04. You're not my father

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Todos estaban allí, listos para comenzar, esperando solo que Quiron diera la orden—el primer equipo que se haga con la bandera contraria y cruce el río, será el vencedor. Como siempre no habrá mutilaciones ni muertes, confió en que se respeten estas reglas. Los objetos mágicos que poseáis también serán permitidos. Todo campista que no este lesionado debe jugar.

Lyra miraba a percy quien parecía estar nervioso—cálmate o quedaras fuera en segundos.

—Ni siquiera sé que debo hacer... puede que no necesite una espada.

—Necesitas todo para defenderte.

—¡Que empiece el juego!—los gritos del equipo rojo gritaron y el azul dio su grito.

—Vale, tenemos veinte minutos hasta la siguiente caracola y empiece oficialmente, sabéis qué hacer.

Luke llevo a todos y percy iba tras de él—tu no campeón, vienes con nosotras—le indico Annabeth, los tres caminaban juntos—Ly, quiero pedirte disculpas.

—No es nada Annabeth, puedo llevarlo yo y tú te vas a hacer lo tuyo—dijo de inmediato—¿vas a seguir cayéndote?—le reclamo irritada a percy.

—Yo prefiero no estar aquí cuando os matéis—levanto sus brazos la hija de Atenea alejándose.

—Gracias por preocuparte, estoy bien, gracias. Te agradezco la ayuda—dijo con sarcasmo—lo pillo, a ti esto se te da bien y a mí no, pero necesito que esto salga bien, no sé cómo explicarlo, pero necesito que mi padre lo vea, que todo sale bien—suspiro—así que sí esperas que haga algo que no sé hacer y acabo metiendo la pata, hoy no puedo permitírmelo.

La rubia se detuvo totalmente, estaba siendo muy dura con él y lo sabía, ella estaba así cuando llego aquí desesperada por encontrar su lugar, cosa que le tomo tiempo—primero esto está mal—arreglo su armadura—esto es más grande que tu Percy, tienes que quedarte aquí, ¿okay?

—¿qué?, ¿solo?

—Así se aprenden las cosas, bienvenido a mi casa, donde todos vivimos por desvivirnos percy.

Conocía el plan de Annabeth, Clarisse iría a por él y esto liberaría el bosque para que los demás fueran por la bandera, si bien no estaba muy de acuerdo en dejarlo en manos de su psicópata compañera, era la oportunidad perfecta para que percy consiguiera que lo reclamaran.

—Lo matará—murmuro junto a Annabeth viendo como lo atacaban, era raro hablar con la nada.

—No lo hará—él puede, es el punto de todo.

—Si se acerca demasiado a matarlo, interferiré.

—Sé que lo harás.

Era un guerrero innato, luchaba contra clarisse y sus amigos como si fuera fácil, cosa que por experiencia sabia que no era, la hija de Ares no era mejor que ella, pero definitivamente era muy buena.

Cuando logro romper el objeto mágico de Clarisse y la chica grito molesta, estuvo por interferir siendo detenida por los gritos de victoria del equipo azul—te felicito Jackson.

—¿estabais aquí?—pregunto—¿todo este tiempo?

—No podía dejar que te mataran en tu primer mes—respondió como sin nada—menos cuando me han asignado vigilarte.

—¿y no me habéis ayudado?

—Exacto—siguió annabeth dándole la mano para que se levantara, el rubio, la tomo—escucha percy, lo siento—lo empujo al agua sorprendiendo a todos.

—¿a ti qué te pasa?—grito enfadado.

Pero todo hizo sentido cuando el chico comenzó a curarse con el agua—por los dioses—murmuro Lyra entendido todo, era hijo de Poseidón.

—te llama tu padre—dijo Annabeth cuando el tridente se presentó sobre su cabeza.

[...]

—Te ha reclamado Poseidón, dios de los terremotos y las tormentas, Percy Jackson, hijo de Poseidón—decía Quiron—como hijo prohibido del dios del mar, eres único entre los mestizos y ustedes son la única esperanza para impedir que estalle la guerra.

—¿guerra?

—Poseidón y Zeus llevan meses enzarzados en una disputa a causa del rayo maestro, es el símbolo de la autoridad de Zeus, que ha sido robado—explico Lyra.

—¿quién lo ha robado?—pregunto confundido.

—Tú—dijo como sin nada el señor D.

