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ᴀʀᴄᴏ ᴜɴᴏ ——— ❛La alianza de la clase 1A.❜
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Omnisciente.
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Aquella habitación en el hospital se encontraba media oscura, las cortinas impedían que el sol alumbrara demás. Pitidos de máquinas se oían y muchos cables yacían conectados a los alrededores. En la mesa de noche había un jarrón con flores y una tarjeta amnesia abierta—, se desconocía quien se las había traído a la albina, la misma ya dormida por casi un mes—. La alarma estaba sonando desde su celular, por lo que en la pantalla de imagen se mostraba aquel retrato adornando por completo el fondo. Shoto de una manera somnolienta frotaba sus ojos y buscaba apagar la alarma. Sostuvo su celular y así vagamente la apago, dejando que aquel ruido dejase de escucharse por toda su solitaria y fría casa. Habían dos o tres cañas con algunas cosas de su habitación. Sábanas, decoraciones y ropa. La UA había creado una alianza con dormitorios para los estudiantes de todas las clases y años. Ahora convivirían todos juntos, por su seguridad era lo más conveniente.

—¿Te llevaste todo lo necesario Shoto?—le cuestionó Fuyumi algo ansioso, viendo que su hermanito iba estar menos días en la casa.

—Si.—respondió él metiendo las cajas a la cajuela del auto que lo llevaría hasta la academia, todos sus amigos deberían de estar ahí ya.

—¿De verdad estarás bien, Shoto? Si necesitas algo llámame o escríbeme un texto, por favor.—sostuvo ella en preocupación, acercándose a él.

—Me despides de Natsuo.—pidió Shoto, caminando con pereza hacia el auto y cerrando la puerta para ver a su hermana con las manos unidas.

El brazalete rojo que había ahí deslumbraba. Quizás él no sabía el significado—, pero sabíamos nosotros lo que significa aquel brazalete—. Shoto dejó de mirarla para bajar la cabeza y ver su tablero de mensajes llenos de notificaciones. Su padre había estado enviándole mensajes durante toda la mañana, el ahora héroe número uno que había obtenido lo que siempre quiso buscaba procurar la seguridad de su hijo en la dichosa academia a la que también había asistido cuando era un joven en busca de sueños. Después de destruir los de su familia, para Enji sería difícil volver a conseguir ese vínculo de padre e hijos que nunca floreció como las flores que yacían en la mesa de noche de aquel hospital. Había estado procurando por la salud de la niña y buscando pistas vagas de su hermano, pero la Liga sin duda desapareció y no sabían nada sobre su paradero. Ella yacía ahí acostada en la misma posición, parecía una momia, no se movía; como un cascarón vacío.

En estas últimas semanas Shoto se había mantenido distante con todos sus compañeros. La ardua noticia de que una de ellos estaba conectada a máquinas que le permitían respirar, fue un sofocón. Muchos fueron a verla, otros preferían dar espacio a la tensa situación que había estado recorriendo los noticieros estelares del país. Kailani se había vuelto más famosa y de seguro debutaría como una gran heroína gracias a esa fama—, solo si despertara—. Shoto miraba la ventana afligido, volver a la academia sin ella sería caminar cuesta arriba con la temperatura muy alta. Todo había estado diferente desde el incidente en la redada al escondite, desde que el símbolo de la paz se había retirado, todo se sentía melancólico. Shoto sintió que una parte de él se fue con la poca niñez que tuvo y por eso no le dolía dejar su casa, solo habían recuerdos amargos y los pocos placenteros se iban esfumando. Porque la última vez que la paso tan bien fue cuando se sentó en la mesa y disfruto comer su Soba fría con Kailani, quien la saboreaba.

—¡Oh, es Todoroki!—mencionaron sus compañeros ante él adentrarse a las grandes instalaciones de la UA que mostraba la nueva alianza.

—Chicos.—llamó él, cargando su mochila y portando el uniforme de la academia, miró a sus compañeros divisar su llegada.

—Me alegra mucho que te hayan dado autorización Todoroki, era necesario tenerte aquí.—expresó Tenya en la emoción de verlo ahí junto a ellos.

—Parece que a algunos no le agrada.—artículo Shoto en cuanto noto la mirada punzante de Katsuki sobre él, como si un duelo de miradas iniciará.

