Jeno esta apenado cuando vuelve a caminar rumbo al hogar de Renjun, ha perdido los regalos que compro para él, ahora tendrá que conformarse con llevarle los de siempre. También recuerda con lastima como su primer beso fue ultrajado, desea tener una máquina del tiempo y evitar eso, salir corriendo antes de que ocurra y tomar de vuelta el tesoro, pero ya nada se puede hacer, solo aceptar que no se puede cambiar.

Esta triste, pero no quiere que Renjun lo vea así, sonríe a la fuerza y corre los últimos metros que le falta para que todos los niños lo comiencen a reconocer y busquen a Renjun. Saluda a los que son más cercanos a él y espera con su sonrisa forzada, quiere verlo y abrazarlo con fuerza. Pero Renjun no llega de inmediato, se demora un rato hasta que sus amigos llegan corriendo hasta Jeno avisando que viene. 

Cuando Jeno logra verlo a lo lejos su emoción aumenta y corre, se acerca poco a poco divisando los detalles de su rostro y su figura, pero hay algo extraño; la pierna de Renjun esta enyesada. No lo entiende y se preocupa ¿Qué le habrá pasado mientras no estaba? Ahora no sabe cómo reaccionar, su emoción no se ha ido pero se abrió espacio para la preocupación. Llega hasta él y lo abraza con cuidado, pero la hostilidad de Renjun se hace presente empujándolo, Jeno lo entiende, los amigos de Renjun están cerca.

—¿Qué te paso? —pregunta tomándolo de los hombros y examinándolo.

—Me caí de un árbol. —Responde Renjun con obviedad removiéndose incomodo entre los brazos de Jeno—. Estoy bien.

Jeno sonríe aliviado, está contento de volver a ver a Renjun y de estar junto a él, olvida por completo que perdió los regalos y que su primer beso fue robado, por esos instantes solo quiere que Renjun sea su centro y abrazarlo con fuerza para consentirlo después.

—¿Jia Li? —pregunta Renjun después de escuchar todo lo que Jeno tenia que decir. Estaba atardeciendo y ambos comían los dulces que Jeno había llevado—. ¿tu novia en vacaciones?

—¡No! —alza la voz por accidente, Renjun le da un manotazo y Jeno se disculpa en un susurro—. Ni siquiera me gustaba, ya te dije que era irritante. Aparte, a mí me gusta otra persona.

—¿la niña alta?

Jeno niega con entusiasmo al llevarse un chocolate a la boca, sabe que es muy obvio, Renjun debería saberlo a esas alturas y para Jeno no es ningún problema que todos los amigos de Renjun se enteren.

—No me gustan las niñas, son irritantes y aunque no tienen nada bueno que decir siempre hablan.

—Entonces te gusta el otro... No se su nombre.

Jeno sabe a quién se refiere Renjun, pero decide solo seguir riendo y observar el cielo anaranjado. Es una roca sobre la que están, una gran roca que siempre usan para impulsarse y subirse al árbol que está a un lado, pero esa vez no hay ni como intentarlo, Renjun tiene una pierna enyesada. Así que ambos están sentados sobre la roca observando como el cielo va oscureciendo poco a poco. A Jeno le gusta.

—¿Quieres saber quién me gusta? —pregunta Jeno—. Es muy simple.

Renjun niega varias veces, se lleva tantos dulces a la boca como puede y trata de ignorar a Jeno, pero es inevitable, Jeno quiere decirlo y que Renjun lo escuche, quiere que quede cien por ciento claro y que no quepa duda alguna que rechazaría mil veces a cualquier niña solo por él.

—A mí me gustan las niñas. —Dice Renjun a modo de prevención.

Jeno se ríe y se acerca alzando su mejilla, suspira, por fin puede sentir los labios de Renjun y no los de Jia Li. Jeno prefiere tomar como primer beso todos los que ha recibido de Renjun ¿Qué importa si son en la mejilla? Al final lo único importante es cómo te hacen sentir, y los de Renjun siempre se sienten reales y deseados.

—A mí me gusta un niño.