xix. too late to apologize

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𝐓𝐎𝐎 𝐋𝐀𝐓𝐄 𝐓𝐎 𝐀𝐏𝐎𝐋𝐎𝐆𝐈𝐙𝐄
season three, episode eleven

❛❛ You tell me that you need me
Then you go and cut me down, but wait
You tell me that you're sorry ❜❜




















JUSHEDA NO DESPEGÓ LA vista de Raven mientras tomaba asiento. No sabía si estaba realmente preparada para soportar todo lo que Alie la tendría que decir, pero sí que lo estaba para intentar provocar a Alie hasta que ésta se hartara. Se acomodó en la silla que estaba al lado de la cama de Raven, levantando la mirada para que sus ojos chocaron directamente con los de Alie.

—¿Vas a morderme a mí también?— cuestionó con un tono ímplicito de burla, dedicándole una mirada divertida al robot— ¿O los robots sólo estáis programados para hacerlo una vez, Alie?

—La famosa jusheda— sonrió de forma tétrica Alie, intentando cambiar su postura ahí atada en la cama— Blair Parker. Prisionera 316 de la caja del cielo. Condenada por intento de asesinato y hacer tatuajes ilegalmente. Hermana de Marcus, hija de Aurora y de Thomas, sobrina de...

—¿Has terminado ya?— escupió de mala gana Blair, removiendose en su silla sin saber muy bien qué rumbo tomar en su conversación con aquella inteligencia— ¿Por qué haces daño a Raven?

—No la forcé a tomar la pastilla, jusheda.

¿Esperas que me lo crea?— cuestionó de mal humor, relamiendose los labios tras haber hablado. Raven sonrió de forma ladina. Esto la estaba divirtiendo.

—Te veo como futura comandante, Blair de triku— comentó Alie, examinando de arriba a abajo a la pobre chica.

—Yo a ti te veo muerta— ironizó con una sonrisa más que falsa dibujada en sus labios. Ahora mismo, lo unico que queria hacer era matarla sin pensarselo dos veces pero eso también conllevaría matar a una de sus mejores amigas. A Raven— ¿Qué le estás haciendo a todos? No me creo toda la puta paranoia de la ciudad de luz.

—La ciudad de luz no es una paranoia.— ésta vez la voz que sonó fue la de Raven. Parker se cruzó de brazos y se relamió los labios, arrepintiéndose un poco de haberse quedado sola en esa sala— Es la cura de todos tus daños. No hay dolor ahí, Blair. Has pasado toda tu vida sufriendo: mataron a tu familia, fuiste abusada, te enviaron a la Tierra, perdiste gente, estuviste en el Monte Weather, Lincoln está muerto, Lexa también...

Jusheda la mandó callar de una manera especial: estampando una mordaza de tela entre sus labios y apretando con fuerza en la zona. Alie jadeó, pero no dudó en librarse del agarre con un mordisco en la muñeca de Blair, la cual se alejó bruscamente de ella, llevándose la mano a la muñeca ahora ensangretanda. Fulminó a aquella inteligencia artificial con la mirada. Estaba reuniendo todas las fuerzas posibles para no matarla ahí mismo.

No tuvo mejor idea que ponerse a dar vueltas alrededor de la habitación, encontrando un pañuelo de tela que rápidamente se llevó a la muñeca para detener un poco más la sangre. Alternaba su mirada entre las paredes de la sala y la dura mirada de una Raven poseída. Se tomó su tiempo para pensar en lo mucho que habían cambiado las cosas: habían pasado de que su mayor preocupación fuese la niebla ácida a una inteligencia artificial que controlaba toda Arkadia y que amenazaba con arrasar el planeta. O de que sus mayores enemigos fueran terrícolas, como Anya, a que estos fuesen directamente de su propio pueblo, como Charles Pike. La comandante de la sangre puso una mueca rara al recordar la existencia de aquel ser. Tanto su padre como él estarían ya en Polis, esperando a recibir su castigo. Jusheda quería estar presente, así que los terrestres tendrían que esperar un poco para poder tener su venganza.

