𝟏𝟗

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CAPÍTULO DIECINUEVE
FIRST DAY... AGAIN.
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         PRIMER DÍA DE escuela, otra vez. Agh, no tenía de otra, tenía que vivirlo, pero bueno, primer año de preparatoria es un paso muy grande, luego la universidad y ahora si, la libertad.

Bueno, tendría que buscar un buen trabajo y luego libertad... Dentro de su nuevo horario laboral, por supuesto.

Bufó cansada, sólo porque le había prometido a su padre tener una mejor actitud académica en esta nueva etapa estaba tratando de no ser tan negativa como acostumbraba pero ahora se daba cuenta que era más difícil de lo que parecía.

Alex siempre tuvo aquella fachada de niña mala, más su personalidad también atribuía a su mala actitud. No que fuera grosera las veinticuatro horas del día pero se consideraba a sí misma como alguien cerrada respecto a sus sentimientos.

Amaba la privacidad y lo que fuera a tener con alguien solo debía quedarse entre los dos, ni siquiera un tercer curioso. Además de tener un carácter fuerte e indestructible, no tenía espacio para sensibilidades. Claro que lo suyo con Luke se resumía a un muy pequeño grupo de personas, sus padres — a medias — y Jessie, nada más.

Más nunca estuvo preparada emocionalmente para lo que encontraría en el correo la primera mañana de preparatoria.

DEMANDA DE PENSIÓN
ALIMENTICIA
POR AMANDA NOVAK

Trago en seco y arrugo rápidamente aquel papel metiéndolo en su chaqueta de inmediato para terminar suspirando con pesar.

¿Qué rayos significaba eso?






💕





Todo el camino hacia la escuela tuvo un nudo en el estómago al igual que uno en su garganta.

Toda su vida creció entre leyes y esas cosas, estaba más experimentada que un estudiante de derecho en su primer año, entonces ahora — para su desgracia — sabía perfectamente lo que significaba aquello de la pensión alimenticia y todos sus variantes. Y, a menos de que su madre fuera lesbiana y de alguna forma lograra procrear con una tan Amanda Novak a la cual abandonó y dejó con el niño no veía a quien más echarle la culpa que a su padre.

Su maldito héroe.

Tenía que enfrentarlo si o si además de entregarle el sobre, sabía que si ignoraba los avisos por parte de la corte sería mucho peor para él.

Su semblante triste y furioso cambio a uno feliz de forma forzosa cuando vio al chico de millones de estrellas en el rostro esperándola en la entrada. Él achinó los ojos cerciorándose de que en realidad era ella y cuando lo hizo expandió su sonrisa y agitó su brazo haciéndose notar a lo cual ella rió divertida por ello pues Luke apenas y era visible entre tantos alumnos, la mayoría igual que ellos de nuevo ingreso.

El de rulos todo lo contrario a ella, esa mañana fue un manojo de nervios. Ni siquiera durmió en toda la noche y por la ansiedad que le causó el asunto de su noviazgo en la escuela junto con Henry desde las seis de la mañana se puso en marcha para prepararse a pesar de entrar a las nueve.

Todos en el penthouse se sorprendieron más ninguno hizo algún comentario, pues pensaron que era gracias al primer día de preparatoria mientras que Jessie tenía una idea de lo que ocurría siendo que era la única bajo ese techo que tenía idea de la fechoría que había hecho uno de sus niños.

Hubieron micro salidas con Alex las dos semanas antes del regreso a clases donde ambos adolescentes iban por un helado o simplemente al parque a charlar o incluso al cine; no se escondían más no eran los típicos enamorados que derrochaban miel a cada paso de daban.

La peliroja claro que hablo con él pelinegro varias veces pidiéndole que hablara con Henry y si era de verdad lo que sentía por Alex que fuera sincero con su mejor amigo pero obviamente la ignoro por completo y prefirió dejar todo en las sombras.