—Después de todo lo qué pasó, me alegra que esté toda la clase 1A.—rodeado de sus compañeros, Shoto dirigió su mirada hacia su profesor, Aizawa se veía igual de serio e inexpresivo.

—Parece que nos dieron permiso a todos, ¿no?—se cuestionaron alrededor, notando que estaban todos por completos y que algunos grupos se reunían con cierto afán de animarse.

—Estamos aquí gracias a los profesores, cuando vi la conferencia, me sentí triste al pensar que no los volveríamos a ver.—opinó Tsuyu, aunque se viese cortante, su compañera hablaba siempre con la verdad en cada una de sus palabras.

—También me sorprendió, todos tienen situaciones diferentes.—comentó el profesor.—Bueno, les hablaré un poco sobre estos dormitorios, pero antes de eso trabajaremos en conseguir las licencias provisionales para las que estaban entrenando.—indicó, llamando la atención de los demás.

—Pasaron tantas cosas que lo olvidé por completo.—comentó Hagakure con desánimo, era cierto que esas últimas semanas fueron un caos.

—Es importante, escuchen.—pidió el profesor, irrumpiendo.—Kirishima, Yaoyorozu, Todoroki, Midoriya, Iida.—ante el llamado, Shoto se vio serio y miró fijamente a su profesor.—Ustedes cinco fueron aquella noche a rescatar a Bakugo y Nakamura.—mencionó, creando tensión.—Por sus reacciones supongo que todos estaban enterados que lo harían, me ahorraré el discurso y solo dire esto, si no fuera por el retiro de All Might, los habría expulsado a todos menos a Bakugo, Jiro y Hagakure.—afirmó, apenándolos ante los mencionados.—Tanto los cinco que fueron, como los otros doce que no los detuvieron, traicionaron nuestra confianza. No importa la razón, les agradecería mucho que siguieran las normas y se comportaran para recuperar esa confianza desde ahora, es todo, bien entremos y anímense.—pidió, dándose la vuelta y dejándolos reprendidos, sin ánimos.

—¿Como podríamos hacerlo?—se cuestionaron, Shoto se sentía apenado, no le gustaba ser reprendido y menos delante de otros compañeros.

—Ven.—Katsuki tomó la iniciativa de "relajar el ambiente" cuando Denki como víctima detrás de un arbusto recibió ciertos ataques que hicieron reír a la clase 1A.

—¿Qué te hizo Bakugo?—Hanta conteniendo su risa miró a Denki electrocutado, Kyoka Jiro no evitó reírse y escupirse por verlo de esa manera.

—Kirishima.—llamó Katsuki, acercándose a su amigo para estirar su mano con dinero.—Es dinero de mi bolsillo, usaste tus ahorros, ¿no?—le cuestiono con frialdad en sus expresiones.

—Si, ¿como supiste que compre unos lentes?—se preguntó Eijiro algo avergonzado cuando el dinero le fue plasmado en el pecho.

—Si te veo privándote en todo, me harás sentir mal, actúa como idiota, igual que siempre.—pidió Katsuki, colocando sus manos en el bolsillo y siendo el primero en querer adentrarse a la alianza.—¿Y tú que me ves, mitad y mitad?—pregunto, notando que Shoto no le había bajado la mirada.

Siguiéndole el paso, Shoto miró detenidamente la estructura de la alianza y lo grande que era este nuevo internado para él, conjunto a sus compañeros que lo recibieron con emoción. Parecía ser admirado por la mayoría, o calificado como el más guapo del aula, pero a él eso le iba y venía. Esta alianza había sido construida en tres días, fue considerada para el director luego de los ataques de la Liga hacia sus estudiantes. Afirmando que la seguridad de ellos era lo más que le importaba, estaban ubicados en el campus principal de la UA, así que estarían cerca a la academia y podrían retomar sus clases en cuanto antes. Son cinco pisos separados en dos alas de edificios, los varones se asignarían en el lado izquierdo, así que Shoto buscaba su habitación mientras sus compañeros hacían gran bullicio. Haría su habitación lo más oriental posible, así pudiera sentirse un poco en casa y también un escritorio donde pueda escribirle a su madre. Shoto sacaba las cosas de sus cajas y organizaba todo, en silencio.

—¡Todoroki!—se giró sereno cuando en el marco de su puerta abierta su delegado se detuvo con una expresión emocionante.

—Iida, ¿puedo ayudarte en algo?—le preguntó, doblando unas sábanas y metiéndolas en el interior de un gavetero marrón.