Por otro lado, pensó en si realmente era una idea tan descabellada convertirse en comandante. Era el último favor que la pidió Lexa antes de morir, pero, ¿cómo reaccionarían los otros clanes? El apoyo de triku era seguro, y quizás el de Azgeda podía ganárselo si convencía a Roan de tal cosa, pero los demás... lo dudaba. Tenía que ganarse tanto su respeto como su confianza, pero ser skaikru la quitaba muchos puntos. Porque, en realidad, Blair era consciente de que aunque Lexa, el pueblo triku y skaikru la consideraran una terrestre más, los demás clanes no lo hacían. O al menos la gran mayoría. Pero la idea de ser una líder fuerte, y que convirtiéndose en comandante podría proteger tanto a la gente que amaba como a skaikru, no la desagradaba del todo.

Unos suaves murmullos de lo que parecía una conversación entre Bellamy y Clarke hicieron eco en aquella habitación. Blair tensó la mandíbula, sintiendo la sangre caliente correr por sus venas. ¿Por qué tenía que sentirse así? Tanto Clarke como Blake estaban solteros, y podían hacer lo que quisieran, pero nada de eso lograba tranquilizarla. Alie contempló la expresión celosa de jusheda con burla.

—Vaya, vaya— ronroneó y Blair se giró a ella de golpe, apretando los puños— Que rápido se puede cambiar a la comandante de la sangre— Raven se relamió los labios— Que poco te debía de amar Bellamy para cambiarte por Clarke. Eso sí que es caer bajo.

—¿Qué vas a saber tu de amor si eres un robot?— espetó mostrándose diferente la aludida. Blair sonrió con ironía— ¿De veras crees que podrás hacerme rabiar así como a Clarke? Porque si tu respuesta es que sí, vas bastante mal encaminada.

—¿Y quién te ha dicho que quiera hacerte gritar y llorar como a ella?— contraatacó la inteligencia artificial, removiéndose como pudo en la cama. Blair alzó las cejas con diversión antes de volver a acercarse peligrosamente a Raven, ahora poseída.— No me tienes miedo.

Parker no sabría descifrar muy bien lo que estaba sintiendo Alie por su tono de voz, pero parecía estar sorprendida ante la valiente actitud de ella. Se sentó en el borde de la cama, sin temer ni por un segundo que Raven pudiese atacarla.

—No, no te tengo miedo.— afirmó con voz firme, clavando sus ojos en los de Raven— Es más, creo que lo que haces puede ser ridículo pero es muy inteligente. Sacas los peores secretos de la gente o sus mayores dolores para hacerles probar esa puta mierda de pastilla. Pero conmigo no funciona así, Alie. Si quieres que vaya a la ciudad de luz, libera a mi gente y quédate conmigo solamente.

—¿De verdad te crees tan importante?— Blair asintió ante las palabras de Alie, sabiendo muy bien que en el fondo no se sentía para nada importante— Bien, porque lo eres. Pero me temo que no puedo aceptar tu oferta.

—Lo suponía.— rodó los ojos— Entonces, ¿esa pastilla me haría olvidarlo todo?

Algo en su mente se cruzó y por una milésima, contempló la posibilidad de tomarse aquella pastilla. Quizás podria averiguar como liberar a su pueblo. O quizás simplemente estaba buscando la excusa perfecta como para dejar de sentir dolor. Librarse del gran vacío que sentía en esos momentos en su pecho. Poder respirar con normalidad. No volver a sentir nada. No echar de menos a Lexa, a Lincoln o a su madre y hermano.

¿En qué coño piensas, Blair?

Se deshizo de todos sus pensamientos, y entonces entendió que Alie estaba poco a poco consiguiendo lo que quería. Hacerla dudar.

No es tonta, eso está claro.

Chasqueó la lengua y sin decir mucho más, salió por un momento de la habitación. Nada más salir, se apresuró a comprobar con la vista si sus amigos terrestres estaban bien y al ver que así era, buscó con la mirada a alguien con quien poder pasar un poco el rato. La conversación con Alie la había mareado, y aún peor, la habían entrado ganas de vomitar. Era difícil hacerla daño hoy en día, pero la manera en la que ese robot se metía en tu mente era... increíble. Pero no en una buena forma. Incluso la había hecho considerar tomarse aquella pastilla. Divisó a Jasper en una esquina y enseguida, se echó a caminar hacia él.

