CAPÍTULO ONCE
LOS BUENOS VIEJOS TIEMPOS

Sus pies se movían con agilidad sin perder la técnica de la esgrima al esquivar los ataques de su padre. Y con destreza movía su mano con la intención de ganar el duelo que ambos mantenían. Una sonrisa se asomaba en sus labios cada vez que conseguía tocar a su padre con su espada, pero cuando era él el que iba ganando la frustración la invadía.

—¡Si!—exclama entusiasmada—5 a 3, he ganado. Otra vez.

—Bien hecho, cada día mejoras más—la felicita su padre—Tommy, deberías aprender de tu hermana.

—Ya lo hago—apunta el aludido—En la esgrima no porque la odio, pero en lo demás sí que lo hago.

Tessa sonríe y se sienta a su lado para beber un poco de agua.

—Mañana a la misma hora—le recuerda su padre—

—Mañana es la boda de Ollie y Laurel—le recuerda ella—Podrías dejarme descansar ¿no? Porfi.

Un puchero de asoma por sus labios haciendo que Malcolm suspire y Tommy sonría enternecido.

—De acuerdo—accede—Pero el Lunes habrá doble entrenamiento.

—Trato—sonríe victoriosa mientras su padre entra en la casa—

—Señorita Merlyn—la llama Lisa, una de las sirvientas—El señor Reynolds está en la puerta, viene a verla.

—Voy ahora mismo, Lisa, gracias—le responde—

La sirvienta asiente y se aleja de la zona de entrenamiento.

—Ah, tu querido novio—habla Tommy con un deje de molestia—Estarás feliz de que haya venido. Recuerdo que te dejo plantada hace tres días.

—Tuvo una urgencia.

—Eso dijo él.

—Eres demasiado sobreprotector, Tommy—se queja—Nunca te ha caído bien ¿Por qué? ¿Por qué soy tu hermana pequeña y debes protegerme?

—No. Es porque ese chico no me gusta, oculta cosas—le responde con seguridad—Y te recuerdo que cuando no se presento a la cita estuviste como 4 horas llorando y escuchando canciones de Taylor Swift. Eso no es buena señal. Y yo fui el que estuvo a tu lado. Si antes no me gustaba, ahora menos.

—Pues vendrá a la cena de hoy y a la boda, así que tendrás que aguantarte. Y más te vale comportarte.

Tommy suspira frustrado y rueda los ojos mientras responde a un mensaje que Sara le envía.

—Estrellita—la llama antes de que esta se aleje demasiado—Sara está de camino. Llega esta noche.

—¿Enserio?—sonríe con felicidad—Dile que la veré en la cena de ensayo. Y que no se olvide de los zapatos que le pedí.

—Vale—siente escribiendo un mensaje—Por cierto, eso me recuerda que tengo algo para ti.

Tessa frunce el ceño y le observa confusa al verle acercarse a ella con una pequeña caja de terciopelo en sus manos.

—Tommy no tenias porque.

—Ya, pero quería tener un pequeño detalle contigo—sonríe abriendo la caja para enseñarle el regalo—

Se trataba de dos collares, uno con una W como colgante y otro con una piedra preciosa y una pequeña luna. Tessa los reconoció al instante y cuando sus dedos tocaron las cadenas un montón de recuerdos volvieron a su mente.

—¿Estas bien?—le pregunta Tommy con preocupación—

Dudando de si lo que había visto era real, Tessa asiente y sonríe.

—Me encantan—admite—

—Te los llevó esta noche para que te los pongas con el vestido ¿vale?

—Si, vale.

—Por un tiempo pensé que Oliver y tú os gustabais—admite Tessa bebiendo un trago de su copa—

—¿Enserio?—sonríe Sara con asombro—A mi me gustan más las chicas.

—Supongo que es lógico, yo al menos no conozco a ninguna que dejará plantada a su pareja en una noche importante—comenta con frustración antes de terminarse el champagne—

—Connor es imbécil—comenta Sara—Tommy y yo te lo advertimos.

