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CAPÍTULO DOS
FALLING FOR YOU
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RODO LOS OJOS por décima vez en todo ese rato sin dejar de mover frenéticamente su pie. La secretaria del director le había dicho que no tardaría más de diez minutos en recibirla, y ya tenía sentada en aquella la sala de espera como unos treinta minutos y el aburrimiento se apoderaba de ella.

Hasta que otra persona era introducida a aquella habitación a la fuerza y con muchas réplicas las cuales fueron ignoradas y fue sentado a su lado.

Alex lo miró y rodó los ojos fastidiada.

La profesora que lo dejo ahí por las malas no dijo nada, solo dedicándole una mirada dura a ambos estudiantes la cual el chico respondió con otra molesta mientras que Alex trato de ignorarla con su goma de mascar.

En fin, Alex sufría de tal manera ya que su profesor de ciencias sociales se le ocurrió hacer un proyecto multicultural y ahora toda la clase debía hacer una feria de países y no estaba para nada contenta con el lugar que le tocó exponer. Digo, amaba el lugar y su cultura, el problema era la vestimenta más característica de aquella nación la cual tenía mucho que ver con el gran carnaval anual que se festejaba ahí.

Después de segundos de completo silencio —a excepción de su pie tamborileando—, prefirió hablar con el ser humano que la molestaba solo con su existencia que seguir muriendo de aburrimiento.

— ¿Por qué me seguiste? — pregunto con voz neutra aun viendo hacia el frente.

Luke rodó los ojos, como si todo se tratara de ella.

— Deberías agradecerme, continúe con tu revolución. — bramó también sin verla — No me gusta la idea de representar India, no traeré vestido. — se cruzó de brazos y se hundió en su asiento.

— ¿Acaso ya viste algo de ropas comunes de Brasil? —exclamó ofendida — No vendré casi desnuda.

El se rió por lo bajo.

— Creo que ni para los hormonales de segundo año sería algo lindo de ver. — Alex lo miró boquiabierta y luego le dio un golpe en el estómago sofocándolo.

— Estúpido.

El pecoso intentaba dar bocanadas de aire pero dicha acción le dolía y todo esto ocurría bajo la atenta mirada en llamas de la castaña a su lado.

— Pase señorita Harrington. — llamó el director desde su oficina.

Alex miró por última vez a Luke el cual a pesar de su falta de aire intentaba reír por su broma subida de tono.

— Me vengaré por eso animal.

Y la risa del pecoso cesó.

💕

El día de la feria llego y Alex estaba sumamente nerviosa. Su papel de chica mala se vino abajo en un dos por tres.

Vestía con un pañuelo amarrado por la parte delantera como un top que cubría más de la mitad de su torso solo dejando ver una parte de su ombligo, una falda hasta las pantorrillas con muchos olanes y abierta en forma de triangulo por el frente y como la cereza del pastel, en la cima de su cabeza tenía una tipo toalla-sombrero que cubría todo su cabello. Parecía un guacamayo —palabras de ella misma— y el color que más resaltaba era el amarillo luciendo a su parecer más ridícula.

Su madre — a duras penas — pudo maquillarla solo un poco, solo para resaltar su belleza natural.

Alex no tenía baja autoestima ni era introvertida, sabía lo que tenía, solamente que no le sacaba el suficiente provecho como las chicas populares que amaban el rosa en su escuela.

Aun era muy chica para decir que tenía "buen cuerpo" pero por su genética y actual complexión sabía que lo tendría en un futuro no tan lejano. Y hasta tenía lindo rostro, no se consideraba una Adonis femenina pero tenía lo suyo.

No le gustaba mucho ese tema. Su madre literalmente la obligó a usar aquel atuendo, ella quería algo más discreto pero no ocurrió tal cosa.

Creyó que estaría bien, llegó a la escuela con dicho traje y muchas miradas de pubertos de catorce años con hormonas alborotadas se le quedaron viendo demasiado para su gusto. Al parecer a ninguno le importo que justo el mes pasado envió a un chico a la enfermería solo por intentarle hacer una broma de "cartas de enamorado".

Pobre Luke, seguro le movió varias pecas de la nariz.

Así que por lo cual se puso una bata que traía de repuesto y estuvo así todo el rato que preparaba su puesto con ayuda de su mamá, que siendo sinceros no le había quedado tan mal como ella esperaba. Era un proyecto final, el verano pronto llegaría y no le gustaba la idea de tener que ir a la escuela de verano por lo que había puesto todo su empeño en su estación y su madre siendo buena en la manualidades le hizo un gran arreglo a todo lo que había hecho.

Cuando los jueces pasaron a calificarla, el pánico la consumió, en ningún momento dejó ver su traje de carnaval y la mayoría de lo que había estudiado para exponer se le olvidó. Y todo gracias a la atenta mirada de varios de sus compañeros e incluso varios de otros cursos, le incomodaba mucho.

Al menos se sintió un poco mejor al saber que no fue la única que hizo el ridículo esa noche.