El pelinegró la sonrió como saludo y Blair bajó la mirada a las manos de éste. Estaba intentando deshacerse de unas esposas. Supuso que estaría practicando, porque como Bellamy o Clarke le hubieran hecho eso, se las tendrían que ver con ella.

—Si tensas las muñecas, las haces un poco más grandes y así las esposas no se ajustan tanto— explicó la arquera con voz suave— Es más fácil quitarlas de ese modo.

—¿Tenías que hacer un comentario así, no?— Ante la sonrisa burlona de Jasper, Blair asintió.— ¿Estás bien después de charlar con Alie?

—Ha sido... retorcido— confesó, metiendo las manos en los bolsillos de la chaqueta de Rhys. Jasper la miró, expectante de escuchar más detalles— Incluso he llegado a pensar tomarme esa mierda de pastilla, Jas.

—Ni se te ocurra hacer eso, de verdad— los ojos de Jordan viajaron hasta la muñeca bañada en sangre de Blair y enseguida se alarmó. Arrancó un trozo de la tela de su camiseta e intentó colocarsela a Blair como venda, que sonrió en agradecimiento— ¿Por qué te ha hecho esto?

—La he intentando callar— bufó cansada jusheda.

Pero todo el agotamiento se convirtió en una sensación agridulce en su estómago cuando se giró y divisó a Bellamy y a Clarke, hablando tranquilos mientras el pelinegro intentaba curar la herida que Alie había dejado sobre la rubia.Pasaron unos segundos hasta que Blake se fue, directo hacia la habitación donde se encontraba aquella Raven poseída. La comandante de la sangre temió que Alie llegará hasta las heridas más profundas de Bellamy y las abriera por completo, pero no iba a hacer nada al respecto. Jasper miró con odio a la líder skaikru.

—La verdad duele— espetó con desdén en la esquina opuesta de la cual se encontraba la ojiazul.

Clarke se giró, y en ese momento, Blair pensó que iba a gritarle o a recriminarle algo a Jasper, pero no fue así. Wanheda comenzó a caminar hasta ellos, con los ojos cristalizados y una expresión que irradiaba dolor y arrepentimiento. Sollozó bajo la dura mirada de Jasper antes de decir:

—Lo siento.

Jasper alzó las cejas, claramente sorprendido.

—¿Qué?

—Nunca quise hacerle daño a Maya— murmuró, con la voz rompiéndose según más hablaba. Después, la rubia se volvió hacia jusheda— Lo siento a ti también por lo de antes, Blair. No quería nada de esto. Tenía que salvar a los nuestros.

—¡Era yo quién iba a salvarlos!— exclamó Jasper, a punto de echarse a llorar también. La comandante de la sangre puso una mueca, sabiendo que esa conversación no la incluía a ella y que lo mejor debía ser irse.

—Ojalá hubieras podido— susurró Griffin, dejando escapar un nuevo sollozo tras sus palabras.— Además, Blair también...

—Me la sudan tus arrepentimientos, Clarke— aclaró el chico, con rabia y recelo derrochando de su voz.

Blair suspiró con pesadez y se alejó rápidamente de ellos, entrando directamente a la habitación donde Bellamy se encontraba con Alie. No tenía otro lugar en el que estar, así que antes de entrar, cogió una ración de comida comida Niylah la había dejado para que ella comiese pero no iba a ser así.

Nada más entrar, la mirada del mayor de los Blake se posó sobre ella. La miró con una expresión rara; de sorpresa, y quizás alivio. Hizo un amago de sonreír, pero que acabó siendo una mueca rara y entonces jusheda caminó hacia él hasta quedar sentada en una silla a su lado. Le tendió el plato de comida al chico, que lo rechazó en cuestión de segundos.

—Deberías comerlo tú— susurró Bellamy con timidez.

—No tengo hambre.