Si bien Alex no estaba segura de que Henry supiera de lo suyo con Luke sospechaba que si ya que para Luke era su media naranja, en amigo. Igual no salió en ningún momento el tema pero creyó que el trato en que habían quedado sobre no decir lo suyo en voz alta incluía a Henry pues para ella le pareció que Luke no quería que fuera incomodo para los tres cuando salieran juntos como antes.

Cuando estuvieron frente al otro se sonrieron mirándose a los ojos de forma simple pero profunda cuando en realidad querían saltar a los brazos del otro y llenarse de besos. Típico amor adolescente.

También resistieron a las feroces ganas de tomarse de las manos y simplemente entraron al gran edificio que sería testigo de toda su historia los próximos tres años.

Alex amaba a Luke por su inocencia, la forma en la que veía el lado positivo de las cosas y su gran forma de hacerla reír además de la seguridad con la que andaba por el mundo, era ideal, perfecto para ella.

Luke amaba a Alex por su forma de ser sin filtro ni prejuicios. Tenía clase y buen corazón —aunque trate de negarlo— pero a su vez ese lado rebelde y malo que lo atraía, justo de la forma que le gustaba. Lo que el necesitaba era una chica como ella. La verdad es que cuando ocurrió lo de su mamá aún se le dificultaba ver ese lado amable de la ahora pelinegra pero el que lo terminó por convencer de que este si existía y que Alex tenía buenas intenciones en el interior fue justamente Henry.

Sintió una opresión en el pecho repentinamente, el sentimiento de culpa aún no se iba, ni lo haría por un muy largo rato. Estaba mal lo que hizo y lo sabía, pero no podía parar.

Miró a su derecha y observó a la chica con una minúscula sonrisa — la cual regresó — ,queriendo tranquilizarse pero aquello sólo duró un segundo pues al distinguir una melena rubia muchos metros detrás cruzando por un pasillo mirando de forma concentrada lo que parecía ser su nuevo horario palideció e inmediatamente tomó a Alex para apresurar su paso y desaparecer de la vista de Henry.

Aún no era el momento.







💕





FLASHBACK

Sentía la fuerte oleada de aire por todo su rostro resecando sus ojos achinándolos pero siendo que Ray le pidió que estuviera atento hacia el intento por cerrarlos lo menos posible.

Un ladrón robo una joyería y escapó por los barrios más peligrosos y oscuros de la ciudad por lo que Kid Danger propuso usar el Man-coptero y así buscar al rufián por las alturas, esperaba que la persecución terminara pronto; ya pasaban de las diez de la noche y mañana sería su primer día de clases, no quería ser un zombie el resto del día, sobre todo en uno tan importante como lo era su entrada a la preparatoria.

— Ah... — suspiró soñador el adulto — Aún recuerdo mi primer día de escuela, obviamente fui popular casi de inmediato.

Henry rodó los ojos ante el egocentrismo de su jefe.

— ¿Hace cuanto fue? — preguntó burlón — ¿quince o veinte años?

Ray completamente ofendido hizo una vuelta peligrosa en el helicóptero con toda la intención de asustar al menor por la burla hacia su edad sacándole a Henry un gran grito de miedo.

— ¿¡Qué diablos te pasa!? — reclamó aún sorprendido con una mano en su pecho.

— ¡Tu sabes lo sensible que soy con mi edad!

El rubio lo miró con un tic en el ojo sin poder creerlo.

— ¿O sea que arriesgaste nuestras vidas por...?

El chico no completo su reclamo pues una oscura figura balanceándose por los edificios lo distrajo e inmediatamente al saber de quien se trataba torció los labios.

« Presumido » pensó con un deje de molestia.

— Quiero uno de esos, — demandó bajo la mirada confusa de su compañero — como los de Daniel.

Señaló al aire esperando que la vista vieja de Ray le permitiera ver aún en la oscuridad.