—Lo sé, pero no quise escuchar. Ahora ya da igual, voy a romper con él esta noche.

—Encontrarás a otro chico, ya lo verás—le sonreí—A alguien tierno, atento... que piense que eres hermosa.

Sus palabras provocaron de nuevo esa extraña lluvia de imágenes en su cabeza. Eran como recuerdos, pero Tessa no conseguía saber del todo si eran reales.

—Porque eres hermosa—continúa Sara devolviéndola a la realidad—Es decir, yo me liaría contigo.

—Gracias—ríe Tessa—

—Perdón—habla un hombre acercándose a ellas—Soy Ray Palmer, socio de Robert Queen. No quería molestarlas pero... ¿nos conocemos?

Ambas le miran confusas y aquellos extraños recuerdos vuelven a sus mentes como ráfagas de viento.

—No, creo que me acordaría—le responde Sara—

—Es que me resulta familiar—admite él—Ambas.

—Perdone—le dice Tessa agarrando la muñeca de Sara para alejarse de él—No es mi tipo, pero es guapo. ¿Seguro que prefieres a las chicas?

Sara ríe y ambas continúan caminando hasta llegar junto a Laurel.

—Tessa, me alegra tanto que estés aquí—sonríe la mayor de las hermanas Lance—Bonitos colgantes.

—¿Verdad? Tommy me los ha regalado—le responde con una sonrisa mientras los sujeta entre sus dedos—

—Tu hermano tiene mejor gusto del que pensaba.

—Lo tiene—admite—Oye, Laurel, espero que no te moleste, pero debo irme. He de alejar a una persona tóxica de mi vida y preferiría hacerlo antes de la boda de mañana.

—Si es por eso eres libre de irte. Sobretodo si esa persona es quien creo que es.

—Gracias, nos vemos mañana—le sonríe antes de alejarse—

—Tessa—sonríe Moira Queen al verla entrar en la mansión a la mañana siguiente—Estás hermosa.

—Es un vestido de dama de honor, no debería estarlo—comenta ella con una sonrisa—

—Pues lo estás—le asegura la mujer—Las tres lo estáis. Laurel eligió unos vestidos preciosos.

—Hablando de Laurel, ¿Como está?

—Nerviosa, Oliver no se presentó ayer a la cena de ensayo y eso la tiene preocupada.

—Bueno, Ollie siempre ha sido de meter la pata en el último momento y luego arreglarlo. Seguro que la boda es preciosa—comenta Tessa con tranquilidad—

—Estoy de acuerdo—le sonríe—Tu padre esta en el salón.

—Gracias, Moira.

Se aleja de ella y se adentra en el gran salón, encontrándose a Robert Queen en la entrada.

—Hola, Tessa—la saluda con amabilidad—

—Hola—le responde ella—

Él se aleja de la sala y ella camina hacia su padre, quien se encontraba apoyado en una de las mesas bebiendo una copa de champagne.

—¿Cómo ha ido?—le pregunta Malcolm nada más verla—

—¿Mi ruptura con Connor? Bien—le responde con tranquilidad—Soy libre cual pájaro. Tommy estará orgulloso.

—Yo lo estoy—sonríe él—

—Gracias, papá—le responde antes de darle un beso en la mejilla—

—¿Sabes quien me gusta para ti?

—No te ofendas, papá, pero no quiero consejos amorosos de mi padre—le dice con incomodidad—

—No era un consejo, era una opinión—se defiende él—

—Lo que tú digas—suspira con diversión—A ver dime, ¿Quien te gusta para mi?

—Aaron—responde Tommy por su padre—El hermano pequeño de la chica con la que trabajas.

—¿Aaron Stevens?—inquiere confusa. Tommy y Malcolm asienten—No es mi tipo.

—¿Y quien es tu tipo?

—No lo sé, Tommy. ¿Sabéis? Soy más que la persona con la que salgo. Soy una mujer independiente, soltera y que es residente de medicina en el mejor hospital de la ciudad. Podríais centraros en eso.