La "conversación", si así se le puede llamar, decayó después de las sinceras palabras de Blair. La verdad era que no tenía hambre. Jamás la había tenido desde que estaban en el Arca. Incluso la doctora Abby consideró tratarla con medicamentos, pensando que podría tener algún trastorno alimenticio, pero Blair se negó a tomar el tratamiento. Tampoco la importaba, de todos modos. Pero al pelinegro a su lado sí.

—Mirad qué frente más unido— rompió el silencio Alie a través de Raven, mirando a la ex pareja con una sonrisa sombría dibujada en sus labios— Air, ¿por qué dejaste que Bellamy te rompiera el corazón y matase a aquel terrestre...? ¿Cómo se llamaba?

—Habla de Lincoln y te corto el cuello, pedazo de...

—Ey, tranquila— murmuró el mayor de los Blake, acercándose un poco más a la joven. No era buena idea que Blair se comportase así ahora con Alie, mucho menos sabiendo que ésta iba a tratar de buscar sus puntos más débiles para destrozarla. Y eso si no lo había hecho ya— No la hagas caso.

—Nuestra niñita Blair Parker— canturreó Raven, moviendo la cabeza burlona. Blair suspiró, aguantando las ganas de ir y matarla ahí mismo— La niña abusada. La arquera que nos salva siempre a todos. La chica que ha perdido todo. La chica que ha abandonado a los terrestres. ¡Qué pena, vamos todos a cuidarla! Todos hemos perdido a alguien, Blair, y no nos convertimos en asesinos despiadados como tú.

—Es gracioso que digas eso, ¿sabes?— rio irónicamente la castaña— Te tomaste una pastilla para olvidar todo y, cariño, vas a acabar con la humanidad entera.

—Pero, ¿qué podemos esperar de Blair Parker?— siguió provocándole Alie— En el Arca, te colocabas con Monty y Jasper con la medicación de otros para olvidar tus mierdas. Oh, ¡Espera! También nos abandonaste por tu capricho de sentirte mejor, te fuiste con los terrestres. Encima vuelves aquí y pretendes volver a ser la líder.— Blair mantenía su compostura, tratando de recordarse a sí misma que era Alie la que la estaba hablando y no su amiga Raven— Porque, ¿sabes? Eso es lo que todos pensamos cuando te vemos a la cara. Una traidora. Bellamy, Clarke, Jasper, Monty, Harper, Kane... todos pensamos en lo mismo. Menudo potencial desperdiciado. ¿Sabes? Deberías haber muerto el día que te sacrificaste por mí en TonDC. Nos habrías hecho un gran favor. No puedes salvarme, al igual que tampoco pudiste salvar a Wells, Charlotte, Lincoln y Lex...

—¡Hija de puta!— vociferó ésta, levantándose bruscamente de su sitio e intentando lanzarse a por Alie. Gracias a Dios, fue detenida por Bellamy, que la cogió por los hombros para intentar tranquilizarla. Lo logró.

—Es esto lo que quiere, Blair— repitió— siéntate, por favor.

Jusheda no rechistó y obedeció a la primera, sentándose en la misma silla de antes y desenfundando la espada de Lexa para después trazar suaves caricias sobre ésta. Se dedicó a hacer eso mientras oía la conversación entre Alie y Blake, que ahora se había sentado y de vez en cuando la miraba para asegurarse de que se encontraba bien.

—¿Otra vez tú y yo?— la comandante frunció el ceño después de las palabras de Raven. ¿A qué se refería con eso?— Vamos, Bellamy. Lo hemos pasado bien, ¿no?

—¿A qué te refieres?— interrogó jusheda con curiosidad mientras guardaba la espada en su funda. Alie alzó las cejas, sin dejar de sonreír en ningún momento.

—Blair...

—¿Bellamy no te lo ha contado?— jusheda decidió ignorar ese tema, porque ya podía deducir lo que había ocurrido y no quiso imaginárselo con detalle, por lo que se calló. Bellamy agradeció su gesto en su interior— Bien, no hablemos. Tampoco hay mucho de qué hablar. Pero tengo una pregunta: ¿no te molesta la falta de reconocimiento por lo que hiciste en el Monte Weather? Clarke se convirtió en la comandante de la muerte, Blair ya era jusheda desde antes, pero tú también los mataste. Y lo has olvidado. Aunque tampoco te reconocer la autoría de lo del Arca. ¿Cuántos se asfixiaron cuando tiraste mi radio?