— ¿Qué? — el mayor frunció el ceño — ¿Un gancho volador? ¡Claro! Cuando sea rico igual que su padre. — exclamó en un tono celoso.

Definitivamente a los superhéroes no les caían bien los Castrell.

— Eres un tacaño. — miró mal al castaño.

— ¡No me baño en oro, niño!

Ambos bufaron y cambiaron la dirección de su vista al lado contrario pero ninguno podía estar en silencio tanto tiempo. Eso Henry se lo agradecía infinitamente a Ray. De forma indirecta, claro, el mayor hizo que el rubio dejara atrás los silencios incómodos y a ser más confiado con las personas a su alrededor, ahora era más común en el que soltara comentarios sarcásticos y fuera más abierto.

— Como sea, ¿y la niña que te gusta estará en la misma preparatoria?

El humor del adolescente cambió por completo al recordar a su adorada castaña y asintió frenético hacia el mayor.

— Si. — sonrió — Y este año si saldré con ella, ya verás.

— Eso decía yo de mi esposa.

Henry frunció el ceño.

— No estas casado.

— Exacto.

El menor rodó los ojos.

— ¡Ya veras que si!

— Atrápala con tu gancho volador.

Y con ese comentario por parte de Ray una discusión volvió a comenzar.


FIN DEL FLASHBACK


Gruño al recordar su conversación con Ray la noche anterior. Desde que le contó que no pudo alcanzarla en su casa y le dio pavor hablarle por teléfono en todo el verano, el castaño no dejó de molestarlo diciendo que no conseguiría nada con Alex, en broma, claro, o eso esperaba.

Miró a lo lejos a Alex la cual observaba un pizarrón con cosas ineligibles para el debido a su distancia y armándose de valor cerró los ojos y suspiró profundamente. Estaba bien que con la mayoría de las chicas perdió el miedo pero la que estaba a unos pasos frente a él lograba intimidarlo como ningún villano, aveces quisiera calmar las molestas mariposas en su estómago para poder hablarle como una persona normal.

Avanzó tres pasos pero de inmediato los retrocedió y volvió a darse ánimos.


— Ahora si... ya voy...

Volvió a avanzar un par de metros pero nuevamente se arrepintió y estuvo por retroceder cuando una oleada de estudiantes se cruzó en su camino y lo arrastró hacia el frente pero en un desequilibrio terminó cayendo de cara.

Quiso levantarse de inmediato pero un pequeño dolor en su brazo lo detuvo.

« Tengo un problema » pensó con temor.

— ¿Henry? — preguntó alguien que conocía a la perfección.

« Tengo dos problemas »

Levantó la vista lentamente y sonrió nervioso pero esta se borró al verla de forma detallada.

Estaba más hermosa que nunca.

Su cabello había crecido y ahora era de color negro. Sus mejillas se veían más rosadas y tenía las pestañas más largas además de que sus labios tenían un subtono anaranjado brilloso.

Realmente el que estuviera mucho más linda no mejoraba su situación de nervios.

— A-Alex.

La chica rió divertida y lo ayudó a ponerse de pie mientras que él parecía un tomate andante.

— Deberíamos dejar de encontrarnos así. — mencionó divertida sin evitar que Henry recordara la vez que cayó enamorado.

Parecía un deja vú, pero ahora sin un matón de por medio.

Volvió a respirar hondo contando hasta tres y finalmente soltó todo el aire que contenía en ellos.

— Hola Alex. — sonrió y ella le regresó la sonrisa.

— Hola Hen.

— ¿Y... qué hacías? — señaló el pizarrón desviando la atención de su feo accidente.

Aunque ya no le dolía el brazo, eran de esos golpes que en el momento crees que puede ser una fractura pero al segundo siguiente parece no ser nada.

— Miraba los talleres de este año. — se acercó nuevamente a la pizarra ahora con el rubio detrás de ella — Creo que me inscribiré a carpintería y basketball.