—Tienes razón—admite Tommy—Lo siento, estrellita.

—No importa—le asegura ella—Además dentro de poco me mudaré a Chicago, quien sabe a lo mejor conozco a un agente de policía guapo y amable.

—¿Quien habla ahora de chicos?—bromea Malcolm—Tess, ¿Estas bien?

La aludida parpadea confusa y le mira con una extraña expresión.

—Estas pálida—observa Tommy llevando una mano hacia su frente—No tienes fiebre, pero tal vez deberíamos salir a tomar el aire.

—No yo...

—Ven—le insiste su hermano sujetándola de los hombros—Tranquilo, papá, cuidare de ella.

—Si pasa algo avísame—le pide él—

Tommy asiente y guía a su hermana hacia el jardín de la mansión Queen.

—¿Te encuentras mejor?

—Si, es solo que estoy algo nerviosa por el hecho de mudarme, nada más—le explica—

—No tienes que hacerlo si no quieres—apunta su hermano—

—Lo sé, pero es una gran oportunidad para mi, Tommy. Continuar mis estudios allí me haría mejor doctora.

—Solo digo que la vida no es solo una carrera o un trabajo.

—Añoro los días en los que mis preocupaciones desaparecían cantado y bailando por toda mi habitación—admite Tessa con una pequeña sonrisa—

—No me lo recuerdes, me se todas las canciones de One Direction por tu culpa—la acusa Tommy—

—Te encantaban sus canciones.

—Bueno, me gustaban más que las de Taylor Swift eso seguro.

—No te metas con ella—se queja dándole un pequeño golpe en el brazo—Sus canciones son obras de arte.

Tommy sonríe elevando las manos en son de paz y la observa con diversión.

—Se que no hay música, pero tal vez podríamos bailar y olvidarnos de esos problemas—le dice estirando su mano hacia ella—¿Qué me dices?

Tessa sonríe y coloca su mano sobre la suya. Tommy sonríe y la hace girar antes de sujetarla de la cintura con su otra mano y comenzar a balancearse sin una base musical que les guíe.

Mientras tanto, en uno de los pasillos de la mansión Queen, Oliver, Diggle y Sara discutían sobre la extraña escena que acababan de vivir.

—Vale, no sé cómo explicarlo...

—Inténtalo—le pide Sara con frustración—

—Creemos que estamos en una especie de sueño compartido—habla Diggle—

—Eso es de locos. No tanto como que yo sepa Kung Fu, pero casi casi.

—Eso no era Kung Fu, era Jete Kune Do y creo que lo aprendiste en un sitio llamado Nanda Parbat—vuelve a hablar a Oliver—

—¿Qué? Nada de lo que has dicho tiene sentido. Ni nada de esto—se queja Sara con frustración—

—Oye, Sara ¿Qué es lo último que recuerdas?

—No lo sé—se encoge de hombros—

—Me refiero a antes de llegar aquí ayer—le aclara Oliver—¿Qué es lo último que recuerdas?

La rubia suspira e intenta concentrarse.

—Una pelea—habla después de unos segundos—Éramos 6 y luego... luego nos atraparon.

—¿Y qué hicieron?—le pregunta John—

—No lo sé.

—Vale, éramos 6 ¿Quienes eran los otros 3?—inquiere Oliver—

—Ray Palmer, Thea y... Tessa—le responde ella—Si esto es un espejismo o... una alucinación ¿Cómo podemos despertar?

—Saliendo de aquí—le responde Diggle—La torre de Tecnologías Smoak. Tal vez la razón de que nos parezca tan extraña sea que es la forma de salir de aquí. Sea lo que sea aquí.

Su risa podía oírse nada más salir al jardín. Era feliz. Y saber que debía romper esa burbuja de felicidad le rompía el corazón a Oliver. Él pensó que después de despedirse de sus padres nada le dolería más, pero al verla bailar junto a Tommy supo que eso sería aún más duro.

