⠀⠀𝟬𝟲. ❛ MONSTER AMONG MEN ❜

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𝙴𝚇𝙿𝙴𝙳𝙸𝚃𝙴. ❜
𑁍ࠬ¸𓍢 ━━ ❪ 𝚃𝙷𝙴 𝙵𝙻𝙰𝚂𝙷 ❫ ˖ ୧ 。
˗ˏ𖥸ˎ˗⠀┊ ⠀巴里·艾伦⠀┊ ⠀⚡🏹
◟ ✦ 𝗠𝗢𝗡𝗦𝗧𝗘𝗥 𝗔𝗠𝗢𝗡𝗚 𝗠𝗘𝗡.

capítulo núm. 006!


EL NÚMERO DE PRUEBAS A LAS QUE SE SOMETIÓ PIPER LITA DURANTE TODOS SUS AÑOS ACADÉMICOS NO ERA NADA COMPARADO CON LAS QUE LE ESTABA HACIENDO EL EQUIPO FLASH. Caitlin quería analizar su ADN y averiguar por qué la velocista púrpura era más rápida que cualquier otro velocista que hubieran encontrado. Mientras ella hacía eso, Cisco, Harry y Barry querían someterla a más pruebas para ver sus diferentes habilidades y si tenía poderes aparte de la velocidad, lo cual era así.

Muy bien, el objetivo es que esquives todos los drones mientras te abres camino hasta el final de la pista —anunció Cisco a través de las comunicaciones, y Piper asintió, con los ojos fijos en la pista en la que Barry había probado sus habilidades hacía más de un año. Sus pies descansaban en el extremo opuesto, donde los tres hombres estaban de pie junto a la caravana de los Laboratorios S.T.A.R., listos para que empezara la diversión—. ¡Ya!

Para los tres científicos, el evento duró cinco segundos, pero a Piper le pareció una eternidad diseñada específicamente para ella.

En su mente, podía oír las palabras de Miles Warren, uno de los miembros de su equipo en casa, gritando:

¡Corre, Piper, corre!

Y, eso hizo.

Salió disparada como la brisa invernal chocando contra objetos inanimados y las olas rompiendo contra la costa, como las águilas surcando los cielos añiles y una manada de guepardos corriendo por verdes praderas.

Su larga melena escarlata se agitó hacia atrás mientras esquivaba las balas de los seis drones que iban hacia ella. Sus manos brillaron, permitiéndose perder ligeramente el control, y un rayo púrpura salió de ellas. Levantó la vista y saltó por los aires, agarrándose con ambas manos al primer y al segundo dron. Ambos estallaron ante el repentino impacto del rayo.

Permaneciendo en el aire, exhaló lentamente mientras chasqueaba los dedos dos veces, haciendo que dos orbes de luz púrpura se posaran en la palma de sus manos. Utilizándolos como munición, los lanzó contra los drones restantes y corrió hacia donde estaban los hombres.

—Bueno, ¿qué tal lo he hecho? —preguntó torpemente, pasándose una mano por el pelo.

El silencio respondió a la pelirroja mientras los otros tres intentaban recomponerse, procesando lo que acababan de presenciar.

—Eres diez veces más rápida que Zoom, lo que significa que eres catorce veces más rápida que Barry —comenzó Harrison Wells, con las cejas fruncidas mientras miraba a la mujer que podría ser la que los salvara a todos—. ¿Cómo es eso posible?

Piper se encogió de hombros y echó un vistazo a Cisco y Barry.

Cisco tenía la boca abierta mientras la miraba con expresión de estupor, mientras que Barry era más difícil de leer. Parecía una combinación de sentimientos diferentes. Desviando sus ojos hacia Cisco, le dio un codazo.

—Pensé que habías dicho que me lo ibas a poner difícil.

Sus palabras parecieron sacar de su trance al chico de pelo largo, que parpadeó varias veces.

—Bueno, tu definición de difícil y la mía son completamente diferentes, porque yo pensé que eso era difícil —exclamó Cisco.

—Dijisteis que queríais verme en acción, así que adelante, Ricitos de Oro —Piper volvió al otro extremo de la pista y aguardó. Dos drones más grandes salieron volando de la caravana y se aproximaron a ella, con cuatro misiles acoplados a los lados. Uno de los drones emitió un fuerte clic y soltó un misil.

Empezó a correr hacia el misil justo cuando el dron soltó otro, el otro misil viniendo hacia ella desde el otro lado. Podía oír cómo la perseguía a toda velocidad mientras ella aceleraba hacia el que venía de frente.

—Cisco, si acabas matándola, te mato —advirtió Barry, mirando a su mejor amigo, que le sonrió tímidamente.

—Ya oíste a la mujer. Dijo que adelante.

Un rugido de llamas estalló después de que Piper agarrara el misil en el aire y lo disparara contra los dos drones, derribándolos a ambos mientras el misil que tenía detrás impactaba contra el suelo. El estallido de la explosión lanzó a la velocista en espiral y aterrizó en el suelo.

¡Piper! ¿Estás bien? —preguntó Barry a través del comunicador, y ella asintió, aunque él no podía verla.

—Sí, estoy genial —gruñó, el sonido de su voz la distrajo del dolor que estaba sintiendo.

¿Estás segura?

—Sabes, se siente muy bien tenerte dentro de mí —exhaló la pelirroja sin pensar, ignorando por completo su pregunta. Sus ojos se abrieron de golpe al darse cuenta de lo que había dicho—. Y con "tenerte" me refiero a tu voz, y con "mí" me refiero a mi oreja —se apresuró a decir Piper, llevándose la palma de la mano a la cara—. Voy a dejar de hablar ahora. En tres... dos... uno —Apretó los ojos y permaneció tumbada en el suelo, temiendo el momento en que tuviera que encontrarse cara a cara con Barry.