Cool, — se soltó más relajado de lo que ella recordaba y se sorprendió sin dejarlo ver — creí que no te gustaban las actividades extra curriculares.

— Mmm bueno... quise hacer un cambio este año. — Le sonrió amigable al rubio y el le correspondió a su deferencia quedando embobado.


Duraron así varios segundos hasta que...

— ¿Haz visto a Luke? — pregunto de repente rompiendo la magia del momento — Se me perdió hace rato.

El apretó levemente sus labios, quisiera que una conversación con Alex no dependiera de su mejor amigo.

— ¿Ah si? — preguntó con desinterés — ¿Dónde? — Alex rodó los ojos ante su pregunta.

— No se, no me dijo la dirección.

— Mal chiste de tu parte, eh.

Ambos rieron levemente cuando nuevamente fueron interrumpidos matando el ambiente.

— ¡Ahhh Henry!

Escucharon a lo lejos y el par miró con el ceño fruncido extrañados al asiático robusto corriendo en su dirección.

— Oliver... — saludó el rubio de forma incómoda mientras que la chica ahora lo miró raro a él. No tenía idea de que Henry lo conociera, no parecía ser del tipo de personas con las que él y Luke se juntarán.

Pero él de anteojos ni siquiera se detuvo en el saludo del más alto pues inmediatamente tomó al chico por los hombros y lo colocó frente a él como un escudo humano.

— Protéjanme. — dijo de forma fuerte y asustadizo.

— ¿Por?

— No.

El par hablo al mismo tiempo y al segundo siguiente Henry miró mal a Alex por su negativa pero esta simplemente se encogió de hombros.

— El entrenador quiere matarme. — Henry lo mira interrogando y Alex aburrida.

— ¿Cómo es eso posible? — preguntó el rubio sin entender — Solo va medio día de clases.

— Puse una queja por sus shorts y ahora está molesto. — explicó de forma rápida mientras miraba hacia todas las direcciones de forma paranoica.

En tanto Alex siguió con aquella mueca de fastidio.

— ¿Y que tienen de malo sus-?

— ¡Oliver!

Llamó el nuevo entrenador entrando al pasillo donde se encontraba el trío e inmediatamente los adolescentes hicieron una mueca de asco.

— Ah, ya vi. — soltó la pelinegra con desagrado a la vez que observaba los diminutos pantaloncillos del peludo hombre.

Oliver en cambio al verse descubierto soltó nuevamente un grito y siguió corriendo sin una meta fija con el hombre con mini shorts persiguiéndolo soñando su silbato.

El par bicolor observó la escena sin saber cómo sentirse.

— ¿Amigo tuyo?

— Nop. — negó inmediatamente el chico.

Ni siquiera se preguntó ahora porque Sydney no estaba cerca del asiático para soportar sus locuras.

Pocos segundos después el chico sacudió la cabeza mientras suspiraba queriendo cambiar de tema a lo que realmente iba en un principio.

— Oye Alex... — la llamo volviendo a capturar la atención de la chica la cual seguía viendo el pasillo por donde corrió anteriormente Oliver — Sobre lo qué pasó en mi casa... — comenzó nervioso.

— Oh... eso. — Recordó con un deje de sorpresa, ya ni recordaba aquel plantón.

— Yo... — carraspeó — quería disculparme. Si quería estar contigo pero-

— No te preocupes Henry. — soltó suave — Tenías planes seguramente yo no estaba en ellos. — Rápidamente Alex se mordió la lengua, aquello sonaba mejor en su cabeza.

Ahora Henry tenía el rostro lleno de preocupación porque ella pensara así.

— No, no, no. — negó velozmente — Hubo un accidente en mi trabajo y no pude llegar a tiempo... — metió las manos en sus bolsillos — cuando llegue ya te habías ido.

— De verdad, Henry. No te preocupes. — Hizo un intento de sonrisa tratando de calmarlo, lo cual logró.

— Juraría que estarías enojada. — hablo con asombro.

