CHAPTER FIFTY-THREE
❝mantarraya❞
cobra kai season five | act. five

—¿ENTONCES EL SENSEI Targaryen le pagó al arbitro del All Valley e incriminó a Kreese? —preguntó Demetri—. No me dejes volver a perderme una fiesta —le dijo a Eli.

—Contémosle a los senséis —opinó Miguel.

—¿Y que van a hacer? —dijo Luca con tono sarcástico—. No pueden llamar a la policía, no tenemos pruebas.

—Ya vieron lo que le pasó a mi papá —se metió Sam—. No quiero que lo lastimen de nuevo.

—Si Silver les paga al árbitro y a Mantarraya, no lo admitirá —dijo Demetri.

—No estoy tan seguro —dijo Bert—. Él es Cobra Kai y yo Colmillo de Águila, pero sigue siendo mi amigo. No me mentiría. O al menos eso espero.

—¿Crees que puedes convencerlo? —preguntó Ethan de brazos cruzados.

Bert asintió.

—Averigua dónde vive —dijo Cassie.

Todos se fueron y Luca abrazo a Ethan por los hombros.

—Así que los usaste —dijo con una sonrisa divertida. Ethan se atoró con su saliva.

—¿Qué? No —negó tartamudeando—. No se de que hablas.

—Ethan tienes un chupetón —Luca soltó una carcajada mientras Ethan se sonrojaba hasta las orejas.

—Mierda.

Bert se consiguió la dirección de Mantarraya por lo que todos fueron. El niño se acercó y toco la puerta.

—¡Bert! —dijo emocionado—. ¿Qué pasa, amigo? ¿Quieres jugar rol? Estos... ahí están. Estos novatos estaban pasando a mejor vida y entrando a...

Se interrumpió al ver a los chicos.

—¿Miyagi-Fang? Esto es una trampa. Me siento como el Almirante Ackbar. ¿Et tu, Bert?

—Sabemos que Kreese no te atacó —dijo Halcón.

—Sí lo hizo, según mi testimonio en un tribunal —dijo—. Así que lean la transcripción.

Trató de cerrar la puerta pero Cassie le pegó en la mano.

—Le mentiste a la corte y le mentiste a mi papá —dijo Sam—. Pero no nos mentirás a nosotros.

Sam entró, seguida de Cassie y de todo el resto.

—La dejarán... Ahora están entrando todos.

Una vez todos entraron al lugar, Mantarraya se sentó en su silla y el resto lo rodeó.

—Esta bien —dijo Demetri con paciencia—. Intentémoslo una vez más, ¿sí? ¿Qué pasó esa noche? ¿Quién te lastimó?

—Lo voy a golpear si no nos dice, lo juro por Phoebe Bridgers —dijo Cassie dando vueltas.

—Bert, ¿qué se siente? ¿Apuñalar a un hombre por la espalda y mirar la sangre que cae?

Cassie se acercó con los puños apretados y lo tomó por la camiseta —Habla o juro que te rompo la nariz.

Luca hizo un ademán para sacarla pero al parecer se arrepintió.

—Mi papá sufrió mucho por culpa tuya y de Silver —dijo Sam—. Mucha gente también lo hará si te quedas sentado sin hacer nada.

—Pero si te digo lo que realmente pasó, él se enterará —dijo mirando a Cassie con miedo—. No puedo. No es tan fácil, chicos.

—Se lo que es tener miedo de hablar —se metió Luca con la mirada en el piso—. Quería salirme de Cobra Kai desde la pelea en la escuela pero tenía miedo de que pasaría si Kreese quería vengarse por alguna razón. No estas solo... o lo que sea, tenemos un plan. No te hará daño, o eso espero —dijo susurrando la última parte.

Cassie miró a su primo con el ceño fruncido, soltando un poco se agarre.

—He estado creando una campaña de rol... —dijo el adulto.

—No tenemos tiempo para esto —dijo Miguel.

