Ninguna de ellas se librará se ese castigo.— Sentenció Leonidas haciendo referencia a Stefan, sabiendo como iba a reaccionar al saber lo que la había pasado a Astrid, y a Davina, ya que la bruja la había cogido especial cariño a la híbrida, y era un cariño recíproco. —Y Taylor, gracias.— Sonrió sabiendo que Taylor, en aquellos momentos, se estaba culpando de no haber podido cuidar a su hermana mayor, así como él se culpaba de no haberlo hecho. —Gracias por ser otra hermana, aunque siempre quise a un hermano no me quejó. Espero que ambas estéis bien.— Murmuró sabiendo que la mujer lobo también se merecía una pequeña despedida y una consolación, sobretodo porque sabía cual era el destino que la deparaba el futuro.

—Yo también te quiero, Leo. Y cuida de la manada, de esa niña y de Hayley, no sabemos si es híbrida por Astrid o por el bebé, espero que sea por el bebé.— Suspiró esperando que Hayley y el bebé sobrevivieran, ya que aquel día debía de tener algo de felicidad y no tanta tristeza como se preveía que iba a tener.

—Yo también lo espero, adiós hermanas.— Se despidió Leonidas sin poder contener las lágrimas y la rabia al saber que había perdido a la hermana que había sacrificado toda su vida por protegerles desde que tenía catorce años.

★★★

Lo se, todos pensábamos que quedaba más para este capítulo, pero la realidad es que no.

De verdad hay muchas cosas que destacar, y creo que lo primero sería el flashback, el cual a decir verdad no es nada relevante. Solo quería decir que ame ver a Klaus como un simple padre.

Pasando a la escena del parto, de verdad Monique es insoportable, no me extraña que la mataran. Es que no se aguanta ni ella.

Con respecto a la muerte de Astrid, todo es relativo, bien lo sabéis, pero sí que quería mostrar como esa vulnerabilidad. Osea, en la serie Hayley muere, cierto, pero la realidad es diferente con Klaus. Ve morir a la mujer que ama sin poder hacer nada. Algo irónico, puesto que Astrid vivió lo mismo, pero a diferencia de ella, Klaus intentó luchar.

La escena con Elijah y Taylor... bueno a amo como Elijah a pesar de la situación es el pilar de Klaus, y en momentos como este muestra lo fuerte que es a pesar de las adversidades.

Y ya con Taylor y Leo... bueno ame hacer esa escena, de alguna forma necesitaba mostrar esa relación entre ambos, pero también quería meter a Leo de alguna forma. Su hermana ha muerto, y aún así debe de ser fuerte o aparentarlo para calmar a Taylor. No se realmente si os ha gustado o no esa interacción entre amos, pero sí quería haceros ver que ella es una hermana más. Espero haber dado esa impresión.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️