—Alie, cierra tú boca— espetó Blair, dispuesta a defender a Bellamy con todo.

—Al menos Clarke estaba salvando a su pueblo, pero tú solo te salvabas el culo.— suspiró con ironía. Blair la estaba fulminando con la mirada— Por supuesto, nada comparado con matar a tu mamá. Sólo llevaste a tu hermana a su primer baile. Debiste expulsar a Aurora de la nave tú mismo. ¿Crees que estaría orgullosa del tipo de líder en que te has convertido?  ¿O vería la realidad, como lo hacemos todos? Eres un mandado. Clarke lleva aquí un día y ya estás recibiendo órdenes. Mira, Blair, eso es lo que me gusta de ti. Que no sigues órdenes. Eres tan solo un caballerito al lado de su reina, Bellamy. Antes fue Blair, ahora Clarke. Qué pena que no fueses tan leal a Gina.

Según lo que Miller la había contado. Gina era una chica de Arkadia que había tenido un crush enorme con Bellamy desde que ella se fue del Campamento Jaha. Nunca llegaron a ser nada, pero a veces Nate les veía coquetear por el campamento. Según él, Blake no había tenido nada con Gina porque todavía esperaba a que Blair volviese. Después, Gina había muerto cuando ocurrió lo del Monte Weather y Azgeda, así que el mayor de los Blake no pudo hacer más que lamentar su muerte.

Bellamy gruñó.

—No tienes ni idea de la mitad, Alie.

—No sufras, Gina ya estaba muerta cuando el Monte explotó— siguió Raven, con el cuello girado a Bellamy— Y tú la vengaste, ¿no? Cogiste una pistola y mataste al ejército que iba a protegeros. Eso no tenía nada que ver con la explosión que hizo tu amiga...

De inmediato, la figura de Niylah apareció de entre las telas que abrían pasó a la habitación. Tanto Blair como Bellamy se levantaron para decirla que se fuese de ahí. Ella no merecía recibir ningún tipo de maltrato verbal por parte de Alie. Pero sin embargo, la terrestre se acercó a Blake y le gritó, culpándole de haber matado a su padre, antes de darle un puñetazo en la nariz. Blair se alertó enseguida, y separó a Bellamy de ella para que no le hiciera más daño.

—¡Niylah, Niylah! ¡No puedes estar aquí!— exclamó Clarke, entrando en el cuarto y llevándose a la terrícola a rastras.

—Ya es tarde.— comentó Jasper— Raven la ha visto. Alie ya lo sabe.

En un abrir y cerrar de ojos, Clarke se llevó fuera del cuarto a Niylah, que pataleaba enfurecida en sus sitio. Blair tensó la mandíbula, sabiendo muy bien que acababan de meter la pata. Se deshizo de todos sus pensamientos cuando vio que Bellamy se levantaba de su sitio, con los ojos cristalizados, y salía de la habitación a toda velocidad. La castañamcompartió una mirada rápida con Jasper antes de salir disparada detrás de su ex novio, dejando en su asiento la chaqueta de Rhys.

Antes de estar fuera de la casa de la terrícola, escuchó como Bellamy le daba una patada a un barril y algún que otro golpe a unas barras de metal que había cerca de ahí. Cuando Blair llegó, se detuvo unos segundos para observar al pelinegro. Que se había llevado la mano adolorida al pecho y ya había comenzado a llorar. Echó la cabeza hacia atrás, recordándose a sí mismo que todo lo que estaba pasando en esos momentos era culpa suya. Que no merecía siquiera vivir. Sus ojos, invadidos por un mar de lágrimas y por rabia pura, encontraron los de Parker. La chica no dudó en acercarse lentamente hacia él, sintiendo como su corazón encogía al verle así de vulnerable ante ella. Antes de que Blair pudiese entreabrir sus labios para hablar, la figura de Niylah apareció detrás de ambos.

—¿Te encuentras mejor?— vaciló la chica, mirando con toda la rabia del mundo a Blake, que se giró hacia ella sin dejar se mirar a la arquera.

