ᘛ 03. ❝ 𝘁𝗵𝗲 𝗯𝗲𝗴𝗶𝗻𝗻𝗶𝗻𝗴 ❞

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ᘛ 03 : : CAPÍTULO TRES

i. EL INICIÓ

UN SUAVE COLOR CARMESÍ ADORNA LAS MEJILLAS DE LA CHICA se siente avergonzada por la conclusión del mayor su lengua se adormece y siente la necesidad de ocultarse. No se entiende porque se supone que ella no es ese tipo de chica que es fácil de avergonzarse un poco cohibida por la situación oculta su rostro detrás del ramo de flores que sostiene. Siente una tensión caer sobre su cuerpo y no sabe que decir ni como actuar, es algo repentino que no sabe cómo controlar. Muerde su labio inferior esperando la ayuda de Itadori no puede hacerlo sola porque siente si dice algo haría las cosas un poco más complicadas.

──ella no es mi novia.── responde el pelirrosa.── solo a venido aquí a acompañarme.

El abuelo de Itadori se ve algo molesto sin embargo dejo de ver a su nieto y se fijó en la pelinaranja.

──niña.── la llama.

Lili se paraliza y baja con torpeza el ramo de tulipanes con el que se oculta.

──¿eh? ¿si?── habla con un titubeó en la voz.

──abuelo.── dice Itadori entre dientes.

──cuando yo ya no esté encárgate de este cabeza dura.── le pide ignorando todo lo demas. La joven parpadea diversas veces confundida.── muy pronto no estaré con él y se que es muy testarudo a veces. Por lo que te pido que no dejes que se desvíe del buen camino.

Lili frunce el entrecejo.

No sabe que decirle al anciano.

De pronto presiente una extraña sensación en el aire y entonces se dió cuenta que el abuelo de Itadori pronto dejaría el mundo terrenal. Aparte de percibir maldiciones también presiente las muertes.

Siente un nudo en la garganta al no saber como actuar. Nunca pensó que se vería metida en una situación como esa.

Lo que el anciano le pedía iba más haya de lo que pueda controlar. No es algo sencillo a sabiendas que en cuanto recupere el objeto maldito se iría de la vida de Itadori. Sin embargo, había algo que le impulso a querer quedarse.

──de acuerdo señor Itadori.── habla sin permiso de su cerebro. Parece que está hablando sin darse cuenta.── no se preocupe, cuidare de su nieto.

──Yuji.── masculla el anciano.── no acabes solo como yo. Ayuda a todo aquel que puedas y no lo dudes. También cuida de esta amable chica que está a tu lado, se ve que es buena.

Tanto Yuji como Lili se encuentran de lado a lado de la camilla siendo separados por la camilla.

Ambos se ven por unos minutos a los ojos. La mezcla de esta no se ve reflejado en ninguna al tener los ojos del mismo tono.

──abuelo.── murmura Itadori alejándose de la camilla.

Lili hace lo mismo pero ella decide irse a un rincón de la habitación. Se sentía un poco cohibida estando en esa situación que no es la suya.

Apretó las manos y cerró los ojos con un poco de fuerza. Sintió una tristeza apoderarse de su cuerpo al saber que se aproximaba la hora. Escucho que Itadori y su abuelo comparten unas palabras más antes de que se diera todo.

Lili solo se quedó en silencio luego pasaron unos minutos más. Itadori le dió la espalda al anciano mientras le decía algo que su abuelo no escucharía.

──¿abuelo?── pregunta extrañado al no recibir respuesta alguna.── ¡abuelo!── exclama de nuevo.

Lili se queda estática al recibir la mirada de Itadori. Se veía preocupada y en el fondo se veía una nube de tristeza.

──¡llama a una enfermera!── exclama.

Lili se mueve rápido y toma el teléfono que está a un lado de la camilla. Siguiendo las indicaciones del pelirrosa habla con una de las enfermeras reportando lo que sucede.

Fue cuestión de minutos para que las enfermas llegarán y comenzarán con su trabajo. A los dos chicos los sacaron de la habitación y los han dejado en el pasillo.

La pelinaranja observa de reojo a Itadori el cual tenía la mirada perdida puesta en la pared. A lo mejor ya comenzaba a asimilar lo que sucedía con su abuelo.

Lili sitio la necesidad de decirle algo, se veía callado y algo apagado.

──tranquilo.── le dice colocando su mano en el hombro de él. No era capaz de darle falsas esperanzas al saber lo que sucedía.── ya nos dirán que sucedió.

──se que mi abuelo morirá.── responde volteando a verla.── lo sabía en algún momento sucedería.

──oh ¿entonces...?

──no se que sucederá pero mi abuelo se enojaría si me viera así.── la interrumpe.

A pesar de la situación Itadori hablaba con una calma extraña. Algo que no es normal en muchas personas.

A diferencia de otros que gritan de dolor. Itadori está tranquilo.

