041. drunkness and girls

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CHAPTER FORTY-ONE
❝borracheras y chicas❞
   cobra kai season four | act. four








ESA NOCHE cuando Ethan estaba durmiendo, le llegó una llamada de Robby.

—¿Hola? —preguntó casi durmiendo.

¿Quieres saber por qué mierda estoy tan enojado por el hecho de hayas vuelto con Miguel? —dijo con voz dolida.

—¿Robby estás bien? —preguntó prendiendo la luz pero aún sin abrir del todo los ojos—. ¿Dónde estás?

Me gustabas, Ethan —su voz se entrecortó—. Y nunca te diste cuenta.

—Robby dónde estás —insistió—. Voy a buscarte. ¿Hablaste con Luca?

No. No, no vengas. Perdón por haberte gritado.

Ethan se levantó de golpe, agarró las llaves del auto y rastreó el teléfono de Robby con una aplicación.

—No me cortes, Robby. Voy en camino.

Ahora estoy con Luca y es la mejor cosa que me podría haber pasado, ¿sabes? —hizo una pausa—. El me entiende y me quiere mucho aunque no lo diga muy seguido, estoy seguro.

Ethan manejó lo más rápido que pudo hasta llegar a la playa, no había casi nadie por lo que no le fue muy difícil encontrarlo, tirado en la arena boca arriba con el celular en el pecho.

—Robby dios mio —lo ayudo a sentarse y paso el brazo de Robby por sus hombros mientras se levantaba.

—Te dije que no vinieras. Déjame aquí.

—Olvídalo —Ethan caminaba apena hacía el auto, con una mano buscando el número de Luca—. ¿Desde cuando tomas?

—Estaba muy triste cuando te uniste a Cobra Kai —dijo alargando las palabras y la cabeza colgando hacia adelante—. Y luego me presentaste a Luca y fue tan...

Ethan se sintió culpable por toda la situación y no estaba seguro por qué.

—Robby necesito que me ayudes, no puedo arrastrarte hasta el auto —pidió casi que arrastrándolo al auto.

—¿Por qué viniste? —preguntó dándole un empujón—. ¡Te dije que no somos amigos!

Robby se rompió a llorar y casi se cae por lo que Ethan lo abrazó con fuerza.

—Está bien, Rob —dijo en voz baja—. Todo está bien.

Robby le dió un empujón en el pecho y se limpió las lágrimas.

—Te odio —le dijo con un sollozo.

Eso fue como un cuchillo en el corazón de Ethan. Sabía que estaba enojado con el pero... ¿odiarlo?

—El auto esta a menos de cinco metros, Robby, coopera —volvió a arrastrarlo—. Por favor.

Ethan lo llevó hasta el auto y lo subió a la parte de atrás, donde se pudo recostar. Apenas su cabeza tocó el asiento, se puso a roncar.

El de ojos cafés se sentó en el asiento del conductor respirando ondo para no largarse a llorar.

Marcó el número de Luca que le contestó enojado por despertarlo.

Ethan son las tres de la mañana, ¿que mierda quieres?

Estoy con Robby borracho en la playa —Luca se quedó en silencio—, ¿lo dejo en tu casa o lo llevo a Cobra Kai?

Tráelo, ¿me ayudas a subirlo a mi habitación? Si Molly me escucha me matará.

Sí, esta bien —Ethan sintió dos lágrimas bajar por sus mejillas que limpió rápidamente—. Te escribo cuando llegue.

Ethan manejó con cuidado de no despertar a Robby hasta la casa de los Weber y le escribió a Luca que salió en pijama apenas recibió el mensaje.

—¿Está muy mal? —preguntó Luca.

—Esta dormido —Ethan se cruzó de brazos—. Perdón por despertarte, no sabía que hacer.

—Está bien —los dos caminaron al auto y trataron de levantar a Robby sin despertarlo—. Trata de no hacer ruido.

Entre los dos, llevaron a Robby hasta el segundo piso y lo recostaron en la cama del más alto. Salieron de la habitación y Luca acompañó a Ethan hasta afuera.

—Gracias por llamarme —dijo Luca apoyado en la ventana.

Ethan asintió con una pequeña sonrisa.