—¡No! Solo revisaba que todos los alumnos de la clase 1A estuvieran ordenado sus habitaciones como pidieron los profesores.—comentó Iida, manteniéndose firme y responsable como lo ha sido desde siempre.

—Entiendo.—musitó Shoto, oyendo aún el bullicio en la primera planta de la alianza, donde yacían las cocinas y sofás para descanso.

—¿No es extraño? Digo, este lugar será nuestro nuevo hogar. Seremos una familia.—expresó Tenya cuando Shoro sobresalió de su habitación.

—¿Una familia?—se preguntó Shoto, el hecho de que preguntara hizo a Tenya decaer su emoción, pues Shoto no se veía ni siquiera familiarizado con la palabra que acababa de mencionar.

—Es porque estaremos aquí todos juntos, no solo como una clase, ¿lo entiendes?—ante la sutiliza de su explicación, Shoto no dudo en asentir.

—Tendré que escribirle cartas a mi madre con frecuencia, debido a que salir será algo complicado mientras estemos en clase.—expresó Shoto, rascando un poco su nuca y oyendo bullicio.

—Midoriya, ¿por qué hay tanto escándalo?—se preguntó Tenya al acercarse al círculo donde estaban los demás, Shoto siguió a su compañero; los demás estaban calificando cada una de las habitaciones y les habían invitado a participar, hasta que notaron que había una habitación vacía.

Todos se quedaron en silencio—, era extraño ver una habitación vacía, sin ningún tipo de diseño—. La clase sabía a quien pertenecía el dormitorio y la razón por la cual no estaba decorado dolía un poco hasta amargar sus semblantes. Nadie se atrevió a cerrar la puerta, solo miraron y absorbieron la idea de que había una posibilidad pequeña viviendo en cada uno de sus corazones—, creían fielmente que volverían a ser la clase 1A cuando Kailani Nakamura despertara—, porque iba a despertar. Sin pensar más, de una manera imprevista la puerta se cerró a manos del rubio con cabello puntiagudo. Su semblante se veía algo amargo y afligido, Katsuki disimulaba bastante bien la preocupante situación que albergaba alrededor de él hasta agobiarlo un poco y eso era algo que Shoto no podía tolerar. Tenía una idealización en su cabeza, desde que entró a la UA, la tensión que unía a Katsuki con la albina siempre fue evidente—, pues llegó a interferir en defensa de ella varias veces—, pero solo era porque no toleraba el trato de Katsuki.

—¿Qué miran idiotas? Si no van hacer nada para que su habitación se vea bien, entonces no estorben.—pronunció Katsuki en un tono altanero, los demás le abrieron paso excepto Shoto.

—¡Bien, sigamos viendo quien es el rey de las habitaciones!—pidió Mina cuando noto la tensión de sus compañeros, queriendo animar el tenso ambiente donde yacían.

—Tú sigues Todoroki.—pronunció Yaoyorozu aún lado de él, Shoto la miró con detenimiento y no tardó en asentir para complacerla, pero aún así, la mirada de Katsuki lo persiguió.

Solo fue un roce de miradas, los dos entendían lo que significa ese reto—, ninguno dejó de mirarse, porque no se intimidaban mutuamente, podían estar listos para combatir y defender sus sentimientos—, pero lo menos que quería Shoto era ponerse en una situación que lo abrumara, porque ya estaba abrumado. Así que espero que su compañero pasara por su lado y le diera un golpe contra el hombro, uno que nunca llegó, porque el rubio de cabello puntiagudo pasó de largo y evitó toda cuestión de peleas. ¿Debía creer que no había un haz bajo su manga? No, Shoto se giró de reojo y vio a Katsuki seguir con las manos en sus bolsillos, quizás estaba igual de desanimado y ya no tenía energías de pelear con Shoto, porque Kai ya no andaba por ahí y no sabían si algún día volvería con ellos para continuar su camino a ser un héroe. Él ya tenía sueño, quería que la tonta competencia para ver qué habitación luciera mejor acabará. Algunos omitieron participar, pero él quiso intentarlo para acoplarse más a su querida clase.

—Terminaron, ¿puedo dormir?—se preguntó Shoto, aún lado Izuku sonreía y valoraba el esfuerzo de su compañero por pasar tiempo con ellos.