— No es así, tranquilo.

Y era verdad, si lo veía desde otra perspectiva sino hubiera sido por eso no terminaría yendo al cine con Luke donde ambos se confesarían sus sentimientos.

Sonrió minusculamente recordando aquel suceso.

En cambio el chico frente a ella pensó en como soltar la mayor bomba.

— Y... ¿podemos repetir la ocasión? — dijo tembloroso — Bueno, más bien rehacer. — rió ansioso — Podemos... no se... Ir a ver una película, unos batidos...

— Claro — aceptó sonriente pero luego una pequeña culpabilidad llegó.

No creía que Henry la estuviera invitando a salir en ese sentido, era su amigo ¿no? Él estaba siendo amable por el incidente en su casa, pero aún así no creía correcto salir a solas con él justo cuando estaba con Luke.

Su cara cambió a una seria repentinamente.

— Si, si... Podemos ir tú... yo... — Henry asentía feliz, por fin tendría su cita con Alex — Y Luke ¿no? Los tres podemos ir por un helado.

La sonrisa del rubio desapareció.

— Eh, yo pensaba que podríamos...

Antes de poder terminar su oración, la campana de cambio de clases resonó por todo el lugar.

— Ah, tengo química, — renegó la pelinegra de forma distraída — Es la maestra que antes impartía ciencias, y me odia. — rodó los ojos — Pero ¿qué decías?

El chico quedó mudo unos instantes. No quería retrasarla con sus motivos de porque deberían salir esta vez sin Luke, tendría que ser más tarde, pero tendrían su cita pendiente.

— Nada, — sonrió forzoso — esta bien, podremos ir los tres por un helado más tarde.

— Okey, te veo en la salida.






💕






— Entonces en total compartimos química, filosofía y ciencias sociales.

— Así es. — sonrió aliviado de que al menos la chica estuviera cerca de él en las clases más aburridas.

En otras cuantas estaba Henry, al cual finalmente tuvo que enfrentar pero aún así no pudo evitar estar algo distante, lo había traicionado y no se sentía bien hablarle como si nada, no quería ser una hipócrita.

Pero el rubio pareció no notar ese detalle, parecía pensativo y ansioso, más no preguntó el porqué, no quería indagar en ningún tema por lo pronto y terminar echándose de cabeza a sí mismo. Se conocía perfectamente como para saber que si alguien comenzaba una charla sobre las horribles salchichas que sirven en la cafetería terminaría hablando de Alex, y es que siempre estaba en su mente como para no sacarla en cada tema de conversación.

— ¿Sabes? — tomó la mano de la pelinegra llamando su atención y aprovechando que estaban en receso cerca de las mesas que estaban en el patio y que nadie pasaba por el lugar. — Me di cuenta de algo en el verano, con tus anécdotas. — soltó curioso mientras que Alex alzaba una de sus cejas interrogante. — Te ocurren cosas realmente extrañas pero a la vez tienes mucha suerte.

Terminó su razonamiento con el ceño fruncido pero aún con una sonrisa divertida.

— ¿Ajá? — exclamó confundida.

— Quiero decir, haces de todo para meterte en problemas pero igual sales ilesa. — Ahora abrió la boca entendiendo a que se refería para después soltar una leve risa.

Se encogió de hombros.

— ¿Qué puedo decir? Soy una estupida con suerte. Quédate conmigo y todo estará bien. — sonrió presumida mientras que Luke llevo uno de sus mechones detrás de su oreja.

— No pensaba alejarme.

Su comentario tomó a la chica desprevenida haciendo que su mueca de superioridad se borrara por un segundo pero volvió a sostenerla no queriéndose ver vulnerable ante él. Podrá quererlo demasiado pero no estaba preparada para eso.

No fue hasta que vio a una cabellera castaña detrás del pelinegro que respiro tranquila viéndolo como su salvación.

— Ahí está Jacob. — anunció haciendo que el pecoso girara viendo al nombrado — Necesito hablar con él.