Una ráfaga de viento sopló sobre ella al mismo tiempo que una figura bloqueaba la luz del sol, haciéndola abrir los ojos. Barry Allen estaba sobre ella, con una sonrisa divertida dibujada en la cara, y ella suspiró.

—Mi cerebro piensa en la peor manera de decir las cosas —gimió, provocando la risa del hombre que estaba sobre ella.

Dios, su risa es tan angelical.

Extendiendo la mano, Piper la agarró y él tiró de ella para ponerla en pie.

—¿Te duele algo? —preguntó Barry, recorriéndola con la mirada.

—Sólo mi dignidad —refunfuñó, moviéndose el pelo mientras el viento presionaba contra ellos.

Si pudiérais dejar de flirtear, tenemos más ejercicios que hacer —espetó Harry por el comunicador con brusquedad.

¡Además, yo ya me había pedido a la velocista buenorra, Barry! Nos ha llevado dos años conseguir por fin una mujer velocista. No pienso perder mi oportunidad —gritó Cisco.

Los dos velocistas pudieron oír a Harry gritar "¡Ramón!" de fondo.


—¿CÓMO VA EL LIMITADOR DE VELOCIDAD? —preguntó Barry, recorriendo la habitación con la mirada.

—Creo que hemos aislado el compuesto —respondió Caitlin.

Piper se inclinó y le quitó a Cisco algunas patatas fritas, dedicándole una sonrisa inocente cuando él la miró mal de broma.

—Y modificado el dardo que usó Arrow contra Wells —añadió el chico de pelo largo, alejando la mirada de la mujer que estaba a su lado.

Harry giró la cabeza y miró a Cisco con el ceño fruncido.

—Él no era Wells. Yo soy Wells.

—Lo que tú digas, Harry —respondió Cisco secamente, alcanzando su bebida.

Piper masticó divertida en silencio, contenta de no estar viéndolos discutir a través de la pantalla de un portátil por una vez.

Joe frunció el ceño y se metió las manos en los bolsillos.

—Pero no sabemos si funciona.

—Hasta que lo probemos, no. Así que dejad esta reunión tan entretenida y volvamos al trabajo —replicó Harry. La pelirroja giró en su silla mientras daba un sorbo a su bebida, con las cejas enarcadas mientras lo miraba fijamente.

—¿Y si digo lo que todos pensamos? Quizá no deberíamos seguir adelante con esto. Tal vez este limitador de velocidad es un gran error, y estamos a punto de caer en una trampa que no sabíamos que estaba preparada —dijo el detective, toda la atención de nuevo en él.

Piper giró otra vez en la silla e intercambió miradas con Cisco.

—No. No. Seguiremos adelante. Este es el único plan sólido que hemos tenido, y no puedo continuar dejando a Zoom deambular libremente. Hay que detenerlo —declaró Barry con firmeza, y la sala se quedó en silencio. Harry interpretó el silencio como una señal de que la conversación había terminado y se marchó—. Joe, creía que tú estabas de acuerdo.

—Dejo mis opciones abiertas —respondió Joe, encogiéndose de hombros.

Barry se giró para mirar a Piper antes de volver a mirar a Joe.

—No entiendo por qué crees que podemos elegir. Zoom me quiere matar. Y a los metahumanos que envía les da igual cuántos inocentes mueran. Sólo son daños colaterales en la guerra de Zoom.

Joe negó con la cabeza.

—Sólo creo que ir a por él ahora es prematuro. Quiero decir, como dijo Piper ayer, no sabemos quién es Zoom, ni cómo es, o qué tipo de poderes tiene.

—Wells sí —respondió Barry casi de inmediato.

—Tienes mucha fé en alguien que tiene la cara del asesino de tu madre. Deberíamos buscar a Jay, conseguir que nos ayude —razonó Joe, y la pelirroja se quedó helada, con la mano suspendida momentáneamente sobre su hamburguesa ante la mención de la verdadera identidad de Zoom.

—Sí, Jay dejó muy claro que no quiere ayudar a que me maten, y no podemos esperar a que Zoom dé el siguiente paso. No podemos —Barry sacudió la cabeza y salió de la habitación.

Todos se quedaron quietos un momento antes de que Piper se levantara.

—Iré a hablar con él.

—Por favor, hazlo —murmuró Joe.

La mujer asintió y fue tras el otro velocista.

—¡Barry! —llamó una vez que sus ojos se posaron en él.

—No trates de disuadirme de esto —dijo él.

Piper suspiró y le dio una mirada.

—¿Por qué presionas tanto?

Él se encogió de hombros.

—Tenemos que parar a Zoom.

—¿Nosotros o tú? —replicó ella, haciendo que él bajara la barbilla, sorprendido por sus palabras—. Sé que no fuiste tú quien acabó con el Reverso de Flash. Sino Eddie. Sin embargo, este no es igual que el Reverso de Flash, Barry. Este es alguien nuevo y desconocido. Entiendo a dónde quieres llegar, pero si presionas a tus amigos y a la Doctora Luz para que te ayuden, asegúrate de que sea por las razones correctas. Sé que mis palabras pueden significar poco o nada y que sólo me conoces desde hace tres días, pero al menos considéralas.

Los ojos de Barry estaban fijos en ella mientras hablaba, notando cómo arrugaba los suyos al hablar y cómo movía las manos.

Sus palabras no carecían de sentido. Eran importantes.

—Gracias.

Piper parpadeó, pillada con la guardia baja.

—¿Por qué?

—Por ser honesta.


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