—Espera —dijo Eli—. ¿Qué pasa en la campaña?

—De acuerdo, hace mucho tiempo vivía un monje enano y era miembro del gremio más rudo de toda la tierra —narró—. Lo desterraron un tiempo, por una bobería políticamente correcta, pero una vez que pagó su penitencia, regresó. Solo que, para entonces, el gremio estaba bajo un nuevo liderazgo. Y al monje se le negó el reingreso al gremio. Y de manera muy grosera, debo agregar. ¿Y qué hizo el monje? Hizo un pacto con un rey de cabello plateado que buscaría usurpar al líder. Y fue temprano una mañana, antes de que llegaran los guerreros, que el rey golpeó al monje. Una y otra vez. Entonces incriminaron al líder por el ataque. El líder fue encadenado y el rey de cabello plateado se apoderó del gremio.

—¿Y tú...? ¿El monje enano regresó al gremio?

—Con un par de beneficios —comentó Ethan suspirando.

—Sí, con beneficios —asintió.

—¿Por qué no les dices a todos lo que pasó? —preguntó Miguel.

—No quiere perder sus beneficios —dijo Sam levantándose.

—No —negó enseguida—. Yo... el monje lo devolvería todo si pudiera, pero el rey de cabello plateado casi mata al monje. Pudo haberlo matado. ¿Y por qué? Por poder. Así que, sí, el monje teme qué haría el rey para mantener ese poder. Creo que el monje... El monje solo quería reingresar al gremio porque pensó que podía ser... como un guerrero orgulloso y noble. Como ustedes, Halcón, Samantha, todos ustedes. Pero no es orgulloso ni noble. Y definitivamente no es un guerrero. Solo juega con ellos todo el día. El monje está asustado. No puedo. Lo siento.

—Ahora me siento mal —murmuró Ethan en voz baja.

—Genial —dijo Sam—. Gracias por nada.

Ethan se cruzó de brazos mientras veía como Cassie salía detrás de su hermana.

Sam arrastró a Ethan hasta la casa de Tory. No quiso decirle que estaban haciendo ahí pero tenía una idea.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó a la defensiva.

—Yo... —Sam vio la mano de Tory que estaba cubierta de sangre—. ¡Dios! ¿Qué te pasó?

—¿Estás bien? —preguntó Ethan un poco incómodo pero igualmente preocupado.

—No finjan que les importa.

—Mira, no quiero estar aquí —dijo Sam—. Estoy segura que Ethan tampoco. Pero si tienes problemas con Cobra Kai, estamos dispuestos a oírte. ¿Verdad, Ethan?

—Esto es muy raro pero si necesitas ayuda, vamos a ayudarte —asintió Ethan.

Tory entró al departamento seguida por los dos hermanos. Se sentó en el sillón, tomando la bolsa de hielo y poniéndola en su mano otra vez.

Ethan y Sam vieron un montón de restos de comida china y platos sucios por todo el lugar. Sin contar de que estaba todo muy desordenado, los basureros hasta el tope y... una camilla en una habitación.

Ahora se sentía un intruso.

—Quería ganar más que nada —dijo Tory—. Cuando me entregaron ese trofeo... fue el mejor momento de mi vida. Pero luego vi a Silver y al árbitro, y eso me mató. Me sentí un fraude. Quería vengarme de él. Por eso escuché a Kreese, pero me vi envuelta en más mentiras. Ahora mi vida es un infierno.

—No lo sabía —dijo Sam—. Pero ahora que lo sé quizá podemos ayudarnos. Intentamos hablar con Mantarraya. Básicamente admitió que Silver lo atacó. Pero teme ir a la policía.

—Sabía que Silver estaba involucrado, pero no que lo había hecho él.

—No me sorprende sinceramente —dijo Ethan abrazándose a si mismo—. Pero no podemos probarlo.

—Si pasó en el viejo dojo, tal vez podamos —dijo Tory.

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