ᘛ 07. ❝ 𝗿𝘆𝗼̄𝗺𝗲𝗻 𝗮𝗻𝗱 𝘄𝗮𝗻𝗼 ❞

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ᘛ 07 : : CAPÍTULO SIETE


i. RYŌMEN Y WANO



LA VISIÓN BORROSA Y UN LEVE DOLOR EN LA CABEZA SON LAS PRIMERAS COSAS que Aegan nota cuando recobra el sentido. Cuando la visión por fin se le aclaro por completo se dió cuenta que se encontraba en una especie de habitación totalmente blanca y a su alrededor estaban los demás tripulantes de los Sombrero de Paja los cuales como el también están amarrados con sogas como si fueran rehenes que han sido apenas capturados. La idea encendió su cerebro y comenzó a unir cabos hasta dar con una sola conclusión. Alguien quería dañar a los piratas y por eso habían recibido la misteriosa llamada se habían esperado del capitán mientras ellos están metidos en aprietos. Seguramente le pedirán algo al capitán para poder salvarlos si es que es así.

El chico pensó en que talvez fue una mala que lo ayudarán. Se había metido en un grave aprieto del cual puede que no salga vivo. O le falte alguna extremidad vaya la redondancia.

Rodo un poco en el suelo los nudos de las cuerdas eran tan mal hechos que con un poco de forcejeó logro quitarse las cuerdas de encima. Tampoco es como si con un poco de fuerza no lo hubiera hecho en lo que el se quitaba las demás cuerdas, los que faltaban comenzaron a despertar poco a poco.

Se acercó a Nami quien estaba sentada.

──déjame ayudarte.── le dice con una sonrisita divertida.

A Nami no le gusto ese gesto.

Los ágiles dedos del pelirrosa comenzaron a quitar los nudos con facilidad y a propósito también tocó algunos lugares clave en el cuerpo de la pelinaranja. En un primer encuentro había memorizado esos puntos erógenos.

Nami le dió una mala mirada.

──no me mires así.── le sonríe con inocencia.

──deja de tocarme entonces.── le reclama.

──es imposible para mí conejita me encanta ver cómo reaccionas ante mi toque.

Nami quiso golpearlo pero no pudo. Si hubiera sido Sanji el que se lo dijera este ya estaría en el suelo adolorido pero se trataba de ese lindo chico y no podía golpearle por mucho que quisiera.

Puso los ojos en blanco.

Aegan siguió manteniendo esa sonrisa en el rostro.

──ya no te enojes.── murmura dejando un beso en la mejilla de ella.

──no hagas eso.── reclama de nuevo con un puchero.

──no hice nada malo.── aclara ayudándola a levantarse.

Por la fuerza que tenía fue fácil levantarla sin hacer mayor esfuerzo. Acomodó el cabello de la chica y luego le dió su espacio dando un par de paso a un lado.

──bien ahora en que nos metimos.── masculla Nami viendo a su alrededor.

Se encontraban en una habitación con bastante espació sus demás compañeros ya habían despertado y liberado de las cuerdas. Había una gran puerta al frente de ellos y parecía que estaban solos o al menos eso parecía.

──creo que nos secuestraron.── comenta Aegan metiendo las manos en sus bolsillos.

──no me digas cabeza de chicle.── masculla Sanji con sarcasmo.

Aegan pone los ojos en blanco.

No respondería a lo que el cocinero decía solo sería alargar la discusión.

──dejen de discutir y piensen en una forma para salir de aquí.── los reprende Nami.

──como tú órdenes mi bello cisne.── dice el cocinero quien se encamina a la unica puerta que hay.

Por el momento todo se veía tranquilo y no había nada inusual hasta que una voz desconocida comenzó a hablar en el fondo de la habitación.

La voz hablaba acerca de que debía de buscar las otras partes de su cuerpo o algo por él estilo.

Nami fue la que se acercó y encontró lo que estaban buscando. Lo que encontró la asustó un poco ya que habían varios trozos tirados por el suelo. Habían ojos, una nariz, una boca y lo peor es que tenía vida.

──¿que es eso?── pregunta Aegan viendo esas partes tiradas.

──no lo sé.── responde ella viendo con desagrado la cabeza.

──me parece que es un rompecabezas o algo así.── opina el esqueleto.

──uhm a ver.