—Solo quería proteger al Pueblo Celeste— intentó justificarse, sin poder dejar de llorar.

—Aniquilando a la mía.

Blair se mordió la cara inferior de la mejilla, comenzando a sentir una ola de rabia dentro de sí debido a la repentina aparición de Niylah sólo para hacer sentir aún peor a Bellamy. El cual dio dos pasos más hasta quedar más cerca de la terrestre.

—Lo siento— susurró, su voz rompiéndose cada vez más.

—Típico de personas como tú— respondió, y antes de volver a adentrarse en la casa, se giró a Blair con los dientes apretados— Deberías considerar quemarle vivo a él ya como dijiste, jusheda.

—Vete, Niylah.

Blair entrecerró los ojos y la vio ir, estando muy segura de que evidentemente no le iba a hacer nada a Bellamy. Cuando por fin se quedaron solos, se acercó al pelinegro y le miró sin saber muy bien qué decir.

—Gracias, pero no merezco que me defiendas— rompió el silencio que se había instaurado el chico, sollozando de nuevo tras sus palabras— Todo lo que Alie ha dicho es cierto.

—Bellamy, basta— sentenció la castaña— Alie es un puto robot y está consiguiendo lo que quiere. No puedes ponerte así por sus palabras. Aquí todos hemos cometido errores.

—No se trata de lo que quiera Alie, Blair, sino de lo que he hecho— aclaró, aclarando su garganta antes de volver a hablar— Todos hemos cometido errores, pero ningún error que vosotros hayáis cometido ha causado tantas muertes como los míos. Y tú más que nadie lo sabes.— después, se quitó la chaqueta y se la tendió a la joven— Toma, aquí hace frío. Además, prefiero que lleves esto a la de él.

Preferiría entrar dentro— dijo jusheda, sin rechistar al ponerse la chaqueta. Era verdad que hacía frío, pero también quería ahorrarse una conversación incómoda con Bellamy.— Pero gracias.

—¿No puedes estar ni un momento conmigo a solas?

—Me encantaría poder decirte que sí, pero no soy una mentirosa— confesó, encogiéndose de hombros apenada. Bellamy puso una mueca de dolor.

—Tenemos que hablar.

—Ya hemos intentado eso— le recordó la chica, poniendo los ojos en blanco suavemente.

—Has hablado con un Bellamy gilipollas que se dejaba llevar por Pike, pero no con el que estoy intentando ser ahora— insistió. La castaña suspiró, volviéndose hacia la casa de Niylah con intenciones de irse de ahí, pero siendo detenida por el brazo de Blake en el suyo— Por favor, no te vayas.

—Bellamy, no entiendo que quieres que te diga— murmuró Blair, siendo totalmente sincera con él— Te he alejado de mí para que puedas estar bien, así que no hay nada que puedes hacer porque la decisión es mía. Estás sanando y no me importa que no sea conmigo.

—La única forma de que yo pueda sanar es si te tengo a mi lado— susurró, cruzandose de brazos para intentar controlar sus nervios al hablarle a la chica que amaba— Blair, si no perdí la cabeza en el campamento con Pike, fue por ti.

—¿Te parece poco lo que hiciste?— interrogó ella, alzando una ceja.

—Bueno, podría haber sido peor...— contestó inseguro.

—¿Perdona?— le recriminó la comandante de la sangre, notando como toda la compasión que había estado sintiendo por el se desvanecía como el vapor— Por favor, dime que no es es lo que piensas.

—¿Qué quieres que te diga, Blair?— contraatacó él, frunciendo el ceño y comenzando a encontrarse molesto con la joven— Sí, estuve en la masacre de ese ejército y también tiré la radio de Raven. Pero te salvé la vida a ti y a tus amigos terrícolas.

—¡Preferiría que me hubieras matado a mí antes que a ese ejército!— espetó jusheda, elevando un poco más su tono de voz debido al dolor que sentía en su interior.— Por si no te acuerdas, voy a hacerte un breve resumen de todos tus errores cuando estabas junto a Pike: participaste en la masacre de un ejército terrestre inocente, rompiste nuestra alianza con Lexa, encerraste a terrícolas inocentes (entre ellos Lincoln y mi familia), tienes parte de la culpa de la muerte de Lincoln y...

