⦏𝖈𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖚𝖆𝖗𝖊𝖓𝖙𝖆 𝖞 𝖚𝖓𝖔⦐

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Atlanta, Georgia
02:49PM

Esperó a que el profesor decidiera salir del aula para luego ir detrás de él, mientras éste guardaba sus cosas ella hacía lo mismo, sus amigos la miraban y ella de vez en cuando miraba su celular para verificar si había un nuevo mensaje por parte del rizado.

—¿A dónde van a ir?— preguntó Lissa desde el asiento trasero y apartaron la vista de la castaña dirigiéndose a la mencionada. —¿Qué? Por si pasa algo sabremos dónde estuvo.— hablaba en voz baja sólo para ellos.

—Eso no se pregunta Lissa, lo que verdaderamente importa es; ¿qué van a hacer?— ahora fue turno de Frank y las otras dos asintieron mientras sonreían.

—¿Qué pasó con Matt ayer?— miraron a Peyton y los tres restantes la miraron con asco. —Sé que nos caía mal pero, hoy no vino, ¿no se les hace raro?— continuó la rubia y enseguida miraron a Hannia.

—Hablamos, gritamos y después se fue. Creo que me bloqueó en todas partes, ¿a ustedes no?— le entregó el celular a la pelinegra para que la ayudara a verificar lo que había dicho.

—Nosotros no terminamos con él, ¿por qué nos bloquearía? No creo que sea tan inmaduro.— ahora todos comenzaron a checar si eso era cierto o no.

—La verdad a mí me haría un favor que me bloqueara, ya no lo soportaba.— el castaño se encogió de hombros y lo miraron sorprendidas. —Cuando no supo quién era tu novio fue cuando confirmé que me caía mal.— rodó los ojos dejando el celular encima del pupitre.

—¿Finn?— soltaron las tres chicas al mismo tiempo y Frank asintió para después beber de su coca cola que llevaba dentro de un termo haciéndola pasar por agua.

—Él no es mi novio.— le respondió y seguido se aseguró de que todos los cierres de la mochila estuvieran al tope; cerrados. Lissa le pasó el celular para que leyera el nuevo mensaje de Finn informándole dónde estaba.

—Pues no falta mucho, querida.— el chico le sonrió para después ofrecerle de su bebida, lo cual le negó con la cabeza. —Ponte a pensar, él te gusta y tú le gustas. El tóxico de Matt ya se fue de tu vida, estuvieron juntos ¿dos miserables meses? no me importa. En fin, eso no es nada Hannia. Tienes a Finn contigo, así que por favor no seas estúpida y no lo dejes.

Era muy rápido para dejar ir completamente a su ex novio y más cuando había sido su primero, tal vez no había sido el mejor tiempo compartido de su vida, pero de alguna manera no quería ver o sentir a Finn como un reemplazo, porque simplemente nunca lo podría ser. También era verdad que de esos dos meses el rizado había estado presente en el último y que había estado ocupada más en su amigo que en su pareja.

Por una parte, la ruptura con Matt había sido por falta de sentimientos hacia a él, que, lamentablemente ella se los estaba brindando a otra persona sin ser parte de sus planes. Y por la otra, era fácil el aceptar que por un lado lo había hecho por su posible futuro con Finn, egoísta pero cierto.

—Espero todo haya quedado claro, nos vemos la próxima clase. Buen inicio de semana.— y así el profesor la sacó de sus millones de pensamientos. Seguido tomó su mochila después de despedirse de sus amigos y se puso en marcha. Abrió la puerta de nuevo y ahora recorrió todo el pasillo hasta llegar a las puertas principales.

Miró a la única persona de pie dando la espalda hacia la institución quien llevaba un suéter oscuro junto con una gorra de un color parecido, los pantalones eran de un azul fuerte y por último unos tenis también negros. Supo que era él con ayuda de su complexión y algunas características sencillas de diferenciar entre las demás personas.

—Oh Dios mío, eres Finn Wolfhard, mierda. ¿Puedo sacarme una foto contigo? ¡Carajo!— se le puso a un lado y el chico la miraba casi riendo mientras ella hacía su actuación.

—Te doy las que quieras.— le respondió y ambos comenzaron a reír. El chico se le acercó un poco más y le rodeó ambos brazos con un abrazo, en seguida sintió las manos de la chica en su espalda y sus brazos rodeandole la cintura.

—¿Cómo estás?— preguntó ella sin siquiera abrir los ojos, le acarició la espalda y soltó un suspiro después de que el perfume del rizado inundará sus fosas nasales. Nunca se habían tocado o estado lo suficientemente cerca, pero en cuestión de segundos supieron que a ambos les agradaba estar así.

—Voy a admitir que me asustaste, pero ahora mismo me siento bien, muy bien en realidad. Y creo que puedo quedarme así todo el tiempo posible.— intentó acomodar su cabeza en el cuello de la chica y el olor a frutas de su cabello se hizo presente. —¿Y tú? ¿Te dejaron salir temprano?

—Es bastante agradable para mí estar así contigo, me gusta. Te estás doblando mucho así que creo que no podrías durar tanto tiempo abrazándome.— soltaron una risita y a pesar del último comentario ninguno de los dos hizo el mínimo esfuerzo para separarse. —Tuve que salir sin permiso.— y entonces Finn la miró sin soltarla.

—No ¿por qué? pensé que sí te dejarían salir, no quiero afectar en tus estudios Han.— la mencionada agachó la mirada y seguido apretó los labios. —Si de alguna manera lo hago por favor no me dejes hacerlo, la preparatoria es más importante.— ahora le retiró un mechón que le caía por la frente.

—Te quería ver.— habló casi en un susurró y lo miró a los ojos, las mejillas del chico rápidamente cambiaron a un color rojizo. Bajó la mirada a los labios de su compañera y Hannia hizo lo mismo, se le acercó un poco al rostro a la vez que bajaba una mano hacia su cintura. —¿Este es tu disfraz para que no sepan que eres tú?— había sido estúpido interrumpir el momento pero tenía que admitir que se había puesto bastante nerviosa.

—Por supuesto, de verdad no sé cómo supiste que era yo si es perfecto. ¿Te gusta?— le respondió mientras reían y la chica sólo asentía mientras él hablaba, segundos después se quedaron en silencio y mirándose fijamente.

Hannia retiró los brazos de la cintura del chico y enseguida los puso por encima de sus hombros atrayendolo a ella de nuevo. Finn ahora con ambas manos en la cintura de la castaña la pegó más a él y entonces quiso esperar la acción por parte de la chica.
Lo abrazó y apretó fuertemente contra sí mientras esta vez era ella quien sumergía su rostro en el cuello del rizado. Se sentía rara, se sentía muy emocional y no lo podía evitar.

☀️

↳↲
entonces, cuando esta termine va la de
Richie Tozier, ¿estamos de acuerdo?

el siguiente capítulo es continuación de este
porque no lo quise hacer tan largo; sería como
la segunda parte.

-cocaineWolfhard


coca cola está patrocinando este capítulo.

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