Aegan se anima y se acerca a recoger los trozos de vida poco a poco los fue conectando entre si hasta que logro armar una cabeza. La cual dejo en el suelo y comenzó a decir varias cosas que no entendían.

La cabeza dejo de hablar cuando se dedicó a observar con atención al chico que tenía al frente.

──Ryōmen, ¿que haces aquí? vestido de esa forma y fuera de Wano.── habla la cabeza sacando de sus casillas a Aegan.

──¿cómo dices?── cuestiona sin entender.

──Ryōmen deja las bromas no es momento tenemos que buscar Momonosuke.── repite.── además que disfraz tan tonto. El rosa no es un color que un samurai deba llevar.

Aegan parpadeo más confundido que antes.

──creo que te estás confundiendo de persona, mi nombre es Aegan no Ryōmen.── aclara el muchacho.── y no tengo idea de lo que me estás diciendo.

──ah ya lo entiendo finges para que estos no se enteren.

Aegan iba a contradecirlo pero Nami se le adelantado a las cosas.

La navegante un poco irritada tomo la cabeza del suelo y comenzó a sacudirla sin piedad alguna.

──ya te dijo que el no es ese tal Ryōmen.── articula sin dejar de sacudir la cabeza.── deja de molestarlo.

──esto es una falta de respeto a un hombre como yo.── articula la cabeza como puede al ser sacudida y maniobrada a cualquier antojó.── una mujer no debería faltarle al respeto a un samurai.

──cállate cuando dejes de molestarlo voy a dejar de sacudirte.── amenaza ella pellizcando en el procesó.

──Nami, Nami nena tranquila.── interviene el muchacho un poco preocupado por lo que ella hacía. La joven se quedó estática.── vale ya no le hagas nada, no tiene la culpa.

──¿cómo fue que me dijiste?── pregunta girando la cabeza en dirección a él.

──eh solo te dije Nami.── responde tratando de hacerse el tonto.

──no dijiste otra cosa.── asegura.

Aegan le sonríe un poco y eso basta para que los pensamientos de la pelinaranja se desviarán a las maripositas que aparecen cuando él le sonríe.

──ahora dame la cabeza.── le pide amablemente tomado la cabeza de las manos de ella.

Nami se sonrojo bastante y no puso objeción alguna se toca las mejillas al sentirlas muy caliente e intenta no parecer tan obvia.

──esa mujer es una locura.── habla la cabeza.── gracias por haberme salvado Ryōmen.

──ya te dije que no soy ese.── aclara cansando.── pero dime algo ¿habías dicho Wano?

──shh no lo digas muy alto pero si eso fue lo dije.── afirma.

Aegan toco su mentón con la mano que tenía libre. Si tan solo pudiera recordar con claridad las direcciones que habían en ese papel que Caleb le había dado las cosas serían más sencillas.

Dió un par de vueltas en su eje a modo de recordar o al menos darse una idea pero su mente había quedado en blanco. Nisiquiera recordaba las iniciales o algo parecido solo veía el recuerdo borroso de un papel; y ya.

──deja de jugar con esa cabeza y ayudame cabeza de chicle.── reclama Sanji que seguía golpeando la puerta.

──¿yo? ¿por qué? tu compañero literalmente es un cirborg. Puede volar esa cosa en pedazos.── masculla.── además estoy ocupado en este momento.

──que vengas ayudar.── repite.

De un momento a otro Sanji y Aegan se habían acercado con miradas amenazantes gruñían y se amenazaban entre si.

──BASTA.── grita Nami al interponerse entre los dos.── Sanji déjalo sino es con Zoro es con Aegan. Y tú no le digas el juego.── les dice a ambos dándoles una mala mirada.── mejor piensen en como vamos a salir de aquí.

Mientras esos tres arreglaban las cosas Franky decidió poner manos a la obra y probar una nueva mejora que había implementado en su cuerpo robótico.

Fue cuestión de minutos para que la puerta cayera causando un enorme alboroto que seguramente escucharon por todo el establecimiento.

──ya se abrió.── informó el esqueleto pasando a lado de ellos.

──ya viste no me pude lucir.── acusa el rubio al pelirrosa.

──¡yo! nadie te mando a joder.── recalca el otro.

──¡QUE SE CALLEN!── exclama la joven dándole un golpe a cada uno en la cabeza.

Ambos chicos se soban el área afectada por el golpe de mujer mientras se quejan y piden una disculpa. Caminan hacía la salida con Nami yendo detrás de ella como si fuera su madre cuidado de que sus hijos no se golpeen entré si.