—Tessa—la llama haciendo que ambos hermanos dejen de bailar y le miren—

—Tío ¿No crees que deberías ponerte el esmoquin? La boda es dentro de poco—comenta Tommy con diversión—

—Si, pero... ¿Puedo hablar contigo?—posa su mirada en la joven Merlyn—

Tessa asiente y se aleja de su hermano para acercarse a él.

—No... no se como decirte esto pero...

—No hace falta que digas nada, Ollie—le interrumpe ella—Lo sé.

—¿Lo sabes?—le pregunta confuso—

—No he dejado de tener flashes de recuerdos.

—Entonces sabras que tenemos que irnos—asume él—

—¿Por qué?—le pregunta confusa—

—Tessa, nada de esto es real.

—Es lo suficientemente real—apunta ella—Laurel esta viva. Y tus padres. Y Tommy.

—No son...

—No digas que no son ellos—le interrumpe—Tommy recuerda la canción que solía cantarme cuando no podía dormir, recuerda nuestros bailes antiestrés con música de One Direction. Hasta huele igual que él, Ollie.

—No es él, Tess—le dice con delicadeza—Me gustaría que si, pero... no lo es. Ninguno de ellos lo son.

Sus ojos se llenan de lágrimas y lentamente se da la vuelta para observar a su hermano, quien se encontraba a varios metros de ellos mirando el jardín a su alrededor.

—Chicos—les llama Sara llegando a su lado—Ray, Diggle y Thea están en la entrada esperando.

—Danos un minuto—le pide Oliver—

Sara frunce el ceño preocupada y observa a Tessa y a Tommy antes de asentir y alejarse de ellos.

—No podemos quedarnos, Tess, por mucho que queramos no podemos.

—¿Por qué no?—le pregunta dejando que varias de sus lágrimas resbalen por sus mejillas—¿Qué nos espera allí fuera? ¿Qué me espera a mi? Un mundo donde mi padre es un asesino, donde mi hermano está muerto, donde Emma también lo está...

—Te espera Barry—la interrumpe haciendo que se quede en silencio—No soy tonto, os he visto, sé que estáis juntos. Y sé, por la forma en la que os miráis, que os amáis. ¿Vale la pena abandonar ese amor por una vida de mentira?

—No... no lo sé, pero estoy dispuesta a averiguarlo—le responde dándose la vuelta para volver con su hermano—

Oliver observa la sonrisa en el rostro de Tommy al volver a tener a su hermana a su lado, y sabiendo que no podría convencerla, se da la vuelta y se reúne con los demás en la entrada de la mansión.

—¿Todo bien?—inquiere Tommy—

—Si—responde Tessa frotando sus brazos al sentir el aire frío golpear su piel—

—Toma.

Tommy se quita su americana y se la coloca sobre los hombros haciendo que su olor inunde a Tessa en un sentimiento de añoranza y tristeza.

—No eres real—murmura mirándole—

—No, no lo soy—admite él mirándola a los ojos—

—Y aún así no tengo el valor de irme, de abandonarte—solloza ella—Te pareces tanto a él... Supongo que eres un creación de mis recuerdos, pero aún así... Hay gente fuera que me espera.

—La hay—asiente Tommy—

—Gente que me quiere. Que me ama.

—¿Y que vas a hacer, estrellita?

—Debo irme—dice después de unos segundos de silencio donde en su mente se debatía entre que era lo correcto y lo incorrecto—Debo irme.

Tommy la observa con detenimiento y deposita un suave beso en su mejilla, beso que hace que Tessa suelte todas las lágrimas acumuladas y se aferre aún más a su chaqueta.

—¿Puedo...?

—Quédatela—la interrumpe Tommy al saber lo que va a preguntarle—

Tessa sonríe con debilidad y acaricia su mano antes de separarse de él y alejarse sin mirar atrás. Porque sabía que si volvía su mirada hacia él no podría salir de allí, no tendría la fuerza suficiente.

Pero debía irse. Ese no era Tommy, no el real. Ademas, Barry la estaba esperando, y Tessa no podía abandonarle. No se lo perdonaría nunca.