El pecoso de sus pesadillas habló muchas incoherencias sobre India, la mayoría no las recuerda pero la que más se le quedó grabada es que para empezar si fue vestido de mujer. Y al final que hizo un baile "típico" de India, fue todo tan extraño pero al ultimo su hermano — era raro llamarlo así — Ravi subió a ayudarlo pero igual en el baile Luke tomo el rol de mujer.

Por otro lado Henry tenía expectativas más altas de su amigo. No quería ir un sábado a la escuela a ver proyectos pero de tanta insistencia de Luke y un soborno proveniente de Taco Bell lo hizo tomar la decisión de ir.

Quién diría que su vida y percepción de la peor enemiga de su mejor amigo cambiaría por completo.

Cuando finalizaron todas las presentaciones y anunciaron al ganador (el cuál fue Italia) dio un paseo por los pasillos llenos de padres en la espera de sus hijos mientras él hacía tiempo para que Luke se cambiará ya que de ahí pasaría la niñera del antes nombrado para llevarlos a casa y ese día se quedaría en su hogar, algo muy común para ambos.

Hasta que de un momento a otro recordó un un "asunto" que dejó pendiente el día anterior. Fue a su casillero ya que había olvidado un sándwich dentro de él y no quería que para el lunes esté apestara.

Ya en su locker, busco entre sus cosas y sonrío cuando sintió la blanda textura pero cuando lo sacó completamente y observó que el pan ya presentaba inicios de hongo hizo una mueca de asco.

— Supongo que ya no te podré comer — dijo con pesar e iba a tíralo al bote de basura pero una persona muy alta se interpuso en su camino.

Trago duro al reconocerlo.

— H-Hola... Gale — intentó con todas sus fuerzas no rascarse los brazos debido a la reacción nerviosa que el chico le causó desde el año pasado.

Henry sabía perfectamente porque el mayor estaba molesto, no esperaba menos, pero si creyó que lo podría evitar al menos hasta que fuera la graduación de secundaria... o que lo echaran.

— ¿Fueron ustedes verdad? — preguntó serio.

Gale tenía una gran ira contenida pero había aún varios papás por los pasillos, muchos testigos, aún así no podría estar más jodido.

— No se... — a Henry le tembló la voz pero inmediatamente carraspeó — de que hablas.

— No te pases de listo Hart. — lo tomo del cuello de la camisa y lo azoto contra los casilleros — Tu y tu amiguito me acusaron con el director... — Lo miró furioso — ¡Me expulsaron! ¿¡Cómo crees que estoy!? ¡¿Eh!?

Henry temía. Los pocos familiares de sus compañeros hicieron oídos sordos a los abusos de Gale y desaparecieron del corredor como si nada.

Era verdad, dejaron en el olvido el asunto de Ravi y muchas otras cosas pero hubo algo que no podía dejar pasar por alto.

Por lo mismo de que eran fechas de proyectos finales, Henry tenía que entregar un importantísimo trabajo para química y digamos que ese profesor no era muy flexible del todo por lo que no aceptaba imperfecciones, retardos o excusas. El fue muy meticuloso a la hora de hacerlo y su set de reacciones había quedado perfecto. Pero, el día de la entrega justo a Gale se le ocurrió hacer de las suyas e intercambio los tubos de ensayo de Henry haciendo que las reacciones planeadas no sucedieran, gracias a una fuerza mística o simplemente suerte no paso a mayores causando una explosión en el laboratorio de química.

Antes de cometer la idiotez de delatar a Gale intento rogarle de mil maneras al profesor de que lo dejara repetir la entrega pero este no accedió y no le quedó de otra más que decir la verdad muy a pesar del miedo que le tenía al chico.

Claro que con ayuda de Luke habían recolectado testigos para que su historia fuera creíble y esta vez la señora de la cafetería si quiso hablar.

— Pues no luces muy feliz que digamos... — dijo nervioso tratando de soltar una broma que alivianara el ambiente más eso sólo hizo empeorarlo.

— No eres gracioso, Hart — Lo volvió a azotar con las puertas de metal haciendo que se incruste una mueca de dolor en el rubio — ¿Sabes que si lo será? — preguntó retóricamente — Mi puño en tu cara.

Henry — aún adolorido— cerró los ojos en espera de un golpe que jamás llegó.

Después de varios segundos los abrió algo tímido encontrándose con su salvadora.

Alex Harrington había detenido el puño que se dirigía al rostro del rubio.

Claro que Gale al ver que la chica tenía intenciones de interponerse había disminuido su fuerza haciendo posible la tarea de detenerlo en el aire, de otra forma no hubiera podido con la fuerza del castaño y no solo Henry hubiera tenido el ojo morado hasta que las clases concluyeran definitivamente.

— ¿Qué demonios es lo que te pasa? — con dicha frase por parte de la chica fue suficiente para que Gale desviará por completo su atención hacia ella lanzando al suelo a Henry sin ningún cuidado.