Antes de cruzar por la puerta la cabeza parlante que Aegan había construído comenzó a gritarle de nuevo al pelirrosa con ese nombre que desconocía.

──RYŌMEN ESPERA NO DEJES A TU AMIGO AQUÍ.── grito la cabeza.

Aegan detuvo su andar.

──no piensas traerlo o si.── dice Nami parada detrás de él.

──no lo sé.── admite. Confundido sentía que debía de llevarlo en el fondo creía que sería de ayuda.── creo que deberíamos de ayudarlo talvez sea de ayuda. Puede guiarnos para saber la salida o en último caso saber quién nos secuestró.

──está bien si eso crees.

Aegan regreso sus pasos y decidió irse de nuevo hacia la cabeza parlante cuyo nombre no sabía.

──no voy ayudarte porque quiera pero algo me dice que serás útil.── ataja cuando levanta la cabeza del suelo.── ahora dime todo ¿que te paso?

──¡oh! es cierto tengan cuidado hay un tipo que corta a las personas por la mitad y una mujer que hace fantasmas.── recalca al recordar los rostros de esas monstruosidades.── el camino puedo guiarlos pero deberán ayudarme a encontrar a Momonosuke.

──vale vale no sé si creerte todas estas cosas.── admite confuso. Piensa un poco más acerca de lo que haría.

──Ryōmen.

──¡que no soy ese!── exclama fastidiado.── no se porque me confundes con ese tipo pero no lo soy.

Antes de seguir a los Sombrero de Paja Aegan se detiene unos minutos viendo a su alrededor y a la cabeza parlanchina.

Aprieta los labios un poco inquieto con saber más acerca de ese curioso nombre que había escuchado anteriormente. Si tan solo pudiera recordar.

──te propongo un trato. Te ayudo a buscar a ese tal Momonosuke a cambio vas a decirme más acerca de ese lugar llamado Wano.

──un samurai no necesita de la ayuda de nadie.── niega la cabeza.── además eres muy parecido a Ryōmen.

──en primer lugar ¿quien ese ese tal Ryōmen?── pregunta intrigado.

La cabeza en sus manos hizo muecas raras contrae las cejas y saca la lengua un poco. Cómo habitante de Wano no podía confiar en cualquier individuo de fuera peor estando en una situación como en la que se encuentra.


──Menshikov Ryōmen, conocido en Wano como el rey de las maldiciones. Es un samurai de gran poder.── explica.── es tan poderoso como el gran Oden es uno de los samurai más fuertes que existe aún.

Ante la explicación Aegan parpadea un poco sin entender que tenía que ver él con ese personaje tan importante.

Cabe aclarar que el muchacho es solo un humano que nació en una de las familias más problemáticas del nuevo mundo. Que a consumido una fruta del diablo que parecía maldición y el que fuera un buen espadachin no significaba que tuviera un nivel tan avanzado como el de un samurai.

──vale entonces ¿por qué me confundes con ese?── cuestiona.

──es simple el parecido que hay entre los dos. Puedo jurar que eres Ryōmen pero con el cabello rosa.

──te aconsejaría utilizar lentes.── ladea la cabeza viendo por la esquina aparecer a Nami.── luego me cuentas más sobre ese Ryōmen y Wano.

──¡primero ayúdame a encontrar a Momonosuke!── exclama cuando ve que este empieza a correr.

El muchacho deja de lado las palabras del tipo y corre rápidamente hacia Nami quien a mitad de camino se queda parada al verlo ir hacia ella.

──pensé que te habías perdido.── admite tratando de no verse muy preocupada.── menos mal logré encontrarte. Tenemos que irnos ya Aegan unos tipos de trajes amarillos nos están buscando.

──lo siento.── se disculpa al percibir la preocupación de ella.── no volveré a quedarme atrás iré siempre detrás de ti.

──solo no te separes más.

Tras esa pequeña charla una vez más ambos empiezan a correr en la misma dirección en la que había llegado Nami.
























jane's note's

crece la tensión entre ellos sjsjs

bueno- revelamos un posible origen del padre de Aegan, interesante ¿no?

que podemos decir Big Mom le gusta meterse con todo no perdona JSJSJSKS

¿que creen que pase?

¿les gusta hasta el momento?

¿alguna teoría?

hasta la próxima¡<3

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