──supongo que solo debes esperar.── agrega tratando de darle ánimo.

──así es.

──sea lo que sea que pasé, le prometí a tu abuelo que te cuidaría.

──piensas hacerle caso a lo que te pide un viejo como él.

──bueno...── ladea la cabeza pensando bien las cosas. A lo mejor Itadori no estaba de acuerdo con ello.── si, bueno solo si quieres.

──se que mi abuelo solo quiere que no esté solo.── suspira. La chica alza una de sus cejas.── esa es parte de su última voluntad.

──es que nadie merece estar solo.── recalca apoyando la espalda en la pared.── nadie nace para estar solo. En algún momento de la vida encontrarás amigos que luchen por ti.

──dices cosas un poco extrañas.

Las mejillas de la chica se encienden de un suave color rojo.

Itadori comienza a reír por su reacción.

Lamentablemente su pequeño momento de alegría se vio interrumpido por una de las enfermeras que había salido de la habitación de a lado.

Ambos dejaron de reir o sonreír en cuanto vieron que se acerca a ellos con una expresión neutra en el rostro.

──enfermera ¿cómo está mi abuelo?── pregunto en cuanto pudo.

──joven Itadori.── hablo la mujer.── lamentó darle la noticia pero su abuelo a fallecido, hicimos lo posible por reanimarlo pero no pudimos hacerlo. Mi más sentido pésame.

Lili tomo la mano de Itadori y la entrelazó con la suya dándole un fuerte apretón.

Quería evitar que el muchacho creará una nueva maldición con su tristeza y dolor que emanan de él. Puede sentir la energía negativa salir del cuerpo del pelirrosa.

──tranquilo Yuji.── susurra en el oído de él.── tu abuelo estará en un lugar mejor ahora.

El muchacho se había quedado sin habla anteriormente su abuelo había estado en la delgada linea de la vida y la muerte y siempre pudo salir.

Está vez fue diferente.

En el fondo sabía que estaba mal llorar y maldecir que haya muerto pero no podía evitarlo. Era lo único que tenía y ahora se había quedado de cierta forma solo.

──Yuji por favor cálmate.── le pide ella apoyando su frente en el hombro de él. Siente esa energía hacerme más fuerte cada vez.── no lo maldigas por favor.── susurra tan bajo que el no la escucha.

──creo que debería tomar un poco de aire.── habla finalmente tras un corto silencio.

Lili abre los ojos al sentir que la energía negativa se había dispersado de un momento a otro.

──de acuerdo salgamos.── dice alejándose un poco de él.

Ambos caminan hacia una ventana que está cercana al pasillo no podían salir por lo que lo más cercano fue esa ventana.

Cuando estuvieron al frente Itadori abre está y saca la cabeza tomando un poco del aire fresco. Cierra los ojos y disfruta de la brisa.

Lili se apoya y lo ve de perfil por unos largos minutos.

Yuji es un chico atractivo.

Sus pestañas, su cabello, la mandíbula bien definida, su nariz y esa expresión tan tierna y llena de felicidad. El muchacho irradia ese sentimiento todo el tiempo tan energético como un pequeño rayo de sol.

Sale de sus pensamientos cuando siente su teléfono vibrar en su bolsa. Lo saca y enciende el aparato.

En la pantalla hay un mensaje de Megumi preguntándole dónde se encontraba.

Pensó en si decirle donde se encontraba o mejor ignorar el mensaje. Habían pasado muchas cosas en poco tiempo.

Lili no podía pedirle a Itadori el objeto maldito al menos no en ese momento. Tendría que esperar un poco para hacerlo no sería imprudente.

──cuando esto acabe te ayudaré con lo que me has pedido hace rato.── menciona el muchacho al cerrar la ventana.── además sigue en pie la invitación a comer.

Ella confusa guarda su teléfono.

──¿estás seguro de esto?

──mi abuelo hubiese querido que siguiera mi vida normal. Se enojara mucho si me pongo a llorar.

──de acuerdo.

──bien ahora no se que procede pero supongo que tendré que preguntar.

──te apoyaré si lo necesitas.

Itadori le sonríe.

Su sonrisa es dulce y transmite alegría.

Lili asimiló a Itadori con el primer rayo de sol en las mañanas. Suave y delicado que te transmite calma a pesar de lo que está viviendo.

──gracias.

──no hay de que.










































































❛ ━━━━━・❪ 🍭 ❫ ・━━━━━ ❜

























































































Tras unas largas horas Megumi finalmente logro dar con la ubicación de Lili. Tuvo que darle vueltas a la ciudad y a su teléfono hasta que logro rastrear el teléfono de ella.

No sabía el porque se encontraba en ese hospital pero se preocupo y no dudo en ir hacia el lugar. A pesar de que estuviesen peleando el pelinegro no dejaría de estar al pendiente de ella.