—Comiste pastel, ¡así que cepíllate los dientes!—pidió Tenya, haciendo la seña con sus manos y boca para Shoto girarse sutilmente.

—¿Esperaste hasta el final?—le preguntó Izuku, aún con un rostro sutil y sonriente, se sentía agradecido de que Shoto se soltara poco a poco con ellos.

—¡Todoroki, espera, no te vayas!—pidió de pronto Ochaco, llamando la atención del bicolor quien se giró algo confundido por el llamado de la castaña.—Deku, Kirishima, Iida y Yaoyorozu, por favor... ¿tienen un minuto?—les preguntó, sacándolos de orbita por la curiosidad que esto generó.

—Uraraka, ¿a donde... —Eijiro jadeó cuando sobresalieron y vieron en medio de la noche a Tsuyu posada en el césped, se veía cabizbaja.

—Es que... Tsu dijo que quería decirles algo a todos.—respondió Ochaco cuando se posicionó aún lado de su compañera, a quien Shoto denotó apenada como también entristecida.

—No puedo evitar sentir todo lo que pienso, pero hay veces en las que no se que decir, ¿recuerdan lo que les dije a todos en el hospital?—se preguntó ella, sin mirarlos a los ojos.

—Si, lo recuerdo.—adjunto Izuku, recordando el leve discurso que había dado la estudiante en dicho hospital cuando divisaron que romperían las reglas por ir al rescate de sus amigos.

—Quise ser dura y dije cosas malas, pero ahora con Nakamura en coma, me doy cuenta que no debo tratar de ser dura con mis compañeros.—mencionó en casi un sollozo, haciendo que Shoto se sintiera conmovido por la mención de la albina.—Aún así fueron, porque cuando me enteré esta mañana me sorprendí mucho, creí que les había hecho cambiar de opinión, estaba decepcionada y molesta, no tenía idea de que decir, no creo que pueda estar bien sin decirles lo que siento, pero todo eso me puso muy triste.—dijo, apoyada de Ochaco mientras que Izuku retenía sus lágrimas.—Así que, quería decírselos aunque no encontrara las palabras, necesitaba hacerlo para poder hablar y divertirme con ustedes otra vez.—añadió, sollozando cabizbaja.

—No solo tú te sientes, todos estábamos alterados y queríamos olvidarlo, por eso hicimos lo del rey de las habitaciones porque entendíamos cómo se podían sentir ustedes, así que no los culpes, aunque se que es un poco difícil por lo que sucede con Kai.—comentó Ochaco, alejándose para animarlos a todos.—Así que, ¿qué tal si nos esforzamos para que podamos reír juntos de nuevo?—les preguntó, animándolos.—Será la mejor manera para recibir a Kai cuando vuelva, ¡porque volverá, ella es fuerte y estará con nosotros, hay que tener esperanza!—añadió, sonsacando a todos para reunirse.

—¡Tsu, gracias por decirnos!—dijo Eijiro, conjunto una disculpa de todos que la hizo conmoverla aún más, para así oírla sollozar y tranquilizarse, incluso Shoto se disculpó.

—Enorgulleceremos a Nakamura, ¡lo haremos!—artículo Tenya, queriendo aguantar su deseo de llorar, pero eran sólo adolescentes que ya habían pasado por cosas imprudentes que aún manejaban.

Era difícil, porque todos se estaban esforzando—, y tarde o temprano tendrían que volver a su vida diaria sin importar quien se quedaba atrás de ellos—. Abrazados, a excepción de Shoro e Izuku, miraron afligidos la noche estrellada que representaba un nuevo comienzo para el principio que vivirían. En esta nueva etapa sin el símbolo de la paz presente, la oscuridad no tardaría en renacer como el fuego y alumbrar en cada callejón vago donde las ratas caminarán. Shoto colocó las manos en su bolsillo para buscar su móvil, donde lo encendió con intención para ver la foto que aún tenía de pantalla. Era ella la única esperanza que tenía en ese futuro gris que veía, pero ahora rodeado de sus compañeros entendía que había un símbolo más importante al que podía acoplarse—, serían su nueva familia—. Apago el celular y lo escondió en el bolsillo, animándose con sus compañeros mientras que en aquel hospital, la luz de la habitación yacía encendida y una sombra oscura cubrió el cuerpo de la albina que estaba conectada a ciertas máquinas, para reírse de su desgracia.

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Capítulo 2; Querida mamá.