Una mueca de desagrado se puso en el rostro de su novio, — era raro llamarlo así — que intento disimular.

— ¿Sobre qué?

Ella rió al notar sus celos, no era tonta y quería molestarlo.

— Quedamos en que iría a mi casa en la tarde para hacer un trabajo. — La chica ensanchó su sonrisa al notar más molestia en el risotto de Luke.

— Oh, claro. — sonrió forzadamente para después abrazarla por el cuello — ¿Y qué trabajo haremos los tres? — recalcó lo ultimo haciendo que Alex soltara una gran carcajada.

— Ninguno, es el primer día y él es un año mayor, tranquilo. — soltó divertida pero tranquilizando en su mayoría al pelinegro — Quiero preguntarle algo del equipo de basketball, me inscribiré.

— Ah... — dijo más calmado — En ese caso, adelante. — retiró su brazo de los hombros de la pelinegra y la alentó con la mirada.

— Yes... Ahora vuelto.

Luke rió pareciendo despreocupado pero cuando su novia se alejó un par de pasos esta cambió a una seria junto a una expresión molesta. Ahora lo recordaba, era uno de esos patanes que lo golpeó el año pasado por órdenes del idiota de Humbert. En su vida había cruzado palabra con el tal castaño ese pero no necesitaba otro motivo para ya odiarlo y por eso mismo se quedó en ese lugar dando vueltas igual que un león enjaulado.

En cambio Alex se acercó con una sonrisa a su amigo de su infancia y lo llamó deteniendo su caminar.

— ¡Jacob! — este la saludó con una leve sonrisa.

— Alex ¿cómo estás? — ella lo miró aburrida.

— ¿Podemos omitir la intro? — preguntó de forma retórica haciéndolo reír.

— De acuerdo, suéltalo.

— Bueno, — junto sus manos en un aplauso — quiero entrar al equipo de basket — ante aquello el chico la miró ceñudo.

— Pero no hay equipo femenil. — ladeó su cabeza extrañado matando las esperanzas de Alex, pues aún le quedaba una pequeña esperanza de que en realidad olvidaron legar la lista de inscripciones del equipo femenino.

— ¿Y qué tal mixto? — preguntó esperanzada y el negó nuevamente.

— Bueno, realmente no lo sé, — se corrigió a sí mismo — él que se encargaba de las admisiones era Humbert y hasta donde se ninguna chica antes trato de inscribirse.

— Mmm — lo miró pensativa — ¿Y podrías averiguarlo? — suplicó — De verdad quiero estar en el equipo.

Jacob suspiró por la nariz con una sonrisa.

— De acuerdo, — Alex sonrió agradecida, estaba notando que desde que está con Luke sonríe más —  solo porque eres tú, eh.

— Lo se. — Extendió su sonrisa.

— Hasta luego.

— Adiós.

Inhalo aire fresco satisfecha aún con las esperanzas en alto a la vez que observó a su novio y su nueva compañía.

Seguro Henry le estaba contando sobre la salida a por el helado esta tarde.



* Minutos antes *



Luke seguía mirando al par charlar y reír sintiendo cierto enojo en sus entrañas. No estaba celoso, él no era así pero odiaba que Alex hablara con ese chico, no le daba buena espina, bueno, cualquiera que pasara por su situación no lo haría.

Seguiría en su burbuja de furia sino fuera por unos pequeños susurros que oyó a sus espaldas.

— Okey... aquí voy. — reconoció su voz — Recuerda, este año si.

— ¿Qué haces? — preguntó el pecoso de la nada espantando al rubio el cual no había caído en cuenta de su presencia.

— Diablos, usa un cascabel o algo... — dijo algo irritado divirtiendo más al pelinegro — Y me preparo mentalmente.

— ¿Para? — levantó una de sus cejas interrogante.