—Dale café en la mañana y ten un basurero al lado de la cama por si vomita —Ethan encendió el auto—. Llámame si necesitas algo. Nos vemos en el entrenamiento, buenas noches.

—Buenas noches.

—Está un poco atrasada. No hay problema, son solo unos minutos.

—Veinte minutos, en realidad.

—Le enviaré un mensaje —dijo Miguel—. Para saber dónde está. Veamos... Oh no.

—¿Qué? —preguntó Johnny.

Todos se acercaron a Miguel para ver el En vivo de Piper donde abría un paquete de Cobra Kai.

Lo mejor para lo mejor. A patear traseros con Cobra Kai.

¿Se unió Cobra Kai?

—Tienen ropa de diseñador para sus nuevos alumnos. Tienen nuevos reclutas.

—Sí, genial. ¡Qué perdida de tiempo! Incluso aprendí feminismo.

—No nos rindamos —insistió Miguel—. Para ganar, necesitamos una chica.

—¿Quién será? No tenemos el dinero de Cobra Kai. No hallaremos una campeona.

—Yo no era un campeón cuando lo conocí. Me convirtió en uno. Vio en mí algo que nadie más vio. Ahora debe ver eso en otra persona. Tenemos que ser creativos.

—¡Todos piensen de forma creati...! ¿Tu quién eres?

—¡Sophie! —dijo Luca antes de correr y abrazarla.

—¿Llegue muy tarde? —preguntó viendo a Johnny que miraba a los dos chicos con los ojos entrecerrados—. Tuve que venir en bicicleta y me perdí.

—¿Estás aquí por el karate? —preguntó Johnny cruzados de brazos.

—Sí, Luca me llamó y me dijo que buscaban chicas —asintió y dejo su mochila en el suelo—. Siempre quise aprender karate.

—Bienvenida —dijo Ethan con una sonrisa.

Miguel, Ethan, Luca, Sophie y Bert estaban viendo un debate. Miguel y Bert eran los únicos que realmente prestaban atención el resto estaba conversando en voz baja.

Ethan descubrió que Sophie era amiga de Luca en Nueva York pero sus padres se mudaron a Los Ángeles hace poco.

—La pena capital es una sanción del estado de California. Desde marzo 2019 se detuvieron las ejecuciones por una montaña emanada por el gobierno...

—¿Sensei? ¿El debate no es de nerdos? —preguntó Miguel al ver a Johnny sentarse a su lado.

—Lo es, por eso nos vamos. Tienes razón. No renunciaré a la división de chicas. Estoy seguro de que Sophie puede ganar pero aún así quiero una más. Estoy siendo original. Miren.

Miguel abrió el bolso con emoción y apenas vio el contenido su sonrisa se borró. Lentamente sacó una peluca y un vestido.

—Sensei...

—¿Viste la película Ladybugs? La vi con una chica, larga historia. Es sobre un entrenador que nadie respeta, y su equipo de fútbol femenino que apesta. Hace que hijastro se vista de chica y empiezan a ganar.

—¿Quiere que nos vistamos como chica? —preguntó Luca confundido.

—¿Qué? No. Deben ganar la división de chicos. Aliento de Gorila. No es el mejor, pero puede derrotar a las chicas. ¿Qué opinan?

—Muchas cosas, no sé por donde empezar —dijo Miguel.

—Johnny, ¿te golpeaste la cabeza? —preguntó Ethan.

—Eso no va a funcionar ni en cien años —aportó Sophie.

—Mi oponente es un idiota —dijo la chica del debate—. Sus pruebas y sus argumentos no tienen sentido y me morí de aburrimiento. Lo que es irónico, porque debatimos sobre la pena de muerte.

—¿No restará puntos por falta de decoro? —preguntó el otro chico.

—Al diablo el decoro —gritó—. ¿Quieres saber qué opino de la pena de muerte? —la chica le quitó un libro y lo rompió a la mitad.

—Ay me dolió —lloriqueo Ethan.

—¡Oye, mi libro!

—Cedo mi tiempo.

—A ella me refería, sensei, le encantan las actividades...

—Cállate, Bert —interrumpió Johnny—. Encontré a la chica más ruda del Valle.



























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