Jihae sabía que estaba mal ignorar a alguien, pero no lo podía evitar. Sentía vergüenza al ver a Namjoon, aún más después de involucrarse con él en la after party de los Grammys, Ahora, en el departamento del mayor, la tensión entre ambos era palpable.

— necesitamos hablar, Jihae — La voz de Namjoon sonaba firme, pero también cargada de emoción

— no tengo nada que decirte, Namjoon. Déjame en paz. —  intentó sonar decidida, pero sus palabras temblaban

Namjoon se acercó más a ella, sus ojos buscando los de Jihae con determinación.

— No podemos seguir así. Lo que pasó entre nosotros en la fiesta... — Namjoon parecía luchar por encontrar las palabras adecuadas— no podemos seguir fingiendo que no pasó nada

Jihae lo miró con desafío, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Sabía que lo que habían compartido aquella noche era peligroso, pero no podía evitar sentirse atraída hacia él.

— No deberíamos haberlo hecho, eso fue un error, Namjoon, y no puede volver a pasar — Jihae hablaba con determinación, pero en su interior sabía que estaba mintiendo

Namjoon la tomó del brazo suavemente, buscando su mirada con intensidad.

— Lo sé, Jihae. Pero no puedo sacarte de mi cabeza. No quiero que esto termine así

Jihae se apartó bruscamente, sintiendo una oleada de emociones contradictorias. Sabía que lo que sentía por Namjoon era peligroso, pero no podía evitarlo.

— Esto no puede continuar, Namjoon. No podemos seguir así. — Jihae intentaba convencerse a sí misma más que a él

Namjoon la miró con tristeza, como si supiera que sus palabras eran en vano.

— Entonces, ¿ qué vamos a hacer al respecto ? No podemos seguir escondiéndonos de todos

Jihae suspiró, sintiendo que la situación se le escapaba de las manos. Sabía que lo que decidiera a continuación cambiaría todo entre ellos. Sin pensarlo dos veces, se acercó a él y lo besó con pasión, dejando claro que, aunque intentara negarlo, lo deseaba tanto como él a ella.

— No podemos seguir así, pero no podemos dejar que nadie se entere de esto, Namjoon. Nadie puede saberlo. — Jihae hablaba entre besos, con la certeza de que estaban cruzando una línea peligrosa

Namjoon la rodeó con sus brazos, correspondiendo al beso con la misma intensidad. La sensación de peligro se mezclaba con la emoción de lo prohibido, y ambos sabían que estaban en un terreno peligroso, pero en ese momento, no les importaba. Solo existían ellos dos, y el mundo exterior quedaba suspendido en un limbo incierto.

Cada beso era más intenso que el anterior, cada caricia más urgente, se perdieron en la pasión del momento, dejándose llevar por la atracción que los consumía. Ninguno de los dos quería pensar en las consecuencias de lo que estaban haciendo. Solo querían estar juntos, al menos por un instante más.

finalmente, se separaron, respirando agitadamente mientras se miraban a los ojos. Sabían que lo que acababa de suceder cambiaría todo entre ellos, pero en ese momento, no podían preocuparse por el mañana. Solo querían vivir el presente, aunque fuera por un breve y peligroso instante.