La rubia rodó los ojos por la actitud del dios—no has sido tú, Zeus es un narcisista de primera, le han robado su juguete y tú eres un hijo prohibido de su hermano a quien envidia, para él no hay duda de que has sido tú, ¿por qué no me lo habéis dicho antes?

—Teníamos que esperar que Percy fuera reclamado, tu padre te necesita—Quiron continuo—Zeus le ha dado un ultimátum, si no devuelve el rayo de aquí al solsticio de verano en una semana, habrá guerra, esa es vuestra misión, debéis partir de inmediato.

—¿partir?, ¿partir a donde?—miraba a la rubia buscando respuestas.

—Zeus es el rey del Olimpo y Poseidón siempre le ha guardado rencor, pero hay un tercer hermano que está especialmente resentido con ambos.

—Hades.

—¿El rayo está en el inframundo?—maldijo Lyra.

—Sé que suena difícil, pero no estaréis solos, por esta vez haremos una excepción, seréis cuatro.

—Pues genial, porque yo paso—anuncio Percy, lyra lo entendía más de lo que quería hacerlo.

—Es la voluntad de Poseidón.

—Poseidón me ha ignorado durante toda mi vida.

—Eres su hijo—dijo el señor D.

—Soy el hijo de Sally Jackson.

—¿quién es Sally Jackson?

El chico se molestó—Es la única que se preocupó por hacer de madre, la que ha dado la vida, para que yo pueda estar aquí a salvo.

—¡El destino del mundo pende de un hilo!, y tú aceptarás esta misión.

—¡Que no!

Grover interrumpió el momento—Traigo noticias.

—No creo que sea el momento.

—Sally Jackson está viva, parecía que había muerto, pero en realidad no es así.

—Grover...—advirtió Dionisio.

—Tu madre ha sido raptada por Hades, es decir que ahora está en el inframundo, es a donde quieren que vayas y si logras encontrarla puede que la traigas de vuelta.

—¿cuándo partimos?

—Id a organizar vuestras cosas, tenemos que hablar con Lyra—ambos chicos se fueron, Percy confundido.

—Dejadme adivinar, debo cuidarle la espalda y traerlo vivo—bufo sentándose al lado del señor D.

—Da gracias que me agradas Lily.

—Es más que eso, esta misión hará enojar a tu padre, el hecho de que ayudes a Percy.

—Lo sé—sonrió—¿era hora no?

—Lyra...—advirtió Quiron.

—¿qué vais a decirme?, Zeus se enojará, pero soy lo único que puede evitar que mate a ese chico—les recordó—llevo desde los cinco años haciendo todo para complacerlo, me he convertido en su hija perfecta y él sigue siendo un padre de mierda.

—Sabemos que debes de ir, solo te queremos advertir que pueden presentarse situaciones inesperadas.

—Igual que en todas mis otras misiones, me habláis como que no he puesto mi vida en peligro desde antes de llegar aquí, si eso era todo—se levantó—tal vez nos volvamos a ver.

[...]

Cada vez que se iba escribía una carta, había aprendido que nunca sabias cuando sería la última vez que cruzaras la barrera. Siempre para su madre, pidiéndole que fuera feliz.

—Me estás retando—la voz de su padre se escuchó dentro de toda su cabaña, la que había remodelado por cierto, ya no estaba totalmente vacía como el día que llego, tenía dos camas, un estante de libros, mesas, de todo un poco lo había comprado en Nueva York y junto a sus amigos habían movido todo.

Pero la enorme estatua de Zeus era imposible de quitar—¿quiere tu rayo de vuelta o no?

—Cuida tus palabras Lyra, no soy solo tu padre, soy Zeus—advirtió.

—Corrección, no eres mi padre, eres solo Zeus—se molestó—me pediste que encontrara tu rayo, eso haré y si no te gusta la forma eso es tu problema.

—Espero que no olvides lo que te he enseñado—fueron sus últimas palabras.

Sabía a qué se refería, se había asegurado de que aprendiera varias cosas por las malas, a no confiar totalmente en nadie, a no fallar y sobrevivir sin importar qué. Su padre se aseguró de que sus entrenamientos fueran más intensos, fuertes y sangrientos que los de los demás.

Tomo la foto suya y de su madre que tenía a un lado de la cama—Soy tu hija, no la suya.