—Blair, esto es un golpe de realidad muy duro para mí...— susurró Blake, con aire molesto— y no creo que estés ayudando.

—No me vaciles, Bellamy— intervino jusheda, alzando su tono de voz— ¿Te duele que te digan la verdad? Vaya. Te intenté ayudar, Bell. Me destrocé a mí misma por ti, joder. Me arriesgué la vida para venir aquí por ti y lo único que hiciste fue traicionarme, como a todos.

—Mi intención jamás fue hacerte daño.

—Ya, claro— rodó los ojos Blair. La estaba doliendo ser tan dura con Bellamy, pero lo único que podía hacer ahora por el pelinegro era hacerlo darse cuenta de sus errores para poder mejorarlos— También hiciste que me sentenciaran a muerte. Pero, ¿sabes qué? Todo lo que me hiciste a mí te lo perdonaría, menos una cosa que me hiciste pensar.

—¿Qué pensaste?

No debió haber preguntado eso si no quería salir aún más herido.

—Pensé que eras justo como mi padre— los ojos de Blake se cristalizaron y en cuestion de segundos, sintió como si le acabasen de clavar un cuchillo en el pecho. Blair no podia pensar eso de él. No podía ser posible. Una lágrima resbaló por la mejilla de ambos, y Blair, al ver a su ex pareja llorar, se calmó— Bellamy, no quiero discutir así que será mejor si me voy dentro y...

—Blair, no.— la detuvo otra vez más el chico, estando dispuesto a no rendirse por recuperar a Blair. Pero no iba a ser así de fácil— Aún podemos salvarnos.

—Nunca deberíamos haber estado juntos, Bellamy— sus palabras se clavaron como dagas en el estómago del pelinegro. Las lágrimas volvieron a brotar por sus mejillas y un ardor más que familiar se volvió a instaurar en su pecho— Sólo te he traído problemas y creo que mereces a otra persona mucho mejor.

—¿Hablas de Clarke?

—No he dicho nada sobre ella— respondió apresuradamente la arquera— Pero puedes estar tranquilo, porque yo también la escogería a ella. Al fin y al cabo, siempre habéis sido vosotros.

—¿Qué?

—Siempre habéis sido Clarke y Bellamy, los líderes de skaikru y los que nos han salvado la vida varias veces— Bellamy negaba con la cabeza todas las palabras de la chica— Ella era la princesa del campamento y tú el jefe.

—Blair...

—Ya no estamos juntos, así que podéis ser felices— dijo la castaña, comenzando a sentir ganas de vomitar ahí mismo. La conversación la estaba mareando y el hecho de no haber comido desde hace cuatro días también estaba influyendo.

—Blair, necesito que lo que te voy a decir se quedé grabado en tu mente para siempre, ¿vale?— ella solamente asintió— Eres la única, Blair. Eres la única chica que necesito en mi vida y quiero que jamás vuelvas a sentir que la prefiero a ella antes que a ti. Porque te quiero, y eso ya lo sabes. Me da igual que hayamos roto o cuánto me odies ahora mismo, porque nada va a cambiarlo. Te quiero, Blair Parker.

—Bellamy...

—No, cállate.— la interrumpió— Estoy dispuesto a esperarte mil años si hace falta, Blair. Estoy dispuesto a sanar por estar contigo. La he cagado. He hecho mil cosas mal y no puedo revertirlo. Te juro por mi madre que cuando te vi volver a Arkadia todo mi ser quería estar de vuestro lado, pero estaba tan obsesionado con Pike y con su causa que no lo pude ver. No volverá a pasar.

—Bellamy, no quiero hablar de esto ahora— susurró jusheda, con lágrimas brotando de sus ojos con rapidez. Estaba en shock con las palabras de Bell, pero aún no podía creerlas del todo. Había hecho tantas cosas. Pero por el bien de ambos, debía confiar en él, o al menos intentarlo. Tampoco quería hablar de eso ahora, pues ella tampoco estaba del mejor humor y no sabía que decir— ¿Podemos hablar de esto en otro momento?

