Jadis se iba acercando lentamente, mientras las Brujas empezaban a ponerse nerviosas, ya que todas ansiaban poder ser invencibles.

Al ver a Jadis frente a ella, Alana vio en su mirada no a la Bruja que mato a su familia, sino, a su hermana mayor, Evangeline. La Narniana sabia que la primogénita de su familia, luchaba, no solo por el dominio de su cuerpo, sino, para evitar presenciar y matar a su hermana.

Justamente, cuando Jadis planeaba clavarla el cuchillo en el abdomen, Sky apareció atacando a la Bruja, Jadis cayó del altar  perdiendo la espada y el cuchillo, mientras que Alana seguía forcejeando con las esposas, las cueles la cortaban cada vez más.

Lucy corrió hacia ella, liberando a Alana de las esposas, la Narniana sonrió mientras miraba los cortes, la sangre no dejaba de salir, y eso la preocupaba bastante.

Alana miró a Shiary y corrió hacia ella mientras su respiración se aceleraba. La Narniana no se percataba de lo que estaba sucediendo, ya que únicamente tenia su mirada puesta en la Elfa.

A su alrededor, las Brujas Guardianas, junto al resto de Guardianes y los reyes de Antaño, luchaban contra las Brujas, aliadas de Jadis, y contra los Fuegos Faustos.

Alana corrió hacia Shiary, junto a Lucy, ambas se arrodillaron junto al cuerpo sin vida de la Elfa, Lucy con rapidez cogió su frasco y le dio de beber a Shiary, pero no despertaba, lo que alarmó mas a ambas.

-¿Porque no funciona?- Preguntó Lucy desconcertada.
-Esa pócima tuya no sirve.- Rió Jadis.

Alana se dio la vuelta mirándola con una expresión de odio, su rostro estaba húmedo a causa de las lágrimas, pero sus ojos comenzaban a manar odio.

La Narniana se puso de pies caminando hacia Jadis, lentamente las Brujas Guardianas y los Fuegos Faustos dejaron de luchar, y observaron como la melena castaña de la joven comenzaba a volverse rojiza, el resto de Guardianes también se detuvieron, mientras que las Brujas caían de rodillas al sentir el miedo.

Lentamente, Jadis retrocedía, sentía miedo, algo que ni con Aslan habían sentido.

-¡Pagaras!- Grito Alana enfadada.

Al gritar, su pelo fue envuelto por las llamas, y su bronceada piel fue sustituida por finas venas rojizas, las cuales parecían ser fuego y el traje que se había puesto, fue sustituido por un vestido de tonos anaranjados.

Jadis la ataco con un rayo de hielo, a lo que Alana respondió parándose, haciendo que el rayo se deshiciera a causa del calor.

-Es imposible.- Alego Jadis asustada.
-¿Asustada?- Preguntó con maldad Alana.
-¿Yo? ¿Asustada de una niña como tu? Eres igual de patética que tus padres o hermana. Y no hablemos de Aslan, ¿a quien se le ocurre entregarse por un niño que a traicionado a sus hermanos?- Rió ella acercándose.
-Ellos no son patéticos, ellos han sido los causantes de tu miedo. Temes volver a ser derrotada y humillada, pero esta vez, no por cuatro chicos que encontraron Narnia por casualidad, sino, por una chica a la cual sacas bastantes años.- Rió Alana, mientras el resto de Brujas Guardianas se acercaban a ella.

El resto de Guardianes se escondieron, junto a los reyes de Antaño, y los cuerpos de los sacrificios, que Jadis, había usado para el hechizo.

-¿Que esta sucediendo?- Preguntó Caspian con temor y curiosidad.
-Van a despertar el elemento del fuego, es peligro estar ahí afuera. Ya que podemos salir todos heridos, incluido ellos.- Explico Valería mirando a los reyes de Antaño.
-Os dije que no debíamos de confiar en los Guardianes del Fuego, son unos traidores.- Alegó una Ondina de pelo rubio.
-Son nuestros compañeros, además, las Brujas no nos han dado la espalda de momento. Y sin ellos, el equilibrio desaparecería.- Respondió Isabella molesta.
-¿Por cuanto tiempo? Has visto a esas de ahí, son Brujas que practican la Magia Negra, la magia mas prohibida. ¿Cuanto tardarán en traicionarnos o en intentar destruir Narnia? Todos sabemos que si la nieta de Aslan muere, Allende regresara y nos matara a todos. Propongo desterrar a las Brujas.- Prosiguió otra Ondina.
-Es imposible. Solamente Aslan o un Elemental puede hacer eso. ¿Sabeis lo que puede desencadenar eso? No solo un desequilibrio, sino, destrucción, guerras y mas muertes. ¿Queréis de nuevo una guerra?- Alego Valería molesta.
-Podríamos hablar con Alana, ella es la Elemental, y junto a Aslan, la única que puede decidir eso.- Añadió Sam defendiendo a sus compañeras.

Mientras, en el exterior, Alana miraba fijamente a Jadis, en la mirada de la Bruja era gélida y fría, apenas había rastro de vida, mientras que en la de la Narniana estaba llena de rencor y odio.

-¡Invocamos el elemento del fuego, aquél que abrasa y destruye a la Magia Negra!- Gritaron al unisono los Guardianes del Fuego.

Las Brujas practicantes de la Magia Negra, junto a los Fuegos Faustos contraatacaron, creando un impenetrable escudo.

Alana observo el hechizo, y dio un paso adelantándose, miro a Jadis fijamente y vio a su hermana.

-"Recuerda el hechizo, estamos unidas".- Dijo Evangeline.
-¿A que te refieres?- Pregunto desconcertada Alana.
-Uní mi alma a la tuya, si tu mueres yo lo haría definitivamente, si yo moría tu recibirías mis conocimientos.- Explico Evangeline. -Se, que lo que te pido es arriesgado y peligroso.- Añadió su hermana.

Alana sonrió y cogió su espada, la cual había recuperado hacia unos minutos. La Narniana la dio la vuelta, y apunto al filo a su abdomen, Alana miro a Jadis con los ojos húmedos y con lágrimas en ellos, después se introdujo la espada en el abdomen. Todos gritaron al ver caer a Alana y a Jadis.

-¿Como es posible?- Pregunto ella mientras su blanco vestido se manchaba de sangre.
-Mi hermana y yo estamos unidas, si ella muere por completo me daría sus conocimientos, si yo moría ella lo haría. Estas en su cuerpo.- Respondió Alana cayendo muerta sobre el suelo.

Las Brujas corrieron hacia Alana, mientras el fuego lentamente desaparecía.

Isabella se percató de la baja de la temperatura, la Gárgola se acerco a la salida y vio a Alana en el suelo.

-¡No!- Grito ella corriendo hacia la Narniana.

Todos miraron desconcertados a Isabella y la siguieron. La Gárgola llego hasta donde Alana estaba y la dio la vuelta, observando como su rostro había palidecido, y sus ojos estaban cerrados. En su abdomen había un profundo corte del que seguía manando algo de sangre.

Lucy corrió hacia Alana, e intento darla de beber, pero no funciono.

-¿Porque no funciona?- Preguntó ella con lágrimas en sus ojos.
-Tu liquido no sirve en Guardianes, Brujas y seres que son elegidos para sacrificios de Brujas.- Explicó Valería arrodillándose junto a su hija.

Al escuchar aquello, el silencio se hizo por completo, nadie dijo nada, ni tampoco sabían que decir, puede que Alana hubiera matado por completo el cuerpo de Evangeline, pero no había destruido por completo a Jadis, y eso era su problema, ahora nadie podría detenerla.