— Este es el caso, invite a salir a Alex y ella propuso que saliéramos los tres pero ahora le diré que no podrás ir y será una cita de dos.— Explico rápidamente finalizando con una bocanada de aire mientras que su amigo abrió los ojos de más con cierto asombro por la seguridad con la que lo dijo y ahora si, con un toque celoso.

Aunque cualquiera lo estaría en su situación. Pero lo admitía, se lo merecía.

— Si bueno... Ella sigue molesta — dijo de forma rápida sin pensarlo mucho.

El rubio lo miró confuso.

— No, ella me dijo que- — Lo interrumpió.

— Claro que no te lo va a decir, — dijo obvio — así son las mujeres, quieren que adivines sus pensamientos.

Quería callarse y no seguir saboteando a su mejor amigo pero tampoco podía evitarlo.

— Demonios... — murmuró por lo bajo el rubio —  Entonces tal vez deba comprarle flores... — mencionó para sí mismo comenzando a alejarse pero fue detenido nuevamente por el pelinegro.

— ¡No es buena idea!

Debía pensar algo rápido.

— ¿Por? — preguntó sacado de órbita por la conducta de su amigo — ¿Sería mejor unos chocolates?

— No, no. — negó — Lo que digo e-es que... — Okey, soltaría la bomba, era ahora o nunca — ¡A ella ya le gusta alguien más...!

La mirada y ánimo de Henry decayó en menos de un instante. Sintió picazón en los ojos más no ganas de llorar pues estas eran pocas as por la impotencia que sentía en su estómago y la opresión en su pecho.

Observó a Luke triste y sin ganas.

— ¿Cómo lo sabes? ¿Quién es? — preguntó con desilusión y sin querer realmente la respuesta a la vez que el chico frente a él era una bomba de nervios a punto de explotar.

— Ella me contó... — su voz tembló, era ahora o nunca — De hecho... — solo dilo — ¡Es él!

Señaló a Jacob el cual hablaba con Alex a unos metros.

Si, se acobardo.

Henry miró con enojo aquella dirección para después frotarse el rostro con frustración. Si tan solo hubiera sido más directo, más valiente, igual a Kid Danger... Bufó frustrado y se dirigió al pecoso.

— Bueno, ¿y a ti qué te pasó esta mañana? — preguntó en un tono brusco queriendo cambiar de tema.

— ¿Ah? — exclamó confundido por el cambio repentino.

— Siempre venimos juntos. — explicó — Cuando llegue al penthouse Jessie me dijo que ya te habías ido y cuando llegue no te encontré en la entrada.

— E-eh yo... es que el director quería hablar de algo conmigo antes de inciar las clases.

— ¿Seguro? — El rubio levantó ambas cejas con cierta inseguridad.

— ¿Por qué te mentiría? — Luke trago nervioso al segundo siguiente de decir aquello.

Henry se sintió bobo, era Luke, no le mentiría, no lo ha hecho los últimos once años, no tendría que hacerlo ahora, solamente que adoptó una pose algo defensiva por la noticia de Alex.

— Tienes razón, todo bien. — soltó seco.

— ¿Y... estás bien? — preguntó inseguro de regresar al tema.

Henry bufó, era obvio que no podría evitarlo como si de cualquier cosa se tratase.

— Eso... creo, — dijo aún con molestia — pero, tal vez le guste el ahora ¿quién dice que no puedo ser yo en un futuro? — hablo retóricamente con una determinación que preocupó a Luke.

Si no lo convencía de alejarse y olvidarse de Alex la cosa terminaría mal para él.

— El que persevera alcanza, supongo. — susurro lo último.

Era el peor amigo y novio del mundo.




















Yo viendo cómo creen que así de fácil terminaría con Luke cuando apenas Daniel hizo aparición y Henry recién se acopla a su vida como Kid Danger be like:

Y... ¿todo bien con las que shippearon a Henry y Daniel? Creo que son los personajes que más se odiarán a lo largo de la historia...

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