Al castaño le ponía nervioso todo lo que ella hiciera. Aún de cierta forma la quería, ese último semestre fue más difícil olvidarla y su indiferencia y malos tratos solo hacían que se aferrara más a ella.

— No es tu asunto, Alex. — respondió seco tratando de no dejar ver lo mucho que le afectaba la castaña.

— Es mi asunto si yo quiero. — dijo firme — Además, no iba a dejar que golpearas a más personas, pueden - — no terminó la frase ya que el chico la interrumpió.

— ¿Qué? ¿Expulsarme? — preguntó irónico — Es tu día de suerte Harrington, me voy de Walden.

Sin decir nada más solo dio vuelta y se fue molesto y abatido. No quería seguir en ese lugar.

Alex no sabía cómo sentirse al respecto, la noticia le cayó como balde de agua fría tomándola desprevenida, lo único que atinó a hacer fue suspirar.

No soportaba la actitud del chico con las otras personas, pues a pesar de cometer muchas maldades al igual que ella, él lo hacía con maldad pura además de propiciar golpes que dejarían marcas feas, pero en si el nunca fue malo con ella, todo lo contrario, se la pasaban bien juntos. Hacían bromas a los demás y entre ellos. Casi podría decir que era ella pero con miembro masculino en sus momentos buenos.

Sacudió la cabeza alejando todos esos recuerdos y giro en busca del rubio que fue lanzado por los aires momentos antes.

Lo vio acostado fingiendo estar "muerto" al igual que uña zarigüeya en medio de la carretera. Ella se quitó su molesto sombrero y se arrodilló junto a él.

— Oye... ¿estas bien? — preguntó insegura por el tono que debería usar. No era una pregunta que saliera frecuentemente de sus labios.

El chico en cambio abrió un ojo asustado.

— ¿Se fue? — Ella sin evitarlo soltó una risa algo corta.

— Si, no hay muros en la costa.

Cuando el niño abrió los ojos completamente sintió que estaba en presencia de un ángel.

La castaña estaba más linda de lo normal, había algo que resaltaba en su rostro, no podría identificar qué pero por alguna razón la miró más hermosa de lo que alguna vez la vio. Su cabello, wow, estaba despeinado pero le caía por los hombros de forma perfecta y la luz a sus espaldas hacían el momento más de película.

Todo estaba perfectamente acomodando para que el perdiera la cordura en ese momento.

Sabía quién era, la conocía perfectamente.

Y no le gustaba.

— Okey, siento que ya hice mucho por ti hoy. Sino reaccionas en unos minutos, no te preocupes alguien se dará cuenta de que algo anda mal. — Dijo sarcástica con una sonrisa haciendo que el chico salga de su ensoñación y ría un poco nervioso.

Se puso de pie y lo ayudó a levantarse también.

— Bien Henry, tengo que irme. Hasta luego — Le dio un pequeño beso en la mejilla en forma de despedida y se fue.

Su mamá ya estaba en el auto ella había regresado por algo de su escenografía que olvidó y fue cuando se encontró con la escena de Gale y Henry.

Ya en el estacionamiento fue cuando se dio cuenta de lo que había hecho.

Se detuvo abruptamente y se tocó la mejilla.

— ¿Yo lo... agh — Hizo una mueca de asco.

Demonios, ni cuenta se dió, le salió tan natural. Ella no era para nada así y si alguien se enteraba destruiría su reputación. Tendría que hablar con ese chico Henry después.

Mientras tanto dentro de la instalación el chico rubio aún veía embobado la dirección adónde se había ido Alex mientras tenía su mano en su mejilla.

— Wow — Fue lo único que atinó decir.

Se recargó en los lockers y se deslizó hasta quedar sentado.

Reflexionó lo qué pasó.

Iba a ser golpeado, ella lo rescató intercambiaron palabras y por un momento le pareció... linda.

Bah, no se engañaba ni el mismo, no fue solo un momento, ya no podía dejar de pensar en ella.

Pero no debía, había muchas razones por la que debería de alejarse de ella y ella de su mente.

— Ya termine. — de la nada salió Luke asustando a su amigo que pegó un brinco en cuanto lo escucho — Vaya viejo parece como si hubieras visto a Bertram en ropa interior. — rió de su propia broma pero al ver que su amigo no lo hizo se extrañó. — ¿Sucede algo?

— ¡No! — respondió el rubio extrañamente ansioso — Yo... iba a ver algo en mi casillero... ¿por qué no me esperas en la entrada? Ahora voy — Dijo rápido.

Luke noto raro a su amigo pero no creyó que fuera algo importante por lo que lo dejó pasar.

Levantó los hombros restándole importancia.

— Si quieres, si Jessie llega te marcaré. — Henry solo asintió.

El rubio observó alejarse a su amigo y suspiró aliviado de que no haya hecho preguntas.

Y ahí iba por el pasillo la principal razón por la cual no podría ver a la enemiga de su mejor amigo como algo más.

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