—Sí, claro— contestó— Te mereces una explicación, y siento si acabó de hacerte un lío en la cabeza.

—No pasa nada.

Las luces y el sonido del Rover dieron concluida la conversación entre aquellos dos. El corazón de Bellamy bombeaba como nunca de felicidad, pues aún tenía una mínima oportunidad con la que alguna vez fue su chica. Sonrió como un bobo, mirando como Blair dirigía la mirada al coche que recien llegaba. ¿Cómo es posible que durante todo este tiempo no se diese cuenta de lo guapa que estaba? Aunque no quisiera admitirlo, los peinados terrestres que la hacía Venus la sentaban de maravilla.

Monty, Octavia y Rhys se bajaron del coche con rapidez. El primero venía con una expresión bastante molesta en su rostro y pasó de largo, ignorando a la ex pareja y a Jasper, que acababa de llegar a su lado. Blair frunció el ceño, pero acabó yendo a abrazar al triku. Rhys sonrió de forma ladina cuando tuvo a la arquera entre sus brazos. Bellamy le dedicó una mirada que a cualquier otra persona le hubiera causado escalofríos. Cuando se separaron, jusheda se dirigió a su mejor amiga.

—¿Qué ha pasado, O?— interrogó Bellamy, mirando curioso a su hermana, pero lo único que recibió fue una mala mirada.

La menor de los Blake y Rhys comenzaron a caminar hacia el interior de la casa, siguiendo los pasos anteriores de Monty. Los otros tres hicieron lo mismo, adentrándose de nuevo en el hogar de Niylah. Monty cargaba con el electroiman y llegó hasta la sala donde Raven estaba tumbada. Blair, Jasper y Bellamy llegaron justo en ese momento.

—Solo hay que conectarle esto y el electroimán— explicó Sinclair a Venus, señalando un objeto raro que jusheda no pudo identificar.

En cuestión de segundos, Clarke y Monty se pusieron a desatar a Raven. La primera estaba aterrorizada ante la idea de que Alie pudiese atacarla de nuevo. Blair se quedó estática en su sitio, sin saber muy bien como actuar. Raven giró la cabeza, como si estuviese escuchando atentamente las palabras de lo que jusheda supuso que sería Alie. Y después, comenzó a removerse en la cama, intentando atacar a Monty. El sistema de Blair se alarmó, y ésta se acercó rápidamente para hacer fuerza junto a su amigo.

—¡Sujetadla bien!

—¡Raven, basta!

Y entonces, todo el caos se detuvo cuando Clarke sacó un objeto de una pequeña cajita y se lo mostró a Raven. La chica se quedó quieta, apreciando con la mirada la pequeña piedrecita que poseía la rubia. Bellamy, Octavia, Sinclair, Jasper y Monty se miraron entre ellos sin reconocer la importancia de esa piedra. Pero los terrestres presentes y jusheda la reconocieron de inmediato.

La llama.

Este capítulo me ha destrozado por completo. Por fin Bellamy se disculpa con Air pero... a qué coste. Pero hay que entender lo muy culpable que se siente Blair, pues se culpa por la muerte de Lincoln y en lo que se convirtió Bellamy cuando le dejó en el campamento. Y que tampoco es fácil de perdonar todo lo que ha hecho Bellamy.

Ya queda menos para ver a Blair en la ciudad de luz, pero aquí habéis podido ver un poco de la actitud que tiene hacia a Alie.

Nada que ver, pero solo avisar de que en Exile Bellamy y Gina no tienen más que quizás un beso, porque tampoco quería hacerles pareja aunque me dio pena que ella muriese la verdad :(

Btw, necesito opiniones o teorías para saber porque estoy curiosita JAJAJAJJA

En fin,

Pequeño aviso de que tengo una sorpresiva (o dos) para Navidad pero que en principio no tienen que ver con la skyfall saga así que dudo que actualice antes del 25. Así queee.... feliz Navidad a todos/as 💕💕💕 Mil gracias por compartir miles de comentarios, conversaciones y de todo conmigo.

Os quiere mucho,

Nat 💗

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