Podrán pelear durante el fin del mundo y Megumi siempre estará cuidandola de todo mal. Esa había sido la promesa que le hizo a su profesor Gojo cuando esté volvió con ella de una misión.

Casi la asesinan por su culpa.

Una maldición de grado especial, la había dejado sola porque se había enojado con ella. Ese había sido su error y debido a ello casi muere, por suerte logro salvarla pero se arrepintió tanto que sintió la necesidad de cuidarla. Con ello sentía que podría cambiar el peso que había en sus hombros, hasta que con el paso del tiempo se volvio una costumbre.

Con las manos metidas en los bolsillos ingresa en el hospital. No sabe dónde comenzar a buscarla pero con suerte daría con ella.

Ya era tarde casi se hace de noche.

Con forme fue avanzando llegó a un área donde escucho una voz familiar. Lili estaba cerca y cuando cruzo en la esquina observa que la chica se encontraba junto al adolescente de cabello rosa que conoció en la mañana.

Se pregunto que estarían haciendo esos dos en el hospital.

No se molestó en ocultarse, se quedó a mitad del pasillo cuando ve que esos dos se abrazan.

No le gusta lo que ve. La llama de los celos renace en su interior y sintió la necesidad de golpear algo pero antes separaría a esos dos y le gritaría a ese tipo que no puede estar cerca de lo que es suyo.

Su mirada se encontró con la de ella y pudo ver qué se ponía pálida al verlo.

No lo esperaba.

De un momento a otro Lili se había alejado a Itadori y había comenzado a correr en dirección de Megumi.

──¿que haces aquí?── pregunto ella cuando estuvo al frente de él.

──hola Lili.── masculla con una mueca en el rostro.── se puede saber ¿que haces en el hospital con este?

──se que se escuchará raro pero es la verdad.── habla un poco nerviosa.── descubrí que Itadori tiene el dedo de Sukuna y prometió que me ayudaría pero luego me trajo aquí. Luego su abuelo murió e Itadori casi lo maldice y lo evite y ahora...

──eres un imán para atraer problemas.── masculla frotándose el puente de la nariz.

──en mi defensa esto no hubiera sucedido si no me hubieses dejado sola.

Megumi suspiro.

──de acuerdo no diré nada acerca de esto.── bufa.── pero sigo sin entender como terminaste aquí.

──ni yo lo sé pero Itadori tiene el dedo de Sukuna y me lo dará.

──tus métodos son extraños Lili.

──no cuestiones mis métodos.

El pelinegro desvío la mirada y por arriba de la cabeza de Lili pudo ver qué el pelirrosa los estaba viendo.

Una idea cruzó por su cabeza y casi la lleva acabo de no haber sido porque Lili le dió la espalda. Hubiese querido en ese momento marcar su territorio y dejarle en claro a ese pelirrosa que la chica ya tiene quien la cuide.

──cuando esto acabe hablaré con Itadori y me entregará el dedo de Sukuna.── explica pasándose la mano en el cabello. Megumi alzo una ceja.── y luego tú y yo tendremos un descansó.

La idea le agrada al pelinegro sobre todo cuando comienza a imaginar lo que sucedería esa noche en es habitación de hotel.

Un poco ansioso sonríe para ella.

──¡pervertido!── exclama ella al conocer esa mirada en Megumi.

Megumi regresa a la realidad cuando siente un golpe en la nuca. Un poco molesto se soba el área afectada.

──no pienses en esas cosas aquí.── lo acusa con la mirada.

──no pensé en nada.

──te conozco Fushiguro y se que esa mirada no es una inocente.

Lili sigue dándole esa mirada.

Megumi sigue sobándose la nuca.

Tras unos segundos después en los cuales la discusión se llevó a cabo por el mismo tema.

Lili decide presentar a Megumi con Itadori si pasarían los siguientes minutos u horas juntos lo mejor es que se conocieran.


──se amable con él.── le pide ella antes de llegar.── y no seas muy duro.

──tampoco soy un insensible.── se defiende.

──claro.── murmura ella.

El camino llegó a su fin e Itadori se quedó en silencio frente a ellos dos.

──Yuji.── lo llama ella. Los ojos del mencionado llegan hasta ella.── este es mi amigo Megumi Fushiguro, acaba de llegar.

──hey ¿que tal?── pregunta el pelirrosa.

──hola.── responde el pelinegro forzado por el codazo de ella.

──y bueno Megumi este es Yuji Itadori. Él nos ayudará con aquello.── habla de nuevo ella.

Ambos chicos se ven por unos minutos a los ojos. Parece que estuvieran teniendo un guerra de miradas en la cual se están peleando a muerte.

Lili solo suspiro.

Lo que no sabía es que desde ese momento la vida de los tres cambiaría totalmente.
















jane's note's


mil años después actualice

tuve problemas con el fic y apenas pude volver a actualizar

espero les guste sjsjs

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